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Las hipot\u00e9ticas medidas de liquidar a 350.000 personas al d\u00eda, 127,5 millones de personas al a\u00f1o y 1.280 millones de personas por d\u00e9cada son propuestas por defensores radicales de la despoblaci\u00f3n como el conocido ocean\u00f3grafo franc\u00e9s Jaques-Yves Cousteau. Para garantizar el llamado “desarrollo sostenible”, la reducci\u00f3n de la humanidad a una poblaci\u00f3n mundial total de un m\u00e1ximo de 500 millones de seres humanos en el planeta requerir\u00eda al menos 50 a\u00f1os. En noviembre de 1991, cuando concedi\u00f3 esta entrevista, las medidas para lograr la reducci\u00f3n de la poblaci\u00f3n eran, entre otras, el aborto y la esterilizaci\u00f3n forzosa.<\/p>\n
Lo que parece un plan absolutamente sat\u00e1nico no es algo extraordinario en la historia de la humanidad, sino s\u00f3lo la conclusi\u00f3n radical de la biopol\u00edtica moderna, el tipo de pol\u00edtica que decide sobre la vida y la muerte. En la antigua Grecia, el control de la poblaci\u00f3n era una medida destinada al bien com\u00fan, por ejemplo en los escritos de Plat\u00f3n, para evitar la falta de mano de obra, pero tambi\u00e9n para prevenir el impulso b\u00e9lico en caso de percibirse una superpoblaci\u00f3n. En la realidad posmoderna del siglo XXI el control de la poblaci\u00f3n y, por tanto, la despoblaci\u00f3n por diversos medios se presenta como una soluci\u00f3n para apocalipsis supuestamente provocados por el hombre como el cambio clim\u00e1tico y la superpoblaci\u00f3n. En realidad es un medio para imponer un control m\u00e1s directo y totalitario sobre los pueblos del mundo. Las grandes conspiraciones de nuestros d\u00edas giran en torno a este tema -basta pensar en el p\u00e1nico en torno a la vacuna COVID 19 y los efectos negativos sobre la fertilidad que la vacuna COVID tuvo en los pueblos de todo el planeta. Por supuesto, esta mir\u00edada de crisis -el cambio clim\u00e1tico, las pandemias y mucho m\u00e1s- s\u00f3lo existen en la propaganda globalista y en el p\u00e1nico creado por los medios de comunicaci\u00f3n estatales y las ONG. Sin embargo, son una hiperrealidad existente, como dir\u00eda Jean Baudrillard, puesta en directo por los medios de comunicaci\u00f3n y los debates p\u00fablicos, por lo que tenemos que hacer frente a las consecuencias.<\/p>\n
Con el inicio de la era moderna, las estad\u00edsticas, la tecnocracia y las teor\u00edas modernistas sobre la eugenesia como parte del estatalismo liberalista, el llamado peligro de superpoblaci\u00f3n se convirti\u00f3 en un tema siempre presente, indiferente si la poblaci\u00f3n mundial era de unos 1.000 millones a principios del siglo XIX o de m\u00e1s de 8.000 millones en la actualidad. En innumerables ocasiones se alcanz\u00f3 el l\u00edmite de crecimiento percibido, pero el anunciado colapso social no se produjo como se esperaba.<\/p>\n
Desde el advenimiento de la modernidad, la idea de la reducci\u00f3n\/control de la poblaci\u00f3n forma parte del pensamiento burgu\u00e9s. Como parte de la biopol\u00edtica, la ideolog\u00eda de la reducci\u00f3n de la poblaci\u00f3n proclama, desde un punto de vista aparentemente humanista, el pensamiento de que vivimos en un mundo en el que los recursos alimentarios son limitados debido a los “l\u00edmites del crecimiento” (proclamados por la organizaci\u00f3n globalista Club de Roma en 1972), mientras que la reproducci\u00f3n humana es pr\u00e1cticamente infinita y amenaza con conducirnos a un desastre humanitario. Como consecuencia, siempre se divide a los humanos en la mejor parte de la humanidad (los mil millones de oro, la raza superior, etc.) y los “comedores in\u00fatiles” que hay que reducir. Pero, \u00bfcu\u00e1ndo empez\u00f3 este tipo de pensamiento?<\/p>\n
El economista brit\u00e1nico y sacerdote anglicano Thomas Robert Malthus proclam\u00f3 en su libro “Un ensayo sobre el principio de la poblaci\u00f3n” en 1798, que la producci\u00f3n de alimentos no puede en ning\u00fan caso mantener el ritmo de reproducci\u00f3n de las clases inferiores. Por lo tanto, prosigue Malthus, las autoridades deben frenar el crecimiento demogr\u00e1fico de las clases m\u00e1s pobres para no poner en peligro la mejora de la humanidad y evitar una cat\u00e1strofe humanitaria. Especialmente nefasto en su argumentaci\u00f3n es el hecho de que Malthus refuta la posibilidad de pol\u00edticas sociales o de solidaridad como soluci\u00f3n al problema, ya que opina que estas medidas s\u00f3lo acelerar\u00edan el problema que \u00e9l ve\u00eda en la reproducci\u00f3n de las clases bajas. Por supuesto, la motivaci\u00f3n del panfleto de Malthus era abolir las primeras leyes sobre seguridad social en la Inglaterra moderna e impedir la redistribuci\u00f3n de fondos de la burgues\u00eda rica y la aristocracia a los pobres. A pesar de ser un sacerdote anglicano, Malthus rechaz\u00f3 el mandamiento de Dios “fructificad y multiplicaos”, en su lugar predic\u00f3 un diab\u00f3lico evangelio de inhumanidad. Mientras que los pobres eran declarados “comedores in\u00fatiles” y un obst\u00e1culo para el desarrollo de la humanidad, la \u00e9lite supuestamente burguesa era considerada apta para la reproducci\u00f3n.<\/p>\n
Por lo tanto, la obra de Malthus, a pesar de lo cient\u00edfica y filos\u00f3ficamente defectuosa que era, incluso Karl Marx pudo probar su argumentaci\u00f3n sistem\u00e1ticamente err\u00f3nea, fue utilizada por la \u00e9lite brit\u00e1nica para argumentar a favor de una mayor explotaci\u00f3n y, por lo tanto, del control de las clases inferiores. Con el advenimiento del darwinismo social a trav\u00e9s de personajes como Herbert Spencer, se introdujo un racismo biol\u00f3gico en las medidas de control de la poblaci\u00f3n, que culmin\u00f3 en el exterminio de las supuestas “razas y pueblos inferiores” no s\u00f3lo en las pol\u00edticas coloniales liberalistas, sino especialmente infame en los genocidios fascistas y nacionalsocialistas. Incluso gobiernos supuestamente socialdem\u00f3cratas como el sueco pidieron la esterilizaci\u00f3n de personas consideradas no aptas para vivir por el Estado, como los discapacitados mentales.<\/p>\n
Tras la Segunda Guerra Mundial, esta ideolog\u00eda de reducci\u00f3n de la poblaci\u00f3n ahora acu\u00f1ada como “neomalthusianismo” vio un sorprendente renacimiento a partir de la crisis energ\u00e9tica y los supuestos “l\u00edmites del crecimiento” declarados por el think-tank globalista Club de Roma. Mientras que las profec\u00edas apocal\u00edpticas de este club globalista no se hicieron realidad, su ideolog\u00eda s\u00ed. Su metamorfosis m\u00e1s reciente en forma de rebeli\u00f3n de La \u00daltima Generaci\u00f3n\/Extinci\u00f3n reclama un mundo sin ni\u00f1os para salvar a la madre tierra.<\/p>\n
Podemos rastrear la inspiraci\u00f3n de esta medida hasta el fil\u00f3sofo sudafricano David Benatar. Benatar defend\u00eda, desde un punto de vista ateo-materialista, que los momentos agradables de la vida son inferiores a la cantidad total de sufrimiento. En lugar de entender la vida humana como la sucesi\u00f3n de Jesucristo, que incluye el sufrimiento, la crucifixi\u00f3n y la resurrecci\u00f3n, David Benatar abog\u00f3 por un mundo ateo consistente \u00fanicamente en el hedonismo sin responsabilidad, que es b\u00e1sicamente un culto a la muerte.<\/p>\n
El actual orden mundial liberalista globalista de Occidente se parece cada vez m\u00e1s a un culto a la muerte que induce al miedo. Mientras que las cosas nuevas y brillantes y el hedonismo demon\u00edaco para las masas siguen existiendo, incluso como parte del Great Reset, a las masas occidentales se les lava cada vez m\u00e1s el cerebro en el llamado “desarrollo sostenible”, que intenta estabilizar las sociedades consumistas occidentales e impedir un mayor crecimiento econ\u00f3mico del Sur Global para preservar la hegemon\u00eda occidental. Por otra parte, la eugenesia para la clase alta se propaga ahora a trav\u00e9s de las ideas del transhumanismo. Al convertirse en uno con la m\u00e1quina, el hombre quiere vivir para siempre. Por supuesto, hasta ahora el transhumanismo no ha sido capaz de cumplir sus promesas y s\u00f3lo ha conseguido que el hombre se parezca m\u00e1s a una m\u00e1quina, no darle la vida eterna. Por lo tanto, podemos considerarlo como uno de los milagros negros de la posmodernidad.<\/p>\n
Curiosamente, tambi\u00e9n existe un plan diferente de despoblaci\u00f3n acu\u00f1ado por activistas ecologistas radicales como Penti Linkola y Theodor Kaczynski. Ambos quieren destruir la civilizaci\u00f3n tecnol\u00f3gica para destruir la sociedad tecnog\u00e9nica, lo que Heidegger llam\u00f3 Ge-Stell y el proceso de Globalizaci\u00f3n. Mientras que los globalistas llaman a la preservaci\u00f3n de las \u00e9lites occidentales y a la liquidaci\u00f3n de las masas, especialmente en el Sur Global, Evgeny Nechkasov propone liquidar al “Bill\u00f3n de Oro” formado por los Soros, Musks, Rockefellers, Kurzweils y otros miembros de esta bandada de la misma pluma. De la mano del renacimiento del tradicionalismo y del fin de la sociedad urbana, esta propuesta pagana incluye la multiplicaci\u00f3n de las personas tradicionalistas, mientras que aboga por la despoblaci\u00f3n de la parte de la humanidad de mentalidad globalista.<\/p>\n
En conclusi\u00f3n, existen dos enfoques de la reducci\u00f3n de la poblaci\u00f3n en el discurso occidental: la sugerencia globalista que quiere matar a los llamados “comedores in\u00fatiles” y un enfoque militante-heathen-tradicionalista, que quiere liquidar a los globalistas como supuestos subhumanos reales.<\/p>\n
Afortunadamente, todas las civilizaciones fuera de Occidente empiezan a deshacerse de los grilletes del Globalismo y, por tanto, la ideolog\u00eda de la despoblaci\u00f3n pierde terreno cada d\u00eda que pasa. Las exitosas revueltas antifrancesas en \u00c1frica y la sangr\u00eda blanca de la OTAN en Ucrania hacen que el triunfo de la ideolog\u00eda de la despoblaci\u00f3n y del neomalthusianismo fuera de Occidente sea cada d\u00eda menos probable. Pero, por supuesto, el peligro sigue presente sobre todo para nosotros, dentro de Occidente, que vivimos en el n\u00facleo imperial o en la semiperiferia. Por lo tanto, el Gran Despertar de los pueblos europeos y poner fin al Globalismo es la condici\u00f3n previa necesaria para acabar con esta ideolog\u00eda sat\u00e1nica.<\/p>\n
Por supuesto, poner fin al Globalismo en Europa debe hacerse de forma cristiana. Si combatimos el mal con el mal, nosotros mismos nos convertimos en pose\u00eddos por el diablo. Por lo tanto, necesitamos iniciar una revoluci\u00f3n metapol\u00edtica que nos devuelva a la tradici\u00f3n cristiana, derrocar el dominio globalista y llevar a los globalistas ante la justicia. Al final esto significa acabar con cualquier idea de despoblaci\u00f3n y seguir la palabra de Dios: Sed fecundos y multiplicaos.<\/p>\n
Alexander Markovics, 3 octubre 2023<\/p>\n