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La bisagra electoral del a\u00f1o 2018 parece articular dos escenarios a\u00fan por resolverse: la consolidaci\u00f3n de la restauraci\u00f3n neoliberal o el despertar de los procesos progresistas de d\u00e9cada pasada en am\u00e9rica. Colombia y M\u00e9xico podr\u00edan dar el batacazo.<\/p>\n
El polit\u00f3logo Juan Manuel karg en su art\u00edculo \u201cUn nuevo ciclo podr\u00eda empezar\u201d publicado en P\u00e1gina12 escribe que<\/strong> mucho se habl\u00f3 en los \u00faltimos a\u00f1os del \u201cfin de ciclo\u201d de los gobiernos nacional-populares, progresistas y de izquierda de la regi\u00f3n. Aquel titular recorri\u00f3 los principales editoriales de los medios concentrados del continente, en un mix de informaci\u00f3n y deseo: si bien hab\u00edan accedido Macri y Temer al poder pol\u00edtico en Argentina y Brasil, respectivamente, exist\u00edan (y existen) una serie de gobiernos que, a\u00fan en nuevas circunstancias continentales, se planteaban una resistencia al neoliberalismo: Bolivia, Uruguay, El Salvador, Nicaragua y Venezuela, entre otros, a\u00fan con sus diferencias, y situaciones internas dis\u00edmiles y complejas.<\/p>\n Sin embargo, la primera vuelta electoral colombiana y la campa\u00f1a mexicana a\u00f1aden un elemento al an\u00e1lisis: la derecha podr\u00eda (y lo planteamos en potencial, visto y considerando la peculiar situaci\u00f3n electoral en ambos pa\u00edses) llegar a perder ambas elecciones ante expresiones nacional-populares lideradas por Gustavo Petro y Andr\u00e9s Manuel L\u00f3pez Obrador, respectivamente. El ex alcalde de Bogot\u00e1 viene de obtener unos cinco millones de votos logrando, por primera vez en la historia del pa\u00eds, que la izquierda colombiana pueda disputar la presidencia. Frente a el tiene a Iv\u00e1n Duque, candidato de Alvaro Uribe V\u00e9lez, ex presidente que se recuper\u00f3 tras la fuerte derrota de su delf\u00edn Zuluaga en 2014, ganando con el NO el plebiscito de la paz en 2016.<\/p>\n Un gobierno uribista -o incluso un post uribismo a la Santos, en caso que Duque tambi\u00e9n lo traicionara- ser\u00eda una p\u00e9sima noticia pero no una novedad para la pol\u00edtica interna colombiana: aquel pa\u00eds ya sufri\u00f3 en el pasado aquel (des)gobierno. La novedad ser\u00eda la llegada de Petro al Palacio de Nari\u00f1o, hecho in\u00e9dito que signicar\u00eda un verdadero realineamiento de Colombia en el escenario regional, por ejemplo, en lo referido a la Uni\u00f3n de Naciones Sudamericanas (Unasur). No le ser\u00e1 f\u00e1cil al ex l\u00edder del M-19: deber\u00e1 captar 7 de cada 10 votos de Sergio Fajardo, quien qued\u00f3 cerca de ingresar a la segunda vuelta, y esperar a que haya una participaci\u00f3n creciente. El escenario est\u00e1 abierto y nada est\u00e1 dicho.<\/p>\n En el caso mexicano, L\u00f3pez Obrador parece pisar incluso m\u00e1s firme: hasta la revista Forbes lo sit\u00faa encabezando encuestas con comodidad, lejos de Anaya (PAN) y Meade (PRI). AMLO estuvo cerca dos veces: en 2006 \u2013cuando denunci\u00f3 un fraude electoral\u2013 y en 2012. De ah\u00ed que uno de sus slogans de campa\u00f1a sea \u201cla tercera es la vencida\u201d, recurriendo a una perseverancia que recuerda a la que tuvo el hoy detenido Luiz In\u00e1cio Lula da Silva, quien perdiera tres elecciones antes de ganar la presidencia de Brasil. Obviamente esto genera resistencias: el segundo hombre m\u00e1s rico del pa\u00eds, Germ\u00e1n Larrea, acaba de llamar a votar contra \u201cel modelo econ\u00f3mico populista\u201d, en tiro por elevaci\u00f3n a L\u00f3pez Obrador, a quien buscan incansablemente emparentar con Hugo Ch\u00e1vez, tanto en los medios concentrados de comunicaci\u00f3n como en los spots de campa\u00f1a de los partidos tradicionales.<\/p>\n Colombia y M\u00e9xico son dos pa\u00edses pivotes de la derecha continental. Ambos formaron la Alianza del Pac\u00edfico en 2011, junto a Per\u00fa y Chile, con EE.UU. \u2013con quien los dos pa\u00edses tienen Tratados de Libre Comercio en plena vigencia\u2013 como invitado en car\u00e1cter de observador. Ambos forman parte del autodenominado Grupo de Lima, un foro pol\u00edtico cuyo \u00fanico tema de discusi\u00f3n es la situaci\u00f3n venezolana. Un hipot\u00e9tico cambio de gobierno all\u00ed significar\u00eda un duro golpe a la restauraci\u00f3n conservadora que intenta tomar forma en Am\u00e9rica Latina. Representar\u00eda un \u201cfin de ciclo\u201d, s\u00ed, pero para dos pa\u00edses emblema de la derecha regional, que jam\u00e1s formaron parte del bloque de pa\u00edses nacional-populares, progresistas y de la izquierda. El tiempo, gran ordenador, dir\u00e1 si esto sucede o si, por el contrario, se profundiza la orientaci\u00f3n neoliberal de ambos.<\/p>\n Pronto sabremos si retoman su impulso los gobiernos progresistas en Am\u00e9rica o si nos instalamos durablemente en el \u00e1mbito neoliberal.<\/p>\n Hern\u00e1n Giner, 7 junio 2018<\/p>\n