{"id":3249,"date":"2018-06-10T19:46:34","date_gmt":"2018-06-10T19:46:34","guid":{"rendered":"https:\/\/redinternacional.net\/?p=3249"},"modified":"2018-06-10T19:46:34","modified_gmt":"2018-06-10T19:46:34","slug":"el-sentimiento-nacional-como-ultima-base-de-la-solidaridad","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/redinternacional.net\/2018\/06\/10\/el-sentimiento-nacional-como-ultima-base-de-la-solidaridad\/","title":{"rendered":"El ‘sentimiento nacional’ como ultima base de la solidaridad"},"content":{"rendered":"
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La devaluaci\u00f3n moral del concepto de naci\u00f3n.<\/p>\n
En los \u00faltimos a\u00f1os, la Guerra Cultural Europea<\/strong> se ha desarrollado en torno a temas tan diversos como el papel de la religi\u00f3n, el significado y estatus de la familia, el multiculturalismo<\/strong>, la influencia del Islam en Europa<\/strong>, las actitudes hacia el sexo, la eutanasia o el aborto. Sin embargo, la cuesti\u00f3n clave que subyace a todas estas controversias es el conflicto sobre la concepci\u00f3n del Estado Naci\u00f3n y de la soberan\u00eda nacional<\/strong>.<\/p>\n La perspectiva transnacional que prevalece en las instituciones de la Uni\u00f3n Europea (UE) considera la soberan\u00eda nacional como un ideal obsoleto<\/strong> y potencialmente disruptivo. Las controversias sobre estos valores se manifiestan dentro de cada pa\u00eds de la UE pero tambi\u00e9n entre pa\u00edses.<\/p>\n La clase pol\u00edtica de la UE justifica su ret\u00f3rica antinacional se\u00f1alando los peligros<\/strong> de los movimientos racistas xen\u00f3fobos<\/strong>: nos recuerdan constantemente el ascenso de los nazis<\/strong> durante la Rep\u00fablica de Weimar<\/em>. Se trata de una clase pol\u00edtica profundamente hostil a cualquier forma de sentimiento nacional o patri\u00f3tico<\/strong>, que considera la identificaci\u00f3n de las personas con su naci\u00f3n como un prejuicio lamentable<\/strong>. Su inclinaci\u00f3n federalista les conduce a mostrar animadversi\u00f3n hacia el ideal de soberan\u00eda nacional.<\/p>\n De hecho, el Tribunal de Opini\u00f3n Mundialista<\/em> no solo condena el nacionalismo de cada pa\u00eds: la cultura pol\u00edtica occidental se siente profundamente molesta por la mera idea de naci\u00f3n<\/strong>. En particular, considera que el sentimiento de pertenencia una naci\u00f3n, las lealtades nacionales y el patriotismo son ideas anticuadas<\/strong>, incluso peligrosas<\/strong>, que no tienen cabida en el mundo moderno.<\/p>\n En parte, el giro antinacional de la cultura pol\u00edtica occidental es una reacci\u00f3n comprensible, aunque err\u00f3nea, ante las destructivas consecuencias del nazismo alem\u00e1n<\/strong>. La cat\u00e1strofe de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto se perciben frecuentemente como la consecuencia inevitable<\/strong> de ideolog\u00edas y rivalidades nacionalistas. Desde este punto de vista, las adhesiones nacionales<\/strong> se interpretan como un recurso cultural peligroso porque puede ser utilizado para promover causas raciales y excluyentes<\/strong>. Este es el motivo por el que, en la pr\u00e1ctica, se han difuminado las cl\u00e1sicas distinciones entre patriotismo, identificaci\u00f3n con la naci\u00f3n o nacionalismo republicano, c\u00edvico, cultural o religioso.<\/p>\n La visi\u00f3n actual del sentimiento nacional adopta el s\u00edmil de la bola de nieve rodando por una pendiente: lo que comienza como una muestra inocente de orgullo de la propia naci\u00f3n<\/strong>, acaba en odio y agresividad<\/strong> hacia los extranjeros. Seg\u00fan esta concepci\u00f3n simplista y teleol\u00f3gica<\/strong>, lo que en el siglo XIX surge como una inocente manifestaci\u00f3n de identidad<\/strong> y lealtad nacional se convirti\u00f3 inevitablemente despu\u00e9s en una ideolog\u00eda pol\u00edtica amenazadora<\/strong>, de que el nazismo es su manifestaci\u00f3n m\u00e1s b\u00e1rbara.<\/p>\n En Europa, los l\u00edderes de la UE son quienes promueven m\u00e1s sistem\u00e1ticamente la fobia contra el sentimiento nacional, disparando contra la idea de soberan\u00eda nacional<\/p><\/blockquote>\n En Europa, los l\u00edderes de la UE son quienes promueven m\u00e1s sistem\u00e1ticamente la fobia contra el sentimiento nacional<\/strong>, disparando contra la idea de soberan\u00eda nacional y tambi\u00e9n contra las conmemoraciones que celebran la naci\u00f3n, pues consideran el sentimiento de identidad nacional como un tipo de xenofobia<\/strong>. Tambi\u00e9n creen que el orgullo nacional es una forma de discriminaci\u00f3n<\/strong> o prejuicio.<\/p>\n Suelen retratar a quienes toman en serio su sensibilidad nacional como individuos de mente estrecha<\/strong>, con opiniones hostiles a personas de otras culturas. Esta idea es esgrimida por J\u00fcrgen Habermas<\/strong>, el principal defensor intelectual del federalismo europeo. Casualmente, Habermas descarta los electorados nacionales por ser \u201cla reserva del nacionalismo de derecha<\/em>\u201d y los condena por su prejuicios, por su mentalidad estrecha.<\/p>\n La promoci\u00f3n del ideal antinaciona<\/em>l<\/strong> o transnacional<\/em> se ha asociado hist\u00f3ricamente a las ambiciones imperiales<\/strong>. Imperios tan diversos como el Romano, el Otomano, el Brit\u00e1nico o el Austro-h\u00fangaro, animaron la separaci\u00f3n de cultura y pol\u00edtica en un intento de imponer el dominio imperial. No sorprende que la actual campa\u00f1a contra la identidad nacional emprendida por el cosmopolitismo del siglo XXI guarde una estrecha afinidad con la idea de desnacionalizar la identidad<\/strong> en un contexto imperia<\/strong>l. En Cosmopolitan Europe<\/em> (2007) Ulrich Beck<\/strong> y Edgar Grande<\/strong> propusieron utilizar \u201cel concepto de Imperio para describir las nuevas formas de autoridad pol\u00edtica que est\u00e1n adquiriendo una forma ejemplar en Europa<\/em>\u201c.<\/p>\n