<\/ins><\/ins><\/ins><\/div>\nConvencer a la gente de que el control sobre nuestras vidas debe ser mayor no es f\u00e1cil. Y, por supuesto, no se puede hacer de forma directa. Hay que recurrir a un subterfugio. El subterfugio es la guerra<\/strong>. La guerra justifica que el statu quo<\/em> se subvierta, que el poder crezca y se concentre. La emergencia, la consecuci\u00f3n de un gran objetivo nacional, la identidad nacional y la vida personal en peligro, todo ello justifica el sacrificio de la libertad al poder.<\/p>\nDe modo que s\u00f3lo hay que crear nuevas guerras. Pero como las guerras de verdad son muy costosas y de resultado incierto, es necesario crear guerras donde no s\u00f3lo no las hay, sino que no puede haberlas. Verbigracia, la guerra entre los sexos<\/strong>.<\/p>\nTenemos unos pol\u00edticos indignados que, con el apoyo y el respaldo de los intelectuales progresistas, est\u00e1n dispuestos a tomar las medidas oportunas para restituir la justicia eterna<\/p><\/blockquote>\n
\u00bfC\u00f3mo se crea una guerra entre sexos? No es f\u00e1cil. Primero, tiene que haber una diferencia esencial entre hombres y mujeres. Dos: no es s\u00f3lo que ambos sean categor\u00edas perfectamente separadas, con caracter\u00edsticas esenciales y eternas, sino que se encarnan en cada uno de los individuos que pertenezcan a tal o cual clase. De modo que cada individuo carga con todas las categor\u00edas de su clase, independientemente de lo que haga o diga<\/strong>. Tres: esa distinci\u00f3n consiste, en realidad, en una oposici\u00f3n esencial, en la que unos son explotadores y otros explotados. Cuatro: ese enfrentamiento, esa lucha eterna, ha dejado huella en el paso de la especie por el pasado y se mantiene en el presente. Toda mirada a esa realidad eterna ha de demostrar que la guerra existe. Cinco: afortunadamente, tenemos unos pol\u00edticos indignados ante tan inicua realidad y que, con el apoyo y el respaldo de los intelectuales progresistas, est\u00e1n dispuestos a tomar las medidas oportunas para restituir la justicia eterna; la igualdad que esta guerra atemporal, entre explotadores y explotados, entre abusones y v\u00edctimas, nos ha robado.<\/p>\n
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Repase los cuatro primeros puntos y ver\u00e1 que el sexismo sigue el mismo proceso que el racismo<\/strong>. Repase los cinco puntos y ver\u00e1 que el sexismo sigue el mismo proceso que el comunismo<\/strong>. Todo est\u00e1 inventado.<\/p>\nLa guerra entre sexos tiene muchas dificultades, que se resumen en una sola: es falsa. Y dar contenido y alcance generalizado a una enorme falsedad es muy complicado<\/p><\/blockquote>\n
En cualquier caso, la guerra entre sexos tiene muchas dificultades, que se resumen en una sola: es falsa. Y dar contenido y alcance generalizado a una enorme falsedad es muy complicado. \u00bfC\u00f3mo encajan la cultura y el elemento natural en el discurso? Lo cierto es que ni siquiera el racismo se decant\u00f3 del todo por las diferencias puramente naturales, y siempre reforz\u00f3 la superioridad puramente racial con la cultural, ambas supuestas.<\/p>\n
En el caso del sexismo, las diferencias naturales llevan a conclusiones que no interesan. Si las diferencias se pueden explicar por nuestra naturaleza, desaparecen la culpa y la victimidad<\/strong>, y no hay nada que se pueda hacer desde el poder. No. De alg\u00fan modo hay que jugar con la contradicci\u00f3n de que los males de los hombres son inherentes a todos ellos, pero por otro dejar claro que es una cuesti\u00f3n cultural<\/strong> y por tanto modificable. Hasta aqu\u00ed llega la visi\u00f3n epid\u00e9rmica y arbitraria de la cultura que viene directamente de la Ilustraci\u00f3n. El heteropatriarcado<\/strong> es un mal de la cultura que se puede remozar, pero s\u00f3lo con una aut\u00e9ntica revoluci\u00f3n en los valores de la sociedad, en sus usos, en su lenguaje, todo operado desde el poder.<\/p>\nSi hay m\u00e1s hombres en la pol\u00edtica que mujeres, si hay m\u00e1s directivos en las empresas, si hay m\u00e1s estudiantes de ciencias varones, no hay ni puede haber explicaci\u00f3n que no pase por el heteropatriarcado<\/p><\/blockquote>\n
El heteropatriarcado, sintagma que contiene esa concepci\u00f3n de la oposici\u00f3n entre sexos, de la dominaci\u00f3n de uno de ellos, y de su car\u00e1cter sempiterno pero eliminable, es el deus ex machina<\/em> de todo presente y todo pasado. Si hay m\u00e1s hombres en la pol\u00edtica que mujeres, si hay m\u00e1s directivos en las empresas, si hay m\u00e1s estudiantes de ciencias varones, no hay ni puede haber explicaci\u00f3n que no pase por el heteropatriarcado.<\/p>\n
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El relato tiene muchos puntos fuertes. Ha habido hist\u00f3ricamente una dominaci\u00f3n en el \u00e1mbito p\u00fablico por parte de los hombres, o si se prefiere decir as\u00ed una divisi\u00f3n del trabajo por sexos entre los \u00e1mbitos privado y p\u00fablico. En la sociedad capitalista en la que vivimos, esa divisi\u00f3n pierde gran parte de sentido<\/strong>. Y de hecho el primer feminismo, en sus or\u00edgenes hist\u00f3ricos, reclamaba la plena participaci\u00f3n de la mujer en el mercado. Por un lado, la tecnificaci\u00f3n ha liberado en gran parte las tareas en casa. Por otro, la econom\u00eda, seg\u00fan ha ido avanzando, ha ido premiando las cualidades intelectuales, en las que hombres y mujeres somos parejos. Y todo ello, m\u00e1s otras cuestiones que no es posible explicar aqu\u00ed, ha contribuido a que nos demos cuenta de que hombres y mujeres somos radicalmente iguales.<\/p>\nEn la medida en que actuemos con libertad, las diferencias de inclinaci\u00f3n natural de hombres y mujeres se har\u00e1n m\u00e1s patentes. Es la \u201cparadoja de la igualdad\u201d que se observa en los pa\u00edses n\u00f3rdicos<\/p><\/blockquote>\n
Iguales en la ra\u00edz humana, s\u00ed, pero no perfectamente iguales. Y en la medida en que actuemos con libertad, las diferencias de inclinaci\u00f3n natural de hombres y mujeres se har\u00e1n m\u00e1s patentes. Es la \u201cparadoja de la igualdad<\/strong>\u201d que se observa en los pa\u00edses n\u00f3rdicos, donde se facilita con todos los medios que las mujeres logren todos sus objetivos, y de hecho lo logran. Pero ello no se manifiesta en una mayor participaci\u00f3n de las mujeres en los puestos directivos, sino todo lo contrario. Los dispares resultados de la libertad se ven por el nuevo feminismo sexista como una imposici\u00f3n del heteropatriarcado, como una manifestaci\u00f3n de la injusta dominaci\u00f3n de los hombres, de todos, a las mujeres, todas.<\/p>\nAs\u00ed se crea la guerra entre sexos. Pero \u00bfc\u00f3mo se recupera el debate para la ciencia, para el sentido com\u00fan? \u00bfC\u00f3mo se se\u00f1ala que tal guerra es una invenci\u00f3n para acumular poder? Principalmente, haciendo la misma cr\u00edtica que acab\u00f3 siendo mayoritariamente efectiva contra el racismo. A quienes defend\u00edan que hab\u00eda diferencias esenciales entre razas, se le opuso el hecho natural de que somos radicalmente iguales; es decir, resaltando el valor de lo verdaderamente importante del ser humano, sus cualidades intelectuales y morales, su dignidad como individuos<\/strong>. Porque todo ello es com\u00fan a todos, y hace a\u00f1icos las diferencias raciales. Lo mismo hay que hacer con el feminismo sexista.<\/p>\nEn segundo lugar, someter al escrutinio de la ciencia, tanto biol\u00f3gica y antropol\u00f3gica como social, todas las tonter\u00edas feministas. Y, en \u00faltimo t\u00e9rmino, se\u00f1alarles con el dedo y dejar claro que s\u00f3lo quieren crear una divisi\u00f3n entre personas<\/strong> para luego salvarnos de nosotros mismos otorgando m\u00e1s y m\u00e1s poder a los ya poderosos.<\/p>\nSi tenemos claras las ideas, tienen todas las de perder.<\/p>\n
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Jos\u00e9 Carlos Rodr\u00edguez<\/span>, 7 abril 2018<\/p>\nFuente<\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Estamos viviendo una lucha brutal por el poder. No ya por ocuparlo, \u00e7a va de soi, sino por ampliarlo, por ejercer un mayor control sobre lo que hacemos, lo que pensamos, y en \u00faltima instancia lo que somos. El \u00faltimo objetivo es el poder total. La vieja aspiraci\u00f3n de poder...<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":2074,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[1381,1377,1366],"tags":[1794,1760,1796,1795],"class_list":["post-2073","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-ingenieria_social-propaganda-minorias-genero-cambio_climatico","category-opiniones-testimonios","category-all","tag-control","tag-feminismo","tag-guerra-sexos","tag-igualidad"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2073","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=2073"}],"version-history":[{"count":2,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2073\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":2658,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2073\/revisions\/2658"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/media\/2074"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=2073"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=2073"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=2073"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}