![\"\"](\"https:\/\/redinternacional.net\/wp-content\/uploads\/2023\/08\/antisemitismo-300x225.jpg\")
<\/p>\n<\/p>\n
Introducci\u00f3n<\/strong><\/p>\n Hoy en d\u00eda se habla mucho de los psic\u00f3patas que gobiernan el mundo. Un estudio entre altos ejecutivos de grandes empresas, publicado bajo el t\u00edtulo Snakes in Suits<\/em> (Serpientes con traje), muestra que los rasgos psicop\u00e1ticos est\u00e1n muy extendidos entre ellos[1]<\/a>. Esto se refleja naturalmente en formas colectivas de psicopat\u00eda: en The Corporation: The Pathological Pursuit of Profit and Power<\/em>, Joel Bakan se\u00f1al\u00f3 que \u00abel comportamiento corporativo es muy similar al de un psic\u00f3pata\u00bb[2]<\/a>.<\/p>\n Entre las naciones, algunos Estados tambi\u00e9n se comportan como psic\u00f3patas. Estados Unidos es uno de ellos, con una \u00abpatolog\u00eda del poder\u00bb (t\u00edtulo del libro de Norman Cousins de 1987) probablemente relacionada con el grado de psicopat\u00eda de los hombres al mando. Detr\u00e1s de la m\u00e1scara de cordura y moralidad que exhibe EEUU en el escenario mundial, hay un \u00abestado profundo\u00bb movido por una insaciable sed de poder y desinhibido por cualquier conciencia moral o empat\u00eda; este estado profundo patol\u00f3gico controla hoy casi por completo la pol\u00edtica exterior de EEUU.<\/p>\n Israel es otro Estado psic\u00f3pata. La relaci\u00f3n entre Estados Unidos e Israel es peculiar, y existen opiniones divergentes sobre su naturaleza. \u00bfQui\u00e9n, de los dos, es la fuerza motriz? \u00bfSe han infiltrado topos estadounidenses y han secuestrado la pol\u00edtica exterior de Israel, o todo lo contrario? Considero que la cuesti\u00f3n ha sido zanjada por los profesores Mearsheimer y Walt en su libro de 2008 The Israel Lobby and U.S. Foreign Policy<\/em> (y antes por Pat Buchanan en su art\u00edculo de 2003 \u00abWhose War?\u00bb[3]<\/a>): es Israel quien ha arrastrado a Estados Unidos a guerras que no eran de su inter\u00e9s estrat\u00e9gico y que, de hecho, ponen en peligro la seguridad nacional estadounidense. Fue cierto en el caso de Irak y es cierto en el caso de Siria. Los neoconservadores, la fuerza abrumadoramente dominante en el Estado profundo estadounidense desde 2001, son cripto-sionistas. Estados Unidos no controla la pol\u00edtica exterior y colonial de Israel; ha fracasado siempre que lo ha intentado, y ahora ha dejado de intentarlo. En su lugar, como Ariel Sharon dijo c\u00e9lebremente un mes despu\u00e9s del 11-S: \u00abNosotros, los jud\u00edos, controlamos Am\u00e9rica, y los americanos lo saben\u00bb[4]<\/a>. El mismo hecho de que esta indignante declaraci\u00f3n fuera r\u00e1pidamente enterrada hace que su argumento sea evidente: porque, como Gilad Atzmon tambi\u00e9n ha dicho c\u00e9lebremente, \u00abel poder jud\u00edo es la capacidad de conseguir que los no jud\u00edos dejen de hablar del poder jud\u00edo\u00bb. Aunque los especialistas debaten sobre la diferencia entre psicopat\u00eda y sociopat\u00eda, utilizar\u00e9 ambos t\u00e9rminos indistintamente. El \u00faltimo Manual Diagn\u00f3stico y Estad\u00edstico de los Trastornos Mentales ha optado por \u00abtrastorno antisocial de la personalidad\u00bb, que tiene la ventaja, al igual que la sociopat\u00eda, de indicar que se trata de una disfunci\u00f3n de la capacidad de socializaci\u00f3n.<\/p>\n La judeidad como sociopat\u00eda tribal<\/strong><\/p>\n Los psic\u00f3patas son narcisistas con un enorme apetito de poder y sin conciencia moral. Incapaces de sentir empat\u00eda emocional, no sienten remordimiento por el sufrimiento que infligen a los dem\u00e1s. Los criterios diagn\u00f3sticos de la psicopat\u00eda, enumerados por Robert Hare, incluyen la mentira patol\u00f3gica, la astucia y el comportamiento manipulador[7]<\/a>. El psic\u00f3pata no siente nada por nadie, pero ha desarrollado una gran capacidad de simulaci\u00f3n, a veces con tendencia al histrionismo. Puede ser encantador y carism\u00e1tico. Aunque \u00e9l mismo est\u00e1 inmunizado contra la culpa, aprende el arte de inducir y explotar la culpa de los dem\u00e1s.<\/p>\n La mentira est\u00e1 tan profundamente arraigada en su naturaleza que la cuesti\u00f3n de su sinceridad es casi irrelevante. La verdad no tiene valor a sus ojos, o se confunde con la versi\u00f3n de los hechos que a \u00e9l le sirve; puede vencer a un detector de mentiras. El psic\u00f3pata es incapaz de ponerse en el lugar de otra persona y, por tanto, de verse a s\u00ed mismo de forma cr\u00edtica. Nunca se equivoca, y sus fracasos son siempre culpa de los dem\u00e1s. Seguro en cualquier circunstancia de tener raz\u00f3n, ser inocente y superior, considera el resentimiento de sus v\u00edctimas como \u00abodio\u00bb sin sentido.<\/p>\n Aunque aquellos que han pagado el precio de ver a trav\u00e9s de su m\u00e1scara pueden juzgarle un loco de atar, el psic\u00f3pata no est\u00e1 enfermo en el sentido tradicional. Dada su competitividad social, no se le puede considerar inadaptado desde un punto de vista cognitivo o conductual. Sin embargo, desde el punto de vista de la psicolog\u00eda profunda, se puede argumentar que el psic\u00f3pata reprime una profunda angustia existencial, un miedo a su propia inhumanidad. Sinti\u00e9ndose fundamentalmente no querible, sabe que su \u00fanica oportunidad reside en la mentira y que, si los dem\u00e1s pudieran ver a trav\u00e9s de \u00e9l, se enfrentar\u00eda a su propia vacuidad. Como supone que los dem\u00e1s son tan despiadados como \u00e9l, teme ser destruido si le descubren. Y, por lo tanto, debe seguir mintiendo cada vez mejor. Su obsesi\u00f3n por la dominaci\u00f3n es la contrapartida de su profundo miedo a la aniquilaci\u00f3n[8]<\/a>.<\/p>\n En El porvenir de una ilusi\u00f3n<\/em> (1928), Sigmund Freud describi\u00f3 la religi\u00f3n, en particular el cristianismo, como una neurosis colectiva. En esta l\u00ednea de razonamiento, argumentar\u00e9 que la judeidad es m\u00e1s bien una forma de sociopat\u00eda colectiva. Esto no significa que \u00ablos jud\u00edos\u00bb sean soci\u00f3patas, sino que son v\u00edctimas de una mentalidad sociop\u00e1tica colectiva. La diferencia entre la sociopat\u00eda colectiva y la sociopat\u00eda individual es la misma que entre la neurosis colectiva y la neurosis individual seg\u00fan Freud: la participaci\u00f3n en una mentalidad sociop\u00e1tica colectiva permite a los miembros de la comunidad canalizar las tendencias sociop\u00e1ticas hacia el exterior de la comunidad y mantener dentro de ella un alto grado de sociabilidad[9]<\/a>.<\/p>\n La idea es f\u00e1cil de ilustrar: El individuo que se siente superior a todos es un megal\u00f3mano; pero Maurice Samuel es simplemente un jud\u00edo comunitario cuando, en su libro Vosotros los gentiles<\/em> (1924), expresa su creencia:<\/p>\n \u00abde que nosotros los jud\u00edos estamos separados de vosotros los gentiles, de que una dualidad primordial rompe la humanidad que conozco en dos partes distintas; de que esta dualidad es fundamental, y de que todas las diferencias entre vosotros los gentiles son trivialidades comparadas con la que os divide a todos de nosotros<\/em>\u00bb[10]<\/a>.<\/p>\n El individuo que se siente constantemente rodeado de enemigos es un paranoico; pero Leo Pinsker es un respetado precursor del sionismo por haber escrito que la judeofobia es una \u00abenfermedad transmitida desde hace dos mil a\u00f1os\u00bb, hereditaria e incurable, \u00abuna variedad de la demonopat\u00eda, con la distinci\u00f3n de que no es peculiar de determinadas razas, sino que es com\u00fan a toda la humanidad\u00bb[11]<\/a>. Asimismo, Josu\u00e9 Jehouda no tiene ninguna enfermedad mental, sino s\u00f3lo una teor\u00eda etnoc\u00e9ntrica de la historia, cuando escribe:<\/p>\n \u00abQuien sondea las profundidades de la historia universal, para obtener una visi\u00f3n de conjunto, descubre que desde la antig\u00fcedad hasta hoy dos corrientes opuestas se disputan la historia, penetr\u00e1ndola y model\u00e1ndola constantemente: la corriente mesi\u00e1nica y la corriente antisemita<\/em>\u00bb.[12]<\/a><\/p>\n En otras palabras, s\u00f3lo cuando los jud\u00edos piensan, hablan y act\u00faan como representantes de los jud\u00edos y en nombre de los jud\u00edos \u2014cuando dicen \u00abnosotros los jud\u00edos…\u00bb\u2014 su comportamiento hacia los no jud\u00edos y su concepci\u00f3n de las relaciones con los no jud\u00edos traicionan un patr\u00f3n sociop\u00e1tico.<\/p>\n Pero cuando alguien dice \u00abnosotros los jud\u00edos\u00bb, generalmente est\u00e1 reproduciendo una categor\u00eda elaborada por la \u00e9lite cultural jud\u00eda, los levitas del pasado y del presente. La ideolog\u00eda dominante es la ideolog\u00eda de los dominantes. Y as\u00ed, la psicopat\u00eda colectiva de los jud\u00edos es un paradigma cognitivo que les impone una minor\u00eda de jud\u00edos maquiav\u00e9licos influyentes para mantenerlos bajo control. \u00abLos males de Israel son los males del liderazgo\u00bb, escribi\u00f3 el editor jud\u00edo Samuel Roth en Los jud\u00edos deben vivir: Un relato de la persecuci\u00f3n del mundo por Israel en todas las fronteras de la civilizaci\u00f3n<\/em> (1934). Culp\u00f3 de todo el sufrimiento de los jud\u00edos a \u00abla estupenda hipocres\u00eda y crueldad que nos impone nuestro fatal liderazgo\u00bb.<\/p>\n \u00abComenzando por el propio Se\u00f1or Dios de Israel, fueron los sucesivos l\u00edderes de Israel quienes uno a uno fueron forjando y guiando la tr\u00e1gica carrera de los jud\u00edos, tr\u00e1gica para los jud\u00edos y no menos tr\u00e1gica para las naciones vecinas que los han sufrido. […] a pesar de nuestros defectos, nunca habr\u00edamos hecho tanto da\u00f1o al mundo si no hubiera sido por nuestro genio para el liderazgo malvado<\/em>\u00bb[13]<\/a>.<\/p>\n \u00bfQu\u00e9 es la judeidad? La mayor\u00eda de los jud\u00edos estar\u00edan de acuerdo con el etnohistoriador jud\u00edo Raphael Patai (The Jewish Mind, 1977), en que es, antes que cualquier otra cosa, \u00abconciencia de pertenencia\u00bb[14]<\/a>. Esto equivale a decir que el juda\u00edsmo es una forma tribalista de pensar. Ahora bien, el tribalismo no es patol\u00f3gico en s\u00ed mismo. Pero el tribalismo jud\u00edo tiene la peculiaridad de combinarse con una fuerte pretensi\u00f3n de universalismo. No hay disonancia cognitiva entre tribalismo y universalismo dentro del juda\u00edsmo: Los jud\u00edos se sienten universalistas no a pesar de ser jud\u00edos, sino en virtud de serlo. Por ejemplo, es enf\u00e1ticamente \u00abcomo jud\u00edo estadounidense\u00bb que el rabino Joachim Prinz, presidente del Congreso Jud\u00edo Estadounidense (y antiguo partidario de las leyes raciales nazis)[15]<\/a>, apoy\u00f3 el movimiento por los derechos civiles de los negros estadounidenses[16]<\/a>. El universalismo de los jud\u00edos es siempre, impl\u00edcita o expl\u00edcitamente, un universalismo jud\u00edo, es decir, un universalismo tribal: una contradicci\u00f3n en los t\u00e9rminos. Como autoenga\u00f1o, es la expresi\u00f3n de una convicci\u00f3n irracional de que la judeidad es la esencia de la humanidad. Como mensaje a los no jud\u00edos, es una farsa de empat\u00eda grandiosa: \u00abos queremos, humanidad, m\u00e1s que nadie; confiad en nosotros, sabemos lo que es bueno para vosotros\u00bb. Y lo que es bueno para la humanidad es siempre, en \u00faltima instancia, lo que es bueno para los jud\u00edos.<\/p>\n El universalismo jud\u00edo significa que los jud\u00edos est\u00e1n en el centro del universo por derecho de nacimiento. Y es, de forma m\u00e1s o menos inconsciente o cr\u00edptica, una fantas\u00eda y una estrategia de dominaci\u00f3n. Como m\u00e1scara de una forma extremadamente agresiva de etnocentrismo, el universalismo jud\u00edo esconde el miedo a la peligrosidad potencial del resto de la humanidad, si se descubriera el fraude. Esa es la segunda paradoja del juda\u00edsmo: Los jud\u00edos proclaman a los cuatro vientos su amor universal, al tiempo que se lamentan por ser \u00abel pueblo elegido para el odio universal\u00bb[17]<\/a>. Esta curiosa f\u00f3rmula de Leo Pinsker es el credo del sionismo laico, y refleja bastante bien un sentimiento muy extendido entre jud\u00edos e israel\u00edes, como se documenta en la excelente pel\u00edcula de Yoav Shamir Difamaci\u00f3n (2009). \u00abLa gente cree que la Shoah [Holocausto] ha terminado, pero no es as\u00ed. Contin\u00faa todo el tiempo\u00bb, proclam\u00f3 t\u00edpicamente Benzion Netanyahu, padre del primer ministro israel\u00ed, antes de la elecci\u00f3n de su hijo en 2009[18]<\/a>. La victimizaci\u00f3n se ha convertido en la esencia de la identidad nacional israel\u00ed, seg\u00fan Idith Zertal, profesora de la Universidad Hebrea de Jerusal\u00e9n. Israel se ha transformado:<\/p>\n \u00aben una zona crepuscular ahist\u00f3rica y apol\u00edtica, donde Auschwitz no es un acontecimiento del pasado sino un presente amenazador y una opci\u00f3n constante. Por medio de Auschwitz <\/em>\u2014que se ha convertido a lo largo de los a\u00f1os en la principal referencia de Israel en sus relaciones con un mundo definido repetidamente como antisemita y siempre hostil<\/em>\u2014 Israel se hizo inmune a la cr\u00edtica e impermeable a un di\u00e1logo racional con el mundo que le rodea<\/em>\u00bb[19]<\/a>.<\/p>\n Dominar, por miedo a ser exterminado. Y dominar cada vez m\u00e1s para salvaguardarse del resentimiento que despierta la propia dominaci\u00f3n. Tal es el c\u00edrculo vicioso psicop\u00e1tico en el que est\u00e1n enredados los jud\u00edos por la paranoia comunitaria. La \u00fanica opci\u00f3n que les ofrece su \u00e9lite cognitiva es: Jerusal\u00e9n como capital del mundo, o volver al Holocausto. Una encuesta de Pew Research de 2013 mostr\u00f3 que, a la pregunta \u00ab\u00bfQu\u00e9 es esencial para ser jud\u00edo?\u00bb, \u00abRecordar el Holocausto\u00bb ocupa el primer lugar para el 73% de los encuestados. Le sigue \u00abPreocuparse por Israel\u00bb[20]<\/a>. Michael Walzer recuerda: \u00abLa persecuci\u00f3n es tan esencial para la identidad jud\u00eda que, cuando no existe, hay una necesidad urgente de hacer que exista. Hay que mantener en la mente de los jud\u00edos un miedo obsesivo al antisemitismo, porque es el pegamento que mantiene unida a la comunidad, lo \u00fanico capaz de resistir el efecto disolvente de la asimilaci\u00f3n\u00bb[21]<\/a>.<\/p>\n Yosef Hayim Yerushalmi ha demostrado en Zakhor: Historia jud\u00eda y memoria jud\u00eda<\/em> (1982) que el mandato de \u00abrecordar\u00bb y \u00abno olvidar\u00bb est\u00e1 en el coraz\u00f3n del juda\u00edsmo. Esto, dice, hace de los jud\u00edos un pueblo fundamentalmente ahist\u00f3rico: eligen el mito en lugar de la historia[22]<\/a>. El impulso de recordar es tal que \u00abel trauma del Holocausto se transmite gen\u00e9ticamente\u00bb por \u00abherencia epigen\u00e9tica\u00bb, seg\u00fan un equipo de investigadores dirigido por Rachel Yehuda, del Hospital Monte Sina\u00ed de Nueva York[23]<\/a>. El fen\u00f3meno es quiz\u00e1 comprensible a la luz de la teor\u00eda sociol\u00f3gica de la memoria de Maurice Halbwachs, autor de Sobre la memoria colectiva<\/em>: \u00abLa mayor\u00eda de las veces, cuando recuerdo, son otros los que me espolean; su memoria acude en ayuda de la m\u00eda y la m\u00eda se apoya en la suya\u00bb[24]<\/a>. Tambi\u00e9n se pueden extraer algunas ideas de la psicolog\u00eda transgeneracional, el desarrollo m\u00e1s interesante del psicoan\u00e1lisis. Ivan Boszormenyi-Nagy habla de \u00ablealtades invisibles\u00bb que nos conectan inconscientemente con nuestros antepasados. Estas lealtades, que moldean nuestro destino en gran medida de forma inconsciente, se basan en sistemas de valores que var\u00edan de una cultura a otra[25]<\/a>. Vincent de Gaulejac cree en \u00abla existencia de un pasado geneal\u00f3gico que se impone al sujeto y estructura su funcionamiento ps\u00edquico\u00bb[26]<\/a>. Tales consideraciones nos ayudan a comprender las tensiones psicol\u00f3gicas que se apoderan de todo jud\u00edo que lucha por romper con la judeidad; ninguna comunidad cultiva un sentimiento m\u00e1s poderoso de lealtad ancestral. Las ideas no fluyen en la sangre, pero cada persona lleva dentro de s\u00ed a sus antepasados, de un modo misterioso y en gran medida inconsciente.<\/p>\n El paradigma del Holocausto, que hoy sostiene la identidad jud\u00eda, se construye en torno a un inquebrantable sentido de inocencia y justicia propia, una incapacidad de autoexamen caracter\u00edstica de los trastornos m\u00e1s graves de la personalidad. A sus propios ojos, los jud\u00edos no tienen ninguna responsabilidad por la hostilidad de los gentiles hacia ellos. Su \u00e9lite representativa les recuerda constantemente esta inocencia[27]<\/a>. Sin duda, hay excepciones, como Samuel Roth, ya citado[28]<\/a>, o el periodista franc\u00e9s Bernard Lazare, en su Antisemitismo, su historia y sus causas (1894)[29]<\/a>.<\/p>\n Hoy, algunos israel\u00edes l\u00facidos est\u00e1n preocupados por la inmersi\u00f3n de su pa\u00eds en la patolog\u00eda colectiva. Yehoshafat Harkabi, subdirector de inteligencia militar, escribi\u00f3 en 2009:<\/p>\n \u00abDeslumbrado por su santurroner\u00eda, Israel no puede ver el caso de la otra parte. El farise\u00edsmo anima a las naciones, al igual que a los individuos, a absolverse de todos los fallos y a librarse de la culpa de todos los percances. Cuando todo el mundo es culpable menos ellos, desaparece la posibilidad misma de autocr\u00edtica y superaci\u00f3n<\/em>…\u00bb[30]<\/a>.<\/p>\n La proyecci\u00f3n psicol\u00f3gica, o desplazamiento de la culpa, es un proceso por el que uno niega sus propios impulsos negativos atribuy\u00e9ndoselos a otros. Todos somos propensos a hacerlo en momentos de crisis personal. Pero s\u00f3lo las personas con una enfermedad mental profunda lo hacen todo el tiempo. Tal es el caso de Israel, un pa\u00eds con cientos de cabezas nucleares apuntando a Ir\u00e1n, cuyos dirigentes siempre han negado tener arsenal nuclear alguno, mientras instan histri\u00f3nicamente al mundo a hacer algo respecto al supuesto programa militar nuclear de Ir\u00e1n destinado a borrar a Israel de los mapas. Ser\u00eda risible si Israel fuera simplemente un paranoico. Pero Israel es el psic\u00f3pata entre las naciones, y eso significa una tremenda capacidad para manipular, intimidar, corromper moralmente, conseguir lo que quieren y dejar tras de s\u00ed un reguero de miseria.<\/p>\n Laurent Guyenot, 7 de mayo de 2018<\/p>\n Fuente: http:\/\/thesaker.is\/is-israel-a-psychopath\/<\/a><\/p>\n Traduccion ASH para Red Internacional<\/a><\/p>\n *<\/p>\n [1]<\/a> Paul Babiak and Robert Hare, Snakes in Suits: When Psychopaths Go to Work<\/em>, HarperCollins, 2007.<\/em> Los autores son entrevistados en el interesante documental I Am Fishead <\/em>(2011).<\/p>\n [2]<\/a> Joel Bakan, The Corporation: The Pathological Pursuit of Profit and Power, <\/em>Free Press, 2005. Vea tambi\u00e9 el documental del mismo t\u00edtulo.<\/p>\n [3]<\/a> Pat Buchanan, \u00abWhose War?\u00bb, The American Conservative, <\/em>March 24, 2003, en www.theamericanconservative.com\/articles\/whose-war\/<\/p>\n [4]<\/a> Sharon hablando con Shimon Peres el 3 de octubre de 2001, seg\u00fan informa BBC News: www.veteranstoday.com\/2014\/01\/11\/burying-sharon\/.<\/p>\n [5]<\/a> https:\/\/redinternacional.net\/2018\/06\/14\/dossier-11-de-septiembre-una-operacion-que-se-organizo-desde-adentro-o-una-operacion-del-mosad-por-laurent-guyenot\/<\/p>\n [6]<\/a> Gideon Levy, \u00abOnly Psychiatrists Can Explain Israel\u2019s Behavior\u00bb, Haaretz, <\/em>10 de enero de 2010, en www.haaretz.com.<\/p>\n [7]<\/a> Robert Hare, Without Conscience: The Disturbing World of the Psychopaths Among Us, <\/em>Guilford Press, 1993.<\/p>\n [8]<\/a> Para una visi\u00f3n psicoanal\u00edtica de la psicopat\u00eda, Paul-Claude Racamier, Le G\u00e9nie des origines. Psychanalyse et psychose, <\/em>Payot, 1992.<\/p>\n [9]<\/a> \u00abLos creyentes devotos est\u00e1n protegidos en alto grado contra el riesgo de ciertas enfermedades neur\u00f3ticas; su aceptaci\u00f3n de la neurosis universal les ahorra la tarea de construirse una personal\u00bb (Sigmund Freud, El porvenir de una ilusi\u00f3n<\/em>, Hogarth Press, 1928, p. 76).<\/p>\n [10]<\/a> Maurice Samuel, You Gentiles,<\/em> New York, 1924 (archive.org), p. 12.<\/p>\n [11]<\/a> Leon Pinsker, Auto-Emancipation: An Appeal to His People by a Russian Jew <\/em>(1882),<\/em>en www.jewishvirtuallibrary.org\/jsource\/Zionism\/pinsker.html.<\/p>\n [12]<\/a> Josu\u00e9 Jehouda, L\u2019Antis\u00e9mitisme, miroir du monde, <\/em>\u00c9ditions Synthesis, 1958, <\/em>p.\u00a0185.<\/p>\n [13]<\/a> Samuel Roth, Jews Must Live: An Account of the Persecution of the World by Israel on All the Frontiers of Civilization, <\/em>1934, (archive.org).<\/p>\n [14]<\/a> Raphael Patai, The Jewish Mind<\/em>, Wayne State University Press, 1977, p. 25.\u00a0 \u00abPara m\u00ed, ser jud\u00edo\u00bb, dice el fil\u00f3sofo franc\u00e9s Alain Finkielkraut, \u00abes sentirse implicado, preocupado, a veces comprometido por lo que hacen otros jud\u00edos. Es un sentimiento de pertenencia, de afiliaci\u00f3n\u00bb (en YouTube, \u00abJuif? Selon Alain Finkielkraut\u00bb).<\/p>\n [15]<\/a> Citado en Israel Shahak, Jewish History, Jewish Religion: The Weight of Three Thousand Years, <\/em>Pluto Press, 1994, p.\u00a086.<\/p>\n [16]<\/a> Seth Berkman, \u00abLos jud\u00edos que marcharon sobre Washington con Martin Luther King\u00bb, Forward.com, 27 de agosto de 2013. El discurso de Prinz est\u00e1 en www.joachimprinz.com\/images<\/p>\n \/mow.mp3.<\/p>\n [17]<\/a> Leon Pinsker, Auto-Emancipation: An Appeal to His People by a Russian Jew<\/em>, 1882,<\/em> en www.jewishvirtuallibrary.org\/jsource\/Zionism\/pinsker.html.<\/p>\n [18]<\/a> Citado en Alan Hart, Zionism: The Real Enemy of the Jews<\/em>, vol.\u00a03: Conflict Without End?, <\/em>Clarity Press, 2010, p.\u00a0364.<\/p>\n [19]<\/a> Idith Zertal, Israel\u2019s Holocaust and the Politics of Nationhood, <\/em>Cambridge University Press, 2010, p.\u00a04.<\/p>\n [20]<\/a> \u00abA Portrait of Jewish Americans\u00bb, en www.pewforum.org.<\/p>\n [21]<\/a> Michael Walzer, \u00abToward a New Realization of Jewishness\u00bb, Congress Monthly,<\/em> Vol. 61, No. 4, 1994, p.\u00a04, citado en Kevin MacDonald, Separation and Its Discontents: Toward an Evolutionary Theory of Anti-Semitism, <\/em>Praeger, 1998, kindle 2013, <\/em>e.\u00a04675\u201386<\/p>\n [22]<\/a> Yosef Hayim Yerushalmi, Zakhor: Jewish History and Jewish Memory <\/em>(1982), <\/em>University of Washington Press, 2011.<\/p>\n [23]<\/a> Tori Rodrigues, \u00abDescendants of Holocaust Survivors Have Altered Stress Hormones\u00bb, Scientific American<\/em>, 1 de marzo de 2015, en www.scientificamerican.com.<\/p>\n [24]<\/a> Maurice Halbwachs, On Collective Memory<\/em>, Chicago, The University of Chicago Press, 1992, translated from Les Cadres sociaux de la m\u00e9moire <\/em>(1925), Albin Michel, 1994, p.\u00a02.<\/p>\n [25]<\/a> Ivan Boszormenyi-Nagy, Invisible Loyalties: Reciprocity in Intergenerational Family Therapy, <\/em>Harper & Row, 1973, p.\u00a056.<\/p>\n [26]<\/a> Vincent de Gaulejac, L\u2019Histoire en h\u00e9ritage. Roman familial et trajectoire sociale, <\/em>Payot, 2012, pp.\u00a0141\u2013147.<\/p>\n [27]<\/a> El intelectual jud\u00edo franc\u00e9s Andr\u00e9 Neher: \u00abSomos inocentes, y sentimos a\u00fan m\u00e1s profundamente que somos inocentes cuando se nos acusa. […] Es esta inocencia de la que debemos ser conscientes en la actualidad, y que nunca, nunca debemos negar, en ninguna circunstancia\u00bb (citado en Herv\u00e9 Ryssen, Las Esperanzas planetarianas<\/em>, SND Editories, 2022, p. 319).<\/p>\n [28]<\/a> Samuel Roth, Jews Must Live, <\/em>1934: <\/em>\u00abNo hay un solo caso en que los jud\u00edos no hayan merecido plenamente el amargo fruto de la furia de sus perseguidores\u00bb.<\/p>\n
\nEl control israel\u00ed de la mente y el coraz\u00f3n del pueblo estadounidense, basado en el control casi total de los principales medios de comunicaci\u00f3n junto con operaciones psicol\u00f3gicas a gran escala como la del 11 de septiembre, es realmente desconcertante (quienes duden de que Israel ide\u00f3 el 11-S con su red de supersayanim<\/em> deber\u00edan leer mi art\u00edculo \u00ab\u00bfTrabajo interno o trabajo del Mossad?\u00bb[5]<\/a>). Pero se hace comprensible a la luz de lo que los psiquiatras llaman el \u00abv\u00ednculo psicop\u00e1tico\u00bb. No pretendo negar que Estados Unidos es patol\u00f3gico por derecho propio, incluso gen\u00e9ticamente. Pero aqu\u00ed me concentrar\u00e9 en la naci\u00f3n que considero el psic\u00f3pata m\u00e1s peligroso entre las naciones: Israel. El periodista israel\u00ed Gideon Levy escribi\u00f3 en Haaretz<\/em> en 2010 que \u00abs\u00f3lo los psiquiatras pueden explicar el comportamiento de Israel\u00bb hacia los palestinos, sugiriendo \u00abparanoia, esquizofrenia y megaloman\u00eda\u00bb[6]<\/a>. Yo sugiero la psicopat\u00eda como un diagn\u00f3stico m\u00e1s preciso.<\/p>\n
\nEl complejo transgeneracional de persecuci\u00f3n-dominaci\u00f3n\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong><\/p>\nNOTAS<\/h4>\n