{"id":2956,"date":"2018-07-02T06:24:52","date_gmt":"2018-07-02T06:24:52","guid":{"rendered":"https:\/\/redinternacional.net\/?p=2956"},"modified":"2018-07-02T06:24:52","modified_gmt":"2018-07-02T06:24:52","slug":"turismo-la-decadencia-del-mundo-moderno-por-xavier-bartlett","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/redinternacional.net\/2018\/07\/02\/turismo-la-decadencia-del-mundo-moderno-por-xavier-bartlett\/","title":{"rendered":"Turismo: la decadencia del mundo moderno – por Xavier Bartlett"},"content":{"rendered":"

Mi intenci\u00f3n primera era comparar el antiguo mundo de los viajes y los viajeros con el fen\u00f3meno social y econ\u00f3mico del turismo moderno para demostrar que hoy en d\u00eda apenas hay vivencia ni experiencia, sino simplemente una especie de gigantesco parque tem\u00e1tico multicolor repartido por varios rincones del planeta.<\/p>\n

Introducci\u00f3n<\/h4>\n

\"Taj_Mahal\"Contra todo lo que nos puedan decir o vender, cada vez parece m\u00e1s evidente que estamos involucionando, convirti\u00e9ndonos en una especie de robots biol\u00f3gicos f\u00e1ciles de manipular y controlar, sin ninguna vida interior. Tales robots no saben nada de s\u00ed mismos, pero mientras tanto buscan ansiosamente respuestas y est\u00edmulos en el mundo exterior, un mundo lleno de atracciones y maravillas. Esto se puede ver claramente cuando llega ese periodo del a\u00f1o llamado \u201cvacaciones\u201d y que suele coincidir con los meses m\u00e1s c\u00e1lidos en el hemisferio norte. En efecto, esto nos conduce a ese fen\u00f3meno social de masas llamado \u201cturismo\u201d, que muy poco o nada tiene que ver con el antiguo esp\u00edritu de los viajes y los viajeros. Sin \u00e1nimo de ser exhaustivos, vamos a ver las enormes diferencias que separan a ambos conceptos, aunque a primera vista pudieran parecer casi sin\u00f3nimos.<\/p>\n

El turismo es un negocio<\/h4>\n

Es bien evidente que el turismo de masas es un fen\u00f3meno moderno, que apenas tiene un siglo de vida. Antes, la poblaci\u00f3n no se desplazaba a grandes distancias, a menos que fuera una necesidad imperiosa, generalmente por motivos econ\u00f3micos. Por supuesto, eso no era turismo, sino emigraci\u00f3n, como a\u00fan existe en nuestros d\u00edas. El viaje por puro placer o por un af\u00e1n explorador estaba reservado a personas con medios econ\u00f3micos o a aventureros. Pero lleg\u00f3 la sociedad industrial, el tremendo avance de los medios de transporte y la posibilidad de que las clases obreras y medias tuvieran un peque\u00f1o excedente de dinero para consumir. Una vez juntados estos elementos, qued\u00f3 claro que hab\u00eda un gigantesco p\u00fablico potencial en la mayor\u00eda de naciones civilizadas e industrializadas que pod\u00eda realizar viajes tanto a lugares pr\u00f3ximos como m\u00e1s o menos lejanos, puesto que no s\u00f3lo ten\u00edan dinero sino que ten\u00edan \u201cvacaciones\u201d, esto es, un periodo de tiempo libre garantizado por el estado para poder disponer de \u00e9ste como quisiesen.<\/p>\n

\"sevilla\"
Espa\u00f1a: un pa\u00eds en venta (tur\u00edstica)<\/figcaption><\/figure>\n

A partir de ah\u00ed, y con la generalizaci\u00f3n y abaratamiento de los medios de transporte bastante seguros \u2013trenes, barcos, autocares y sobre todo aviones\u2013 se hizo posible montar un negocio global capaz de mover a muchos millones de personas, en los meses de verano principalmente, llev\u00e1ndolos de un lado a otro del planeta y ofreci\u00e9ndoles las maravillas de lugares distantes por un m\u00f3dico precio. Por tanto, el turismo es una industria en toda regla y est\u00e1 basada en el beneficio econ\u00f3mico que se extrae de \u00e9l. De hecho, hay bastantes pa\u00edses en el mundo cuya bonanza econ\u00f3mica depende parcial o totalmente de su industria tur\u00edstica\u2026 entre ellos Espa\u00f1a. En este contexto, el pa\u00eds entero es susceptible de convertirse en una cosa, un producto, una mercanc\u00eda, incluyendo el sol, las playas, los campos, los monumentos, los alimentos\u2026 hasta las personas. En suma, una simple operaci\u00f3n de compra-venta.<\/p>\n

Por el contrario, el cl\u00e1sico viaje de los tiempos antiguos (o hasta hace no demasiado, por lo menos hasta el siglo XIX) nunca fue un negocio para nadie, porque \u2013a menos que el viaje estuviera motivado por fines b\u00e1sicamente comerciales[1]<\/a>\u2013 no hab\u00eda realmente un beneficio o inter\u00e9s material por ninguna de las partes, ni por el viajero ni por los pobladores locales que lo recib\u00edan. El viaje no se hac\u00eda para \u201cdescansar del trabajo\u201d, ni para comer compulsivamente, ni para tomar el sol, ni para dormir bajo una hamaca ni para hacer compras sin parar. \u00bfHace falta seguir?<\/p>\n

\"Caravane_Marco_Polo\"
La \u00e9pica era de las caravanas, que perdur\u00f3 hasta hace muy pocos siglos<\/figcaption><\/figure>\n

El turismo se mueve en la masificaci\u00f3n<\/h4>\n

Esto es tan obvio que casi no merece comentario. El resultado de tener un amplio espectro de la poblaci\u00f3n con capacidad econ\u00f3mica para pagarse un viaje durante las vacaciones es que millones de personas de los pa\u00edses del Primer Mundo se desplazan en las mismas fechas a los mismos lugares de forma masiva. Esto impacta en primer lugar en aglomeraciones muy poco agradables en estaciones de tren o en aeropuertos, con problemas de todo tipo. Eso por no hablar de los que se lanzan a la carretera en su veh\u00edculo para llegar su destino vacacional en las mismas fechas. Colas interminables, atascos, retrasos, nervios, impaciencia, accidentes\u2026<\/p>\n

\"Queueing_for_the_Acropolis\"
Interminables colas para acceder a los lugares m\u00e1s tur\u00edsticos (Acr\u00f3polis de Atenas)<\/figcaption><\/figure>\n

Y aunque el mundo es muy grande y la oferta tur\u00edstica tambi\u00e9n, los destinos tur\u00edsticos principales no lo son tanto y vayas donde vayas vas a encontrar una marea multicolor de personas que han escogido la misma opci\u00f3n. Entonces no es de extra\u00f1ar que en muchos sitios haya mucha m\u00e1s gente durante el periodo vacacional que durante el resto del a\u00f1o, si bien algunos de ellos tienen p\u00fablico masivo pr\u00e1cticamente todo el a\u00f1o de forma ininterrumpida. Y desde luego, no es muy agradable visitar enclaves tan bellos como Venecia, por ejemplo, en pleno mes de agosto (lo s\u00e9 por triste experiencia\u2026). Esto no por no hablar de c\u00f3mo se sienten los \u201cind\u00edgenas\u201d al verse invadidos en su propia ciudad o pueblo por mareas de gente durante varios meses del a\u00f1o o incluso todo el a\u00f1o.<\/p>\n

Frente a esto, el antiguo viaje era una peque\u00f1a aventura personal en la cual el viajero se iba moviendo s\u00f3lo o con escasa compa\u00f1\u00eda por pa\u00edses m\u00e1s o menos poblados pero no topaba con avalanchas de extranjeros como \u00e9l all\u00e1 por donde fuese. Esto, para bien o para mal, facilitaba el contacto directo con el paisaje, las poblaciones y la gente nativa y \u2013si la recepci\u00f3n no era hostil\u2013 permit\u00eda que el viajero disfrutara a su antojo de ese pa\u00eds sin m\u00e1s prisas ni molestias m\u00e1s que las propias de las condiciones del viaje emprendido.<\/p>\n

El turismo promueve la vulgaridad y el aborregamiento<\/h4>\n
\"playa_varadero\"
Sol y playa, \u00bfqui\u00e9n da m\u00e1s?<\/figcaption><\/figure>\n

M\u00e1s o menos en l\u00ednea con lo anterior, se puede decir que la masificaci\u00f3n comporta una vulgarizaci\u00f3n del viaje. De hecho, el turismo se ha convertido en un lucrativo negocio masivo porque ha captado a las clases populares, pero ello exige ofrecerles un producto de su gusto. Esto ha facilitado que el verano y el turismo se hayan convertido en una misma cosa: un entretenimiento f\u00e1cil y vulgar, generalmente en un contexto de buen clima, que procura principalmente que el turista se lo pase bien y no piense en otra cosa. Por esto, a la gran mayor\u00eda de los viajes se les da un tono l\u00fadico con sol, agua, buena comida, diversi\u00f3n para los ni\u00f1os, visitas a espacios naturales o culturales[2]<\/a>, etc. Se trata de que todo el mundo haga lo mismo y \u201ccompre\u201d una cierta imagen del pa\u00eds; en realidad un conjunto de esl\u00f3ganes y t\u00f3picos.<\/p>\n

Esto por no mencionar cierto turismo masivo hedonista dise\u00f1ado principalmente para los j\u00f3venes y que a veces se denomina turismo de borrachera<\/em>. B\u00e1sicamente consiste en precios bajos, discoteca, gamberradas, ligoteo,<\/em> borracheras, playa, excesos de todo tipo\u2026 lo que los anglosajones llaman sint\u00e9ticamente \u201clas tres S\u201d: sex, sun & sand<\/em> (o sea, sexo, sol y arena). A lo que habr\u00eda que a\u00f1adir una cuarta \u201cS\u201d: sangr\u00eda.<\/p>\n

Y esta vulgaridad generalizada traspasa la esfera de los propios viajes y llega a los medios de comunicaci\u00f3n (sobre todo la televisi\u00f3n), que aprovechan el verano para ofrecer t\u00edpicos programas estivales llenos de t\u00f3picos a mansalva sobre los destinos vacacionales y las actividades l\u00fadico-festivas, aparte de introducir una generosa raci\u00f3n de cotilleos sobre el descanso de los famosos. Obviamente, se trata de vender un estilo de vida \u201cpopular\u201d y confortable, y de hacernos creer que la mariscada en el chiringuito playero es poco menos que el summum<\/em> de los placeres.<\/p>\n

\"NPG
Lord Byron, arquetipo del viajero rom\u00e1ntico<\/figcaption><\/figure>\n

Por supuesto, nada de esto exist\u00eda en el tiempo de los antiguos viajeros. No hab\u00eda consignas, ni ideas preconcebidas, ni rutas prefabricadas, ni atracciones para pasar el rato. Cada viajero pod\u00eda abordar el viaje como quisiese, y en la gran mayor\u00eda de los casos el contacto con otra realidad for\u00e1nea le aportaba un gran enriquecimiento personal, un aut\u00e9ntico descubrimiento de culturas, paisajes, costumbres\u2026<\/p>\n

Por desgracia, toda esa magia de los viajes se perdi\u00f3 y s\u00f3lo queda su recuerdo en los viejos libros. Precisamente, la literatura de los viajes naci\u00f3 como resultado del encuentro espont\u00e1neo entre el viajero y la tierra lejana, y gracias a poetas, escritores, cient\u00edficos y aventureros podemos tener hoy una fascinante perspectiva de un mundo que ya no existe, y que ellos apenas pod\u00edan describir con poco m\u00e1s que sus palabras y sus dibujos.<\/p>\n

El turismo refuerza el valor de lo material y la posici\u00f3n social<\/h4>\n

Como resulta obvio, pagarse unas vacaciones est\u00e1 alcance de la mayor\u00eda de bolsillos, porque la oferta es muy diversa y procura que nadie se escape de su rato de felicidad, pero no es menos obvio que el dinero, la cantidad que una persona puede gastarse en esas vacaciones, marca bien las diferencias. Quien posee un alto status econ\u00f3mico y social veranea en lugares privilegiados, car\u00edsimos y exclusivos, con toda clase de lujos y servicios del m\u00e1s alto nivel, y generalmente con bastante tranquilidad y privacidad. A continuaci\u00f3n vienen los que pueden gastar mucho en viajes por todo el planeta en excelentes hoteles y con m\u00faltiples comodidades pero ya en un escal\u00f3n inferior. Y as\u00ed sucesivamente, en categor\u00edas cada vez m\u00e1s bajas, con destinos m\u00e1s cercanos y m\u00e1s trillados<\/em>, con hoteles simplemente correctos, etc. Y ah\u00ed seguir\u00edamos bajando hasta el turista low-cost<\/em> o el que apenas puede salir de su ciudad para pasar unos d\u00edas en un camping.<\/p>\n

\"hotel_lujo\"
El lujo tur\u00edstico no es, obviamente, para todos<\/figcaption><\/figure>\n

El turismo, como bien de consumo, marca pues las diferencias econ\u00f3micas y sociales entre la poblaci\u00f3n, crea envidias, deseos y necesidades, pone la miel en los labios a los que menos tienen y se convierte en una meta material por la que una persona o familia se dejar\u00e1 la piel trabajando duro todo el a\u00f1o. Por supuesto, nada de esto exist\u00eda en el tiempo de los antiguos viajeros, cuando \u00e9stos deb\u00edan adaptarse a lo que encontraban en cada regi\u00f3n o pa\u00eds, esto es, cuando no hab\u00eda lujos ni comodidades en pa\u00edses lejanos y ex\u00f3ticos. En esos tiempos el viajero no ten\u00eda como meta \u201cvivir a cuerpo de rey\u201d en un pa\u00eds lejano sino descubrir un mundo completamente nuevo y tal vez hacer fortuna si se daban las condiciones para ello. En suma, el viaje del pasado no hac\u00eda demasiadas distinciones entre bolsillos o clases sociales.<\/p>\n

El turismo promueve la homogeneizaci\u00f3n de h\u00e1bitos y conductas<\/h4>\n

En contra de lo que pudiera parecer, el turismo no siempre es el mejor medio para conocer la diversidad del mundo, o al menos, no ya en nuestro tiempo. Ciertamente el turista se desplaza a un pa\u00eds \u201cextranjero\u201d, con otra lengua, moneda, gastronom\u00eda, costumbres, etc. pero en cierto modo sigue sin salir de su mundo, porque la globalizaci\u00f3n (entendida como occidentalizaci\u00f3n <\/em>del planeta) ha comportado en gran medida la implantaci\u00f3n de un modelo \u00fanico de turismo como producto o servicio. El turista debe tener las m\u00ednimas sorpresas e incomodidades, y tambi\u00e9n todo debe ser m\u00e1s f\u00e1cil para los receptores del turismo masivo, pues con el dinero no se juega. Y no es muy dif\u00edcil ver en los pa\u00edses m\u00e1s diversos las mismas cadenas hoteleras, las mismas franquicias, las mismas empresas de coches de alquiler, etc. En efecto, cada vez m\u00e1s las diferencias entre pa\u00edses se van limando, sobre todos en los lugares m\u00e1s tur\u00edsticos, porque ello facilita el trasvase de gente y la actividad econ\u00f3mica y comercial.<\/p>\n

Esto hace que en la pr\u00e1ctica, la casi totalidad del turismo funcione de manera controlada y programada. El turista antes de salir de su casa ya sabe pr\u00e1cticamente todo lo que har\u00e1 y visitar\u00e1, cu\u00e1ndo, c\u00f3mo, y d\u00f3nde. La homogeneizaci\u00f3n tur\u00edstica es m\u00e1s que evidente: no hay que m\u00e1s comprobar en qu\u00e9 consisten los t\u00edpicos packs<\/em> vacacionales que se venden en todo el mundo, que m\u00e1s estandarizados no pueden estar. Asimismo, podemos ver que las instalaciones tur\u00edsticas cada vez se parecen m\u00e1s, que los souvenirs<\/em> de los distintos pa\u00edses \u2013y sus correspondientes tiendas\u2013 tienen un aire muy semejante (y bastante kitsch<\/em>)[3]<\/a> o que los productos que puedes adquirir en el extranjero apenas son distintos de los tuyos, porque el mundo est\u00e1 globalizado. Y dejo aparte algunas aberraciones como la venta de sombreros de mariachi en tiendas de souvenirs<\/em> de las Ramblas de Barcelona. Muy typical Spanish,<\/em> sin duda. En fin, la gente llega a los pa\u00edses con una maleta cargada de t\u00f3picos y se va \u2013en su mayor parte\u2013 reforzada con esos t\u00f3picos\u2026 \u00a1incluso cuando son falsos! Y bueno, supongo que tambi\u00e9n hay una agenda global detr\u00e1s de todo eso\u2026<\/p>\n

\"Venice,
T\u00edpica tienda callejera de souvernirs<\/em> para turistas (Venecia, Italia)<\/figcaption><\/figure>\n

Lo cierto es que la mayor\u00eda de turistas actuales proviene a\u00fan del mundo occidental y est\u00e1n acostumbrados a un cierto tipo de h\u00e1bitos y rutinas (y nivel de vida) y no es cuesti\u00f3n de someterlos a un golpe extremo de realidad ex\u00f3tica<\/em>, sobre todo cuando se desplazan a pa\u00edses del Tercer Mundo. Exotismos, los justos. \u00bfQu\u00e9 no soportas la comida de pa\u00eds que visitas? No te preocupes, en hotel tendr\u00e1s comida internacional y sin duda habr\u00e1 alguna sucursal de las famosas franquicias yanquis de hamburgueser\u00edas\u2026 como la que hay en la esquina de tu calle. Aunque, si uno se lo propone, y en particular cuanto menos organizado est\u00e9 el viaje, m\u00e1s podr\u00e1 sumergirse en la cultura local, en sus costumbres y formas de vida genuinas, huyendo intencionadamente de los lugares m\u00e1s civilizados (\u201cinternacionales\u201d) para experimentar espont\u00e1neamente eso que llaman la diversidad cultural.<\/em><\/p>\n

No obstante, existe un sector de poblaci\u00f3n que ni siquiera est\u00e1 interesado en el escaso mestizaje cultural que se ofrece, ni tiene inquietudes intelectuales o emocionales hacia el pa\u00eds que visitan. Esto llegado a un punto extremo produce un turismo perverso que se organiza en torno a una especie de islotes culturales, <\/em>pr\u00e1cticamente cerrados. Me refiero a urbanizaciones o instalaciones \u2013o incluso pueblos enteros\u2013 en que todo est\u00e1 dise\u00f1ado para reproducir perfectamente el ambiente \u201cde casa\u201d de los turistas: apartamentos, restaurantes, comida, prensa, personal de servicio, locales de ocio, etc. Es como si una peque\u00f1a parte del pa\u00eds original hubiera sido insertado en un pa\u00eds extranjero, con la ventaja de que este \u00faltimo dispone \u2013por ejemplo\u2013 de sol y mejores precios. Yo he visto esto en primera persona en nuestras queridas islas (las mediterr\u00e1neas y las atl\u00e1nticas) y, la verdad, me pregunto si hab\u00eda que llegar a esto\u2026<\/p>\n

El turismo violenta las coordenadas del espacio y el tiempo<\/h4>\n
\"Cashmere_Travellers_in_a_Street_of_Delhi\"
Antiguos viajeros a caballo (Cachemira)<\/figcaption><\/figure>\n

El turismo moderno ha matado literalmente el viaje, entendido como un recorrido \u201cnatural\u201d y pausado en el espacio y el tiempo hasta llegar al destino deseado. Los viajeros atravesaban a caballo, en mula, en carro, a pie o en barco grandes distancias. Tardaban d\u00edas, semanas o meses en alcanzar su meta. Durante ese largo trayecto, ten\u00edan un ritmo de vida pausado, contactaban con la naturaleza y con las gentes de los m\u00faltiples lugares por donde pasaban. Era un descubrimiento continuo, iban de un lugar a otro apreciando progresivamente los grandes o peque\u00f1os cambios geogr\u00e1ficos, clim\u00e1ticos, culturales, sociales, ideol\u00f3gicos, etc. Los viajes eran una experiencia vital que a veces pod\u00eda ser muy dura y fatigosa e incluso peligrosa, pero eso era algo con lo que ya contaban los viajeros. Se puede decir que en gran medida el viaje era realmente una aventura,<\/em> que significa literalmente \u201ca lo que ha de venir\u201d, con unos momentos agradables y otros no tanto, pero que daban al viajero un conocimiento directo del entorno natural y humano por el cual transitaban, con la posibilidad de quedarse el tiempo que quisiesen en un lugar que les resultase atrayente por lo que fuera.<\/p>\n

Hoy en d\u00eda, el tiempo se ha hecho demasiado valioso. Todo es prisa y ansiedad por alcanzar lo que queremos. No se puede perder un segundo de m\u00e1s en otra cosa que no sea disfrutar del destino elegido. La aviaci\u00f3n ha permitido ya realizar esos saltos en el tiempo y el espacio, al atravesar miles de kil\u00f3metros en unas pocas horas. As\u00ed, nos podemos plantar en Praga, El Cairo, Nueva York o Londres en unas cuantas horas, pero\u2026 \u00bfpodemos decir realmente que hemos viajado? En efecto, el avi\u00f3n nos evita el engorro de perder el tiempo en otros medios de transporte como el coche o el tren. Y as\u00ed tenemos este magn\u00edfico plan: Vamos corriendo al aeropuerto, embarcamos en el avi\u00f3n, nos teletransportamos,<\/em> bajamos en otro aeropuerto, vemos apresuradamente una ciudad, volvemos al aeropuerto, etc.<\/p>\n

\"aircraft\"
El avi\u00f3n nos proporciona teletransporte<\/em>, pero\u2026\u00bfviaje?<\/figcaption><\/figure>\n

As\u00ed pues, la velocidad se ha convertido para muchos turistas en la f\u00f3rmula del \u00e9xito vacacional, a modo de moderno Julio C\u00e9sar: \u201cllegu\u00e9, vi, me instal\u00e9 en el hotel\u201d. Y como la mayor\u00eda de los mortales tiene un tiempo \u2013y un presupuesto\u2013 limitado para las vacaciones, se trata de exprimir ese tiempo al m\u00e1ximo y saltar de un lado a otro con premura. Eso hace que esos magn\u00edficos viajes en que prometen ver media Italia en 15 d\u00edas (por poner un ejemplo) se conviertan en un desprop\u00f3sito total. La verdad es que no hay forma de conocer ni de disfrutar de una ciudad o un paraje cuando el reloj y el calendario condicionan nuestro ritmo. En otras palabras, no se puede jugar ni con el tiempo ni con el espacio ni es posible sustituir la experiencia del antiguo viajero por la del fugaz turista moderno.<\/p>\n

El turismo sustituye la realidad por la imagen<\/h4>\n

Si nos retrotraemos en el tiempo, por lo menos hasta hace un siglo, veremos que el viajero de entonces ten\u00eda una aut\u00e9ntica experiencia vital en su viaje. Esto es, palpaba la realidad circundante con sus cinco sentidos y saboreaba cada momento \u2013en cada lugar\u2013 sin pensar en \u201catrapar\u201d esa realidad o en impresionar a sus paisanos tras regresar a casa. Sin duda, dispondr\u00eda de d\u00edas o semanas para explicar el viaje y rememorar una peque\u00f1a o gran aventura que pod\u00eda haber durado meses o a\u00f1os.<\/p>\n

\"turista-fotografo\"
Socios inseparables: turista y c\u00e1mara<\/figcaption><\/figure>\n

Pero con la llegada y la difusi\u00f3n del turismo global, los turistas se vieron en la necesidad de captar la realidad y demostrar a los dem\u00e1s (familia, amigos\u2026) que hab\u00edan estado en un lejano pa\u00eds. En ese contexto, la fotograf\u00eda se convirti\u00f3 en el medio perfecto para construir un recuerdo (esto es, fabricar una realidad virtual en un soporte de papel m\u00e1s o menos duradero) y para dar testimonio del viaje ante el c\u00edrculo m\u00e1s pr\u00f3ximo. De alguna manera, se pretend\u00eda \u201cjugar a los exploradores\u201d con fotos de los propios protagonistas al lado de los monumentos, los paisajes, los edificios, etc. Esto deriv\u00f3 hace no muchas d\u00e9cadas en la extendida costumbre de realizar interminables pases de diapositivas (y luego de v\u00eddeos caseros) ante amigos y parientes\u2026 Los que ya tenemos una cierta edad los hemos sufrido con estoicismo.<\/p>\n

Y pr\u00e1cticamente todos \u2013en nuestra faceta de turista\u2013 tenemos que confesar que hemos recorrido parajes y ciudades bien equipados de c\u00e1maras fotogr\u00e1ficas o de v\u00eddeo disparando a todo lo que se moviera\u2026 o estuviera quieto. El problema es que \u2013en vez de disfrutar del momento y olvidarnos de la c\u00e1mara\u2013 nos inquietaba irnos de all\u00ed sin haber tomado la foto de rigor. As\u00ed, nos met\u00edamos en el papel de exploradores-artistas<\/em> y proced\u00edamos a sacar unas cuantas fotos para luego mostrarlas con el m\u00e1ximo orgullo. El ejemplo paradigm\u00e1tico de esta conducta eran los famosos grupos de japoneses que llegaban a un sitio, bajaban del autocar y no paraban de hacer fotos a un monumento; acto seguido, volv\u00edan al autocar y se repet\u00eda el ciclo. Pero\u2026 \u00bfve\u00edan<\/em> el monumento? Tal vez\u2026 a trav\u00e9s del visor. En todo caso, no lo viv\u00edan.<\/em><\/p>\n

Hoy en d\u00eda, este culto a la realidad virtual, a la imagen por encima del objeto original, ha llegado al paroxismo. As\u00ed, la captaci\u00f3n de la realidad y la obsesi\u00f3n del \u201cyo he estado all\u00ed\u201d han llegado al punto \u00e1lgido gracias a los m\u00f3viles, a las tecnolog\u00edas de la comunicaci\u00f3n y a las redes sociales. La realidad f\u00edsica pr\u00e1cticamente ya no importa. Lo realmente importante es hacer centenares de fotos en las que persona y paisaje est\u00e9n bien fundidos, o a veces ni eso, pues la moda de los selfies <\/em>hace que el peso de la realidad virtual recaiga sobre el propio individuo en un ejercicio de narcisismo absolutamente est\u00fapido e infantil.<\/p>\n

\"selfie\"
Los inevitables selfies<\/em> del siglo XXI. Lo importante es mostrar el careto<\/em> en primer plano; lo dem\u00e1s es puro decorado.<\/em><\/figcaption><\/figure>\n

Desde esta perspectiva, el turismo moderno podr\u00eda ser un gran decorado virtual, una gran farsa, pues la persona no se integra con el paisaje f\u00edsico (y ya no digamos con el paisaje humano) sino que est\u00e1 pensando solamente en proyectar y reproducir ese universo virtual de la comunicaci\u00f3n superficial y f\u00e1cil al que est\u00e1 acostumbrado. Al fin y al cabo, hoy \u2013gracias a Internet y a la televisi\u00f3n\u2013 disponemos de gran cantidad de informaci\u00f3n sobre todos los pa\u00edses y lugares, y cualquiera puede \u201cviajar\u201d a un lugar sin moverse de su casa. Por eso es tan importante demostrar que estuvimos all\u00ed, en persona. Luego resulta que en el fondo muy pocas personas se interesan realmente por saber algo acerca de los iconos tur\u00edsticos que son fotografiados masivamente por las multitudes.<\/p>\n

El turismo puede llegar a producir estr\u00e9s o ansiedad<\/h4>\n
\"TrafficJamFrustration\"
Estr\u00e9s al volante\u2026 nada extra\u00f1o en\u00a0 vacaciones<\/figcaption><\/figure>\n

Finalmente vale la pena resaltar que el objetivo te\u00f3rico de las vacaciones, que es la paz y el descanso, muchas veces queda en papel mojado por un conjunto de factores que en parte ya hemos citado. As\u00ed, dado que el turista suele tener altas expectativas y espera alcanzar un peque\u00f1o para\u00edso, cualquier elemento que estropee sus planes puede llevarle f\u00e1cilmente al disgusto o al estr\u00e9s. Nadie te garantiza que las vacaciones vayan a ser una balsa de aceite y que todo ser\u00e1 perfecto, esto es obvio, pero el impacto contra la realidad a veces resulta frustrante. La masificaci\u00f3n ya es la primera bofetada en la cara y muchos turistas la asumen como un precio m\u00e1s que se debe pagar. Sin embargo, tambi\u00e9n est\u00e1n los m\u00faltiples desencantos y desenga\u00f1os cuando se producen incidencias en el viaje, p\u00e9rdida de maletas, enfermedades, accidentes, robos, hoteles y servicios que resultan defectuosos o incluso desastrosos\u2026 Por no hablar de estafas[4]<\/a> y enga\u00f1os, que tambi\u00e9n los hay. No hay desgracia mayor para un ciudadano moderno que sufrir unas vacaciones fallidas, en particular cuando se hab\u00edan depositado en el proyecto muchas esperanzas\u2026 y ya no digamos mucho dinero.<\/p>\n

A esto habr\u00eda que a\u00f1adir que en los \u00faltimos tiempos los avances en comunicaci\u00f3n han propiciado que todo el mundo est\u00e9 conectado permanentemente a su realidad cotidiana mediante los m\u00f3viles, ordenadores y redes sociales. Esto puede hacer que en la pr\u00e1ctica no desconectemos<\/em> (t\u00edpica expresi\u00f3n que implica apartarse de lo habitual para obtener el descanso), y \u2013lo que es peor\u2013 que el trabajo nos persiga a todas horas y a todas partes, como se queja mucha gente que es acosada regularmente por su jefe (o subordinados\u2026) cuando est\u00e1 de vacaciones. Adem\u00e1s, dependiendo del ajetreo \u2013no necesariamente negativo\u2013 que comporte el propio viaje, puede ser que el turista acabe m\u00e1s cansado f\u00edsica y mentalmente que si se hubiese quedado en su casa, tomando el sol en la terraza.<\/p>\n

En contraposici\u00f3n a esto, no quisiera idealizar el mundo del antiguo viajero, pues tambi\u00e9n experimentaba problemas, dificultades y riesgos, pero la filosof\u00eda de su viaje ya comportaba la aceptaci\u00f3n de tales contrariedades. De alguna manera, no ten\u00eda objetivos ni expectativas prefijadas ni contaba con satisfacciones aseguradas. En vez de esto, el viajero se expon\u00eda en gran medida al azar y los eventos, incluyendo el descubrimiento de nuevas sociedades y culturas, lo que pod\u00eda ser a veces muy gratificante y otras veces muy desagradable o incluso peligroso. Pero la realidad hist\u00f3rica es que en la mayor\u00eda de regiones del planeta el extranjero era bienvenido y bien atendido, por lo que el estr\u00e9s y la ansiedad se reduc\u00edan al m\u00ednimo[5]<\/a>.<\/p>\n

Ep\u00edlogo<\/h4>\n

Por supuesto, y pese a haber criticado con vehemencia el moderno turismo, est\u00e1 claro que no todo es malo ni complicado ni estresante. En seg\u00fan qu\u00e9 condiciones, y sobre todo con una mentalidad positiva y tranquila, hasta un viaje muy organizado puede ser fuente de satisfacci\u00f3n y descanso. Y tambi\u00e9n es verdad que cada vez hay m\u00e1s ofertas tur\u00edsticas que se alejan de los t\u00f3picos, de las masificaciones y de los destinos comunes para brindar una experiencia personal m\u00e1s parecida a lo que eran los antiguos viajes, aunque siempre con un cierto factor de seguridad o control.<\/p>\n

No obstante, todav\u00eda quedan algunos viajeros genuinos que con muy poco dinero y un barco, coche, moto o bicicleta se aventuran a realizar largos viajes recorriendo pa\u00edses enteros e incluso dando la vuelta al mundo, sin un plan establecido y sin obligaci\u00f3n de visitar tal o cual ciudad. Ese es, en definitiva, el esp\u00edritu de muchos antiguos viajeros, exploradores o descubridores: gentes que sal\u00edan de su hogar simplemente para cambiar de aires, o para crear negocios, realizar avances cient\u00edficos, abrir rutas, buscar inspiraci\u00f3n, seguir a una persona querida o ir en busca de alguna quimera. Una cosa es cierta, el viaje a lejanas tierras nos da una oportunidad para abrir nuestra mente y nuestro coraz\u00f3n e incluso nos permite curar algunas enfermedades como esa llamada \u201cnacionalismo\u201d.<\/p>\n

Xavier Bartlett, 14 agosto 2017<\/p>\n

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Fuente<\/a><\/em><\/p>\n

\u00a0<\/em><\/p>\n


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REFERENCIAS<\/em><\/p>\n

[1]<\/a> Aqu\u00ed podr\u00edamos poner el ejemplo del famoso Marco Polo, pero es evidente que su viaje comport\u00f3 mucho m\u00e1s que una simple expedici\u00f3n comercial, pues se mezclaron otros factores, y no se puede negar que fue un aut\u00e9ntico viaje de descubrimiento.<\/p>\n

[2]<\/a> Naturalmente, bajando el list\u00f3n a la altura adecuada y aludiendo a los t\u00f3picos m\u00e1s manidos.<\/p>\n

[3]<\/a> En este sentido, las industrias locales han ido a la baja y ahora la gran mayor\u00eda de estos objetos est\u00e1n hechos en China. Y no es dif\u00edcil comprobar que muchos objetos vendidos en lugares distintos son del todo iguales a excepci\u00f3n de una inscripci\u00f3n individualizada que los \u201cpersonaliza\u201d.<\/p>\n

[4]<\/a> Empezando por la pr\u00e1ctica perfectamente legal y com\u00fan del llamado overbooking<\/em>, que llevan a cabo compa\u00f1\u00edas a\u00e9reas y hoteles. En realidad es una estafa al consumidor consentida por las autoridades, se mire como se mire.<\/p>\n

[5]<\/a> A veces se quiere presentar el pasado como un tiempo de inseguridades y ataques de salvajes o bandidos, pero la realidad es que hoy en d\u00eda todav\u00eda en muchos pa\u00edses se advierte al turista de frecuentes robos o hurtos o incluso de secuestro de extranjeros, por no mencionar amenazas terroristas y similares.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Mi intenci\u00f3n primera era comparar el antiguo mundo de los viajes y los viajeros con el fen\u00f3meno social y econ\u00f3mico del turismo moderno para demostrar que hoy en d\u00eda apenas hay vivencia ni experiencia, sino simplemente una especie de gigantesco parque tem\u00e1tico multicolor repartido por varios rincones del planeta. Introducci\u00f3n...<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":2955,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[2423,1381,1377,1366],"tags":[2422,2420,2419,2418,2421],"class_list":["post-2956","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-bartlett-xavier","category-ingenieria_social-propaganda-minorias-genero-cambio_climatico","category-opiniones-testimonios","category-all","tag-masificacion","tag-materialismo","tag-selfies","tag-turismo","tag-vulgaridad"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2956","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=2956"}],"version-history":[{"count":3,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2956\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":3798,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2956\/revisions\/3798"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/media\/2955"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=2956"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=2956"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=2956"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}