{"id":2077,"date":"2018-05-14T21:33:27","date_gmt":"2018-05-14T21:33:27","guid":{"rendered":"https:\/\/redinternacional.net\/?p=2077"},"modified":"2018-05-14T21:33:27","modified_gmt":"2018-05-14T21:33:27","slug":"en-brasil-la-impunidad-permanecera-intacta","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/redinternacional.net\/2018\/05\/14\/en-brasil-la-impunidad-permanecera-intacta\/","title":{"rendered":"En Brasil, la impunidad permanecer\u00e1 intacta"},"content":{"rendered":"
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Es peligroso de confiar en la CIA.<\/p>\n
El veterano, sagaz y brillante Leonel Brizola, figura emblem\u00e1tica de la izquierda brasile\u00f1a, sol\u00eda decir que uno \u2013uno\u2013 de los problemas de los golpistas latino-americanos era su confianza en Washington y, muy especialmente, en la CIA. \u2018No saben, o parecen no saber\u2019, dec\u00eda Brizola, \u2018que luego se pasan los a\u00f1os y ellos abren sus archivos. Y entonces todo lo podrido que armaron salta a la luz del d\u00eda\u2019.<\/p>\n
Es exactamente lo que se pasa en Brasil en estos d\u00edas de tumulto e incertidumbre. Un investigador de la muy prestigiada y prestigiosa Fundaci\u00f3n Getulio Vargas, Matias Spektor, examin\u00f3 archivos de la CIA que, en realidad, hab\u00edan sido desclasificados en 2015. Y entre otras preciosidades descubri\u00f3 un telegrama enviado en 1974 por el entonces director-general de la CIA, William Colby, al todopoderoso secretario de Estado, Henry Kissinger.<\/p>\n
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\u201cHa sido el documento m\u00e1s perturbador que he encontrado en veinte a\u00f1os de investigaci\u00f3n\u201d, dijo Spektor, que tambi\u00e9n es periodista. La raz\u00f3n de ser tan perturbador: en el informe, Colby dice que el entonces general dictador, Ernesto Geisel, no solo sab\u00eda de las ejecuciones y asesinatos ocurridos en los s\u00f3tanos de la dictadura, sino que los autoriz\u00f3. Y m\u00e1s: puso la decisi\u00f3n de aprobar los asesinatos en manos de otro general, Jo\u00e3o Baptista Figueiredo, que lo suceder\u00eda y ser\u00eda la figura que saldr\u00eda por los fondos del palacio de gobierno para no entregar la presidencia a un civil, como ocurri\u00f3 en 1985. El pen\u00faltimo y el \u00faltimo dictador, ambos fallecidos, ten\u00edan la palabra final sobre el destino de los opositores. Geisel, adem\u00e1s, fue claro: solo se podr\u00eda autorizar la muerte de \u201csubversivos efectivamente peligrosos\u201d. \u00bfA qui\u00e9n le tocar\u00eda la responsabilidad de determinar qui\u00e9n era y qui\u00e9n no? Al entonces jefe de inteligencia, Figueiredo.<\/p>\n
Se derrumba, as\u00ed, la farsa de que Geisel era un \u2018legalista\u2019, y que \u2018eventuales abusos y desviaciones\u2019 eran debidos a los cuadros medios o inferiores de las fuerzas armadas.<\/p>\n
La verdad verdadera es que, para los que vivieron aquellos a\u00f1os de horror y barbarie, de terrorismo de Estado y de noches sin luz, lo que ahora se comprueba no llega a ser exactamente una novedad. La novedad es que nunca hubo ninguna confirmaci\u00f3n concreta. Dicen los militares brasile\u00f1os que todas las \u2018comunicaciones sigilosas\u2019 de la dictadura fueron destruidas, \u2018acorde a las instrucciones entonces vigentes\u2019. Pero informes del director de la CIA al poderos\u00edsimo Kissinger fueron preservados.<\/p>\n
Los grandes y hegem\u00f3nicos medios de comunicaci\u00f3n brasile\u00f1os, todos c\u00f3mplices y beneficiarios de la dictadura, trabajaron en conjunto para construir la imagen de Geisel como un general austero, determinado a terminar con los tiempos de horror y abrir camino para una transici\u00f3n pac\u00edfica a la democracia. Figueiredo, el sucesor, ser\u00eda un tipo campechano, dado a explosiones de humor pero en el fondo un buen tipo, que cumpl\u00eda con responsabilidad la misi\u00f3n recibida por Geisel, es decir, la transici\u00f3n.<\/p>\n
Nada. Fueron dos canallas perversos, a ejemplo de sus antecesores. Luego de la determinaci\u00f3n de Geisel, al menos 89 brasile\u00f1os fueron muertos o desaparecidos. Es decir, muertos o muertos.<\/p>\n
La gran farsa alimentada por la prensa encargada de anestesiar e idiotizar a las clases medias de mi pa\u00eds, a las generaciones que vinieron despu\u00e9s de la m\u00eda, persisti\u00f3 y persiste.<\/p>\n
Hubo una ley de amnist\u00eda, decretada en 1979 por el entonces dictador, el general Figueiredo. Siempre se dijo que era lo posible de alcanzar en aquel periodo conturbado. Que Figueiredo, al amnistiar los dos lados \u2013es decir, los que se opon\u00edan a la dictadura y a los terroristas de Estado\u2013 trataba de calmar a sus colegas de uniforme.<\/p>\n
Nada: trataba de amnistiarse a s\u00ed mismo.<\/p>\n
Lo m\u00e1s brutal de todo eso es que Brasil sigue siendo el \u00fanico \u2013el \u00fanico\u2013 pa\u00eds de nuestras comarcas que jam\u00e1s castig\u00f3 a los que cometieron cr\u00edmenes de lesa humanidad. Ninguno de los violadores, torturadores, secuestradores, asesinos, fue punido. Ninguno.<\/p>\n
Hace algunos a\u00f1os, en plena democracia, la corte suprema de mi pa\u00eds, en un gesto de extrema cobard\u00eda e indecencia, convalid\u00f3 la ley de amnist\u00eda, asegurando impunidad a los represores que siguen vivos.<\/p>\n
Mucha raz\u00f3n, tambi\u00e9n en eso, ten\u00eda Brizola. No se debe confiar en la CIA. Para empeorar el cuadro, Spektor avisa que hay mucho, mucho m\u00e1s en los archivos que ser\u00e1n abiertos en los pr\u00f3ximos meses.<\/p>\n
Ninguna farsa dura eternamente. Lo tenebroso es saber que, en Brasil, la impunidad permanecer\u00e1 intacta.<\/p>\n
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