{"id":11726,"date":"2024-01-05T21:10:20","date_gmt":"2024-01-05T21:10:20","guid":{"rendered":"https:\/\/redinternacional.net\/?p=11726"},"modified":"2024-01-05T21:15:29","modified_gmt":"2024-01-05T21:15:29","slug":"la-cuestion-judia-en-europa-por-marshall-yeats","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/redinternacional.net\/2024\/01\/05\/la-cuestion-judia-en-europa-por-marshall-yeats\/","title":{"rendered":"La cuesti\u00f3n jud\u00eda en Europa – por Marshall Yeats"},"content":{"rendered":"
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[El autor parte de una concepci\u00f3n etnonacionalista\u00a0; para \u00e9l los europeos \u00e9tnicos solos son el sujeto colectivo, mientras que los dem\u00e1s son los objetos de su atenci\u00f3n. A\u00fan sin compartir este punto de vista, nos puede resultar \u00fatil el siguiente panorama hist\u00f3rico]<\/p>\n
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El argumento de que los jud\u00edos han adquirido una influencia excesiva en una sociedad “anfitriona” ha aparecido en todos los continentes del mundo y ha surgido con frecuencia desde la Antig\u00fcedad hasta la “posmodernidad”.\u00a0De todos los temas sociales, pol\u00edticos y econ\u00f3micos, incluidos la raza y el g\u00e9nero, pocos han provocado m\u00e1s controversia o evocado un conjunto m\u00e1s poderoso de im\u00e1genes mentales y respuestas emocionales que la cuesti\u00f3n jud\u00eda.<\/p>\n
La cuesti\u00f3n de la influencia jud\u00eda es a la vez poderosa y esquiva, profunda y, sin embargo, de alg\u00fan modo oscura.\u00a0A lo largo de su viaje a trav\u00e9s de los siglos y de sus viajes a trav\u00e9s de los oc\u00e9anos, las aproximaciones a la cuesti\u00f3n jud\u00eda han adquirido a veces un car\u00e1cter esot\u00e9rico y m\u00edstico.\u00a0Alternativamente, incluso en las profundidades de la Antig\u00fcedad encontramos an\u00e1lisis de este tema que son sorprendentemente cl\u00ednicos y “modernos” en sus observaciones sociol\u00f3gicas.\u00a0Sin embargo, en todo momento y en todos los lugares, un tab\u00fa s\u00f3lido e insidioso ha rechazado tales investigaciones, llevando el tema a la periferia de la discusi\u00f3n aceptable, o m\u00e1s all\u00e1.\u00a0La cuesti\u00f3n jud\u00eda es, pues, el proverbial yunque que ha desgastado mil martillos.<\/p>\n
En el momento de escribir este art\u00edculo, el tab\u00fa sigue siendo fuerte.\u00a0Hoy en d\u00eda, ning\u00fan grupo de personas en la tierra disfruta de protecci\u00f3n legal de su narrativa hist\u00f3rica en la medida que disfrutan los jud\u00edos.\u00a0Negarse p\u00fablicamente a aceptar la afirmaci\u00f3n de que seis millones de jud\u00edos fueron ejecutados sistem\u00e1ticamente durante la Segunda Guerra Mundial, una proporci\u00f3n significativa de ellos mediante c\u00e1maras de gas especialmente construidas, es un delito penal en m\u00e1s de quince pa\u00edses europeos.\u00a0Un aspecto legal a\u00fan m\u00e1s fuerte del tab\u00fa es el crecimiento y la difusi\u00f3n de la legislaci\u00f3n sobre “discurso de odio”, cuyas versiones han sido adoptadas por casi todas las naciones occidentales.\u00a0Estas leyes de ‘difamaci\u00f3n grupal’ protegen de la cr\u00edtica no s\u00f3lo la narrativa hist\u00f3rica jud\u00eda, sino tambi\u00e9n a la poblaci\u00f3n jud\u00eda contempor\u00e1nea.\u00a0Adem\u00e1s, los jud\u00edos disfrutan de representaciones excepcionalmente positivas en los medios de comunicaci\u00f3n, son elogiados uniforme y generosamente por el establishment pol\u00edtico y disfrutan de protecci\u00f3n policial especial en muchas de sus instituciones.\u00a0Junto con la intervenci\u00f3n legal del Estado, la disidencia de tales patrones de elogios es monitoreada de cerca y censurada por un gran n\u00famero de organismos jud\u00edos internacionales “antidifamaci\u00f3n”, algunos de los cuales son expl\u00edcitamente jud\u00edos y otros disfrazan estrat\u00e9gicamente sus or\u00edgenes y liderazgo jud\u00edos., o sus fuentes de financiaci\u00f3n.\u00a0El tab\u00fa tambi\u00e9n se puede observar en el caso del Estado de Israel, que ocupa una de las posiciones m\u00e1s incongruentes e inexplicables de la pol\u00edtica moderna.\u00a0Israel, que act\u00faa en todos los sentidos como un etnoestado, sigue disfrutando del firme apoyo de las naciones occidentales que han ritualizado la negaci\u00f3n de sus propios intereses \u00e9tnicos.<\/p>\n
La cuesti\u00f3n jud\u00eda, explicada de forma sencilla, consta de dos preguntas: \u00bfPoseen los jud\u00edos una influencia excesiva en las sociedades que los acogen y, de ser as\u00ed, qu\u00e9 se debe hacer al respecto?\u00a0La mayor\u00eda de los comentarios sobre el tema se han centrado en la primera pregunta, lo que llev\u00f3 al acad\u00e9mico John Klier a se\u00f1alar en una ocasi\u00f3n que la evaluaci\u00f3n y cr\u00edtica de la influencia jud\u00eda a lo largo de la historia ha sido predominantemente una actividad intelectual.<\/p>\n
Sin embargo, al luchar contra el tab\u00fa, incluso mediante la modesta b\u00fasqueda de investigaci\u00f3n y la difusi\u00f3n de los propios hallazgos, uno se involucra en una especie de activismo.\u00a0De hecho, no se puede esperar formular una respuesta a un problema si primero no se puede convencer a los dem\u00e1s de que existe un problema.\u00a0La esencia de la cuesti\u00f3n jud\u00eda es, por tanto, el argumento de que los jud\u00edos disfrutan de una influencia excesiva en las sociedades que los acogen, y que esta influencia excesiva, por un gran n\u00famero de razones, es muy problem\u00e1tica para esas sociedades.\u00a0Estos problemas abarcan todas las esferas de la sociedad: la cultural, la econ\u00f3mica y la pol\u00edtica.<\/p>\n
Se podr\u00eda argumentar que un problema de tal escala deber\u00eda ser evidente;\u00a0que ning\u00fan tab\u00fa podr\u00eda ocultar una cuesti\u00f3n que requiere una atenci\u00f3n social urgente.\u00a0Una respuesta ser\u00eda que a lo largo de la historia el problema fue evidente por s\u00ed mismo, lo que dio lugar a siglos de discurso acad\u00e9mico, cultural y pol\u00edtico sobre la cuesti\u00f3n jud\u00eda, un t\u00e9rmino que alcanz\u00f3 su punto m\u00e1ximo en Europa a finales del siglo XIX y principios del XX.\u00a0Durante mil a\u00f1os y m\u00e1s, la cuesti\u00f3n jud\u00eda no s\u00f3lo fue evidente por s\u00ed misma, sino tambi\u00e9n urgentemente exigente.\u00a0Las poblaciones clamaban por tomar medidas al respecto, el destino de las econom\u00edas depend\u00eda de las respuestas al mismo, e incluso los reyes no pod\u00edan escapar de sus implicaciones.<\/p>\n
Es muy reciente. Comenz\u00f3 en los a\u00f1os cincuenta.\u00a0Y las razones de este desv\u00edo no han sido que se resolvieran las cuestiones del pasado, sino que se han producido cambios radicales en la naturaleza de las naciones occidentales.\u00a0El principal de estos cambios fue que Occidente dej\u00f3 de ver amenazas externas a sus intereses y comenz\u00f3 a verse a s\u00ed mismo como una amenaza.\u00a0Alentado por ideolog\u00edas parasitarias y cuidadosamente construidas, Occidente se volvi\u00f3 hacia adentro, emitiendo formas de violencia ret\u00f3rica, cultural y demogr\u00e1fica contra s\u00ed mismo.\u00a0La cuesti\u00f3n jud\u00eda se convirti\u00f3 en la “cuesti\u00f3n de la blancura”.\u00a0Se adoptaron nuevos valores y nuevas formas de ver.\u00a0Entre estos \u00faltimos se encontraba una nueva forma de ver el pasado jud\u00edo.\u00a0En una ola implacable de olvido occidental y autorecriminaci\u00f3n masiva, los jud\u00edos, durante mucho tiempo los villanos de la historia europea, se convirtieron en sus h\u00e9roes inmaculados.<\/p>\n
Europa [la Europa \u00e9tnica, que incluye a su ex colonia americana], en su mayor parte, es hoy un continente sionista.<\/p>\n
El tab\u00fa que enmascara la cuesti\u00f3n jud\u00eda depende en gran medida de esta nueva historia, y la construcci\u00f3n de la historia ha sido monopolizada para aumentar su fuerza y \u200b\u200bseguridad.\u00a0La historia jud\u00eda producida en el mundo acad\u00e9mico est\u00e1 dominada por eruditos jud\u00edos.\u00a0Lo mismo se aplica a la historia del antisemitismo (hostilidad racional hacia el comportamiento de los grupos jud\u00edos) y, cada vez m\u00e1s, tambi\u00e9n a la discusi\u00f3n acad\u00e9mica sobre la “blancura”, la raza, la identidad \u00e9tnica y la inmigraci\u00f3n.\u00a0La situaci\u00f3n actual proporciona un clima en el que los intentos de los acad\u00e9micos blancos de investigar o publicar sobre estos temas ser\u00edan vistos con sospecha, y estas sospechas se expresar\u00edan en afirmaciones de parcialidad potencial o “prejuicio inconsciente”.\u00a0El verdadero temor es que el status quo se distorsione y que resurjan narrativas m\u00e1s antiguas.\u00a0Por supuesto, no se pueden hacer acusaciones de parcialidad contra los jud\u00edos, quienes a menudo se jactan de una perspectiva excepcionalmente objetiva de la sociedad como “forasteros” y “de adentro\u00a0\u00bb a la vez”.\u00a0Se pueden observar patrones y alardes similares en las presentaciones de los medios de comunicaci\u00f3n sobre estos temas y, cada vez m\u00e1s, tambi\u00e9n en el desarrollo de la legislaci\u00f3n.<\/p>\n
En su mayor parte, los europeos ya han perdido el control de su propia narrativa, de su propia historia.\u00a0Al haber perdido de vista su trayectoria hist\u00f3rica, han perdido de vista sus intereses.\u00a0Y al haber perdido de vista sus intereses, han perdido de vista a quienes act\u00faan en su contra.\u00a0Por tanto, es imperativo empezar por el principio y volver a los or\u00edgenes de la cuesti\u00f3n jud\u00eda en Europa.<\/p>\n
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Los jud\u00edos se han asentado entre las poblaciones de acogida europeas desde la antig\u00fcedad.\u00a0Las comunidades m\u00e1s antiguas estaban en los centros urbanos del Mediterr\u00e1neo, y en el Primer Libro de los Macabeos se puede encontrar una lista de las colonias jud\u00edas de esta zona.\u00a0En el antiguo Imperio Romano se pod\u00edan encontrar grupos de jud\u00edos en lugares tan al norte como Lyon, Bonn y Colonia.[1]<\/strong><\/a>La naturaleza econ\u00f3mica de estas comunidades era uniforme y similar a las del Este.\u00a0Incluso antes de la era talm\u00fadica, c. 300-500 d. C., los jud\u00edos hab\u00edan desarrollado un gran inter\u00e9s y aptitudes para el comercio y la banca.\u00a0Desde sus or\u00edgenes, la participaci\u00f3n jud\u00eda en estas esferas fue considerada por las poblaciones de acogida como mal\u00e9vola y explotadora.\u00a0En uno de los primeros ejemplos, un papiro que data del a\u00f1o 41 d.C., un comerciante alejandrino advierte a un amigo que \u201ctenga cuidado con los jud\u00edos\u201d.[2]<\/strong><\/a>Durante el siglo IV, Alejandr\u00eda fue testigo de una serie de disturbios antijud\u00edos, casi todos provocados por acusaciones de explotaci\u00f3n econ\u00f3mica.<\/p>\n Si bien la hostilidad hacia los jud\u00edos fue com\u00fan durante la vida del Imperio Romano, s\u00f3lo m\u00e1s tarde la extensi\u00f3n y la naturaleza de la di\u00e1spora jud\u00eda comenzaron a plantear una “cuesti\u00f3n jud\u00eda” para el pueblo europeo en su conjunto.\u00a0Entre los siglos V y X, los puestos comerciales jud\u00edos se afianzaron en toda Europa, desde C\u00e1diz y Toledo hasta el B\u00e1ltico, Polonia y Ucrania.\u00a0Fundamentalmente, esta extensa red proporcion\u00f3 a los jud\u00edos un monopolio casi total en el intercambio de moneda e informaci\u00f3n.\u00a0Las civilizaciones isl\u00e1mica y cristiana durante este per\u00edodo se enfrentaron amargamente y los comerciantes de ambas facciones se mostraron reacios a transportar mercanc\u00edas a territorio rival.\u00a0Los jud\u00edos, que disfrutaban de una relativa tolerancia por parte de ambas civilizaciones, pod\u00edan transportar mercanc\u00edas desde Oriente Medio a Europa, donde a las \u00e9lites carolingias les gustaba especialmente comprar art\u00edculos de lujo de tierras \u00e1rabes a trav\u00e9s de comerciantes jud\u00edos.\u00a0De manera similar, los jud\u00edos estaban estrat\u00e9gicamente posicionados para superar los obst\u00e1culos legales de ambas civilizaciones a la usura, un \u00e1rea econ\u00f3mica que hab\u00edan refinado hasta convertirla en una especie de arte en Babilonia.<\/p>\n Entonces, la poblaci\u00f3n jud\u00eda del noroeste de Europa evolucion\u00f3 desde una dispersi\u00f3n de comerciantes internacionales individuales hasta comunidades crecientes de comerciantes locales.\u00a0El giro hacia el comercio local permiti\u00f3 a los jud\u00edos adquirir un influyente papel de intermediarios en la sociedad europea, al que a\u00f1adieron una amplia participaci\u00f3n en operaciones crediticias.\u00a0Sobre esta base de creciente influencia econ\u00f3mica, el \u00faltimo per\u00edodo carolingio tambi\u00e9n fue testigo del desarrollo de las primeras relaciones simbi\u00f3ticas entre las finanzas jud\u00edas y las elites europeas.\u00a0Esto otorg\u00f3 importantes privilegios y protecciones a los jud\u00edos, quienes pronto adquirieron un estatus de \u00e9lite.\u00a0Uno de los primeros ejemplos de tal relaci\u00f3n surgi\u00f3 en la d\u00e9cada de 810, cuando Agobard (c.779-840), el arzobispo de Lyon, intent\u00f3 restringir las actividades financieras de los jud\u00edos en su localidad y se enfrent\u00f3 al poder real.\u00a0Aunque muchos eruditos jud\u00edos se han esforzado mucho en retratar a Agobard como un fan\u00e1tico religioso que encend\u00eda los \u00e1nimos contra los jud\u00edos simplemente porque no eran cristianos, Jeremy Cohen admite que “Agobard se opuso a la posici\u00f3n privilegiada que los jud\u00edos parec\u00edan tener en la sociedad franca”.[3]<\/strong><\/a>Adem\u00e1s de observar actitudes supremacistas entre los jud\u00edos de Lyon, Agobardo se quej\u00f3 de que el rey de los francos y coemperador con Carlomagno, Luis el Piadoso (778-840), hab\u00eda emitido cartas y nombrado funcionarios especiales para proteger tanto a los jud\u00edos como a sus derechos econ\u00f3micos. E intereses, y hab\u00eda hecho la vista gorda ante el hecho de que “la trata de esclavos estaba dirigida por jud\u00edos”.[4]<\/strong><\/a>Despu\u00e9s de repetidas agitaciones por estos motivos, Agobardo y sus sacerdotes fueron amenazados tanto por jud\u00edos como por funcionarios reales en 826, con el resultado de que algunos de los sacerdotes tuvieron que esconderse.\u00a0La agitaci\u00f3n de Agobardo, incluida su oposici\u00f3n a las pol\u00edticas de Luis el Piadoso, fue en \u00faltima instancia un fracaso, lo que result\u00f3 en un momento en su exilio personal.\u00a0Quiz\u00e1s incluso m\u00e1s que cuando los musulmanes invadieron Espa\u00f1a en 711, cuando \u201clos jud\u00edos les ayudaron a invadirla\u201d.[5]<\/strong> Alentados por los \u00e9xitos de pioneros pol\u00edtico-financieros como los de Lyon, un n\u00famero significativo de jud\u00edos del sur de Europa iniciaron una migraci\u00f3n constante hacia el norte.\u00a0Muchos se reunieron en la cuenca del Rin, formando el n\u00facleo de lo que m\u00e1s tarde se conocer\u00eda como los jud\u00edos “asquenaz\u00edes”.\u00a0La expansi\u00f3n desde all\u00ed fue r\u00e1pida.\u00a0Una colonia de financieros jud\u00edos lleg\u00f3 a Inglaterra en 1070, tras la conquista normanda cuatro a\u00f1os antes.\u00a0Aunque faltan pruebas claras, los financieros jud\u00edos disfrutaban de relaciones preexistentes con las \u00e9lites normandas y es muy probable que el dinero jud\u00edo hubiera formado parte del cofre de guerra de la invasi\u00f3n.\u00a0Tenemos pruebas concluyentes de que la posterior conquista normanda de Irlanda por parte de Strongbow, en 1170, fue financiada por un usurero jud\u00edo llamado Josce, que entonces ten\u00eda su sede en la ciudad inglesa de Gloucester.[6]<\/strong><\/a>Con sede en Londres, los jud\u00edos de Inglaterra reflejaron a sus hom\u00f3logos de otras partes del continente en el sentido de que se convirtieron en \u201cuna clase muy unida de financieros.\u00a0Desde el principio lograron asociarse estrechamente con los reyes en sus operaciones, entregando a la realeza los pagar\u00e9s de los deudores morosos a cambio de una parte de las sumas adeudadas.\u00a0Eran los ‘hombres del rey’, vasallos de un tipo especial, ya que eran la principal fuente de ingresos de su soberano\u201d.[7]<\/strong><\/a>La base de la relaci\u00f3n jud\u00eda con las elites europeas fue, por tanto, una confluencia general de ambiciones financieras y pol\u00edticas.\u00a0Las principales v\u00edctimas ser\u00edan las masas europeas.<\/p>\n Eera una empresa arriesgada, pero las poblaciones jud\u00edas evidentemente sent\u00edan que val\u00eda la pena arriesgarse.\u00a0Nunca se oblig\u00f3 a ning\u00fan jud\u00edo a establecerse en un pa\u00eds europeo, pero aun as\u00ed vinieron y se expandieron.\u00a0Eran conscientes de que, como no cristianos y due\u00f1os de las deudas, generar\u00edan hostilidad.\u00a0De hecho, estas consideraciones formaron un aspecto importante de su negociaci\u00f3n de estatutos: acuerdos redactados entre jud\u00edos y elites europeas que establec\u00edan las condiciones de residencia, los niveles de protecci\u00f3n y las recompensas financieras que har\u00edan que valiese la pena establecerse para los jud\u00edos.\u00a0Por ejemplo, en 1084, a los jud\u00edos se les entreg\u00f3 un muro defensivo alrededor de su barrio de asentamiento en la ciudad de Speyer, en Renania, en cumplimiento de las promesas hechas en su carta.[8]<\/strong><\/a>Algunas de las casas m\u00e1s antiguas que a\u00fan se conservan en Inglaterra fueron construidas originalmente por orden de jud\u00edos, y su longevidad se debe al hecho de que los jud\u00edos pose\u00edan la riqueza para construir casas con un generoso uso de piedra para mayor seguridad.[9]<\/strong> La informaci\u00f3n que tenemos obre la ciudad de Perpi\u00f1\u00e1n en el siglo XIII en el sur de Francia indica que los campesinos y los habitantes de las ciudades constitu\u00edan alrededor del 95% de los clientes de las colonias jud\u00edas de prestamistas, una cifra que debe considerarse ampliamente representativa de los patrones en otras partes de Europa.[10]<\/strong> Como las \u00e9lites reales sal\u00edan ganando de las confiscaciones de propiedades basadas en la deuda de propiedad jud\u00eda, y a\u00fan m\u00e1s de los impagos de la nobleza terrateniente, protegieron mucho su rentable alianza con las colonias usurarias jud\u00edas.\u00a0En muchos casos, a los jud\u00edos se les concedi\u00f3 un estatus casi real, lo que significaba que cualquier caso de agresi\u00f3n o desobediencia contra los jud\u00edos ser\u00eda tratado como si fuera un acto contra el propio rey.\u00a0La hostilidad antijud\u00eda, ocasionalmente entrelazada con la ira ante la codicia de la clase \u00e9lite, estaba as\u00ed legalmente restringida pero culturalmente rampante.\u00a0En ocasiones tambi\u00e9n fue desviada \u00fatilmente por medios legales.\u00a0Los jud\u00edos ten\u00edan muy poco inter\u00e9s en poseer y trabajar tierras, por lo que la prohibici\u00f3n de poseerlas fue, en \u00faltima instancia, una caracter\u00edstica com\u00fan pero sin significado del panorama legal europeo medieval.\u00a0Sin embargo, lo que s\u00ed logr\u00f3 la prohibici\u00f3n fue realizar un juego de manos legalista mediante el cual los jud\u00edos y las \u00e9lites pod\u00edan conspirar para defraudar a las clases inferiores, en particular a los barones menores moderadamente ricos.\u00a0En esencia, permiti\u00f3 a los prestamistas jud\u00edos participar en el arriesgado juego de enfrentar a una clase de europeos contra otra.\u00a0Por ejemplo, en la Inglaterra del siglo XIII, la usura jud\u00eda fue un punto clave de discordia, e incluso de crisis, entre la clase caballeresca y los barones.\u00a0La cl\u00e1usula veinticinco de la Petici\u00f3n de los Barones de Inglaterra (mayo de 1258) se quejaba de que \u201clos jud\u00edos a veces transfieren sus deudas y tierras que les han sido prometidas a magnates y otras personas poderosas del reino, quienes as\u00ed entran en tierras de hombres inferiores\u201d.[12]<\/strong><\/a>Detr\u00e1s de la competencia inmediata por los intereses materiales, se desataba una lucha m\u00e1s profunda.\u00a0Esta fue la contienda entre las clases inferiores y las elites involucradas con los jud\u00edos, entre el impulso democr\u00e1tico y la corrupci\u00f3n, entre la fidelidad nacional\/religiosa y la traici\u00f3n.\u00a0En ninguna parte esta lucha fue m\u00e1s evidente que en la Carta Magna de Inglaterra (1215), que hab\u00eda intentado, con \u00e9xito moderado, controlar el poder tanto del rey como de los jud\u00edos.<\/p>\n Aparte de la fuerza combinada de una baron\u00eda agraviada, en la Europa medieval s\u00f3lo hab\u00eda una fuerza capaz de socavar las protecciones reales otorgadas a los jud\u00edos y sus pr\u00e1cticas.\u00a0Esta era la religi\u00f3n.\u00a0El impulso religioso de la cristiandad medieval era fuerte, emocional y en muchos casos pose\u00eda voluntad pol\u00edtica y poder pol\u00edtico propio.\u00a0Un rey pod\u00eda ejecutar a un rival econ\u00f3mico con relativa impunidad, pero era mucho m\u00e1s dif\u00edcil ejecutar a alguien que cultivaba una apariencia de absoluta piedad cristiana y, por tanto, disfrutaba del apoyo de la Iglesia.\u00a0Por esta raz\u00f3n, si bien las causas del antisemitismo ten\u00edan sus ra\u00edces casi exclusivamente en cuestiones materiales como la explotaci\u00f3n econ\u00f3mica, la religi\u00f3n y la espiritualidad ocupan un lugar destacado como barniz para las acciones antijud\u00edas m\u00e1s fuertes del per\u00edodo.\u00a0En efecto, la religi\u00f3n se convirti\u00f3 en un pretexto m\u00e1s seguro y \u00fatil para la acci\u00f3n antijud\u00eda que los agravios econ\u00f3micos expl\u00edcitos.\u00a0La oposici\u00f3n religiosa a las colonias jud\u00edas se convirti\u00f3 as\u00ed en el medio superficial para promover una agenda dise\u00f1ada para reducir el poder material y la influencia pol\u00edtica de los jud\u00edos.<\/p>\n Dos acontecimientos notables en la Europa medieval son indicativos del patr\u00f3n discutido anteriormente: la violencia antijud\u00eda durante las Cruzadas y la evoluci\u00f3n de la acusaci\u00f3n de cr\u00edmenes rituales (el \u00a0llamado “libelo de sangre”) y el folclore asociado con respecto a los jud\u00edos.\u00a0He llegado a denominar estos acontecimientos como la \u201cPrimera Reacci\u00f3n Europea\u201d.\u00a0Antes de las Cruzadas hay algunas pruebas de que se utilizaron pretextos religiosos para enmascarar ambiciones materiales y pol\u00edticas subyacentes a las acciones contra los jud\u00edos.\u00a0Entre 1007 y 1012 se produjeron una serie de expulsiones de jud\u00edos en todo el noroeste de Europa, iniciadas primero bajo la aparente direcci\u00f3n del rey Roberto el Piadoso (972-1031) y sus nobles, y luego por el emperador del Sacro Imperio Romano Germ\u00e1nico, el rey Roberto el Piadoso \u00a0(973-1031) y luego Enrique II (973- 1024).\u00a0Aunque Roberto present\u00f3 sus purgas como una guerra contra la herej\u00eda religiosa, los documentos sugieren que le preocupaba m\u00e1s que los jud\u00edos hubieran desarrollado un poder pol\u00edtico aut\u00f3nomo basado en una creciente influencia financiera: que \u201chay un pueblo extendido por las provincias que no nos obedece. “[13]<\/strong><\/a>Un aspecto interesante de estas acciones contra los jud\u00edos es que posteriormente fueron revocadas por la intervenci\u00f3n del Papa Alejandro II.<\/p>\n Norman Golb se\u00f1ala que en el siglo XI un grupo de unos doscientos intelectuales jud\u00edos hab\u00eda adquirido influencia en Roma, entre ellos el erudito jud\u00edo R. Yehiel, que \u201centra y sale libremente de la residencia del Papa\u201d.[14]<\/strong><\/a>As\u00ed, el per\u00edodo fue testigo de una escalada en el desarrollo de la influencia de las \u00e9lites internacionales, en la que redes de influencia transfronterizas entraron en la vida pol\u00edtica jud\u00eda.\u00a0La influencia jud\u00eda en las tierras alemanas tambi\u00e9n se vio impulsada por un auge demogr\u00e1fico.\u00a0Si a finales del siglo X hab\u00eda aproximadamente 5.000 jud\u00edos, a finales del XI contaban entre 20.000 y 25.000.[15]<\/strong><\/a><\/p>\n Durante la predicaci\u00f3n de la Primera Cruzada, que comenz\u00f3 en 1095, sali\u00f3 a la superficie un siglo de explotaci\u00f3n y competencia econ\u00f3micas, y la atm\u00f3sfera pol\u00edtica tumultuosa e inquieta a\u00f1adi\u00f3 oportunidades al motivo.\u00a0Paul Johnson escribe sobre una “ruptura en el orden normal”.[diecis\u00e9is]<\/strong><\/a>Esta ruptura socav\u00f3 la seguridad y las protecciones que ofrec\u00eda la relaci\u00f3n entre jud\u00edos y las \u00e9lites europeas, moviendo las comunidades jud\u00edas y su riqueza a actos de represalia.\u00a0Ambos niveles de la Cruzada, tanto el nivel de los caballeros cruzados como el del ej\u00e9rcito campesino, buscaban provisiones en sus alrededores a su paso por Europa.\u00a0Esto frecuentemente implicaba ajustar cuentas con colonias jud\u00edas ricas, a menudo en violaci\u00f3n de privrivilegios otorgados por las autoridades pol\u00edticas y religiosas.\u00a0Los saqueos eran comunes.\u00a0En Maguncia, los jud\u00edos eran muy conscientes de las motivaciones de los cristianos que se abr\u00edan paso hacia el barrio jud\u00edo, ganando tiempo para escapar arrojando dinero a los cruzados desde sus ventanas.[17]<\/strong><\/a>Sin embargo, al final la agitaci\u00f3n dur\u00f3 relativamente poco.\u00a0Tras la anulaci\u00f3n de las deudas jud\u00edas y, en ocasiones, la reafirmaci\u00f3n del poder de las \u00e9lites locales, la violencia se disip\u00f3 r\u00e1pidamente.\u00a0Los ataques a los centros jud\u00edos de Europa fueron \u201climitados en alcance e impacto\u201d y \u201cla mayor parte de los jud\u00edos del norte de Europa emergieron de la crisis sacudidos pero ilesos\u201d.[18]<\/strong><\/a><\/p>\n A pesar del limitado impacto inmediato, las Cruzadas tuvieron una influencia duradera en las mentalidades jud\u00edas y europeas.\u00a0En algunos casos, a los jud\u00edos se les hab\u00eda presentado la opci\u00f3n de convertirse al cristianismo o ser ejecutados.\u00a0No est\u00e1 claro si esta \u00faltima amenaza se habr\u00eda llevado a cabo o podr\u00eda haberse llevado a cabo, dado que la conversi\u00f3n forzosa de los jud\u00edos hab\u00eda sido efectivamente prohibida por decreto papal.\u00a0Sin embargo, los jud\u00edos reaccionaron en tales situaciones de una manera que demostraba intensos sentimientos de etnocentrismo y lealtad grupal: los asesinatos y suicidios en masa, junto con los casos de autoinmolaci\u00f3n, no eran infrecuentes.\u00a0La experiencia dej\u00f3 una huella en el panorama mental jud\u00edo muy desproporcionada con la realidad de la amenaza que representaban para las colonias jud\u00edas.\u00a0Tal vez incluso m\u00e1s que el “recuerdo” de la estancia en Egipto relatado en el Libro del \u00c9xodo, en la mente jud\u00eda las Cruzadas marcaron el comienzo de la trayectoria “lacrimosa” de la historia jud\u00eda;\u00a0una persecuci\u00f3n aparentemente interminable de m\u00e1rtires inocentes.\u00a0De manera igualmente destacada, la visi\u00f3n de los jud\u00edos participando en un repudio masivo extremadamente violento de la fe cristiana y de su propia individualidad provoc\u00f3 una transformaci\u00f3n del jud\u00edo en la mentalidad europea.\u00a0Los jud\u00edos ya no eran simplemente extranjeros explotadores y no cristianos, sino fundamentalmente diferentes de la humanidad europea.\u00a0En algunos casos, los jud\u00edos hab\u00edan reaccionado con tal crueldad ante la perspectiva de conversi\u00f3n que los europeos detectaron un odio demon\u00edaco hacia su credo.\u00a0Por ejemplo, en 1096 en Trier, dos jud\u00edos orinaron sobre un crucifijo, despu\u00e9s de que se les hubiera notificado una orden judicial para convertirse, un acto que el historiador Elliott Horowitz cree que no era infrecuente.[19]<\/strong><\/a><\/p>\n Despu\u00e9s de las Cruzadas, y directamente como resultado de comportamientos como estos, los jud\u00edos entraron en el folclor europeo.\u00a0Entre los per\u00edodos medieval y moderno temprano, las comunidades jud\u00edas continuaron expandiendo su influencia,\u00a0 demogr\u00e1fica y geogr\u00e1ficamente.\u00a0Podr\u00eda decirse que las historias populares sobre jud\u00edos se desarrollaron como parte de un intento de incorporar advertencias contra el contacto con los jud\u00edos en la cultura europea y, a trav\u00e9s de la cultura, en el subconsciente europeo.\u00a0Una de las leyendas populares m\u00e1s poderosas sobre los jud\u00edos fue la acusaci\u00f3n de cr\u00edmenes rituales, seg\u00fan la cual los jud\u00edos secuestraban y asesinaban a ni\u00f1os europeos con fines rituales casi sat\u00e1nicos*.\u00a0Una acusaci\u00f3n relacionada fue que los jud\u00edos profanaban los sacramentos cristianos.<\/p>\n Acusaciones como estas deben leerse como intentos de imponer las mismas normas sociales y pol\u00edticas inquietantes que se hab\u00edan ofrecido durante las Cruzadas.\u00a0En esencia, lo que seguimos viendo es el uso de la religi\u00f3n y el fervor religioso como pretexto para abordar agravios socioecon\u00f3micos subyacentes en un contexto en el que los jud\u00edos permanec\u00edan bajo la protecci\u00f3n del poder pol\u00edtico de la \u00e9lite.<\/p>\n Otro tema del temprano conflicto europeo-jud\u00edo, en el que la religi\u00f3n y las preocupaciones socioecon\u00f3micas se superpusieron, es el de la expulsi\u00f3n masiva.\u00a0No hace falta decir que las numerosas expulsiones medievales de comunidades jud\u00edas de un gran n\u00famero de lugares europeos dejaron una huella indeleble en la psique jud\u00eda.\u00a0Adam y Gedaliah Afterman han escrito sobre el per\u00edodo medieval como una \u00e9poca en la que los jud\u00edos cultivaron una poderosa teolog\u00eda\/ideolog\u00eda de venganza por los agravios perpetrados por las poblaciones anfitrionas., o percibidos como tales.\u00a0Un cuento asquenaz\u00ed medieval, por ejemplo, retrata a Dios \u201cescribiendo en su manto\u201d los nombres de todas las v\u00edctimas jud\u00edas de los gentiles a lo largo del tiempo para que en el futuro la deidad tuviera un registro de aquellos a los que hab\u00eda que vengar.[20]<\/strong><\/a>Y as\u00ed como los jud\u00edos medievales percib\u00edan que eran v\u00edctimas inocentes de los malvados gentiles, la historiograf\u00eda jud\u00eda ha retratado abrumadoramente las expulsiones como resultado de \u201crumores, prejuicios y acusaciones insinuantes e irracionales\u201d.[21]<\/strong><\/a>Esta comprensi\u00f3n de las expulsiones se ha revisado recientemente, de manera muy destacada en el trabajo del historiador de Harvard Rowan W. Dorin, cuya tesis doctoral de 2015 y publicaciones posteriores han ayudado por primera vez a contextualizar completamente las expulsiones masivas de jud\u00edos en Europa durante el per\u00edodo medieval, 1200-1450.[22]<\/strong><\/a>Dorin se\u00f1ala que los jud\u00edos nunca fueron espec\u00edficamente objeto de expulsi\u00f3n\u00a0en cuanto<\/em>\u00a0jud\u00edos, sino como usureros, y se\u00f1ala que la gran mayor\u00eda de las expulsiones en el per\u00edodo apuntaban a \u201ccristianos provenientes del norte de Italia\u201d.\u00a0Los jud\u00edos fueron expulsados, al igual que estos usureros cristianos, por sus acciones, elecciones y comportamientos.<\/p>\n Lo que presenci\u00f3 el per\u00edodo no fue una ola de acciones antijud\u00edas irracionales, sino m\u00e1s bien una reacci\u00f3n eclesi\u00e1stica generalizada contra la expansi\u00f3n del pr\u00e9stamo de dinero entre los cristianos, que finalmente absorbi\u00f3 a los jud\u00edos en sus consideraciones por razones de sentido com\u00fan.\u00a0Se dise\u00f1aron varias leyes y estatutos, por ejemplo\u00a0Usuranum voraginem<\/em>\u00a0, para proporcionar un programa de castigos para los prestamistas cristianos extranjeros o viajeros.\u00a0Estas leyes conten\u00edan disposiciones para la excomuni\u00f3n y la prohibici\u00f3n de alquilar propiedades en ciertos lugares.\u00a0Esto \u00faltimo prohib\u00eda en la pr\u00e1ctica a esos prestamistas fijar su residencia en esos lugares y obligaba a expulsarolos en los casos en que ya estuvieran domiciliados. S\u00f3lo despu\u00e9s de que estas leyes entraron en vigor algunos te\u00f3logos y cl\u00e9rigos comenzaron a preguntarse por qu\u00e9 no se aplicaban tambi\u00e9n a los jud\u00edos que, en palabras del historiador Gavin Langmuir, estaban \u201cdesproporcionadamente involucrados en pr\u00e9stamos de dinero en el norte de Europa a finales del siglo XII\u201d. siglo.”[23]<\/strong><\/a>Hist\u00f3ricamente, la Iglesia se hab\u00eda opuesto a la expulsi\u00f3n de jud\u00edos por creer que su presencia dispersa cumpl\u00eda funciones teol\u00f3gicas y escatol\u00f3gicas.\u00a0S\u00f3lo a trav\u00e9s de la aplicaci\u00f3n m\u00e1s amplia, en gran medida de sentido com\u00fan, de las leyes antiusura recientemente desarrolladas tales obstrucciones a las confrontaciones con los jud\u00edos se volvieron teol\u00f3gica y eclesi\u00e1sticamente permisibles, si no del todo deseables.\u00a0Y una vez cruzado este Rubic\u00f3n, allan\u00f3 el camino para una r\u00e1pida serie de expulsiones de colonias usurarias jud\u00edas , fuera de pueblos y ciudades europeas, un proceso que se aceler\u00f3 r\u00e1pidamente entre los siglos XIII y XV.\u00a0A esto lo llamo la \u201cSegunda Reacci\u00f3n Europea\u201d.<\/p>\n Debilitado e inestable tras esta secuencia de expulsiones, el n\u00facleo y nexo de los jud\u00edos europeos se desplaz\u00f3 hacia el este desde el norte de Europa hacia lo que hoy es Bielorrusia, Letonia, Lituania, Moldavia, Polonia, Rusia y Ucrania.\u00a0Cuando estas comunidades echaron sus ra\u00edces inc\u00f3modas y luego comenzaron el proceso de construir influencia entre las elites de esos pa\u00edses, los jud\u00edos sefard\u00edes estaban listos para comenzar su ascenso en Espa\u00f1a.<\/p>\n Considerada como el territorio latino m\u00e1s seguro para los jud\u00edos, Espa\u00f1a hab\u00eda acogido a una \u00e9lite financiera y administrativa jud\u00eda desde la Alta Edad Media.\u00a0Sin embargo, a lo largo del siglo XIII, los cristianos en Espa\u00f1a desarrollaron constantemente sus propias \u00e9lites financieras y administrativas, con el resultado de que la competencia por los recursos comenz\u00f3 a intensificarse r\u00e1pidamente.\u00a0En el siglo XIV, la mayor\u00eda cristiana impuso una serie de leyes restrictivas para controlar y contener la influencia jud\u00eda.<\/p>\n Lo que hizo que los acontecimientos de la Espa\u00f1a moderna temprana fueran diferentes de cualquier per\u00edodo o lugar de asentamiento anterior fue la respuesta jud\u00eda.\u00a0Por primera vez, en lugar de simplemente irse, un n\u00famero significativo de jud\u00edos (especialmente los ambiciosos) comenzaron a realizar conversiones poco sinceras al cristianismo para quedarse y obtener, o retener, ciertos privilegios y protecciones.\u00a0El advenimiento de los\u00a0conversos<\/em>\u00a0fue, por supuesto, un desaf\u00edo teol\u00f3gico inesperado, incluso una contradicci\u00f3n.\u00a0Durante siglos, la Iglesia hab\u00eda estado discutiendo el problema del juda\u00edsmo en t\u00e9rminos puramente espirituales, como una cuesti\u00f3n de creencia o incredulidad.\u00a0Por lo tanto, siempre se asumi\u00f3 que el remedio natural a la incredulidad era la introducci\u00f3n de los jud\u00edos a la fe cristiana, seguida de la exposici\u00f3n a las aguas transformadoras del bautismo.\u00a0Para sorpresa y consternaci\u00f3n de muchos cristianos, gradualmente se comprendi\u00f3 que incluso despu\u00e9s del bautismo, comunidades enteras de jud\u00edos conversos al cristianismo continuaban con los mismos patrones sociales y econ\u00f3micos que en sus vidas jud\u00edas anteriores.\u00a0Mantuvieron una fuerte tendencia a casarse s\u00f3lo entre ellos.\u00a0Tend\u00edan a mantener el mismo control sobre ciertas posiciones dentro de las finanzas y la influencia pol\u00edtica, y con frecuencia reforzaron este control a trav\u00e9s del nepotismo y el favoritismo dentro del grupo.\u00a0Tales comportamientos no s\u00f3lo llevaron a la creciente sensaci\u00f3n de que los\u00a0conversos<\/em>\u00a0eran tramposos e hip\u00f3critas, sino tambi\u00e9n de que eran socialmente subversivos y actuaban como agentes disfrazados y da\u00f1inos en la cultura y la religi\u00f3n.\u00a0Es este \u00faltimo aspecto de la historia jud\u00eda, la idea del jud\u00edo como subversivo cultural, lo que separa a los jud\u00edos de otras “minor\u00edas intermedias” a lo largo de la historia, y es uno de los elementos m\u00e1s cruciales en la historia de la interacci\u00f3n europeo-jud\u00eda.<\/p>\n La primera ola de reacciones contra los\u00a0conversos<\/em>\u00a0se produjo a principios del siglo XV.\u00a0La Iglesia inici\u00f3 formalmente las investigaciones en 1430, y los primeros disturbios anticonversos\u00a0comenzaron<\/em>\u00a0en la d\u00e9cada de 1440 en Toledo, durando a veces\u00a0 hasta dos semanas.\u00a0Como sucedi\u00f3 en los disturbios antijud\u00edos en Inglaterra siglos antes, todas las listas de deudores descubiertas por los alborotadores fueron destruidas y la mayor\u00eda de los\u00a0conversos<\/em>\u00a0buscaron refugio en \u00e9lites simpatizantes o aliadas.[24]<\/strong><\/a>Al igual que el advenimiento del “Libelo de Sangre”, la intensificaci\u00f3n de la competencia por los recursos y la presencia de elites que simpatizaban con los jud\u00edos llevaron una vez m\u00e1s a una deriva hacia la autoridad religiosa.\u00a0En este caso, hubo presi\u00f3n para crear una nueva Inquisici\u00f3n espa\u00f1ola especial que estuviera equipada para erradicar y enfrentar el problema\u00a0de los conversos<\/em>\u00a0.\u00a0El proceso fue despiadadamente eficiente, con el establecimiento de nuevos sistemas de segregaci\u00f3n social.\u00a0Alrededor de 18.000 jud\u00edos secretos fueron quemados en la hoguera bajo el mando de los cinco primeros inquisidores generales.[25]<\/strong> Jerome Friedman ha se\u00f1alado que \u201cun problema de los nuevos cristianos [es decir,\u00a0los conversos<\/em>\u00a0] afect\u00f3 no s\u00f3lo a Espa\u00f1a, sino a toda Europa\u201d.[26]<\/strong><\/a>y ha sugerido que la cuesti\u00f3n de la conversi\u00f3n jud\u00eda incluso jug\u00f3 alg\u00fan papel en la provocaci\u00f3n de la Reforma Protestante.[27]<\/strong><\/a>Estos argumentos son dif\u00edciles de descartar.\u00a0Tras las expulsiones de las distintas colonias asquenaz\u00edes y tras ser expulsados \u200b\u200bde Espa\u00f1a, los nuevos cristianos sefard\u00edes establecieron nuevas redes en el norte de Europa.\u00a0Mientras estaban en Francia se establecieron en el comercio, lo que provoc\u00f3 que los funcionarios de Burdeos comentaran en 1683 que “el comercio est\u00e1 casi exclusivamente en manos de ese tipo de personas”.[28]<\/strong><\/a>En Alemania se presentaban como eruditos en hebreo y r\u00e1pidamente se congraciaron con la iglesia alemana.[29]<\/strong> Friedman, despu\u00e9s de consultar los documentos pertinentes, ha argumentado que \u201cmuchos, posiblemente todos, los primeros profesores de hebreo en las universidades alemanas y de otras universidades del norte de Europa durante las primeras d\u00e9cadas del siglo XVI, eran en realidad cristianos nuevos\u201d.[30]<\/strong> Un espectador interesado fue Mart\u00edn Lutero, quien hab\u00eda estado sujeto al menos a alguna ense\u00f1anza novocristiana.\u00a0Quiz\u00e1s debido a este adoctrinamiento, Lutero inicialmente simpatizaba mucho con la idea de que a los jud\u00edos se les deber\u00eda permitir conservar sus textos, y con la idea de que conten\u00edan ciertos elementos que val\u00eda la pena estudiar entre los cristianos.\u00a0Public\u00f3 un folleto,\u00a0Que Cristo naci\u00f3 jud\u00edo<\/em>\u00a0, y ciertamente absorbi\u00f3 una hostilidad jud\u00eda hacia la \u201cidolatr\u00eda\u201d que posteriormente incorpor\u00f3 a su cr\u00edtica de la jerarqu\u00eda cat\u00f3lica.\u00a0De hecho, el folleto deja claro que \u00e9l se ve\u00eda a s\u00ed mismo creando una forma de cristianismo filosemita que ser\u00eda m\u00e1s atractiva para los potenciales conversos del juda\u00edsmo.\u00a0Como tal, despu\u00e9s de su ruptura formal con Roma, Lutero procedi\u00f3 a lanzar sus propios esfuerzos misioneros entre los jud\u00edos, durante los cuales parece haber descubierto por primera vez la realidad de las interacciones entre jud\u00edos y europeos.\u00a0Los conversos a los que esperaba nunca se materializaron.\u00a0Luego Lutero se volvi\u00f3 contra los calvinistas, que hab\u00edan insistido en que el Pacto de Dios con los jud\u00edos permaneciera vigente.\u00a0Para Lutero, hab\u00eda sido revocado de manera definitiva y concluyente.\u00a0Los jud\u00edos que quedaron estaban malditos y eran al mismo tiempo una maldici\u00f3n.\u00a0En 1542, estaba lo suficientemente enojado por lo que ve\u00eda como para escribir\u00a0Sobre los jud\u00edos y sus mentiras<\/em>\u00a0, un texto en el cual afirm\u00f3:<\/p>\n Nadie los quiere.\u00a0El campo y los caminos est\u00e1n abiertos para ellos;\u00a0podr\u00e1n regresar a su pa\u00eds cuando lo deseen.\u00a0Con mucho gusto les daremos regalos para deshacernos de ellos, porque son una pesada carga para nosotros, un azote, una pestilencia y una desgracia para nuestro pa\u00eds.\u00a0Lo prueba el hecho de que a menudo han sido expulsados \u200b\u200bpor la fuerza: de Francia, donde ten\u00edan un suave nido;\u00a0recientemente de Espa\u00f1a, su refugio elegido, e incluso este a\u00f1o de Bohemia, donde en Praga ten\u00edan otro nido preciado;\u00a0finalmente, en vida, de Ratisbona, Magdeburgo y de muchos otros lugares.<\/p>\n Ante el renovado sentimiento antijud\u00edo de las potencias religiosas europeas, los jud\u00edos recurrieron a estrategias probadas y contrastadas, en particular el cultivo de v\u00ednculos con las elites europeas.\u00a0Desde el per\u00edodo del exilio del primer siglo, las actividades pol\u00edticas jud\u00edas se volvieron cada vez m\u00e1s uniformes, y Amichai Cohen y Stuart Cohen se\u00f1alaron la nueva di\u00e1spora: \u201cA pesar de las variaciones dictadas por vastas diferencias de ubicaci\u00f3n y situaci\u00f3n, todas las comunidades jud\u00edas desarrollaron y refinaron un conjunto notablemente similar de estrategias [pol\u00edticas] amplias\u201d.[32]<\/strong><\/a>Al carecer de un Estado y al insistir en mantenerse alejadas de sus naciones anfitrionas, las poblaciones jud\u00edas de la di\u00e1spora desarrollaron un estilo de pol\u00edtica indirecto y, en ocasiones, muy abstracto para promover sus intereses.\u00a0En fuentes jud\u00edas se conoci\u00f3 como\u00a0shtadtlanut<\/em>\u00a0(\u201cintercesi\u00f3n\u201d o \u201cpetici\u00f3n\u201d) y representaba una forma personal y muy complicada de diplomacia o arte de gobernar que, en palabras de los Cohen, \u201cpriorizaba la persuasi\u00f3n\u201d.[33]<\/strong> Los jud\u00edos de la corte actuaban como prestamistas, agentes y emisarios de su patr\u00f3n y, a cambio, solicitaban y obten\u00edan privilegios m\u00e1s amplios para ellos y su comunidad.\u00a0De hecho, se convirtieron en el n\u00facleo de una comunidad que se construy\u00f3 esencialmente en torno a ellos.\u00a0Los acuerdos entre patrones y jud\u00edos de la corte, conocidos como cartas, se volvieron cada vez m\u00e1s comunes y establec\u00edan protecciones para los jud\u00edos, pero tambi\u00e9n, tras una serie de casos de explotaci\u00f3n jud\u00eda, limitaban su tama\u00f1o, actividades comerciales y movimientos.\u00a0La carta de Federico II de Prusia de 1750, por ejemplo, preve\u00eda de manera muy precisa la presencia en Berl\u00edn de un rabino, cuatro jueces, dos cantores, seis sepultureros, tres carniceros, tres panaderos, un escriba comunal, etc.\u00a0Los jud\u00edos ten\u00edan un historial de eludir tales acuerdos , y esto se ve en la Cl\u00e1usula V, que estipula:<\/p>\n Para que en el futuro se puedan evitar m\u00e1s cuidadosamente todos los fraudes, enga\u00f1os y aumentos secretos y prohibidos del n\u00famero de familias, a ning\u00fan jud\u00edo se le permitir\u00e1 casarse, ni recibir\u00e1 permiso para establecerse, de ninguna manera, ni se le permitir\u00e1 Esto se puede creer hasta que las Oficinas de Guerra y Dominios hayan realizado una investigaci\u00f3n cuidadosa junto con la ayuda del Tesoro.<\/p>\n Quiz\u00e1s el aspecto m\u00e1s trascendental de las cartas fue la actitud muy relajada que adoptaron ante la indulgencia del pr\u00e9stamo de dinero por parte de jud\u00edos de todas las clases sociales.\u00a0En el extremo superior de la estructura comunitaria jud\u00eda, los propios jud\u00edos de la corte, la usura jud\u00eda tom\u00f3 la forma de banca formal.\u00a0El mejor ejemplo a este respecto es Mayer Amschel Rothschild (1744-1812), un jud\u00edo de la corte de los landgraves alemanes de Hesse-Kassel en la ciudad libre de Frankfurt.\u00a0El ascenso de los principales prestamistas jud\u00edos tambi\u00e9n allan\u00f3 el camino para que una mentalidad mercantilista se afianzara en la clase gobernante europea, y los jud\u00edos utilizaron su nuevo estatus e influencia, as\u00ed como los atractivos del mercantilismo, para asegurarse la readmisi\u00f3n en los Estados de los que hab\u00edan sido expulsados \u200b\u200banteriormente, sobre todo Inglaterra.\u00a0Entre los jud\u00edos inferiores, el empe\u00f1o y la venta de bienes a cr\u00e9dito se convirtieron en una epidemia, y el historiador Jacob Katz coment\u00f3 que \u201cel comercio ambulante se desarroll\u00f3 ampliamente\u201d durante la era de los jud\u00edos de la corte.[34]<\/strong><\/a>Katz a\u00f1ade que esta \u00faltima forma de actividad econ\u00f3mica, m\u00e1s que las metodolog\u00edas cada vez m\u00e1s abstractas de los Rothschild y sus cohortes, \u201cpuso a los jud\u00edos en estrecho contacto con los no jud\u00edos de tal manera que brind\u00f3 una oportunidad para pr\u00e1cticas \u00e9ticamente dudosas\u201d.[35]<\/strong> Adem\u00e1s de marcar el comienzo de una nueva era en la naturaleza de las finanzas jud\u00edas entre los europeos, el \u00faltimo per\u00edodo jud\u00edo de la corte tambi\u00e9n fue testigo de una nueva era de actividad jud\u00eda en la cultura europea que llegar\u00eda a ser tan perniciosa que eclipsar\u00eda el fen\u00f3meno neocristiano.\u00a0Comenzando con el jud\u00edo alem\u00e1n Mois\u00e9s Mendelssohn (1729-1786) y un c\u00edrculo de intelectuales jud\u00edos conocidos como los\u00a0Maskilim<\/em>\u00a0, los jud\u00edos comenzaron a exigir que se les acomodase mediante cambios en la cultura europea.\u00a0Mendelssohn, a quien a menudo se considera el primer jud\u00edo \u201casimilado\u201d y el primer intelectual jud\u00edo real que quer\u00eda ser \u201cparte de la cultura alemana\u201d, abogaba por la \u201ctolerancia\u201d y pregunt\u00f3: \u201c\u00bfDurante cu\u00e1nto tiempo, durante cu\u00e1ntos milenios debe continuar esta distinci\u00f3n entre los propietarios de la tierra y el extra\u00f1o?\u00a0\u00bfNo ser\u00eda mejor para la humanidad y la cultura borrar esta distinci\u00f3n?\u201d[36]<\/strong><\/a>La primera intrusi\u00f3n jud\u00eda en la cultura occidental estuvo acompa\u00f1ada, por tanto, de un llamamiento a la destrucci\u00f3n de las fronteras y de los derechos de migraci\u00f3n y asentamiento del \u201cextra\u00f1o\u201d.\u00a0Desde el comienzo mismo del activismo jud\u00edo en la cultura occidental, a los jud\u00edos les ha interesado socavar la posici\u00f3n de los propietarios de la tierra y promover la \u201ctolerancia\u201d, y la obra de Mendelssohn de 1781,\u00a0Sobre la mejora civil de la condici\u00f3n de los jud\u00edos<\/em>\u00a0jug\u00f3 un papel importante en el aumento de la \u201ctolerancia\u201d en la cultura occidental.\u00a0Aunque Mendelssohn y los\u00a0Maskilim<\/em>\u00a0se presentaron como jud\u00edos que deseaban modernizar el juda\u00edsmo, en realidad fueron el primer movimiento intelectual jud\u00edo y los primeros pioneros de lo que se convertir\u00eda en la \u00ab\u00a0Cultura de la Cr\u00edtica\u00a0\u00bb [en la que se enmarca el wokismo<\/em>].<\/p>\n No pas\u00f3 mucho tiempo antes de que las demandas culturales de los intelectuales jud\u00edos se convirtieran en demandas pol\u00edticas.\u00a0Los jud\u00edos siempre hab\u00edan tenido acceso pol\u00edtico a trav\u00e9s de su relaci\u00f3n con las \u00e9lites bajo el sistema de\u00a0shtadlanut<\/em>\u00a0, pero el declive de las monarqu\u00edas absolutistas y el ascenso de la democracia requirieron nuevas estrategias y un nuevo acceso a las palancas del poder pol\u00edtico.\u00a0Los jud\u00edos comenzaron a obtener poder pol\u00edtico directo durante la Revoluci\u00f3n Francesa, despu\u00e9s de que se les concedi\u00f3 la ciudadan\u00eda plena a pesar de muchas amargas quejas sobre sus actividades econ\u00f3micas.[37]<\/strong><\/a>Luego se produjo un efecto domin\u00f3 en toda Europa, aunque no sin un intenso debate.\u00a0Muchas figuras pol\u00edticas contempor\u00e1neas, equivocadas en retrospectiva, vieron la concesi\u00f3n de privilegios pol\u00edticos a los jud\u00edos como un medio para garantizar el control y la rendici\u00f3n de cuentas.<\/p>\n En Inglaterra, por ejemplo, Thomas Babington Macaulay (1800-1859), un famoso historiador y uno de los principales hombres de letras de Gran Breta\u00f1a, asumi\u00f3 la causa de eliminar las \u201cdiscapacidades civiles\u201d jud\u00edas en Gran Breta\u00f1a.\u00a0En una sucesi\u00f3n de discursos, Macaulay jug\u00f3 un papel decisivo a la hora de impulsar el caso a favor de permitir que los jud\u00edos ocuparan puestos en la legislatura, y su art\u00edculo de enero de 1831,\u00a0Discapacidades civiles de los jud\u00edos,<\/em>\u00a0tuvo un \u201cefecto significativo en la opini\u00f3n p\u00fablica\u201d.[38]<\/strong><\/a>Pero Macaulay no apoyaba a los jud\u00edos.\u00a0Una lectura completa de su famoso art\u00edculo de 1831 sobre\u00a0las discapacidades civiles de los jud\u00edos<\/em>\u00a0revela mucho sobre el alcance y la naturaleza del poder y la influencia jud\u00edos en Gran Breta\u00f1a en ese momento, y Macaulay ve\u00eda la emancipaci\u00f3n como un medio para “mantener a los jud\u00edos bajo control”.\u00a0Insist\u00eda en que los jud\u00edos ya ten\u00edan una gran influencia y a\u00f1adi\u00f3 que \u201clos jud\u00edos ahora no est\u00e1n excluidos del poder pol\u00edtico.\u00a0Lo poseen;\u00a0y mientras se les permita acumular propiedades, deben poseerlas.\u00a0La distinci\u00f3n que a veces se hace entre privilegios civiles y poder pol\u00edtico es una distinci\u00f3n sin diferencia.\u00a0Los privilegios son poder\u201d.[39]<\/strong><\/a>Macaulay tambi\u00e9n era consciente del papel de las finanzas como fuerza principal del poder jud\u00edo en Gran Breta\u00f1a.\u00a0Pregunt\u00f3: \u201c\u00bfQu\u00e9 poder en la sociedad civilizada es tan grande como el del acreedor sobre el deudor?\u00a0Si le quitamos esto al jud\u00edo, le quitamos la seguridad de su propiedad.\u00a0Si se lo dejamos a \u00e9l, le dejamos un poder mucho m\u00e1s desp\u00f3tico que el del Rey y todo su gabinete\u201d.\u00a0Macaulay responde adem\u00e1s a las afirmaciones cristianas de que \u201cser\u00eda imp\u00edo permitir que un jud\u00edo se sentara en el Parlamento\u201d afirmando sin rodeos que \u201cun jud\u00edo puede ganar dinero, y el dinero puede hacer que sean miembros del Parlamento.\u00a0\u2026 [El] jud\u00edo puede gobernar el mercado monetario, y el mercado monetario puede gobernar el mundo.\u00a0\u2026 El garabato del jud\u00edo en el reverso de una hoja de papel puede valer m\u00e1s que la palabra de tres reyes o la fe nacional de tres nuevas rep\u00fablicas americanas\u201d.<\/p>\n Las ideas de Macaulay sobre la naturaleza del poder jud\u00edo en esa \u00e9poca, y sus afirmaciones de que los jud\u00edos ya hab\u00edan acumulado poder pol\u00edtico sin la ayuda de los estatutos de ciudadan\u00eda, son bastante profundas.\u00a0Sin embargo, su razonamiento (que permitir la entrada de jud\u00edos en la legislatura de alguna manera contrarrestar\u00eda este poder o lo har\u00eda responsable) parece lamentablemente ingenuo y mal pensado.\u00a0En 1871, con la unificaci\u00f3n de Alemania, el acceso directo de los jud\u00edos a los sistemas pol\u00edticos de Europa estaba pr\u00e1cticamente completo.<\/p>\n Lo que sigui\u00f3 fue un per\u00edodo caracterizado por los historiadores como \u201casimilaci\u00f3n\u201d jud\u00eda a la cultura occidental.\u00a0El t\u00e9rmino implica una adaptaci\u00f3n, combinaci\u00f3n o adopci\u00f3n de normas occidentales, y est\u00e1 lejos de ser apropiado o suficiente para explicar lo que realmente ocurri\u00f3 en el siglo XIX y principios del XX.\u00a0Bajo la democracia, los jud\u00edos, que siguieron siendo en su mayor parte un grupo cultural y gen\u00e9ticamente distinto, avanzaron a posiciones de \u00e9lite en la prensa, el gobierno, la academia y las profesiones.\u00a0Desde estas posiciones, los jud\u00edos protegieron sus sistemas de dominio econ\u00f3mico y promovieron nuevas formas de poder cultural.\u00a0Se destacaron como distribuidores de pornograf\u00eda, proveedores de anticonceptivos y, en su sarc\u00e1stico desprecio por el patriotismo, como vanguardia de las ideas antinacionales.\u00a0En el gran Este de Europa, disfrutaron de un auge demogr\u00e1fico financiado por la explotaci\u00f3n masiva de los siervos bajo el sistema de tabernas, el empe\u00f1o y otras formas de pr\u00e9stamo de dinero.\u00a0En muchas de las grandes ciudades aunaron recursos, desarrollaron monopolios y extendieron su poder e influencia por todas partes.<\/p>\n Los intelectuales gobernantes de hoy han considerado la respuesta europea a estos acontecimientos como \u201cel ascenso del antisemitismo moderno\u201d.\u00a0Distanciados de las interpretaciones religiosas que influyeron en la primera gran reacci\u00f3n de Europa (1095-1290) contra la influencia jud\u00eda en la Edad Media, y transformados por los contextos pol\u00edticos de las expulsiones que caracterizaron la Segunda Reacci\u00f3n (c.1290-1535), los europeos de lo que lo que llamamos la Tercera Revoluci\u00f3n Europea (c.1870-1950) se centraron en gran medida en el impacto econ\u00f3mico, social y pol\u00edtico de los jud\u00edos en la sociedad europea.\u00a0Lo que comenz\u00f3 como una oposici\u00f3n a la \u201cemancipaci\u00f3n\u201d pol\u00edtica jud\u00eda se convirti\u00f3 en una filosof\u00eda e ideolog\u00eda pol\u00edticas coherentes basadas en varios preceptos clave:<\/p>\n Los jud\u00edos tuvieron sus propias respuestas.\u00a0En Occidente, fortalecieron los lazos existentes con \u00e9lites europeas amigas y formaron sus primeros comit\u00e9s de defensa formales y seculares, desde los cuales hicieron campa\u00f1a a favor de leyes sobre la libertad de expresi\u00f3n y otras leyes opresivas.\u00a0En Oriente ten\u00edan dos estrategias principales.\u00a0En Occidente, comenzaron uno de los mayores enga\u00f1os propagand\u00edsticos jam\u00e1s concebidos y, bajo la apariencia de pogromos masivos supuestamente instigados por las \u00e9lites rusas, migraron en masa a Occidente, especialmente a Estados Unidos, acompa\u00f1ados de oleadas de simpat\u00eda inducida por los medios.\u00a0En Europa oriental, arrojaron su masa demogr\u00e1fica y su agresi\u00f3n intelectual al comunismo, formando su vanguardia y utilizando su impulso para vengarse de una \u00e9lite rusa que, en su opini\u00f3n, no hab\u00eda apoyado sus intereses y de un campesinado de Europa del Este al que consideraban poco mejor que animales. .[40]<\/strong><\/a>En una estrategia final, desarrollaron el sionismo, postulando a Palestina como una patria jud\u00eda, pero que en cambio lleg\u00f3 a representar una casa colonial de transici\u00f3n, un refugio seguro desde el cual administrar una di\u00e1spora creciente y cada vez m\u00e1s compleja, y un lugar seguro para ser utilizado en caso de\u00a0 una reacci\u00f3n.\u00a0Estas estrategias tendr\u00edan tanto \u00e9xito que llevar\u00edan al historiador Yuri Slezkine a describir el siglo XX como \u201cel siglo jud\u00edo\u201d.[41]<\/strong><\/a><\/p>\n El acontecimiento m\u00e1s importante de ese siglo fue, por supuesto, la Segunda Guerra Mundial, una conflagraci\u00f3n que fue m\u00e1s que el resultado de los objetivos b\u00e9licos expansionistas de Alemania o de su trayectoria ideol\u00f3gica.\u00a0De hecho, la Segunda Guerra Mundial fue una serie de conflictos superpuestos, uno de los cuales, la Tercera Reacci\u00f3n Europea contra los jud\u00edos, desat\u00f3 d\u00e9cadas, si no siglos, de tensiones inter\u00e9tnicas reprimidas en toda Europa.\u00a0Los jud\u00edos frecuentemente fueron participantes activos y violentos durante la guerra, lo que significa que las bajas masivas eran inevitables.\u00a0El n\u00famero de muertes en todos los bandos fue realmente significativo.\u00a0Pero los relatos honestos, completos e imparciales sobre por qu\u00e9 ocurri\u00f3 esta cat\u00e1strofe inter\u00e9tnica y la verdadera naturaleza de su alcance siguen ausentes de la corriente principal y son extremadamente raros en los estudios.\u00a0En cambio, lo que surgi\u00f3 despu\u00e9s de la guerra fue una \u201cindustria del Holocausto\u201d que inici\u00f3 una era de \u201cculpabilidad blanca\u201d que, a su vez, ha contribuido en gran medida a la par\u00e1lisis y la inercia cultural occidental de la actualidad.<\/p>\n Esta par\u00e1lisis e inercia se vieron favorecidas por la creciente influencia jud\u00eda en Hollywood, el mundo acad\u00e9mico y la prensa, y por el extraordinario crecimiento del poder de las ligas de defensa jud\u00edas, sobre todo la Liga Antidifamaci\u00f3n (ADL) de Nueva York.\u00a0Impulsados \u200b\u200bpor el apoyo financiero de donantes ricos del mundo de las finanzas internacionales y los medios de comunicaci\u00f3n, la ADL y organizaciones similares han asumido una importancia en la vida p\u00fablica muy desproporcionada con el tama\u00f1o de la poblaci\u00f3n a la que sirven exclusivamente.\u00a0Su legado ha sido la r\u00e1pida expansi\u00f3n de la legislaci\u00f3n sobre libertad de expresi\u00f3n, la invenci\u00f3n de la legislaci\u00f3n sobre los llamados \u201ccr\u00edmenes de odio\u201d y el avance lento y constante de la censura masiva.\u00a0Es en este contexto, y contra todo pron\u00f3stico, que publicamos el sitio web que est\u00e1s leyendo actualmente.<\/p>\n Se podr\u00eda argumentar que actualmente estamos “entre reacciones”.\u00a0Aqu\u00ed, al comienzo del siglo XXI, nos encontramos a la vez en las inc\u00f3modas y persistentes secuelas de una reacci\u00f3n previa contra los jud\u00edos y en el comienzo de un aumento de la tensi\u00f3n que significa que una nueva reacci\u00f3n es casi con certeza inevitable.\u00a0En el momento de escribir este art\u00edculo, el peque\u00f1o y objetivamente intrascendente Estado de Israel ha llegado a consumir una cantidad desmesurada de financiaci\u00f3n y apoyo militar de Estados Unidos, as\u00ed como de apoyo diplom\u00e1tico y militar de la mayor\u00eda de los pa\u00edses occidentales.[42]<\/strong><\/a>Estos apoyos se han obtenido a trav\u00e9s de un lobby israel\u00ed que abarca la di\u00e1spora jud\u00eda y m\u00e1s all\u00e1, y trabaja en estrecha colaboraci\u00f3n con las ligas de defensa jud\u00edas de la di\u00e1spora para monitorear el discurso sobre los jud\u00edos e Israel e intervenir en\u00e9rgicamente contra la disidencia.\u00a0La oposici\u00f3n a Israel fuera de Medio Oriente se encuentra principalmente entre los elementos m\u00e1s extremos de la izquierda europea y gran parte de la izquierda estudiantil en las universidades.\u00a0Estos movimientos, sin embargo, no tienen ninguna simpat\u00eda, conexi\u00f3n o comprensi\u00f3n de la trayectoria hist\u00f3rica del antisemitismo europeo, lo que hace que su activismo sea f\u00e1cil de caricaturizar y, en \u00faltima instancia, f\u00e1cil de aplastar.\u00a0Se puede encontrar una ineficacia similar en las respuestas contempor\u00e1neas al crecimiento exponencial de las finanzas masivas globalistas y la cultura del consumo, un fen\u00f3meno con el que los jud\u00edos est\u00e1n estrechamente vinculados.[43]<\/strong><\/a>Las \u00faltimas dos d\u00e9cadas han sido testigos de una serie de disturbios masivos y protestas de estilo \u00a0\u201cOccupy\u201d que finalmente carecen de direcci\u00f3n y eventualmente se disipan en el patr\u00f3n familiar de inercia y apat\u00eda.\u00a0Esto es, a su vez, an\u00e1logo a la respuesta silenciosa a la migraci\u00f3n masiva en curso, una situaci\u00f3n que si no se resuelve conducir\u00e1 a la muerte de Occidente, el reemplazo de nuestro pueblo y la extinci\u00f3n de nuestra cultura.<\/p>\n En un art\u00edculo de 2020 para\u00a0RT<\/em>\u00a0, \u201cEl problema no son los jud\u00edos, sino mis acusadores\u201d, el fil\u00f3sofo esloveno Slavoj Zizek describi\u00f3 a uno de nuestros propios escritores, Andrew Joyce, como un ejemplo de \u201clos verdaderos antisemitas\u201d.[44]<\/strong><\/a>\u00bfQu\u00e9 es el antisemitismo y qui\u00e9nes son los \u201cverdaderos antisemitas\u201d a principios de este siglo?\u00a0El antisemitismo, en la medida en que el t\u00e9rmino pueda usarse en un sentido no peyorativo para describir actitudes antag\u00f3nicas a las expresiones hist\u00f3ricas y contempor\u00e1neas de la influencia jud\u00eda negativa, no puede describirse de manera rutinaria o simplista como un fen\u00f3meno de la derecha.\u00a0De hecho, m\u00e1s que cualquier otro tema, es en el contexto de la cuesti\u00f3n jud\u00eda donde el espectro pol\u00edtico convencional izquierda-derecha se revela especialmente in\u00fatil como herramienta anal\u00edtica.\u00a0El antisemitismo, si es verdadero en la naturaleza y motivaci\u00f3n de su antagonismo, no debe derivarse de categor\u00edas o supuestos pol\u00edticos existentes, sino de la misma trayectoria que las reacciones antisemitas anteriores.\u00a0En otras palabras, el verdadero antisemitismo es una manifestaci\u00f3n cultural de tensiones ya existentes en torno a la competencia por los recursos, la protecci\u00f3n de la cultura y el mantenimiento de la integridad biol\u00f3gica y pol\u00edtica del Estado.\u00a0En la medida en que tal definici\u00f3n sea precisa, uno puede encontrar \u201cverdaderos antisemitas\u201d en cualquier lugar donde los jud\u00edos hayan amenazado el orden establecido.<\/p>\n A la luz de tales definiciones, es importante se\u00f1alar que no todo lo que aparece como \u201cantisemitismo\u201d es en realidad verdadero antisemitismo.\u00a0Elementos de la izquierda occidental pueden reprender a los jud\u00edos o a Israel por las acciones emprendidas en Palestina pero, si bien existe un problema de competencia por los recursos, la izquierda no est\u00e1 realmente preocupada por la protecci\u00f3n de la cultura \u00e1rabe ni por la integridad biol\u00f3gica y pol\u00edtica de ning\u00fan Estado \u00e1rabe. como tal.\u00a0Y ciertamente no les preocupa la preservaci\u00f3n de la integridad cultural, biol\u00f3gica y pol\u00edtica de sus propias naciones.\u00a0La izquierda tiene ciertos motivos ocultos para su apoyo a los palestinos, que incluyen un ataque marxista al imperialismo israel\u00ed\/occidental percibido y el deseo de ayudar a lograr la creaci\u00f3n de un Estado socialista en los territorios palestinos.\u00a0Esto enturbia las aguas ideol\u00f3gicas de este desaf\u00edo a los intereses jud\u00edos, y debido a que el antisemitismo es en \u00faltima instancia una posici\u00f3n extremadamente directa, lo que se ha clasificado como \u201cantisemitismo de izquierda\u201d es en realidad simplemente la confrontaci\u00f3n del marxismo con el nacionalismo jud\u00edo, una contradicci\u00f3n que tiene m\u00e1s de un siglo y posee una trayectoria hist\u00f3rica propia.\u00a0Esto no significa que no se puedan encontrar verdaderos antisemitas en la izquierda (la historia est\u00e1 llena de ellos), pero s\u00ed significa que el \u201cantisemitismo izquierdista\u201d no existe en s\u00ed mismo.<\/p>\n Tampoco se debe suponer que las expresiones de negatividad contra los jud\u00edos de derecha sean necesariamente la prueba de un \u201cverdadero\u201d antisemitismo o que exista algo llamado \u201cantisemitismo de derecha\u201d.\u00a0S\u00f3lo hay un antisemitismo.\u00a0Los inicios del siglo XXI han sido testigos de una proliferaci\u00f3n de variedades de antisemitismo, y no todas ellas son genuinas o \u201cverdaderas\u201d.\u00a0La d\u00e9cada de 2010, por ejemplo, fue testigo del surgimiento de lo que podr\u00eda denominarse un antisemitismo ir\u00f3nico que se centr\u00f3 en gran medida en la extravagante comedia negra.\u00a0Muchas personas, provenientes en gran medida de la comunidad de jugadores, que de otro modo ten\u00edan poco conocimiento o experiencia directa de la cuesti\u00f3n jud\u00eda, encontraron el antisemitismo como poco m\u00e1s que un g\u00e9nero de trolling.\u00a0Mezclados con la subcultura incel y otros rincones de agravio dentro de nuestra decadente cultura, estos \u201cantisemitas por diversi\u00f3n\u201d interactuaron con el antisemitismo con sus propios motivos ocultos y, por lo tanto, produjeron una subcultura que no es m\u00e1s genuina ni tradicionalmente antisemita que el que persiguen los izquierdistas propalestinos.\u00a0Su presencia muy visible en las redes sociales, junto con otras formas de activismo basado en Internet, llev\u00f3 a una sobreestimaci\u00f3n del su propio \u00a0poder y eficacia, tanto por parte del movimiento etnonacionalista como por parte de los jud\u00edos.<\/p>\n Despu\u00e9s de que se hizo evidente que la presidencia de Trump iba a ser un anticl\u00edmax tanto para los trolls como para los disidentes pol\u00edticos, muchos de estos \u201cantisemitas por diversi\u00f3n\u201d volvieron a disolverse en otros movimientos o subculturas.\u00a0A menudo son identificables a trav\u00e9s de una presencia persistente en l\u00ednea que denuncia un \u201ccentramiento en los jud\u00edos\u201d y vuelve a una especie de nihilismo ir\u00f3nico.\u00a0De hecho, una vez que se restan estos individuos, el verdadero antisemitismo es extremadamente raro en el siglo XXI y est\u00e1 completamente desaparecido \u00a0de la vida pol\u00edtica dominante.\u00a0Cuando la influyente serie\u00a0Oxford Handbooks<\/em>\u00a0public\u00f3 una entrada impresa y en l\u00ednea sobre \u201cLa derecha radical y el antisemitismo\u201d, el autor coment\u00f3 que:<\/p>\n Muchos acad\u00e9micos en el \u00e1rea del populismo de derecha creen que el antisemitismo pr\u00e1cticamente ha desaparecido de la arena pol\u00edtica y se ha convertido en un \u201cprejuicio muerto\u201d (Langenbacher y Schellenberg 2011; Beer 2011; Betz 2013; Botsch et al. 2010; Albrecht 2015; Rensmann 2013). ; St\u00f6gner 2012, 2014) o que las creencias antimusulmanas y la islamofobia lo han reemplazado m\u00e1s o menos completamente (Bunzl 2007; Fine 2009, 2012; Kotzin 2013; Wodak 2015a, 2016)… El soci\u00f3logo brit\u00e1nico Robert Fine observa cr\u00edticamente: \u201cEl antisemitismo se esconde a salvo en el pasado de Europa, superado por la derrota del fascismo y el desarrollo de la Uni\u00f3n Europea… El antisemitismo se recuerda, pero s\u00f3lo como un trauma residual o una pieza de museo\u201d (Fine 2009, 463).<\/p>\n Alguna explicaci\u00f3n a esta situaci\u00f3n puede encontrarse en la desaparici\u00f3n del conocimiento de los jud\u00edos entre las masas occidentales.\u00a0Desde principios de la d\u00e9cada de 1950, se ha producido una transformaci\u00f3n casi total en lo que la masa del p\u00fablico \u201csabe\u201d sobre los jud\u00edos.\u00a0Esta transformaci\u00f3n ha sido un cambio dram\u00e1tico del conocimiento objetivo al subjetivo.\u00a0Por ejemplo, si se le pregunta hoy a un miembro cualquiera del p\u00fablico qu\u00e9\u00a0sabe<\/em>\u00a0sobre los jud\u00edos, probablemente responder\u00e1 regurgitando una serie de tropos derivados de los medios de comunicaci\u00f3n: los jud\u00edos son buenos actores\/directores\/comediantes;\u00a0Los jud\u00edos son inofensivos y muy inteligentes\/talentosos;\u00a0Los jud\u00edos son un grupo hist\u00f3ricamente oprimido y victimizado.\u00a0Esto es esencialmente conocimiento \u201cbasura\u201d;\u00a0enteramente subjetivo y m\u00e1s o menos in\u00fatil para formarse una opini\u00f3n significativa sobre asuntos que involucran a jud\u00edos; o peor a\u00fan, este \u201cconocimiento\u201d es en realidad obstructivo para formar una opini\u00f3n significativa sobre asuntos que involucran a jud\u00edos.\u00a0La situaci\u00f3n contempor\u00e1nea contrasta marcadamente con el conocimiento que pose\u00edan las generaciones anteriores sobre los jud\u00edos (derivado de la pol\u00edtica, el periodismo y el discurso antisemita) y con el conocimiento que poseen los que hoy se clasifican como verdaderos antisemitas.\u00a0Este conocimiento incluye hechos objetivos: estad\u00edsticas de poblaci\u00f3n de jud\u00edos y su riqueza relativa;\u00a0la prevalencia de posiciones de influencia reales ocupadas por jud\u00edos, particularmente en los medios y en el proceso pol\u00edtico (por ejemplo, el lobby proisrael\u00ed, los donantes de candidatos pol\u00edticos);\u00a0los contenidos de los esfuerzos intelectuales jud\u00edos (desde el Talmud hasta la Escuela de Frankfurt y m\u00e1s all\u00e1);\u00a0la prevalencia de jud\u00edos en los delitos financieros \u00ab\u00a0de cuello blanco\u00a0\u00bb\u00a0;\u00a0la realidad de la relaci\u00f3n jud\u00eda con el pr\u00e9stamo de dinero\/usura;\u00a0el alcance y la naturaleza de la participaci\u00f3n jud\u00eda en la industria de la pornograf\u00eda;\u00a0y la manera en que los jud\u00edos ven a los no jud\u00edos.<\/p>\n Un desaf\u00edo para los etnonacionalistas del siglo XXI ser\u00e1 promover un discurso en el que este tipo de\u00a0conocimiento objetivo<\/em>\u00a0sobre los jud\u00edos vuelva a aplicarse a la corriente principal.\u00a0Esto requerir\u00eda un nuevo discurso que orbite alrededor de una forma identitaria de cr\u00edtica antijud\u00eda que se base en un nivel sofisticado de conocimiento objetivo sobre los jud\u00edos, apuntalado por una ideolog\u00eda tradicional, coherente y bien informada que se oponga al semitismo.\u00a0Con este fin, parece haber una gran cantidad de textos fundacionales, m\u00e1s obviamente en la serie\u00a0Cultura de cr\u00edtica<\/em>\u00a0de Kevin MacDonald , que elaboran sobre la presencia jud\u00eda en movimientos intelectuales da\u00f1inos y la transformaci\u00f3n de la demograf\u00eda \u00e9tnica occidental.\u00a0Por supuesto, la tarea sigue siendo promover el discurso frente a la abrumadora censura jud\u00eda.\u00a0No es una tarea f\u00e1cil, pero los etnonacionalistas podr\u00edan beneficiarse si vieran \u201cel obst\u00e1culo como el camino\u201d, alejando a\u00fan m\u00e1s a nuestros oponentes y luego incorporando la propia censura jud\u00eda al discurso.\u00a0La medida en que esto pueda lograrse determinar\u00e1 precisamente c\u00f3mo se desarrollar\u00e1 la cuesti\u00f3n jud\u00eda como uno de los fundamentos del siglo XXI.<\/p>\n MARSHALL YEATS\u00a0<\/a>\u2022 1 DE ENERO DE 2024<\/p>\n <\/p>\n Notas<\/strong><\/p>\n [1]<\/strong><\/a>\u00a0P. Johnson,\u00a0Una historia de los jud\u00edos<\/em>\u00a0(Londres: Weidenfeld & Nicolson, 1987), p.171.<\/p>\n [2]<\/strong><\/a>\u00a0S. Baron (ed)\u00a0Historia econ\u00f3mica de los jud\u00edos<\/em>\u00a0(Nueva York: Schocken, 1976), p.22.<\/p>\n [3]<\/strong><\/a>\u00a0J. Cohen,\u00a0Letras vivas de la ley: ideas del jud\u00edo en el cristianismo medieval<\/em>\u00a0(Berkeley: University of California Press, 1999), p.126.<\/p>\n [4]<\/strong><\/a>\u00a0Johnson,\u00a0Una historia de los jud\u00edos<\/em>\u00a0, p.176.<\/p>\n [5]<\/strong><\/a>\u00a0Ib\u00eddem, p.177.<\/p>\n [6]<\/strong><\/a>\u00a0P. Skinner,\u00a0Los jud\u00edos en la Gran Breta\u00f1a medieval: perspectivas hist\u00f3ricas, literarias y arqueol\u00f3gicas<\/em>\u00a0(Woodbridge: The Boydell Press, 2003), p.36.<\/p>\n [7]<\/strong><\/a>\u00a0L. Poliakov,\u00a0La historia del antisemitismo, Volumen 1: Desde la \u00e9poca de Cristo hasta los jud\u00edos de la corte<\/em>\u00a0(Filadelfia: University of Pennsylvania Press, 2003), p.78.<\/p>\n [8]<\/strong><\/a>\u00a0Johnson,\u00a0Una historia de los jud\u00edos<\/em>\u00a0, p.205.<\/p>\nDel a\u00f1o 400 al a\u00f1o 1000<\/strong><\/h4>\n
El obispo Agobardo y la dinast\u00eda carolingia (c. 714\u2013c.877)<\/strong><\/h4>\n
\n<\/a>El silenciamiento de Agobardo puede considerarse como el nacimiento de los jud\u00edos como una \u00e9lite hostil en la sociedad europea.\u00a0Sin duda, fue la primera gran victoria pol\u00edtica del tab\u00fa sobre la influencia jud\u00eda.<\/p>\nLa expansi\u00f3n hasta Inglaterra<\/strong><\/h4>\n
La penetraci\u00f3n jud\u00eda en la sociedad europea<\/strong><\/h4>\n
\n<\/a>La llegada de los jud\u00edos a Europa se bas\u00f3, pues, en el entendimiento de que los jud\u00edos ser\u00edan odiados pero intocables, vilipendiados pero ricos, despiadados pero irresponsables.<\/p>\nEl ejemplo de Perpi\u00f1\u00e1n <\/strong><\/h4>\n
\n<\/a>Aunque estas poblaciones jud\u00edas se expandieron a trav\u00e9s de la inmigraci\u00f3n y el crecimiento natural, la diversificaci\u00f3n ocupacional fue insignificante.\u00a0Paul Johnson observa que el n\u00famero de prestamistas simplemente se multiplic\u00f3 y que \u201clos prestamistas ten\u00edan transacciones muy complejas entre ellos, a menudo formando sindicatos\u201d.[11]<\/strong>
\n<\/a>Estos acontecimientos aumentaron las tasas de inter\u00e9s, que en muchos casos quedaban oscurecidas en los acuerdos de pr\u00e9stamo iniciales.\u00a0Por lo tanto, la verdadera naturaleza de la deuda de un campesino rara vez era evidente hasta que descubr\u00eda, para su sorpresa y horror, que el tribunal local confiscar\u00eda todas sus posesiones mundanas, y el usurero jud\u00edo se quedar\u00eda con su parte y pasar\u00eda a la siguiente v\u00edctima.\u00a0En algunos pa\u00edses se cre\u00f3 un Tesoro especial para los jud\u00edos con el fin de procesar el gran volumen de tales transacciones.<\/p>\nLos jud\u00edos, los reyes y las tierras<\/strong><\/h4>\n
El papel de la Iglesia<\/strong><\/h4>\n
Las Cruzadas<\/strong><\/h4>\n
El crecimiento de las comunidades<\/strong><\/h4>\n
Folclor y espanto<\/strong><\/h4>\n
Las expulsiones (1200-1600)<\/strong><\/h4>\n
Europa central y oriental<\/strong><\/h4>\n
Sefer y Espa\u00f1a, los conversos<\/strong><\/h4>\n
\n<\/a>La finalizaci\u00f3n de la\u00a0Reconquista<\/em>\u00a0a principios de la d\u00e9cada de 1490 trajo renovada determinaci\u00f3n y confianza entre los cristianos para tratar de manera concluyente con los extranjeros, lo que culmin\u00f3 con la promulgaci\u00f3n de un Edicto de Expulsi\u00f3n en abril de 1492. Cientos de miles de jud\u00edos fueron expulsados \u200b\u200bde Espa\u00f1a, y alrededor de 100.000 huyeron camino a Portugal, donde cuatro a\u00f1os m\u00e1s tarde se promulgar\u00eda un edicto de expulsi\u00f3n sorprendentemente similar.\u00a0Aparte de un remanente significativo que se traslad\u00f3 a Francia y los Pa\u00edses Bajos, los jud\u00edos sefard\u00edes espa\u00f1oles fueron esencialmente destruidos, dispers\u00e1ndose por todo el mundo mediterr\u00e1neo y musulm\u00e1n.<\/p>\n
\n<\/a><\/p>\nLa Reforma y la lengua hebrea<\/strong><\/h4>\n
\n<\/a>Lo que estos jud\u00edos conversos aportaron a sus nuevos roles fue una interpretaci\u00f3n del Antiguo Testamento impregnada de sutiles cr\u00edticas al cristianismo que durante mucho tiempo hab\u00eda sido parte de una tradici\u00f3n de pol\u00e9micas jud\u00edas anticristianas.[31]<\/strong><\/a>Como resultado, a principios del siglo XVI se produjo un gran inter\u00e9s por el hebreo y los textos hebreos en Alemania, lo que llev\u00f3 a las autoridades cat\u00f3licas a condenar esta repentina tendencia como protojud\u00eda y herej\u00eda.\u00a0A pesar de estas condenas, el inter\u00e9s por los textos jud\u00edos continu\u00f3 entre los niveles m\u00e1s altos del clero alem\u00e1n, y finalmente estall\u00f3 en los a\u00f1os 1516-1520, cuando un jud\u00edo converso llamado Johannes Pfefferkorn public\u00f3 un panfleto,\u00a0Der Judenspiegel<\/em>\u00a0, pidiendo la supresi\u00f3n de todos los textos jud\u00edos. y la quema del Talmud.\u00a0Pfefferkorn, quien afirm\u00f3 que estos pasos eran la \u00fanica manera de tratar con los jud\u00edos y obligarlos a convertirse, y que pudo o no haber sido sincero en su conversi\u00f3n, se opuso al erudito religioso Johann Reuchlin, quien insist\u00eda en el Talmud y los textos cabal\u00edsticos.y su conservac\u00f3n, para que puediesen usarse para confirmar las verdades del cristianismo.\u00a0El debate Reuchlin-Pfefferkorn estall\u00f3 r\u00e1pidamente, consumiendo a la mayor\u00eda de las principales figuras religiosas de la \u00e9poca e incluso involucrando al emperador Maximiliano.<\/p>\nLutero<\/strong><\/h4>\n
La diplomacia jud\u00eda<\/strong><\/h4>\n
\n<\/a>Antes de c.1815, cuando la era de la monarqu\u00eda absoluta comenz\u00f3 a declinar r\u00e1pidamente, los jud\u00edos a menudo persegu\u00edan sus intereses a trav\u00e9s de un peque\u00f1o n\u00famero de\u00a0shtadlans<\/em>\u00a0individuales muy ricos y “persuasivos” que tej\u00edan relaciones personales con un rey, un pr\u00edncipe u otros miembros poderosos.de la \u00e9lite europea.\u00a0Esto fue m\u00e1s pronunciado durante el per\u00edodo moderno temprano, cuando\u00a0los Hofjuden<\/em>\u00a0, o jud\u00edos de la corte, negociaron privilegios y protecciones para los jud\u00edos con los monarcas europeos.\u00a0En el siglo XVI, Yosel de Rosheim (c. 1480 \u2013 marzo de 1554) se convirti\u00f3 en el pionero de las intensas relaciones jud\u00edas con las \u00e9lites no jud\u00edas en el per\u00edodo moderno despu\u00e9s de interceder ante los emperadores del Sacro Imperio Romano Germ\u00e1nico Maximiliano I y Carlos V en nombre de los alemanes y jud\u00edos polacos, bloqueando con \u00e9xito una serie de expulsiones previstas, incluida una de Hungr\u00eda y otra de Bohemia.\u00a0Sus intervenciones fueron fat\u00eddicas y marcaron el esquema y el papel de los \u00a0shtadlanut<\/em>\u00a0.<\/p>\nMayer Amschel Rothschild (1744-1812)<\/strong><\/h4>\n
\n<\/a>Que los jud\u00edos aprovecharan esas oportunidades, y en una escala que s\u00f3lo puede describirse como masiva, es uno de los fundamentos del antisemitismo moderno.<\/p>\nMois\u00e9s Mendelssohn y la tolerancia<\/strong><\/h4>\n
La ciudadan\u00eda en cada pa\u00eds<\/strong><\/h4>\n
La asimilaci\u00f3n<\/strong><\/h4>\n
El antisemitismo<\/strong><\/h4>\n
\n
El siglo jud\u00edo<\/strong><\/h4>\n
El Estado de Israel<\/strong><\/h4>\n
El siglo XXI<\/strong><\/h4>\n
El antisionismo de izquierdas<\/strong><\/h4>\n
La imagen de los jud\u00edos<\/strong><\/h4>\n
El etnonacionalismo<\/strong><\/h4>\n