{"id":11962,"date":"2024-07-13T12:53:41","date_gmt":"2024-07-13T12:53:41","guid":{"rendered":"https:\/\/redinternacional.net\/?p=11962"},"modified":"2024-07-14T12:58:28","modified_gmt":"2024-07-14T12:58:28","slug":"dios-los-judios-y-nosotros-por-laurent-guyenot","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/redinternacional.net\/2024\/07\/13\/dios-los-judios-y-nosotros-por-laurent-guyenot\/","title":{"rendered":"Dios, los jud\u00edos y nosotros – por Laurent Guy\u00e9not"},"content":{"rendered":"
Los rabinos suelen decir que el antisemitismo son los celos de quienes no han sido elegidos por Dios, una especie de complejo de Ca\u00edn.<\/p>\n El asesor pol\u00edtico jud\u00edo franc\u00e9s Jacques Attali propone una variante m\u00e1s sutil: el antisemitismo es el resentimiento contra aquellos con los que estamos en deuda[1]<\/a>. \u00bfQu\u00e9 deben los cristianos a los jud\u00edos? A Dios, por supuesto. Sin los jud\u00edos, no conocer\u00edamos a Dios, y les guardamos rencor por ello.<\/p>\n No estoy de acuerdo. Si los goyim son desagradecidos, puede deberse a que, en lo m\u00e1s profundo de su alma, saben que han sido enga\u00f1ados. Han aceptado de los jud\u00edos un Dios falso, una falsificaci\u00f3n grotesca y mal\u00e9vola. Peor a\u00fan, los jud\u00edos los convencieron hace mucho tiempo de que desecharan al verdadero que hab\u00edan tenido todo el tiempo.<\/p>\n Nosotros, los cristianos, hemos firmado un contrato civilizatorio que durante dos mil a\u00f1os nos ha prohibido acceder a la idea de Dios a trav\u00e9s de la sola raz\u00f3n, como nos hab\u00edan ense\u00f1ado los griegos y los romanos, y que en su lugar exige nuestra adhesi\u00f3n a la \u00abrevelaci\u00f3n\u00bb de los jud\u00edos de que Dios es el dios de Israel. Los jud\u00edos nos despojaron as\u00ed de la libertad m\u00e1s esencial, y obtuvieron de nosotros el reconocimiento de su superioridad metaf\u00edsica original, un poder simb\u00f3lico inigualable e imparable.<\/p>\n Deber\u00edamos haberlo sabido. Las escrituras jud\u00edas dejan claro que la astucia es la esencia de la judeidad. Enga\u00f1ando a su padre, a su hermano y a su t\u00edo, Jacob se convirti\u00f3 en el fundador ep\u00f3nimo de Israel (G\u00e9nesis 25-36). John E. Anderson ha intentado justificar esta \u00abteolog\u00eda del enga\u00f1o\u00bb hebrea en un libro titulado Jacob and the Divine Trickster <\/em>(2011). \u00bfC\u00f3mo puede Dios ser \u00abc\u00f3mplice del enga\u00f1o de Jacob\u00bb? La respuesta de Anderson es que Dios ten\u00eda que serlo, por el prop\u00f3sito superior de \u00abla perpetuaci\u00f3n de la promesa ancestral\u00bb[2]<\/a>. Pero, por supuesto, la pregunta en s\u00ed es est\u00fapida a menos que, como Anderson, seas v\u00edctima del enga\u00f1o b\u00edblico central y te tomes en serio al Dios b\u00edblico. Si Yahv\u00e9 es s\u00f3lo \u00abel dios de Israel que pretende ser Dios\u00bb, entonces todo es perfectamente l\u00f3gico: como dios, como pueblo, y viceversa.<\/p>\n El origen de este truco metaf\u00edsico parece remontarse al siglo V a.C., en Babilonia bajo dominaci\u00f3n persa, cuando Esdras public\u00f3 la primera versi\u00f3n del Tanaj (revisada posteriormente por los asmoneos). Como mostr\u00e9 en De Yahv\u00e9 a Si\u00f3n<\/em>, el subterfugio es casi transparente en los Libros de Esdras y Nehem\u00edas, en los que la divinidad llamada \u00abYahv\u00e9, el dios de Israel\u00bb en el cuerpo principal del texto, se llama \u00abYahv\u00e9, el Dios del Cielo\u00bb en los falsos edictos atribuidos a los reyes persas que autorizan la reconstrucci\u00f3n del templo de Jerusal\u00e9n: la implicaci\u00f3n es que los persas zoroastrianos han sido enga\u00f1ados para que crean que los jud\u00edos adoran al Dios universal.<\/p>\n Esdras viv\u00eda en la \u00e9poca del rey de reyes persa Artajerjes I, que ten\u00eda una pol\u00edtica religiosa notoriamente tolerante. Curiosamente, Her\u00f3doto, que vivi\u00f3 en el mismo per\u00edodo, escribi\u00f3 esto acerca de los persas: \u00abConsideran que mentir es lo m\u00e1s vergonzoso de todo\u00bb.<\/p>\n No est\u00e1 claro hasta qu\u00e9 punto los persas fueron realmente enga\u00f1ados por los jud\u00edos (entonces llamados judeos). Pero desde entonces, la relaci\u00f3n del reino de Judea con el Imperio (y m\u00e1s ampliamente con los gentiles) se ha basado en este mismo doble lenguaje: A los gentiles se les dice que el Templo de Jerusal\u00e9n est\u00e1 dedicado al Gran Dios universal, pero los jud\u00edos saben que es la morada del dios de Israel, donde s\u00f3lo pueden entrar los israelitas. Este doble lenguaje se convierte en un doble sentido parad\u00f3jico: Yahv\u00e9 es simult\u00e1neamente el Dios universal y el dios nacional de Israel. Y este doble sentido parad\u00f3jico es interiorizado por los propios jud\u00edos, cuya mente se retuerce con esta patra\u00f1a cognitiva de generaci\u00f3n en generaci\u00f3n.<\/p>\n Otra faceta de esta estratagema es el doble significado de juda\u00edsmo, que para los jud\u00edos significa separaci\u00f3n \u00e9tnica, pero que para los gentiles se presenta como fe en el Dios universal. El primer significado es pr\u00e1ctico, el segundo te\u00f3rico; la pr\u00e1ctica es para los jud\u00edos, la teor\u00eda es para los gentiles. Pero el doble sentido est\u00e1 interiorizado, y los jud\u00edos consideran que lo que les une es a la vez una religi\u00f3n (el juda\u00edsmo) y una comunidad gen\u00e9tica (la juder\u00eda).<\/p>\n Israel es, por tanto, la civilizaci\u00f3n del enga\u00f1o, la astucia, el doble lenguaje, la mentira y cualquier otro sin\u00f3nimo que se pueda encontrar. La astucia fue inicialmente una forma de supervivencia colectiva de los jud\u00edos en tiempos de exilio o dispersi\u00f3n, pero con el paso de los siglos se convirti\u00f3 en una forma de vida y de dominaci\u00f3n.<\/p>\n La civilizaci\u00f3n romana se basaba en la cultura griega, centrada en la sabidur\u00eda, sin\u00f3nimo de verdad. Aunque Roma tambi\u00e9n sent\u00eda pasi\u00f3n por la construcci\u00f3n de imperios, \u00e9sta se basaba en la pasi\u00f3n por el derecho, que era una aplicaci\u00f3n pr\u00e1ctica de la raz\u00f3n griega. Esto lo expliqu\u00e9 en mi art\u00edculo anterior (\u00abIsrael frente al derecho internacional<\/a>\u00bb), donde contrapuse el derecho de Roma, basado en la raz\u00f3n humana y el universalismo, al derecho de Israel, basado en la revelaci\u00f3n divina y el chovinismo \u00e9tnico.<\/p>\n Aqu\u00ed recordar\u00e9 brevemente los tres episodios principales de la lucha a muerte entre las civilizaciones romana y jud\u00eda, que comenz\u00f3 en la \u00e9poca helen\u00edstica y termin\u00f3 con la conversi\u00f3n de Roma al cristianismo. Pero antes, resolvamos la cuesti\u00f3n de Dios: \u00bfcre\u00edan los romanos en Dios? En otras palabras: \u00bfnecesit\u00e1bamos que los jud\u00edos nos presentaran a Dios?<\/p>\n Normalmente pensamos en el conflicto entre Roma y Jerusal\u00e9n como un conflicto entre polite\u00edsmo y monote\u00edsmo. Esto no es falso. Ning\u00fan pueblo fue m\u00e1s polite\u00edsta que los romanos. Eran tan hospitalarios con los dioses que incluso adoptaban a los dioses de los pueblos vencidos. Mitra es un buen ejemplo.<\/p>\n Pero la oposici\u00f3n entre polite\u00edsmo y monote\u00edsmo es superficial. Los romanos cultos cre\u00edan en la unidad de lo divino, es decir, en un solo Dios. Conciliaban este monote\u00edsmo filos\u00f3fico con el polite\u00edsmo popular y c\u00edvico de dos maneras. En primer lugar, hab\u00eda un Dios supremo, al que llamaban J\u00fapiter, que significa simplemente \u00abDios Padre\u00bb (de Diu y Pater). En segundo lugar, todos los dioses pod\u00edan considerarse diversas manifestaciones o representaciones limitadas de lo divino. Por eso, \u00abDios\u00bb y \u00ablos dioses\u00bb son expresiones indiferentes en Sobre la naturaleza de los dioses<\/em> de Cicer\u00f3n y en muchos otros textos antiguos. (Y recordemos que en una de las fuentes m\u00e1s antiguas de la Biblia hebrea se utilizan indistintamente el singular El y el plural Elohim).<\/p>\n Pens\u00e9moslo as\u00ed: \u00bfpor qu\u00e9 Dios iba a ser masculino en lugar de femenino, y singular en lugar de plural? A los griegos, como a los egipcios, les resultaba natural imaginar lo divino como diversidad y unidad a la vez. El polite\u00edsmo era un monote\u00edsmo inclusivo.<\/p>\n La mayor\u00eda de los romanos cultos eran ecl\u00e9cticos en sus opiniones filos\u00f3ficas, pero la escuela m\u00e1s influyente era el estoicismo. Cont\u00f3 con el favor de Cicer\u00f3n al final de la Rep\u00fablica y de Marco Aurelio en el cenit del Imperio. Que los estoicos profesaban una forma de monote\u00edsmo no admite discusi\u00f3n. En un famoso Himno a Zeus, el fil\u00f3sofo estoico Cleantes (siglo III a.C.) llam\u00f3 a Dios \u00abel gran Soberano de la Naturaleza, que todo lo gobierna por ley\u00bb, a quien los hombres deben dirigir sus mentes para vivir \u00abla vida noble, la \u00fanica riqueza verdadera\u00bb. Cleantes rez\u00f3 para que las personas que hacen el mal por ignorancia puedan ser iluminadas: \u00abDispersa, oh Padre, las tinieblas de sus almas\u00bb.<\/p>\n Se dice que los estoicos confund\u00edan a Dios con el Cosmos o con la Naturaleza, y por ello han sido calificados en la \u00e9poca moderna de \u00abpante\u00edstas\u00bb. Pero hay que tener cuidado con las palabras griegas y sus traducciones: Kosmos significa \u00aborden\u00bb, lo que implica un \u00abDise\u00f1o Inteligente\u00bb, y Naturaleza (Phusis) tiene un significado din\u00e1mico: es el principio animador dentro de la Naturaleza.<\/p>\n Sin embargo, griegos y romanos no pretend\u00edan conocer a Dios, y menos a\u00fan, lo que Dios quiere, lo que Dios dice o lo que a Dios le gusta. Tal antropomorfismo era aceptable para los dioses, no para Dios. Dios es, para el fil\u00f3sofo, lo incognoscible, o al menos lo indecible, ya que decir algo sobre Dios era poner una limitaci\u00f3n a lo infinito. A esto podemos llamarlo humildad filos\u00f3fica, que contrasta con la arrogancia teol\u00f3gica.<\/p>\n Pero si Dios es incognoscible, las leyes por las que rige el Cosmos son en parte accesibles a la ciencia humana. Estas leyes constituyen una especie de principio intermedio, el pensamiento creador o sabidur\u00eda de Dios, llamado Logos en la tradici\u00f3n plat\u00f3nica, a veces identificado como la Sophia femenina, la Sabidur\u00eda de Dios. El hecho de que el universo se rija por leyes naturales es una prueba de la existencia de Dios, seg\u00fan Cicer\u00f3n (De la naturaleza de los dioses<\/em> II.12.34):<\/p>\n Porque cuando miramos hacia el cielo y contemplamos los cuerpos celestes, \u00bfqu\u00e9 puede ser tan obvio y tan manifiesto como que debe existir alg\u00fan poder que posea una inteligencia trascendente y que gobierne estas cosas?<\/em><\/p>\n A diferencia de los romanos, que pensaban que Dios era incognoscible directamente, los jud\u00edos consideraban que ellos, y s\u00f3lo ellos, conoc\u00edan a Dios personalmente. S\u00f3lo ellos conocen el verdadero nombre de Dios, que le dijo a Mois\u00e9s en una entrevista personal. Incluso conocen la direcci\u00f3n de Dios: Vive en Jerusal\u00e9n y en ning\u00fan otro lugar (lo llevaron all\u00ed desde el Sina\u00ed en un arca). S\u00f3lo los jud\u00edos est\u00e1n lo suficientemente familiarizados con Dios como para saber lo que le gusta y lo que no (le gusta el \u00abolor agradable\u00bb de los holocaustos, por ejemplo, G\u00e9nesis 8:21), o lo que quiere en un momento dado, dependiendo de su estado de \u00e1nimo. El Dios jud\u00edo es un individuo que habla.<\/p>\n Lo m\u00e1s importante, por supuesto, es que los jud\u00edos saben que Dios los eligi\u00f3 para gobernar el mundo. Dios les dijo en Deuteronomio 32:8-9 que despu\u00e9s de crear todas las naciones, deleg\u00f3 un peque\u00f1o \u00abhijo de Dios\u00bb (\u00bf\u00e1ngel?) a cada naci\u00f3n, pero guard\u00f3 a Israel para S\u00ed. Y las dem\u00e1s naciones deben servir a Israel o perecer: \u00abLos reyes se postrar\u00e1n ante ti, con el rostro en tierra, y lamer\u00e1n el polvo a tus pies\u00bb, mientras que \u00abhar\u00e9 que tus opresores coman su propia carne\u00bb (Isa\u00edas 49:23-26). \u00a1As\u00ed habl\u00f3 Yahv\u00e9!<\/p>\n Seg\u00fan los grecorromanos, Dios se comunica con los hombres a trav\u00e9s de la raz\u00f3n. La raz\u00f3n es la fuente del conocimiento, y el conocimiento es la fuente de la virtud, que es una vida en armon\u00eda con el cosmos (y con tu propia naturaleza o destino), y la fuente de la verdadera felicidad. Esto es el estoicismo en pocas palabras.<\/p>\n A diferencia del Dios grecorromano, el Dios jud\u00edo no se relaciona con su pueblo por la raz\u00f3n, sino por la ley. \u00abEl conocimiento del bien y del mal\u00bb, el punto central de la filosof\u00eda griega, es el fruto prohibido en G\u00e9nesis 3, una historia que es un ataque pol\u00e9mico obvio contra el helenismo (lo que prueba el origen tard\u00edo de esta historia). El pagano romano Celso (alrededor del a\u00f1o 178 d.C.) coment\u00f3 que el Dios jud\u00edo es enemigo de la raza humana \u00abdesde que maldijo a la serpiente, de quien los primeros hombres recibieron el conocimiento del bien y del mal\u00bb[3]<\/a>. No hay otra norma moral en la tradici\u00f3n hebrea que seguir las leyes y mandatos arbitrarios de Yahv\u00e9 (como matar a todos en tal o cual ciudad).<\/p>\n El Dios supremo es para los romanos, y los estoicos en particular, un principio de unidad y, por tanto, de armon\u00eda entre los hombres. El Dios jud\u00edo, por el contrario, trae la divisi\u00f3n: su Ley (Tor\u00e1) tiene como principal objetivo separar a su pueblo elegido del resto de la humanidad. Incluso antes de que naciera Abraham, el Dios jud\u00edo detestaba ver a los hombres ponerse de acuerdo entre s\u00ed para realizar grandes cosas, como una gran ciudad con \u00abuna torre cuya c\u00faspide llegue hasta el cielo\u00bb. Se dijo a s\u00ed mismo: \u00abDescendamos, pues, y confundamos all\u00ed su lengua, para que uno no entienda lo que dice otro\u00bb (G\u00e9nesis 11:6-7). Dado que la civilizaci\u00f3n helen\u00edstica se basaba en el uso universal de la lengua griega, podemos detectar en esta historia de la Torre de Babel, al igual que en la del Jard\u00edn del Ed\u00e9n, una declaraci\u00f3n de guerra contra el helenismo.<\/p>\n Antes de oponerse a Roma, Jerusal\u00e9n se opuso a la civilizaci\u00f3n helen\u00edstica, que abarcaba los reinos sel\u00e9ucida y lagida (o ptolemaico). Y como veremos a continuaci\u00f3n, hubo una inequ\u00edvoca dimensi\u00f3n religiosa en este choque de civilizaciones, ya que el separatismo jud\u00edo estaba directamente causado por la incomprensible pretensi\u00f3n de los jud\u00edos de que su dios \u00e9tnico era el Dios universal, es decir, que el Dios universal s\u00f3lo amaba a los jud\u00edos y s\u00f3lo quer\u00eda ser adorado por los jud\u00edos, en Jerusal\u00e9n.<\/p>\n En el a\u00f1o 167 a.C., el rey Ant\u00edoco IV Ep\u00edfanes, tomando la palabra a los jud\u00edos de que Yahv\u00e9 era el Dios C\u00f3smico Supremo, hizo dedicar su templo a Zeus Olimpo. La mayor\u00eda de los jud\u00edos amaban la cultura griega y no tuvieron ninguna objeci\u00f3n. Pero como siempre en la historia de Israel, una \u00e9lite fan\u00e1tica desencaden\u00f3 una guerra civil y tom\u00f3 el destino de Israel en sus propias manos (como se cuenta en los Libros de los Macabeos). Este episodio es interesante porque ilustra la naturaleza fundamentalmente enga\u00f1osa del monote\u00edsmo jud\u00edo. Los jud\u00edos no s\u00f3lo se negaban a mostrar respeto a los dioses de otros pueblos, destruyendo sus santuarios siempre que pod\u00edan, sino que negaban a los gentiles el derecho a participar en el culto a su dios, aunque afirmaban que era el Dios supremo de toda la humanidad. Esto era totalmente incomprensible para los griegos. Durante este periodo aparecieron las primeras expresiones escritas de judeofobia, que incluyen varias versiones de la historia de que los jud\u00edos no hab\u00edan escapado de Egipto como afirmaban, sino que hab\u00edan sido expulsados de all\u00ed como leprosos f\u00edsicos o espirituales.<\/p>\n Encontramos este relato, por ejemplo, en Diodoro S\u00edculo, quien tambi\u00e9n cuenta que, cuando el rey Ant\u00edoco VII Euergetes siti\u00f3 Jerusal\u00e9n en el a\u00f1o 134 a.C., sus amigos \u00able aconsejaron encarecidamente que desarraigara a toda la naci\u00f3n, o al menos que aboliera sus leyes y les obligara a cambiar su antigua forma de vida. Pero el rey, de esp\u00edritu generoso y car\u00e1cter apacible, recibi\u00f3 rehenes e indult\u00f3 a los jud\u00edos; pero demoli\u00f3 las murallas de Jerusal\u00e9n y cobr\u00f3 el tributo debido\u00bb (34.1). As\u00ed sobrevivi\u00f3 el reino asmoneo, hasta que el general romano Pompeyo intervino para poner fin a una guerra civil y acabar con la independencia jud\u00eda (62 a.C.).<\/p>\n En el a\u00f1o 66 d.C., el emperador Ner\u00f3n envi\u00f3 a su general Vespasiano y a su hijo Tito a someter a una Jerusal\u00e9n rebelde. La guerra dur\u00f3 cuatro a\u00f1os y termin\u00f3 con el saqueo y la destrucci\u00f3n del templo. Normalmente, los romanos acog\u00edan a los dioses de los pueblos vencidos, pero el dios de los jud\u00edos, Yahv\u00e9, era considerado inasimilable, incluso venenoso. As\u00ed que sus objetos sagrados fueron tratados como bot\u00edn de guerra y, como explica Emily Schmidt, \u00abel pueblo jud\u00edo fue convertido en el antirromano definitivo: rebeldes ateos derrotados\u00bb[4]<\/a>. Adem\u00e1s, como los jud\u00edos de todo el mundo sol\u00edan pagar dos dracmas (monedas de plata) al a\u00f1o por su templo, Vespasiano les obligaba ahora a pagar ese impuesto al templo de J\u00fapiter en el Capitolio[5]<\/a>. El mensaje no pod\u00eda ser m\u00e1s claro.<\/p>\n En la siguiente dinast\u00eda, el emperador Trajano tuvo que sofocar insurrecciones jud\u00edas en toda la Di\u00e1spora, y especialmente en el norte de \u00c1frica (115-117). Su heredero Adriano intent\u00f3 erradicar la nacionalidad jud\u00eda proscribiendo la circuncisi\u00f3n, bajo pena de muerte. Sin embargo, tuvo que hacer frente a un grave levantamiento mesi\u00e1nico en Jerusal\u00e9n, dirigido por el autoproclamado mes\u00edas Sim\u00f3n Bar Kochba, que consigui\u00f3 establecer un estado independiente durante algunos a\u00f1os (132-135). La campa\u00f1a militar romana dej\u00f3 580.000 muertos seg\u00fan Dion Casio, quien a\u00f1ade: \u00abEn Jerusal\u00e9n, Adriano fund\u00f3 una ciudad en lugar de la que hab\u00eda sido arrasada, llam\u00e1ndola Aelia Capitolina, y en el lugar del templo del dios levant\u00f3 un nuevo templo a J\u00fapiter\u00bb[6]<\/a>. Se prohibi\u00f3 la entrada de jud\u00edos en la ciudad. Se borr\u00f3 el nombre de Israel y la nueva provincia pas\u00f3 a llamarse Siria Pal\u00e6stina (en recuerdo de los desaparecidos filisteos, de ascendencia griega). Como comenta Martin Goodman en Roma y Jerusal\u00e9n: El choque de civilizaciones antiguas: \u00abA los ojos de Roma y a instancias de Adriano, los jud\u00edos hab\u00edan dejado de existir como naci\u00f3n en su propia tierra\u00bb[7]<\/a>.<\/p>\n Por tanto, debemos recordar que la lucha entre Roma y Jerusal\u00e9n es una fuerza dial\u00e9ctica central en la historia antigua. Esta realidad ha sido ampliamente subestimada en la historiograf\u00eda occidental, heredera de una civilizaci\u00f3n cristiana cuya vocaci\u00f3n era reconciliar a Roma y Jerusal\u00e9n.<\/p>\n Israel sobrevivi\u00f3 al intento de erradicaci\u00f3n de Adriano gracias a la cultura talm\u00fadica de la di\u00e1spora. El odio a Roma (identificada con Edom, es decir, Esa\u00fa) se convirti\u00f3 en parte integrante de este Israel sin tierra. Este odio ciertamente se estaba gestando entre los 97.000 cautivos jud\u00edos tra\u00eddos de vuelta a Roma por Vespasiano y Tito (seg\u00fan Flavio Josefo), muchos de los cuales fueron liberados m\u00e1s tarde, algunos de ellos, como el propio Josefo, incluso adoptados en la familia imperial. En los dos primeros siglos de nuestra era, este odio a Roma se expresaba cr\u00edpticamente en la literatura apocal\u00edptica jud\u00eda, a menudo en t\u00e9rminos tomados del Libro de Daniel: Roma era la cuarta bestia de la visi\u00f3n de Daniel, con diez cuernos en la cabeza, \u00abdevorando y aplastando con sus dientes de hierro y sus garras de bronce, y pisoteando con sus pies lo que quedaba\u00bb (7:19-20).<\/p>\n El Apocalipsis, que cierra el canon cristiano, pertenece a este g\u00e9nero literario. Roma es designada como \u00abBabilonia la Grande, la madre de todas las prostitutas\u00bb, \u00abmontada sobre una bestia escarlata que ten\u00eda siete cabezas y diez cuernos y llevaba escritos t\u00edtulos blasfemos\u00bb (17:3-5). \u00abHa ca\u00eddo Babilonia, ha ca\u00eddo Babilonia la Grande\u00bb, grita el \u00e1ngel; \u00aben un solo d\u00eda caer\u00e1n sobre ella las plagas: enfermedad, luto y hambre. Ser\u00e1 quemada en el acto\u00bb (18:2-8). A esto sigue una visi\u00f3n del renacimiento de \u00abJerusal\u00e9n, la ciudad santa, que desciende del cielo, de parte de Dios\u00bb (21:10).<\/p>\n \u00bfC\u00f3mo explicar esta demonizaci\u00f3n de Roma en lo que se convertir\u00eda en la religi\u00f3n de Roma en el siglo IV? O invirtamos la pregunta: \u00bfc\u00f3mo explicar que Roma se convirtiera a una religi\u00f3n cuya profec\u00eda program\u00e1tica era la ca\u00edda de Roma y el renacimiento de Jerusal\u00e9n?<\/p>\n La conversi\u00f3n de Roma al cristianismo es uno de los mayores enigmas de la historia de la humanidad. He compartido algunas reflexiones sobre esta cuesti\u00f3n en \u00abC\u00f3mo Yahv\u00e9 conquist\u00f3 Roma<\/a>\u00bb, y a\u00f1adir\u00e9 algunas m\u00e1s aqu\u00ed.<\/p>\n Debemos partir del hecho, dif\u00edcilmente rebatido por nadie, de que el cristianismo se extendi\u00f3 primero en la sociedad romana desde abajo, no desde arriba. Seg\u00fan el autor pagano Celso, que escrib\u00eda bajo el reinado de Marco Aurelio (161-180 d.C.), los predicadores cristianos, \u00abque en las plazas del mercado realizan los trucos m\u00e1s vergonzosos, y que re\u00fanen multitudes a su alrededor, nunca se acercar\u00edan a una asamblea de sabios, ni se atrever\u00edan a exhibir sus artes entre ellos\u00bb. Su objetivo es la gente ignorante y cr\u00e9dula, especialmente los esclavos y las mujeres (Or\u00edgenes, Contra Celso<\/em>, III, 50). El cristianismo fue denunciado por la aristocracia romana como subversivo de los valores romanos.<\/p>\n Esto puede ayudar a explicar por qu\u00e9 acab\u00f3 siendo promovida y luego impuesta por los emperadores romanos. En el siglo III, los emperadores ya no eran senadores romanos, sino comandantes militares extranjeros: la dinast\u00eda de los Severos (193-235) era de origen sirio y p\u00fanico, con una fuerte conexi\u00f3n con el culto sirio de Elagabal (del \u00e1rabe Ilah Al-Gabal, \u00abdios de la monta\u00f1a\u00bb). Tras ellos vino Filipo el \u00c1rabe (244-249). Las dinast\u00edas constantiniana y valentiniana proced\u00edan de los Balcanes. Teodosio I (379-395) naci\u00f3 en la Espa\u00f1a cartaginesa y pudo tener ascendencia p\u00fanica. Todos estos emperadores parecen haber utilizado la superstici\u00f3n popular cristiana contra la clase senatorial romana.<\/p>\n Un episodio revelador se produjo en 357, cuando Constancio II orden\u00f3 la retirada del Altar de la Victoria, con su estatua de la diosa alada sosteniendo una rama de palma, de la Casa del Senado de Roma. Fue restaurado por Juliano, pero Graciano volvi\u00f3 a retirarlo. El destacado senador S\u00edmaco rog\u00f3 a Valentiniano II<\/a> que lo restaurara y, con \u00e9l, las \u00abceremonias ancestrales\u00bb que traen la bendici\u00f3n de Dios a Roma. \u00ab\u00bfQui\u00e9n es tan amigo de los b\u00e1rbaros como para no necesitar un Altar de la Victoria?\u00bb, pregunt\u00f3.<\/p>\n Obviamente aqu\u00ed hab\u00eda algo m\u00e1s que una lucha entre emperadores cristianos y senadores paganos. \u00a1Retirar a la diosa de la Victoria del Senado Romano! \u00bfPodr\u00eda haber un s\u00edmbolo m\u00e1s ominoso? \u00bfFue una represalia por la quema del templo de Jerusal\u00e9n?<\/p>\n \u00bfMat\u00f3 Jes\u00fas realmente a Roma? Los romanos paganos pensaban que s\u00ed. Tras el saqueo de la ciudad por Alarico en 410, se culp\u00f3 a los cristianos de arruinar el amor a la patria y el valor para defenderla (Maquiavelo har\u00eda la misma observaci\u00f3n en sus Discursos sobre Livio<\/em> II.2). Agust\u00edn escribi\u00f3 La ciudad de Dios<\/em> en respuesta a esa acusaci\u00f3n. No negaba que a los cristianos no les importara Roma, pues s\u00f3lo les preocupaba su ciudad celestial. Pero quer\u00eda que los romanos supieran que todo lo que sufrieran durante el sangriento saqueo de su ciudad \u2014p\u00e9rdida de bienes o de seres queridos\u2014 era por su bien, ya que les acercaba a Dios. En cuanto a las j\u00f3venes violadas, no deb\u00edan preocuparse, pues sus almas no estaban contaminadas, a menos que experimentaran alg\u00fan placer (I.10).<\/p>\n Aunque Roma hab\u00eda aplastado militarmente a Jerusal\u00e9n una y otra vez, la guerra termin\u00f3 finalmente con la rendici\u00f3n espiritual de Roma. Mientras la ciudad de Roma se convert\u00eda en una colonia de Jerusal\u00e9n, con un Papa sentado en el palacio imperial de Letr\u00e1n, surg\u00eda un nuevo Imperio Romano en Alemania, y la lucha entre esas dos Romas se convirti\u00f3 en el tema central de la Edad Media europea. Federico II Hohenstaufen, el hombre que afirm\u00f3 que \u00abel mundo entero fue enga\u00f1ado por tres impostores: Jesucristo, Mois\u00e9s y Mahoma\u00bb (seg\u00fan la acusaci\u00f3n del papa Gregorio IX), fue una especie de Adriano o Marco Aurelio, y un precursor del Renacimiento; los papas lo odiaban b\u00edblicamente, lo excomulgaron tres veces y se aseguraron de que su descendencia fuera exterminada hasta el \u00faltimo nieto.<\/p>\n Dieciocho siglos despu\u00e9s de Adriano, el Occidente cristiano devolvi\u00f3 Jerusal\u00e9n y Palestina a los jud\u00edos. Resumiendo: la Roma pagana aborreci\u00f3 a Israel y lo destruy\u00f3, la Roma cristiana vener\u00f3 a ese mismo antiguo Israel y lo recre\u00f3.<\/p>\n Mientras tanto, \u00bfqu\u00e9 ha sido del Dios jud\u00edo que adoptamos con el cristianismo? Ha muerto. Los europeos han rechazado esta blasfema burla de Dios, y ahora se encuentran sin Dios. Mientras tanto, el Poder Jud\u00edo est\u00e1 vivo y coleando.<\/p>\n Laurent Guy\u00e9not, 29 de junio de 2024<\/p>\n *<\/p>\n NOTAS<\/p>\n [1]<\/a> Jacques Attali, The Economic History of the Jewish People, <\/em>ESKA Publishing, 2010.<\/p>\n [2]<\/a> John E. Anderson, Jacob and the Divine Trickster: A Theology of Deception and Yhwh\u2019s Fidelity to the Ancestral Promise in the Jacob Cycle<\/em>, Eisenbrauns, 2011, p. 1.<\/p>\n [3]<\/a> Or\u00edgenes, Contra Celso<\/em>, VI, 28.<\/p>\n [4]<\/a> Emily A. Schmidt, \u00abThe Flavian Triumph and the Arch of Titus: The Jewish God in Flavian Rome\u00bb, en escholarship.org; tambi\u00e9n Jodi Magness, \u00abThe Arch of Titus and the Fate of the God of Israel\u00bb, Journal of Jewish Studies, 2008, vol. 59, n\u00b02, pp. 201-217.<\/p>\n [5]<\/a> Martin Goodman, Rome and Jerusalem: The Clash of Ancient Civilizations, <\/em>Penguin, 2007, p. 454.<\/p>\n<\/strong><\/p>\n
<\/h4>\n
Un contrato de civilizaci\u00f3n enga\u00f1oso
\n<\/strong><\/h4>\nLa civilizaci\u00f3n de la astucia <\/strong><\/h4>\n
El Dios de los romanos<\/strong><\/h4>\n
El Dios de los jud\u00edos\u00a0 <\/strong><\/h4>\n
Roma contra Jerusal\u00e9n: el choque de civilizaciones\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong><\/h4>\n
C\u00f3mo Jerusal\u00e9n coloniz\u00f3 Roma<\/strong><\/h4>\n
Fuente: https:\/\/www.unz.com\/article\/god-the-jews-and-us-a-deceitful-civilizational-contract\/<\/a><\/h4>\n