![\"Statua_del_dio_Moloch_mu\"](\"https:\/\/redinternacional.net\/wp-content\/uploads\/2018\/05\/Statua_del_dio_Moloch_mu.jpg\")
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Las v\u00edctimas propiciatorias del Estado del bienestar.<\/p>\n
Cuando fuera de Espa\u00f1a me preguntan c\u00f3mo es posible que \u201cel campe\u00f3n de la Contrarreforma\u201d, el \u201cmartillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma\u201d, la sociedad que impuls\u00f3 y apoy\u00f3 una \u201ccruzada contra el marxismo\u201d sea hoy uno de los pa\u00edses m\u00e1s secularizados<\/strong> del Mundo siempre respondo con una misma boutade<\/i>: los espa\u00f1oles han dejado de creer masivamente en Dios y en la Gloria del Cielo porque creen en el Estado Todopoderoso y su <\/strong>Estado del bienestar en la Tierra<\/a><\/strong>.<\/p>\n A fin de conseguir el tan ansiado man\u00e1 de \u201cla paguita\u201d prometida, siguen ciegamente a la casta sacerdotal de su secta partidista<\/strong> y sus cofrad\u00edas pol\u00edticas, corporativas o sindicales; en vez de procesionar con los santos, se manifiestan ritualmente por las mismas causas cada a\u00f1o y en las mismas fechas; en vez de exvotos, les depositan la papeleta con una lista cerrada en la urna, altar de la consagraci\u00f3n de la democracia<\/a> partidocr\u00e1tica<\/strong>; en vez de ser de misa y comuni\u00f3n diaria, son adeptos al serm\u00f3n televisivo nuestro de cada d\u00eda; en vez de creer en los milagros de Santa Rita<\/a> o la Virgen Sant\u00edsima creen en la Seguridad Social y los servicios p\u00fablicos de salud; en el lugar de la salvaci\u00f3n por la intercesi\u00f3n de los santos creen en el sistema p\u00fablico de pensiones de reparto<\/strong>. Por suerte ya no hay piras funerarias para las brujas y los herejes, aunque asistamos todos los d\u00edas a linchamientos medi\u00e1ticos p\u00fablicos<\/a><\/strong> en el patio de vecinos de las redes y a causas inquisitoriales por ejercer la libertad de expresi\u00f3n<\/a>.<\/p>\n Uno de los peligros de estas nuevas religiones laicas<\/a> es que son, adem\u00e1s, religiones c\u00edvicas y pol\u00edticas. En ausencia de los relatos totalizadores<\/a> tradicionales, se han propuesto como relatos sustitutos. Parad\u00f3jicamente, emparentando con la shar\u00eda<\/i><\/strong> isl\u00e1mica<\/strong>, aspiran a la reuni\u00f3n de fe -ahora llamada ideolog\u00eda- y poder pol\u00edtico, a la teocracia secular, a la imposici\u00f3n por ley de una \u00fanica moral p\u00fablica<\/strong>, de un credo y un culto. Las formas y la calidad de vida quiz\u00e1s hayan mejorado, pero observamos la misma cerraz\u00f3n y obcecaci\u00f3n obnubilada del creyente. La misma intolerancia<\/a> contra el que saca a relucir los anatemas del credo de la correcci\u00f3n pol\u00edtica<\/a> y una apoteosis de la victimizaci\u00f3n<\/a>. Como en cualquier culto tenemos el mismo efecto apotropaico<\/a>, la necesidad psicol\u00f3gica de hallar cierta seguridad ante lo incierto y desconocido, esto es, la libertad, lo que com\u00fanmente se relaciona con lo peligroso y posiblemente da\u00f1ino. En el orden ling\u00fc\u00edstico e idiom\u00e1tico esto se refleja haciendo juegos de palabras, circunloquios, per\u00edfrasis o eufemismos<\/a>, toda una neolengua<\/i><\/a>, a fin de evitar ciertos t\u00e9rminos, especialmente los considerados tab\u00fa.<\/p>\n Todos los que disentimos nos estamos preguntando c\u00f3mo hemos llegado hasta aqu\u00ed en Occidente, porque este no es un problema solo espa\u00f1ol, sino de todas las clases medias mundiales en general<\/p><\/blockquote>\n Todos los que disentimos<\/a> nos estamos preguntando c\u00f3mo hemos llegado hasta aqu\u00ed en Occidente, porque este no es un problema solo espa\u00f1ol, sino de todas las clases medias<\/strong> mundiales en general. Parafraseando a Nietzsche<\/strong>, podemos afirmar que la muerte de Dios nos ha dejado un vac\u00edo demasiado grande en las sociedades desarrolladas. La industrializaci\u00f3n, la urbanizaci\u00f3n, la comunicaci\u00f3n y el comercio global nos ha alejado de los ciclos de la naturaleza de las sociedades agrarias, as\u00ed como de sus culturas y sus sentidos explicativos. La angustia existencial por la ausencia y la imposibilidad de relatos totalizadores ha echado a la gente en brazos del primer relato colectivo que se les ha puesto a mano.<\/p>\n Ese mismo vac\u00edo de sentido, de n\u00e1usea existencialista<\/strong>, es la que lleva a la generaci\u00f3n m\u00e1s mimada de la historia, la de la posguerra, a rebelarse buscando un imposible hace 50 a\u00f1os. Desde entonces la moral sesentayochista sigue en su empe\u00f1o bacante de arrasar con la familia tradicional y sus valores<\/a>, en su b\u00fasqueda del \u201camor libre\u201d y la subversi\u00f3n sexual<\/strong> en la que hoy nos enfangamos. Ese mismo vac\u00edo existencial se ha intentado rellenar desde entonces con drogas legales e ilegales y todo tipo de adicciones. Ese mismo vac\u00edo existencial llena los estadios de f\u00fatbol, los populismos nacionalistas y socialistas<\/a>, y los templos de los cultos de la nueva era. M\u00e1s que la falta de amor<\/a>, o la soledad o el desencanto<\/a>, yo dir\u00eda que es la falta de sentido<\/strong> la que llenaba los bares y los prost\u00edbulos: ahora, llena las consultas de los psicoterapeutas<\/strong>, los canales de los youtubers<\/i><\/a> y las aplicaciones para ligar de los tel\u00e9fonos m\u00f3viles<\/a>.<\/p>\n El problema que estamos enfrentando es uno profundo y para el que pocos tienen verdaderos recursos mentales<\/a>. Tras una primera mitad de siglo convulsa, llena de crisis y guerras, Europa y otros pa\u00edses de su influencia se decantaron por la formulaci\u00f3n m\u00e1s amable de la Tercera v\u00eda<\/a> del fascismo. Del corporativismo autoritario fascista se pas\u00f3 al corporativismo pluralista<\/strong> del \u201cconsenso socialdem\u00f3crata transpartito<\/strong>\u201d como se ha llamado en una acertada par\u00e1frasis de las tesis de Ralf Dahrendorf.<\/a><\/p>\n En este proceso hist\u00f3rico a la ciudadan\u00eda se le ha hurtado cada vez m\u00e1s parcelas de la libertad individual<\/strong>, de la capacidad de hacerse responsables de sus propias vidas, a cambio del consuelo de cierta seguridad f\u00edsica o material que es imposible de garantizar de modo absoluto. Las consecuencias pol\u00edticas y econ\u00f3micas las leemos todos los d\u00edas en los peri\u00f3dicos, pero en pocos sitios nos hablan de las causas y consecuencias culturales, antropol\u00f3gicas y psicol\u00f3gicas de esta situaci\u00f3n. Ya a la altura de 1980 el psiquiatra Viktor Frankl se\u00f1alaba<\/a><\/p>\n \u201cLa gente es m\u00e1s infeliz en la sociedad del Estado del bienestar. \u00c9ste es el trasfondo sociol\u00f3gico del vac\u00edo existencial, del sentimiento de falta de sentido: la sociedad actual aspira a satisfacer sus necesidades, e incluso a crearlas. Pero hay una necesidad, que, adem\u00e1s, es la principal necesidad humana, que queda frustrada, que queda obviada por la sociedad: la necesidad de sentido. Dicho con otras palabras: el relativo bienestar material est\u00e1 acompa\u00f1ado de un empobrecimiento existencial.\u201d<\/strong> <\/em><\/p>\n La primera v\u00edctima de todo conflicto es la verdad<\/strong>, el sentido, la palabra, la raz\u00f3n. El Estado nodriza nos hurta la libertad de poder dotar de sentido, mediante la responsabilidad individual, a nuestras vidas.<\/p>\n Son muchos m\u00e1s los juguetes rotos de la socialdemocracia transpartita, sus v\u00edctimas propiciatorias: para empezar, los ni\u00f1os que no han nacido<\/p><\/blockquote>\n Son muchos m\u00e1s los juguetes rotos de la socialdemocracia transpartita, sus v\u00edctimas propiciatorias<\/strong>: para empezar, los ni\u00f1os que no han nacido<\/a> porque se pens\u00f3 que era m\u00e1s rentable para el Estado que la base de cotizantes aumentara con la incorporaci\u00f3n masiva e indiscriminada de la mujer al trabajo<\/strong>. Las mujeres se han dado cuenta del enga\u00f1o: les han hurtado masivamente los a\u00f1os m\u00e1s f\u00e9rtiles de su maternidad y hasta la posibilidad de formar una familia estable. Los hombres, solteros, casados o divorciados, se han visto esquilmados del patrimonio que hubieran podido juntar toda una vida, destinado a formar una familia, desviados ahora para cubrir los rotos de estas pol\u00edticas. Los pocos ni\u00f1os nacidos enfrentar\u00e1n un agujero cada vez mayor de deuda p\u00fablica<\/strong> asumida inmoralmente en su nombre para pagar el gasto p\u00fablico de hoy, y por tanto, tambi\u00e9n ser\u00e1n econ\u00f3micamente sacrificados<\/strong>.<\/p>\n Adem\u00e1s de las familias<\/a>, son oblaciones al Estado provisor las empresas que nunca se crearon por las barreras de entrada de la regulaci\u00f3n<\/strong> y falta de cr\u00e9dito y acceso a capitales; las empresas que naufragaron por ese mismo entorno asfixiante para el emprendimiento. En un mercado laboral r\u00edgido, con una fiscalidad y regulaci\u00f3n administrativa abusiva con las PYMES, asalariados y aut\u00f3nomos que a\u00fan sobreviven cotizando, es imposible crear el empleo suficiente y de calidad necesarios, lo que condena a la juventud a la precariedad, al paro o a la emigraci\u00f3n. Esto retrasa la emancipaci\u00f3n juvenil y la creaci\u00f3n de familias, lo que redunda en la crisis demogr\u00e1fica.<\/strong><\/p>\n Este empobrecimiento existencial ha afectado a todos los \u00e1mbitos pero es especialmente sangrante en el plano educativo. Seg\u00fan la pedagoga sueca Inger Enkvist<\/strong><\/a>, el Estado del bienestar se ha cargado el sistema educativo<\/strong> y su funci\u00f3n tradicional como ascensor social. Los que estudiamos y quisimos ser cient\u00edficos o acad\u00e9micos nos montaron en un cursus honorum<\/i> que se vio tras la crisis que era una v\u00eda muerta hacia ning\u00fan sitio que no fuera el exilio.<\/p>\n A nadie se le escapa que la bomba de relojer\u00eda de la jubilaci\u00f3n del grueso del \u2018baby-boom\u2019<\/i> terminar\u00e1 por hacer inviable muy pronto un sistema de pensiones de reparto<\/p><\/blockquote>\n Los cotizantes que hoy est\u00e1n apuntalando el gasto de ahora o del pasado, v\u00eda devoluci\u00f3n de la deuda p\u00fablica, descubrir\u00e1n que se jubilar\u00e1n m\u00e1s tarde, si es que llegan vivos a esa edad, y con pensiones que no merecer\u00e1n ese nombre, solos, deprimidos<\/a>, sin familia, ni c\u00f3nyuges, ni hijos. A nadie se le escapa que la bomba de relojer\u00eda de la jubilaci\u00f3n del grueso del baby-boom<\/i><\/a> terminar\u00e1 por hacer inviable muy pronto un sistema de pensiones de reparto<\/strong>, \u00eddolo falso en la c\u00faspide de una gran estafa piramidal, ya quebrada, pero que se resiste a caer a base de cada vez m\u00e1s sacrificios rituales in\u00fatiles<\/a>.<\/p>\n Ya va siendo hora de que despertemos y dejemos de creer en este nuevo Cronos, este Baal, este Saturno, este Moloch, al que estamos consagrando las mejores energ\u00edas vivas de nuestras sociedades, a este falso \u00eddolo al que estamos sacrificando nuestros hijos, nuestras vidas, nuestras riquezas que es el Estado de bienestar y de partidos<\/a>, su casta sacerdotal. Ya va siendo hora de dejar caer este falso \u00eddolo de pies de barro y gritar: Etiam si omnes, ego non.<\/i> Non serviam!<\/i><\/strong><\/p>\n <\/p>\n Manuel Pulido Mendoza, 9 mayo 2018<\/p>\n![\"Las](\"https:\/\/i0.wp.com\/disidentia.com\/wp-content\/uploads\/2018\/05\/Statua_del_dio_Moloch_museo_del_cinema_di_Torino.jpg?resize=696%2C527&ssl=1\")