{"id":11214,"date":"2023-06-19T12:37:59","date_gmt":"2023-06-19T12:37:59","guid":{"rendered":"https:\/\/redinternacional.net\/?p=11214"},"modified":"2023-06-18T17:45:47","modified_gmt":"2023-06-18T17:45:47","slug":"como-lbj-puso-la-luna-en-estados-unidos-por-laurent-guyenot","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/redinternacional.net\/2023\/06\/19\/como-lbj-puso-la-luna-en-estados-unidos-por-laurent-guyenot\/","title":{"rendered":"C\u00f3mo LBJ\u00a0 puso la Luna en Estados Unidos – por Laurent Guy\u00e9not"},"content":{"rendered":"
\u00a0<\/strong><\/p>\n Si John Kennedy no hubiera sido asesinado, no habr\u00eda habido guerra de Vietnam para los estadounidenses. Creo que esta cuesti\u00f3n ha sido resuelta por investigadores recientes como James Douglass. Robert Kennedy Jr. resume las pruebas en su libro American Values<\/em>:<\/p>\n [JFK] se neg\u00f3 rotundamente a enviar tropas de combate a Vietnam, lo que le granje\u00f3 la antipat\u00eda de liberales y conservadores, que le reprocharon que <\/em>\u00abtirara la toalla<\/em>\u00bb contra el comunismo internacional. … Cuando Johnson visit\u00f3 Vietnam en mayo de 1961 a petici\u00f3n de Jack, volvi\u00f3 inflexible en que no bastaba con enviar asesores militares y equipamiento: la victoria requer\u00eda tropas de combate estadounidenses capaces de actuar de forma independiente contra los guerrilleros. Pr\u00e1cticamente todos los asesores de Jack estaban de acuerdo, pero el presidente se resisti\u00f3 firmemente, diciendo que pod\u00edamos apoyar a los survietnamitas, pero que no pod\u00edamos luchar por ellos. Pensando en ello m\u00e1s tarde, Taylor observar\u00eda: <\/em>\u00abNo recuerdo a nadie que se opusiera firmemente [al env\u00edo de tropas de combate a Vietnam] excepto a un hombre, que era el Presidente. El Presidente simplemente no quer\u00eda que le convencieran de que era lo correcto. Era realmente la convicci\u00f3n personal del Presidente que las tropas de tierra estadounidenses no deb\u00edan entrar<\/em>\u00bb.<\/em><\/p>\n El 11 de octubre de 1963, cinco semanas antes de su muerte, JFK pas\u00f3 por alto a su propio Consejo de Seguridad Nacional y emiti\u00f3 el Memorando de Acci\u00f3n de Seguridad Nacional 263, haciendo oficial la retirada de Vietnam de <\/em>\u00ab1.000 militares estadounidenses para finales de 1963<\/em>\u00bb y de <\/em>\u00abla mayor parte del personal estadounidense para finales de 1965<\/em>\u00bb. El 20 de noviembre de 1963, dos d\u00edas antes de su viaje a Dallas, Jack anunci\u00f3 en rueda de prensa un plan para evaluar <\/em>\u00abc\u00f3mo podemos sacar a los estadounidenses de all\u00ed. Ese es nuestro objetivo, traer a los americanos a casa<\/em>\u00bb. A la ma\u00f1ana siguiente revis\u00f3 una lista de bajas de Vietnam que indicaba que setenta y tres estadounidenses hab\u00edan muerto all\u00ed hasta la fecha. Agitado y enfadado, Jack le dijo a su secretario de prensa adjunto, Malcolm Kilduff: <\/em>\u00abCuando vuelva de Texas, esto va a cambiar. No hay raz\u00f3n para que perdamos otro hombre all\u00ed. Vietnam no vale otra vida americana<\/em>\u00bb. El 24 de noviembre de 1963, dos d\u00edas despu\u00e9s de la muerte de Jack, Lyndon Johnson se reuni\u00f3 con el embajador estadounidense en Vietnam, Henry Cabot Lodge, a quien Jack hab\u00eda estado a punto de despedir por insubordinaci\u00f3n. LBJ le dijo a Lodge: <\/em>\u00abNo voy a ser el presidente que vea al Sudeste Asi\u00e1tico seguir el camino de China<\/em>\u00bb. Finalmente 500.000 americanos … entraron en los arrozales de Vietnam, y 58.000 nunca regresaron<\/em>[1]<\/a>.<\/p>\n S\u00f3lo entre 1965 y 1968 se lanzaron 643.000 toneladas de bombas \u2014tres veces m\u00e1s que durante la Segunda Guerra Mundial\u2014 sobre un pa\u00eds mayoritariamente rural. La guerra de Vietnam ampli\u00f3 considerablemente el ya monstruoso \u00abcomplejo militar-industrial\u00bb, del que Eisenhower hab\u00eda advertido en su Discurso de Despedida sobre su \u00abpotencial para el aumento desastroso de un poder equivocado\u00bb. Curiosamente, Eisenhower hab\u00eda escrito en realidad \u00abel complejo militar-industrial-congresional\u00bb, pero suprimi\u00f3 \u00abcongresional\u00bb por miedo a la reacci\u00f3n pol\u00edtica. Nadie personific\u00f3 mejor el componente congresional que Johnson: estuvo implicado en tres esc\u00e1ndalos de corrupci\u00f3n que se remontan a sus a\u00f1os como l\u00edder de la mayor\u00eda del Senado, incluyendo un fraude que implicaba a la compa\u00f1\u00eda tejana General Dynamics en un contrato de 7.000 millones de d\u00f3lares para la construcci\u00f3n de aviones militares TFX. En las semanas anteriores al asesinato de Kennedy, Johnson tambi\u00e9n hab\u00eda invertido en el fabricante de aviones de Dallas Ling-Temco-Vought, que se convertir\u00eda en uno de los mayores proveedores de armas del Pent\u00e1gono para la guerra de Vietnam[2]<\/a>. Johnson tambi\u00e9n pose\u00eda acciones en Bell Helicopter, a la que transfiri\u00f3 ilegalmente un contrato de 220 helic\u00f3pteros que hab\u00eda firmado en 1963 con su rival Kaman Aircraft[3]<\/a>.<\/p>\n La guerra de Vietnam de Johnson condujo directamente a la avalancha de drogas que ahog\u00f3 a gran parte de la juventud estadounidense y europea (como muestran Lukasz Kamienski en Shooting U<\/em>p y Alfred McCoy en The Politics of Heroin<\/em>). La explosi\u00f3n de las drogas de los a\u00f1os 70 y 80 produjo el s\u00edndrome epid\u00e9mico de inmunodeficiencia conocido como SIDA (como muestra Peter Duesberg en Inventing the AIDS Virus<\/em><\/a>). El SIDA se convirti\u00f3 en el pretexto para ampliar la red de enredos financieros entre la industria farmac\u00e9utica y las agencias sanitarias gubernamentales. Y, como RFK, Jr. ha demostrado en The Real Anthony Fauci<\/em>, esta \u00abcaptura reguladora\u00bb global hizo posible el golpe farmac\u00e9utico de 2020 por parte de los especuladores de la pandemia que ahora est\u00e1n sumiendo a la humanidad en una pesadilla iatrog\u00e9nica.<\/p>\n Si lo miramos as\u00ed, la presidencia de Johnson puede haber sido la mayor maldici\u00f3n para Estados Unidos y el mundo. Y eso sin tener en cuenta lo que la presidencia de John Kennedy, quiz\u00e1 seguida de la de Robert, podr\u00eda haber ofrecido al mundo. En lugar de los Cuerpos de Paz, tuvimos Vietnam y todos los horrores que le siguieron.<\/p>\n Sin embargo, hay una cosa que los Kennedy probablemente no nos habr\u00edan dado, y es un paseo por \u00abla Luna\u00bb.<\/p>\n Fue durante el mandato de Nixon cuando los hombres pisaron la Luna, recogieron rocas lunares y plantaron banderas estadounidenses (la \u00faltima vez fue en diciembre de 1972, hace casi 50 a\u00f1os), pero Apolo hab\u00eda sido realmente el proyecto de Johnson desde el principio. \u00abPocas personas se dan cuenta hoy en d\u00eda o lo recuerdan\u00bb, dijo Alan Wasser, \u00abpero un solo hombre, Lyndon Baines Johnson, ‘LBJ’, es el principal responsable tanto del inicio como del final de ‘La Carrera Espacial’\u00bb. \u00abEl Apolo 11 no se habr\u00eda producido sin Lyndon Johnson\u00bb, coincide Michael Marks, citando a John Logsdon, profesor del Instituto de Pol\u00edtica Espacial de la Universidad George Washington y autor de John F. Kennedy and the Race to the Moon<\/em> (Macmillan, 2010)[4]<\/a>. Parece haber un amplio consenso sobre este punto entre los historiadores de la NASA. Fue Kennedy quien lanz\u00f3 muy p\u00fablicamente la carrera a la Luna en 1961, pero, sin que el p\u00fablico lo supiera, \u00aben las semanas previas a su asesinato, John F. Kennedy se estaba arrepintiendo de la carrera a la Luna\u00bb, seg\u00fan Charles Fishman, autor de un art\u00edculo de 2019 titulado \u00abSi el presidente Kennedy no hubiera sido asesinado, \u00bfhabr\u00edamos aterrizado en la Luna el 20 de julio de 1969? Parece poco probable\u00bb[5]<\/a>. David Baker escribe en su encomiable libro The Apollo Missions: The Incredible Story of the Race to the Moon<\/em> (2018):<\/p>\n Generalmente se le atribuye el m\u00e9rito de haber iniciado la expansi\u00f3n del programa espacial del que nunca se volver\u00eda atr\u00e1s, pero en realidad Kennedy hab\u00eda intentado dar marcha atr\u00e1s en su decisi\u00f3n en varias ocasiones antes de su asesinato el 22 de noviembre de 1963. Al no haber querido nunca seleccionar el objetivo de la Luna en primer lugar, busc\u00f3 una alternativa que fuera una respuesta m\u00e1s duradera a los logros espaciales sovi\u00e9ticos. … A los 18 meses [de su discurso sobre la Luna ante el Congreso, en mayo de 1961] buscaba desesperadamente la manera de anular esa lealtad. Su asesinato lo impidi\u00f3, pero impuls\u00f3 a la NASA a un compromiso a\u00fan m\u00e1s profundo[6]<\/strong><\/a><\/em>.<\/p>\n Se trata de una historia poco conocida e interesante, si se tiene en cuenta la enorme impresi\u00f3n que causaron en el mundo los paseos por la Luna \u2014y los paseos en buggy lunar\u2014 de Estados Unidos, y el prestigio imperial que se deriv\u00f3 de ello. Como escribi\u00f3 un esc\u00e9ptico<\/a>: viajar a la Luna y volver fue \u00abuna haza\u00f1a de proporciones m\u00edticas\u00bb que convirti\u00f3 a \u00ablos astronautas de la NASA en iguales a antiguos h\u00e9roes sobrenaturales, semidioses inmortales\u00bb, una cualidad que todav\u00eda se refleja en los Estados Unidos en su conjunto.<\/p>\n En un art\u00edculo titulado \u00abEl papel olvidado de Lyndon Johnson en el env\u00edo de estadounidenses a la Luna<\/a>\u00bb, Jeff Shesol recuerda c\u00f3mo Johnson desempe\u00f1\u00f3 un papel decisivo en la fundaci\u00f3n de la NASA en 1958:<\/p>\n El 4 de octubre de 1957, pocas horas despu\u00e9s de enterarse de que la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica hab\u00eda puesto en \u00f3rbita el primer sat\u00e9lite, el Sputnik, Johnson <\/em>\u2014entonces l\u00edder de la mayor\u00eda del Senado<\/em>\u2014 tom\u00f3 cartas en el asunto de la exploraci\u00f3n espacial. Antes de que acabara la tarde, ya estaba al tel\u00e9fono, hablando con sus ayudantes, esbozando planes para una investigaci\u00f3n del an\u00e9mico programa estadounidense. George Reedy, miembro del personal de Johnson, le aconsej\u00f3 que el tema podr\u00eda <\/em>\u00abhacer saltar por los aires a los republicanos, unificar al Partido Dem\u00f3crata y elegirle Presidente. … Usted debe planear sumergirse fuertemente en esto<\/em>\u00bb. … El Presidente Dwight D. Eisenhower se hab\u00eda resistido a establecer lo que \u00e9l llamaba, burlonamente, <\/em>\u00abun gran Departamento del Espacio<\/em>\u00bb, pero Johnson, y las circunstancias, acabaron con \u00e9l. La NASA fue su creaci\u00f3n conjunta[7]<\/strong><\/a><\/em>.<\/p>\n Tras ganar las elecciones presidenciales en noviembre de 1960, John Kennedy cre\u00f3 \u00abequipos de transici\u00f3n\u00bb de alto nivel para asesorarle en cuestiones clave. Su equipo sobre el espacio estaba presidido por el profesor del MIT Jerome Wiesner, que ya era miembro del Comit\u00e9 Asesor Cient\u00edfico de Eisenhower. El 10 de enero de 1961, Wiesner present\u00f3 a Kennedy un \u00abInforme al Presidente Electo del Comit\u00e9 Ad Hoc sobre el Espacio\u00bb, que reflejaba el escepticismo generalizado dentro de la comunidad cient\u00edfica sobre la viabilidad de los vuelos espaciales tripulados[8]<\/a>. Mencionaba, entre un \u00abc\u00famulo de nuevos resultados cient\u00edficos de gran trascendencia\u00bb obtenidos recientemente con sat\u00e9lites y sondas espaciales profundas, que \u00ablos cient\u00edficos estadounidenses han descubierto el gran cintur\u00f3n de radiaci\u00f3n, atrapado en el campo magn\u00e9tico terrestre\u00bb. En consecuencia, escrib\u00eda, \u00abpor el momento… la exploraci\u00f3n espacial debe depender de veh\u00edculos no tripulados\u00bb.<\/p>\n Kennedy nombr\u00f3 a Wiesner presidente de su Comit\u00e9 Asesor Cient\u00edfico. Wiesner sigui\u00f3 siendo un firme opositor al programa lunar Apolo, como puede leerse en su p\u00e1gina de Wikipedia: \u00abFue un cr\u00edtico abierto de la exploraci\u00f3n tripulada del espacio exterior, creyendo en cambio en las sondas espaciales automatizadas\u00bb. Wiesner tambi\u00e9n fue un firme defensor de la cooperaci\u00f3n internacional en lugar de la competencia en la exploraci\u00f3n espacial, como indic\u00f3 en su informe de enero de 1961:<\/p>\n Las actividades espaciales, especialmente en los campos de las comunicaciones y de la exploraci\u00f3n de nuestro sistema solar, ofrecen posibilidades apasionantes de cooperaci\u00f3n internacional con todas las naciones del mundo. Los proyectos espaciales, muy ambiciosos y de largo alcance, prosperar\u00edan si pudieran llevarse a cabo en una atm\u00f3sfera de cooperaci\u00f3n como proyectos de toda la humanidad, en lugar de en la actual atm\u00f3sfera de competencia nacional<\/em>.<\/p>\n Esta era tambi\u00e9n la convicci\u00f3n m\u00e1s arraigada de Kennedy, como veremos. Pero cuando el astronauta sovi\u00e9tico Yuri Gagarin se convirti\u00f3 en la primera persona en el espacio el 12 de abril de 1961, Kennedy se encontr\u00f3 de repente bajo una intensa presi\u00f3n. Johnson se ofreci\u00f3 voluntario para llevar a cabo una revisi\u00f3n urgente para identificar un \u00abprograma espacial que prometiera resultados espectaculares en los que pudi\u00e9ramos ganar\u00bb. Llev\u00f3 a altos funcionarios de la NASA a la Casa Blanca, y el 28 de abril entreg\u00f3 a Kennedy un memor\u00e1ndum titulado \u00abEvaluaci\u00f3n del Programa Espacial<\/a>\u00bb. El memor\u00e1ndum aseguraba al presidente la viabilidad, \u00abpara 1966 o 1967\u00bb, de \u00abun aterrizaje seguro y el regreso de un hombre a la Luna\u00bb, si se hac\u00eda \u00abun gran esfuerzo\u00bb. Como beneficio de tal haza\u00f1a, Johnson subrayaba:<\/p>\n otras naciones, independientemente de su aprecio por nuestros valores idealistas, tender\u00e1n a alinearse con el pa\u00eds que crean que ser\u00e1 el l\u00edder mundial, el ganador a largo plazo. Los logros espectaculares en el espacio se identifican cada vez m\u00e1s como un importante indicador del liderazgo mundial<\/em>.<\/p>\n Kennedy sigui\u00f3 adelante y, el 25 de mayo de 1961, present\u00f3 ante el Congreso un mensaje especial sobre \u00abnecesidades nacionales urgentes\u00bb, solicitando entre 7.000 y 9.000 millones de d\u00f3lares adicionales durante los pr\u00f3ximos cinco a\u00f1os para el programa espacial. \u00abCon el asesoramiento del Vicepresidente, que es Presidente del Consejo Nacional Espacial\u00bb, declar\u00f3 el Presidente Kennedy, hab\u00eda llegado a la siguiente conclusi\u00f3n:<\/p>\n Creo que esta naci\u00f3n debe comprometerse a alcanzar el objetivo, antes de que acabe esta d\u00e9cada, de hacer aterrizar a un hombre en la Luna y devolverlo sano y salvo a la Tierra. Ning\u00fan proyecto espacial de este periodo ser\u00e1 m\u00e1s impresionante para la humanidad, ni m\u00e1s importante para la exploraci\u00f3n del espacio a largo plazo<\/em>.<\/p>\n Como presidente del Consejo Nacional de Aeron\u00e1utica y del Espacio, Johnson tuvo manos libres para enrolar a sus propios hombres en el proyecto lunar. Consigui\u00f3 que James E. Webb fuera nombrado administrador de la NASA. Tambi\u00e9n encontr\u00f3 un eficaz grupo de presi\u00f3n para el programa en la persona del senador Robert S. Kerr, de Oklahoma, un estrecho c\u00f3mplice suyo en los negocios. En sus memorias Wheeling and Dealing: Confessions of a Capitol Hill Operator<\/em>, el ayudante personal de Johnson, Bobby Baker, \u00abrelata sus esfuerzos para recaudar el medio mill\u00f3n de d\u00f3lares en efectivo que Kerr exigi\u00f3 a la industria de Ahorros y Pr\u00e9stamos a cambio de un ajuste legislativo favorable\u00bb (Andrew Cockburn, \u00abHow the Bankers Bought Washington: Our Cheap Politicians<\/a>\u00bb, CounterPunch<\/em>).<\/p>\n Casi un a\u00f1o y medio despu\u00e9s, en septiembre de 1962, Kennedy visit\u00f3 varias instalaciones espaciales del pa\u00eds. Se reuni\u00f3 con el ingeniero jefe de la NASA, Wernher von Braun, quien record\u00f3 m\u00e1s tarde que, al ver el cohete Saturno V en construcci\u00f3n en el Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA en Huntsville, Alabama, Kennedy se volvi\u00f3 hacia \u00e9l y le dijo: \u00ab\u00bfCree que hemos mordido m\u00e1s de lo que podemos masticar?\u00bb[9]<\/a>. No obstante, Kennedy pronunci\u00f3 al d\u00eda siguiente (12 de septiembre) su discurso \u00abDecidimos ir a la Luna\u00bb en la Universidad Rice de Houston, Texas, cerca del emplazamiento de lo que se convertir\u00eda en el Centro de Naves Espaciales Tripuladas (rebautizado como Centro Espacial Lyndon B. Johnson en 1973).<\/p>\n Un mes despu\u00e9s lleg\u00f3 la Crisis de los Misiles de Cuba. Tuvo un profundo impacto en la visi\u00f3n de Kennedy sobre la Guerra Fr\u00eda, e intensific\u00f3 sus recelos sobre la carrera a la Luna. El 21 de noviembre de 1962, se reuni\u00f3 en la Casa Blanca con nueve altos cargos de la NASA y de la administraci\u00f3n, entre ellos James Webb y Jerome Wiesner (audio aqu\u00ed<\/a>, transcripci\u00f3n completa aqu\u00ed<\/a>, comentarios \u00fatiles en este podcast<\/a> sobre la salida de la Luna). De esta conversaci\u00f3n grabada se desprende que Webb no estaba muy seguro de que la NASA pudiera enviar hombres a la Luna: \u00abHay verdaderas inc\u00f3gnitas sobre si el hombre puede vivir en condiciones de ingravidez y si llegar\u00eda a realizar el alunizaje\u00bb. Wiesner a\u00f1adi\u00f3: \u00abNo sabemos absolutamente nada sobre la superficie de la Luna y estamos haciendo las conjeturas m\u00e1s descabelladas sobre c\u00f3mo vamos a alunizar\u00bb. Kennedy concluy\u00f3:<\/p>\n Todo lo que hagamos deber\u00eda estar realmente vinculado a llegar a la Luna antes que los rusos. … De lo contrario, no deber\u00edamos gastar tanto dinero, porque el espacio no me interesa tanto. … Estamos dispuestos a gastar cantidades razonables de dinero, pero estamos hablando de gastos fant\u00e1sticos que destrozan nuestro presupuesto y todos estos otros programas dom\u00e9sticos, y la \u00fanica justificaci\u00f3n, en mi opini\u00f3n, para hacerlo es porque esperamos ganarles<\/em>.<\/p>\n Como comenta Lillian Cunningham en el podcast moonrise<\/a>, \u00abLa tensi\u00f3n entre Kennedy y Webb fue creciendo a lo largo del a\u00f1o siguiente. … El Congreso empezaba a perder inter\u00e9s en gastar todo ese dinero; el calendario del programa se estaba retrasando; y Kennedy entraba ahora en un a\u00f1o electoral con este escollo alrededor del cuello\u00bb. Adem\u00e1s, el ex presidente Eisenhower estaba criticando p\u00fablicamente el proyecto lunar. Kennedy sigui\u00f3 apoy\u00e1ndolo p\u00fablicamente, pero cada vez con m\u00e1s recelos.<\/p>\n El 18 de septiembre de 1963, Kennedy convoc\u00f3 de nuevo a James Webb en el Despacho Oval. En la conversaci\u00f3n grabada<\/a>, Kennedy se quej\u00f3: \u00abVoy a la campa\u00f1a defendiendo este programa y no hemos tenido nada en a\u00f1o y medio\u00bb. Tambi\u00e9n anticip\u00f3 que el Congreso recortar\u00eda el presupuesto. Kennedy pregunt\u00f3 a Webb sin rodeos: \u00abSi soy reelegido, no vamos a ir a la luna en mi… en nuestro, periodo, \u00bfverdad?\u00bb. Webb respondi\u00f3: \u00abNo, no iremos. Simplemente nos va a llevar m\u00e1s tiempo. Este es un trabajo duro. Un trabajo realmente duro\u00bb.<\/p>\n Un momento despu\u00e9s, Kennedy pregunt\u00f3 a Webb: \u00ab\u00bfCree que el aterrizaje tripulado en la Luna es una buena idea?\u00bb. Expres\u00f3 su preocupaci\u00f3n por el hecho de que enviar hombres a la Luna costar\u00eda \u00abmuch\u00edsimo dinero\u00bb, y sugiri\u00f3 que se podr\u00edan obtener suficientes conocimientos cient\u00edficos simplemente enviando sondas. \u00abPoner un hombre en la Luna no vale tantos miles de millones\u00bb, dijo durante esa conversaci\u00f3n grabada. Webb insisti\u00f3 en que era demasiado tarde para cambiar de planes. Pero Kennedy sac\u00f3 sus propias conclusiones.<\/p>\n Dos d\u00edas despu\u00e9s de aquella conversaci\u00f3n, el 20 de septiembre de 1963, Kennedy sorprendi\u00f3 a Webb, a la NASA y al mundo entero al proponer, en un discurso<\/a> ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, que en lugar de competir con la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica por llegar a la Luna, Estados Unidos colaborar\u00eda gustosamente con la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica en la exploraci\u00f3n espacial:<\/p>\n En un campo en el que Estados Unidos y la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica tienen una capacidad especial <\/em>\u2014el campo espacial<\/em>\u2014 hay espacio para una nueva cooperaci\u00f3n. … Incluyo entre estas posibilidades una expedici\u00f3n conjunta a la Luna. … \u00bfPor qu\u00e9 el primer vuelo del hombre a la Luna deber\u00eda ser una cuesti\u00f3n de competencia nacional? … Seguramente deber\u00edamos explorar si los cient\u00edficos y astronautas de nuestros dos pa\u00edses <\/em>\u2014de hecho, de todo el mundo<\/em>\u2014 no pueden trabajar juntos en la conquista del espacio, enviando alg\u00fan d\u00eda en esta d\u00e9cada a la Luna no a los representantes de una sola naci\u00f3n, sino a representantes de todos nuestros pa\u00edses<\/em>.<\/p>\n Como comenta Charles Fishman, \u00abEl presidente que hab\u00eda pasado m\u00e1s de dos a\u00f1os explicando por qu\u00e9 la carrera a la Luna ten\u00eda que ser una cuesti\u00f3n de habilidad y preeminencia nacional, una contienda entre democracia y totalitarismo, propon\u00eda ahora exactamente lo contrario\u00bb. Fue un eufemismo cuando el New York Times<\/em> escribi\u00f3 en su portada al d\u00eda siguiente: \u00abWashington est\u00e1 sorprendido por la propuesta del presidente<\/a>\u00bb. Webb interpret\u00f3 correctamente que el discurso de Kennedy en las Naciones Unidas reflejaba un \u00absentimiento de que esto era s\u00f3lo el comienzo de un grupo a su alrededor [Kennedy] que quer\u00eda retirar el apoyo\u00bb, como comparti\u00f3 en una entrevista de historia oral en 1969[10]<\/a>.<\/p>\n De hecho, la actitud de Kennedy estaba lejos de ser nueva, y s\u00f3lo aquellos que no estaban prestando atenci\u00f3n pod\u00edan sorprenderse. En su discurso sobre el Estado de la Uni\u00f3n del 30 de enero de 1961, Kennedy hab\u00eda declarado:<\/p>\n \u00abEsta Administraci\u00f3n tiene la intenci\u00f3n de explorar con prontitud todas las \u00e1reas posibles de cooperaci\u00f3n con la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica y otras naciones <\/em>\u00abpara invocar las maravillas de la ciencia en lugar de sus terrores<\/em>\u00bb. En concreto, invito ahora a todas las naciones <\/em>\u2014incluida la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica<\/em>\u2014 a que se unan a nosotros en el desarrollo de un programa de predicci\u00f3n meteorol\u00f3gica, en un nuevo programa de sat\u00e9lites de comunicaciones y en la preparaci\u00f3n para sondear los lejanos planetas de Marte y Venus, sondas que alg\u00fan d\u00eda podr\u00edan desvelar los secretos m\u00e1s profundos del universo. En la actualidad, este pa\u00eds va por delante en la ciencia y la tecnolog\u00eda del espacio, mientras que la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica va por delante en la capacidad de poner en \u00f3rbita grandes veh\u00edculos. Ambas naciones se ayudar\u00edan a s\u00ed mismas, as\u00ed como a otras naciones, sacando estos empe\u00f1os de la amarga y derrochadora competici\u00f3n de la Guerra Fr\u00eda<\/em>\u00bb.<\/p>\n S\u00f3lo diez d\u00edas despu\u00e9s de su discurso ante el Congreso del 25 de mayo de 1961, durante su \u00fanica reuni\u00f3n cara a cara con el primer ministro sovi\u00e9tico Nikita Khrushchev en Viena, Kennedy sugiri\u00f3 que EE.UU. y la URSS deber\u00edan ir juntos a la luna. Jruschov respondi\u00f3 inicialmente de forma favorable, pero dijo \u00abno\u00bb al d\u00eda siguiente, alegando que primero deb\u00eda alcanzarse un acuerdo sobre desarme[11]<\/a>.<\/p>\n Sin embargo, un a\u00f1o despu\u00e9s, el 20 de febrero de 1962, cuando John Glenn se convirti\u00f3 en el primer estadounidense en orbitar la Tierra (tres veces), Jruschov envi\u00f3 a la Casa Blanca un telegrama de felicitaci\u00f3n, sugiriendo:<\/p>\n si nuestros pa\u00edses aunaran sus esfuerzos <\/em>\u2014cient\u00edficos, t\u00e9cnicos y materiales<\/em>\u2014 para dominar el universo, ello ser\u00eda muy beneficioso para el avance de la ciencia y ser\u00eda aclamado con alegr\u00eda por todos los pueblos que desean que los logros cient\u00edficos beneficien al hombre y no se utilicen con fines de <\/em>\u00abguerra fr\u00eda<\/em>\u00bb y de carrera armament\u00edstica<\/em>.<\/p>\n Kennedy inform\u00f3 inmediatamente a Khrushchev de que estaba \u00abdando instrucciones a los funcionarios apropiados de este Gobierno para que preparen propuestas concretas para proyectos inmediatos de acci\u00f3n com\u00fan en la exploraci\u00f3n del espacio\u00bb, y menos de un mes despu\u00e9s, present\u00f3 una primera propuesta en el \u00e1rea de \u00abun sistema de sat\u00e9lite meteorol\u00f3gico operacional temprano\u00bb. En los meses siguientes y hasta la muerte de Kennedy, se mantuvieron conversaciones entre la NASA y la Academia Sovi\u00e9tica de Ciencias[12]<\/a>.<\/p>\n Vemos que, en la escena nacional p\u00fablica, el presidente Kennedy hablaba de vencer a los sovi\u00e9ticos en la Luna, mientras que, detr\u00e1s de la escena nacional y en la escena internacional, intentaba pasar de la competencia a la cooperaci\u00f3n. Jruschov se encontraba en la misma situaci\u00f3n que Kennedy, teniendo que mantener en casa una actitud de guerra fr\u00eda para seguir controlando su propio gobierno.<\/p>\n Pero tambi\u00e9n hab\u00eda una diferencia: Khrushchev no estaba interesado en la luna. Sab\u00eda que no deb\u00eda arrastrar a su pa\u00eds a una aventura tan peligrosa. Y por eso no respondi\u00f3 a la invitaci\u00f3n de Kennedy de \u00abuna expedici\u00f3n conjunta a la Luna\u00bb el 20 de septiembre de 1963 en la ONU, y m\u00e1s tarde coment\u00f3 en el peri\u00f3dico gubernamental Izvestia<\/em>, ir\u00f3nico:<\/p>\n En la actualidad no tenemos previsto realizar vuelos de cosmonautas a la Luna. He le\u00eddo que los americanos quieren llegar a la Luna en 1970. Bueno, dese\u00e9mosles \u00e9xito. Y ya veremos c\u00f3mo vuelan hasta all\u00ed, y c\u00f3mo aterrizan, o para ser m\u00e1s correctos, <\/em>\u00abalunizan<\/em>\u00bb all\u00ed. Y lo m\u00e1s importante: c\u00f3mo se levantar\u00e1n y volver\u00e1n[13]<\/strong><\/a><\/em>.<\/p>\n Lejos de ser un rev\u00e9s para Kennedy, la indiferencia oficial de los sovi\u00e9ticos por la luna puede haber sido exactamente lo que Kennedy necesitaba para declarar que, dado que los rusos ni siquiera estaban intentando ir a la luna, no hab\u00eda \u00abcarrera lunar\u00bb despu\u00e9s de todo. Hay un indicio muy claro de que, a partir de entonces, Kennedy se estaba preparando para cambiar a otros proyectos m\u00e1s razonables y \u00fatiles. En su viaje fatal a Texas, se detuvo en San Antonio para dedicar un centro dedicado a la investigaci\u00f3n de la medicina espacial. Dijo lo contento que estaba de ver que EE.UU. estaba alcanzando a los sovi\u00e9ticos en el espacio y que pronto les superar\u00eda en algunas \u00e1reas importantes. En el discurso que iba a pronunciar cuando fue asesinado, Kennedy hab\u00eda planeado decir que, gracias al en\u00e9rgico programa espacial de su administraci\u00f3n, \u00abya no hay ninguna duda sobre la fuerza y la habilidad de la ciencia estadounidense, la industria estadounidense, la educaci\u00f3n estadounidense y el sistema de libre empresa estadounidense\u00bb[14]<\/a>. Eso habr\u00eda sonado como decir: no necesitamos demostrar nada yendo a la Luna.<\/p>\n Para entender el dilema de Kennedy, la presi\u00f3n a la que estaba sometido y su elaborada coreograf\u00eda con Khrushchev, es esencial comprender que la carrera lunar no era sobre la luna. El propio Kennedy lo dijo en una rueda de prensa el 31 de octubre de 1963: \u00abEn mi opini\u00f3n el programa espacial que tenemos es esencial para la seguridad de los Estados Unidos, porque como he dicho muchas veces antes no es una cuesti\u00f3n de ir a la luna. Se trata de tener la competencia para dominar este entorno\u00bb[15]<\/a>. Era una forma eufem\u00edstica de decir que la carrera hacia la Luna era una tapadera civil para la investigaci\u00f3n, el desarrollo y el despliegue de sistemas de vigilancia por sat\u00e9lite, as\u00ed como de misiles bal\u00edsticos intercontinentales capaces de transportar cabezas nucleares. El hecho de que la NASA empleara al expatriado alem\u00e1n Wernher von Braun \u2014el principal ingeniero de cohetes V-2 de Hitler\u2014 para construir sus cohetes espaciales, lo hac\u00eda casi transparente.<\/p>\n La Ley de la NASA de 1958 preve\u00eda expl\u00edcitamente una estrecha colaboraci\u00f3n con el Departamento de Defensa, y el Pent\u00e1gono particip\u00f3 en todas las decisiones relativas a los programas Mercury, Gemini y Apollo. Erlend Kennan y Edmund Harvey documentaron este punto ya en 1969 en Mission to the Moon: a critical examination of NASA and the space program<\/em>, y concluyeron: \u00abSigue siendo imperativo que la NASA mantenga su estatus de decoroso sal\u00f3n delantero de la era espacial para cosechar el apoyo p\u00fablico a todos los proyectos espaciales y dar a los esfuerzos espaciales del Departamento de Defensa una ‘tapadera’ eficaz\u00bb[16]<\/a>. Esta tapadera no pretend\u00eda enga\u00f1ar a los sovi\u00e9ticos, sino a los estadounidenses. Los dirigentes sovi\u00e9ticos sab\u00edan para qu\u00e9 serv\u00edan los cohetes.<\/p>\n Por eso Kennedy estaba bajo presi\u00f3n para que Estados Unidos siguiera llegando a la Luna. Wiesner se acerca a explicar el dilema de Kennedy en una entrevista de 1990:<\/p>\n Kennedy estaba, y no estaba, a favor del espacio. Me dijo: <\/em>\u00ab\u00bfPor qu\u00e9 no encuentras otra cosa que podamos hacer?<\/em>\u00bb. No pod\u00edamos. El espacio era lo \u00fanico que pod\u00edamos hacer que mostrara nuestro poder militar … Estos cohetes eran un sustituto del poder militar. No ten\u00eda opciones reales. No pod\u00edamos abandonar la carrera espacial, y no pod\u00edamos condenarnos a ser los segundos. Ten\u00edamos que hacer algo, pero la decisi\u00f3n fue dolorosa para \u00e9l<\/em>.<\/p>\n Ya en 1967, Wiesner comparti\u00f3 con John Logsdon que Kennedy hab\u00eda buscado desesperadamente otro gran proyecto \u00abque fuera m\u00e1s \u00fatil \u2014por ejemplo, desalinizar el oc\u00e9ano\u2014 o algo que fuera tan dram\u00e1tico y convincente como el espacio\u00bb, pero \u00abhab\u00eda tantas connotaciones militares as\u00ed como otras cosas en el programa espacial que no se pod\u00eda hacer otra elecci\u00f3n\u00bb[17]<\/a>.<\/p>\n Wiesner compart\u00eda el predicamento de Kennedy. Su necrol\u00f3gica en el MIT le describe como \u00abuna figura clave en la administraci\u00f3n Kennedy en el establecimiento de la Agencia de Control de Armamentos y Desarme, en la consecuci\u00f3n del Tratado de Prohibici\u00f3n Parcial de Pruebas Nucleares de octubre de 1963 y en el exitoso esfuerzo por restringir el despliegue de sistemas de misiles antibal\u00edsticos\u00bb.<\/p>\n En JFK and the Unspeakable<\/em>, James Douglass ha relatado con incomparable talento el decidido esfuerzo de Kennedy por poner fin a la carrera armament\u00edstica y abolir las armas nucleares. En un hist\u00f3rico discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas el 25 de septiembre de 1961, Kennedy declar\u00f3 \u00absu intenci\u00f3n de desafiar a la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica, no a una carrera armament\u00edstica, sino a una carrera por la paz, para avanzar juntos paso a paso, etapa a etapa, hasta lograr el desarme general y completo\u00bb. Khrushchev respondi\u00f3 favorablemente a este discurso. Tambi\u00e9n aplaudi\u00f3 el famoso \u00abDiscurso de la Paz\u00bb de Kennedy del 10 de junio de 1963 en la Universidad Americana de Washington, e hizo que se tradujera y publicara \u00edntegramente en Pravda<\/em>, as\u00ed como que se leyera en la radio, llam\u00e1ndolo \u00abel mejor discurso de cualquier presidente americano desde Roosevelt\u00bb[18]<\/a>.<\/p>\n En septiembre de 1963, Khrushchev y Kennedy hab\u00edan intercambiado unas 20 cartas como parte de una correspondencia a trav\u00e9s de canales clandestinos destinada a aliviar las tensiones y vencer la presi\u00f3n de sus respectivos establishments<\/em> militares. En su discurso ante la ONU del 20 de septiembre de 1963, Kennedy vincul\u00f3 de hecho su propuesta de una empresa conjunta a la Luna con el objetivo de poner fin a la carrera armament\u00edstica: \u00abLa Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica y los Estados Unidos, junto con sus aliados, pueden lograr m\u00e1s acuerdos, acuerdos que surgen de nuestro inter\u00e9s mutuo en evitar la destrucci\u00f3n mutua\u00bb.<\/p>\n Invitar a Jruschov al proyecto lunar era tirar de la manta bajo los pies de los halcones del Pent\u00e1gono, porque s\u00f3lo pod\u00eda significar el fin de la competici\u00f3n por los cohetes bal\u00edsticos. Fue un movimiento brillante: tanto si Jruschov respond\u00eda favorablemente como si propon\u00eda otra \u00e1rea de cooperaci\u00f3n en su lugar \u2014como hizo\u2014, era el fin de la carrera lunar como tapadera de la carrera armament\u00edstica. Considerando la persistencia de Kennedy de 1961 a 1963, y la respuesta cada vez m\u00e1s positiva de Khrushchev, existe incluso la posibilidad de que, si Kennedy hubiera vivido un segundo mandato, la investigaci\u00f3n espacial hubiera servido como modelo para el desarme.<\/p>\n Esa posibilidad se hizo a\u00f1icos cuando Johnson se hizo con la Casa Blanca. Jerome Wiesner fue sustituido por Donald Horning (regres\u00f3 al MIT, del que lleg\u00f3 a ser presidente en 1971). Apenas ocho d\u00edas despu\u00e9s del asesinato de Kennedy, Johnson pidi\u00f3 al Congreso m\u00e1s dinero para la carrera lunar de la NASA, lo que significaba, por cierto, m\u00e1s dinero para sus socios comerciales tejanos[19]<\/a>. Bajo el mandato de Johnson, Texas se convirti\u00f3 en el coraz\u00f3n econ\u00f3mico de la NASA, que a\u00fan hoy aporta m\u00e1s de 4.700 millones de d\u00f3lares a la econom\u00eda del estado, y el 90% de la econom\u00eda de la regi\u00f3n de la costa del Golfo, seg\u00fan fuentes oficiales. Nunca sabremos cu\u00e1ntos sobornos obtuvo Johnson en el proceso.<\/p>\n Los estadounidenses llegaron a la Luna bajo el mandato de Nixon, s\u00f3lo cinco meses despu\u00e9s de que Johnson abandonara la Casa Blanca. Curiosamente, James Webb no tuvo ganas de quedarse a bordo hasta la consecuci\u00f3n de este gigantesco salto para la humanidad; dimiti\u00f3 cuando Johnson anunci\u00f3 que no se presentar\u00eda a la reelecci\u00f3n en 1968.<\/p>\n As\u00ed que Wiesner deb\u00eda de estar equivocado despu\u00e9s de todo sobre los \u00abcinturones de radiaci\u00f3n\u00bb que, seg\u00fan \u00e9l, imped\u00edan un viaje tripulado a la Luna. \u00bfO no? El 24 de junio de 2005, la NASA hizo esta notable declaraci\u00f3n<\/a>:<\/p>\n La Visi\u00f3n de la NASA para la Exploraci\u00f3n Espacial prev\u00e9 el regreso a la Luna como preparaci\u00f3n para viajes a\u00fan m\u00e1s largos a Marte y m\u00e1s all\u00e1. Pero hay un obst\u00e1culo potencial: la radiaci\u00f3n. El espacio m\u00e1s all\u00e1 de la \u00f3rbita terrestre baja est\u00e1 inundado de radiaci\u00f3n intensa procedente del Sol y de fuentes gal\u00e1cticas profundas como las supernovas. […] la forma m\u00e1s habitual de hacer frente a la radiaci\u00f3n es bloquearla f\u00edsicamente, como hace el hormig\u00f3n grueso que rodea un reactor nuclear. Pero fabricar naves espaciales de hormig\u00f3n no es una opci\u00f3n<\/em>.<\/p>\n Hay docenas de documentos de ingenieros de la NASA que explican por qu\u00e9 viajar m\u00e1s all\u00e1 de la \u00f3rbita terrestre inferior sigue siendo un obst\u00e1culo para las misiones tripuladas, por ejemplo, \u00e9ste<\/a>:<\/p>\n La radiaci\u00f3n espacial es bastante diferente y m\u00e1s peligrosa que la radiaci\u00f3n en la Tierra. Aunque la Estaci\u00f3n Espacial Internacional se encuentra justo dentro del campo magn\u00e9tico protector de la Tierra, los astronautas reciben m\u00e1s de diez veces la radiaci\u00f3n que se produce de forma natural en la Tierra. Fuera del campo magn\u00e9tico hay rayos c\u00f3smicos gal\u00e1cticos (GCR), eventos de part\u00edculas solares (SPE) y los cinturones de Van Allen, que contienen radiaci\u00f3n espacial atrapada. La NASA puede proteger a la tripulaci\u00f3n de los SPE aconsej\u00e1ndoles que se refugien en una zona con materiales de blindaje adicionales. Sin embargo, es mucho m\u00e1s dif\u00edcil protegerse de los GCR. Estas part\u00edculas altamente energ\u00e9ticas proceden de toda la galaxia. Son tan energ\u00e9ticas que pueden atravesar metales, pl\u00e1stico, agua y material celular. Y a medida que las part\u00edculas energ\u00e9ticas las atraviesan, se generan neutrones, protones y otras part\u00edculas en una cascada de reacciones que se producen en todos los materiales de blindaje. En ocasiones, esta radiaci\u00f3n secundaria puede empeorar el entorno de radiaci\u00f3n de la tripulaci\u00f3n<\/em>.<\/p>\n El ingeniero de la NASA Kelly Smith ha explicado en un breve documental sobre el programa Orion en curso (Orion Trial by Fire<\/a><\/em>) que los cinturones de Van Allen plantean retos tan serios que \u00abdebemos resolverlos antes de enviar personas a trav\u00e9s de esta regi\u00f3n del espacio\u00bb.<\/p>\n \u00bfC\u00f3mo lo hicieron entonces en 1969? La tripulaci\u00f3n no sufri\u00f3 ninguna lesi\u00f3n. Horas despu\u00e9s de aterrizar en la Tierra, Neil Armstrong, Michael Collins y Edwin \u00abBuzz\u00bb Aldrin parec\u00edan \u00abdescansados, afeitados y con la cara fresca, como si acabaran de regresar de un d\u00eda en el balneario\u00bb, se\u00f1ala Dave McGowan en Wagging the Moondoggie<\/em><\/a>.<\/p>\n Tal vez lo que parece cart\u00f3n y papel de aluminio alrededor del m\u00f3dulo lunar presurizado estaba en realidad hecho de hormig\u00f3n de alta tecnolog\u00eda. Nunca lo sabremos porque, como explic\u00f3 el veterano astronauta de la NASA Donald Roy Pettit, \u00abel problema es que ya no tenemos la tecnolog\u00eda para hacerlo. Sol\u00edamos hacerlo, pero destruimos esa tecnolog\u00eda y es un proceso doloroso volver a construirla\u00bb. Escucha a Pettit con tus propios o\u00eddos, as\u00ed como a Kelly Smith y otros ingenieros de la NASA, en esta pel\u00edcula<\/a> de 10 minutos.<\/p>\n Ya lo has o\u00eddo: la NASA no sabe c\u00f3mo envi\u00f3 hombres a la Luna. Para empeorar las cosas, perdieron<\/a> las 700 cajas de cintas de v\u00eddeo magn\u00e9ticas de las pel\u00edculas originales. Tras a\u00f1os de solicitudes al amparo de la Ley de Libertad de Informaci\u00f3n, el portavoz de la NASA, Grey Hautaluoma, explic\u00f3: \u00abHace tiempo que no las vemos. Llevamos m\u00e1s de un a\u00f1o busc\u00e1ndolas y no han aparecido\u00bb.<\/p>\n Ahora bien, enviar un robot a la Luna es f\u00e1cil, as\u00ed que tal vez se podr\u00eda aprender algo sobre la tecnolog\u00eda perdida del Apolo si se pudieran enviar robots a inspeccionar los materiales dejados por los astronautas en los lugares de alunizaje. Pero en 2011, cuando algunas organizaciones privadas planeaban hacer precisamente eso, la NASA emiti\u00f3 una legislaci\u00f3n sin precedentes que prohib\u00eda a cualquier robot acercarse a cualquiera de los lugares de alunizaje del Apolo en un radio de 2 kil\u00f3metros. El documento de 93 p\u00e1ginas de la NASA justifica la decisi\u00f3n por la necesidad de (intenta no re\u00edrte) \u00abproteger y preservar el valor hist\u00f3rico y cient\u00edfico de los artefactos lunares del Gobierno de Estados Unidos\u00bb.<\/p>\n Ahora bien, hay algunos esc\u00e9pticos que no se tragan las excusas baratas de la NASA por no haber enviado ning\u00fan hombre a la Luna en cincuenta a\u00f1os. Enviar hombres a la Luna, afirman, no deber\u00eda ser m\u00e1s dif\u00edcil para la NASA que enviar a Mary Poppins al parque de dibujos animados. S\u00f3lo se necesita un estudio de cine y tecnolog\u00eda de pantalla verde. El fot\u00f3grafo y cineasta italiano Massimo Mazzucco muestra c\u00f3mo hacerlo en su pel\u00edcula de 2018 American Moon<\/em><\/a>.<\/p>\n As\u00ed es, creo yo, como Johnson puso la luna en Am\u00e9rica y, de paso, convirti\u00f3 a Estados Unidos en su propia imagen: el maestro del enga\u00f1o.<\/p>\n Laurent Guy\u00e9not, 25 de diciembre de 2021<\/p>\n Fuente: https:\/\/www.unz.com\/article\/how-lbj-mooned-america\/<\/a><\/p>\n Traducido por ASH para Red Internacional<\/a><\/p>\n *<\/p>\n [1]<\/a> Robert F. Kennedy, Jr., American Values: Lessons I Learned from My Family, <\/em>HarperLuxe, 2018, pp. 226-229.<\/p>\n [2]<\/a> Joan Mellen, A Farewell to Justice, <\/em>Potomac Books, 2007.<\/p>\n [3]<\/a> Charles Kaman, \u00abPolitics had reared its ugly head in a very certain way\u00bb, en stonezone.com\/article.php?id=633<\/p>\n [4]<\/a> Michael Marks, \u00abWhy Apollo 11 Wouldn\u2019t Have Happened Without Lyndon Johnson\u00bb 19 de julio de 2019, www.texasstandard.org\/stories\/why-apollo-11-wouldnt-have-happened-without-lyndon-johnson\/<\/a>. Puede descargarse un art\u00edculo m\u00e1s breve de John Logsdon aqu\u00ed<\/a>.<\/p>\n [5]<\/a> Charles Fishman, \u00abIf President Kennedy hadn\u2019t been killed, would we have landed on the Moon on July 20, 1969? It seems unlikely\u00bb, www.fastcompany.com\/90376962\/if-president-kennedy-hadnt-been-killed-would-we-have-landed-on-the-moon-on-july-20-1969-it-seems-unlikely<\/a><\/p>\n [6]<\/a> David Baker, The Apollo Missions: The Incredible Story of the Race to the Moon, <\/em>Arcturus, 2018, p. 55.<\/p>\n [7]<\/a> Jeff Shesol, \u00abLyndon Johnson\u2019s Unsung Role in Sending Americans to the Moon\u00bb, 20 de julio de 2019, https:\/\/www.newyorker.com\/news\/news-desk\/lyndon-johnsons-unsung-role-in-sending-americans-to-the-moon<\/a><\/p>\n [8]<\/a> Wiesner Committee, \u00abReport to the President-Elect of the Ad Hoc Committee on Space\u00bb, 10 de enero de 1961, www.hq.nasa.gov\/office\/pao\/History\/report61.html<\/a><\/p>\n [9]<\/a> Moonrise podcast, https:\/\/www.washingtonpost.com\/podcasts\/moonrise\/jfk-and-the-secret-tapes\/<\/a><\/p>\n [10]<\/a> Citado en John Logsdon, John F. Kennedy and the Race to the Moon<\/em>, Palgrave Macmillan, 2010, p. 213<\/p>\n [11]<\/a> Logsdon, John F. Kennedy and the Race to the Moon<\/em>, p. x.<\/p>\n [12]<\/a> Logsdon, John F. Kennedy and the Race to the Moon, <\/em>p. 168 and 160.<\/p>\n [13]<\/a> Izvestia, <\/em>October 25, 1963, citado e<\/em>n John Logsdon, John F. Kennedy and the Race to the Moon<\/em>, p. 187.<\/p>\n [14]<\/a> Charles Fishman, \u00abIf President Kennedy hadn\u2019t been killed, would we have landed on the Moon on July 20, 1969? It seems unlikely\u00bb, www.fastcompany.com\/90376962\/if-president-kennedy-hadnt-been-killed-would-we-have-landed-on-the-moon-on-july-20-1969-it-seems-unlikely<\/a><\/p>\n [15]<\/a> Logsdon, John F. Kennedy and the Race to the Moon<\/em>, p. 198.<\/p>\n [16]<\/a> Citado en Gerhard Wisnewski, One Small Step? The Great Moon Hoax and the Race to Dominate Earth From Space, <\/em>2005, Clairview Books, p. 296.<\/p>\n [17]<\/a> Entrevistas de Wiesner citado en John Logsdon, John F. Kennedy and the Race to the Moon, <\/em>p. 83.<\/p>\n [18]<\/a> Kennedy\u2019s Peace Speech <\/em>citado en James Douglass, JFK and the Unspeakable: Why He Died and Why It Matters, <\/em>Touchstone, 2008, <\/em>pp. 390-392.<\/p>\n [19]<\/a> Fishman, \u00abIf President Kennedy hadn\u2019t been killed, would we have landed on the Moon on July 20, 1969? It seems unlikely\u00bb, www.fastcompany.com\/90376962\/if-president-kennedy-hadnt-been-killed-would-we-have-landed-on-the-moon-on-july-20-1969-it-seems-unlikely<\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" \u00a0 De Vietnam a la Luna Si John Kennedy no hubiera sido asesinado, no habr\u00eda habido guerra de Vietnam para los estadounidenses. Creo que esta cuesti\u00f3n ha sido resuelta por investigadores recientes como James Douglass. Robert Kennedy Jr. resume las pruebas en su libro American Values: [JFK] se neg\u00f3 rotundamente...<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":11215,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[1376,2689,1383,1366],"tags":[],"class_list":["post-11214","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-analisis","category-guyenot-laurent","category-historia","category-all"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11214","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=11214"}],"version-history":[{"count":5,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11214\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":11220,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11214\/revisions\/11220"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/media\/11215"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=11214"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=11214"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=11214"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}<\/h4>\n
De Vietnam a la Luna<\/strong><\/h4>\n
C\u00f3mo decidimos ir a la Luna<\/strong><\/h4>\n
\u00bfBailamos?<\/strong><\/h4>\n
Concurso de cohetes<\/strong><\/h4>\n
C\u00f3mo la NASA llev\u00f3 a Am\u00e9rica a la Luna <\/strong><\/h4>\n
NOTAS<\/h4>\n