{"id":2956,"date":"2018-07-02T06:24:52","date_gmt":"2018-07-02T06:24:52","guid":{"rendered":"https:\/\/redinternacional.net\/?p=2956"},"modified":"2018-07-02T06:24:52","modified_gmt":"2018-07-02T06:24:52","slug":"turismo-la-decadencia-del-mundo-moderno-por-xavier-bartlett","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/redinternacional.net\/2018\/07\/02\/turismo-la-decadencia-del-mundo-moderno-por-xavier-bartlett\/","title":{"rendered":"Turismo: la decadencia del mundo moderno – por Xavier Bartlett"},"content":{"rendered":"
Mi intenci\u00f3n primera era comparar el antiguo mundo de los viajes y los viajeros con el fen\u00f3meno social y econ\u00f3mico del turismo moderno para demostrar que hoy en d\u00eda apenas hay vivencia ni experiencia, sino simplemente una especie de gigantesco parque tem\u00e1tico multicolor repartido por varios rincones del planeta.<\/p>\n
Contra todo lo que nos puedan decir o vender, cada vez parece m\u00e1s evidente que estamos involucionando, convirti\u00e9ndonos en una especie de robots biol\u00f3gicos f\u00e1ciles de manipular y controlar, sin ninguna vida interior. Tales robots no saben nada de s\u00ed mismos, pero mientras tanto buscan ansiosamente respuestas y est\u00edmulos en el mundo exterior, un mundo lleno de atracciones y maravillas. Esto se puede ver claramente cuando llega ese periodo del a\u00f1o llamado \u201cvacaciones\u201d y que suele coincidir con los meses m\u00e1s c\u00e1lidos en el hemisferio norte. En efecto, esto nos conduce a ese fen\u00f3meno social de masas llamado \u201cturismo\u201d, que muy poco o nada tiene que ver con el antiguo esp\u00edritu de los viajes y los viajeros. Sin \u00e1nimo de ser exhaustivos, vamos a ver las enormes diferencias que separan a ambos conceptos, aunque a primera vista pudieran parecer casi sin\u00f3nimos.<\/p>\n
Es bien evidente que el turismo de masas es un fen\u00f3meno moderno, que apenas tiene un siglo de vida. Antes, la poblaci\u00f3n no se desplazaba a grandes distancias, a menos que fuera una necesidad imperiosa, generalmente por motivos econ\u00f3micos. Por supuesto, eso no era turismo, sino emigraci\u00f3n, como a\u00fan existe en nuestros d\u00edas. El viaje por puro placer o por un af\u00e1n explorador estaba reservado a personas con medios econ\u00f3micos o a aventureros. Pero lleg\u00f3 la sociedad industrial, el tremendo avance de los medios de transporte y la posibilidad de que las clases obreras y medias tuvieran un peque\u00f1o excedente de dinero para consumir. Una vez juntados estos elementos, qued\u00f3 claro que hab\u00eda un gigantesco p\u00fablico potencial en la mayor\u00eda de naciones civilizadas e industrializadas que pod\u00eda realizar viajes tanto a lugares pr\u00f3ximos como m\u00e1s o menos lejanos, puesto que no s\u00f3lo ten\u00edan dinero sino que ten\u00edan \u201cvacaciones\u201d, esto es, un periodo de tiempo libre garantizado por el estado para poder disponer de \u00e9ste como quisiesen.<\/p>\n