![\"\"](\"https:\/\/redinternacional.net\/wp-content\/uploads\/2023\/06\/alexander-dugin-300x177.jpg\")
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Mucha gente empieza a darse cuenta de que lo que est\u00e1 ocurriendo no puede explicarse simplemente analizando los intereses nacionales, las tendencias econ\u00f3micas o la pol\u00edtica energ\u00e9tica, las disputas territoriales o las tensiones \u00e9tnicas. Casi todos los expertos que intentan describir lo que est\u00e1 ocurriendo en los t\u00e9rminos y conceptos habituales de antes de la guerra parecen, como m\u00ednimo, poco convincentes y, a menudo, simplemente est\u00fapidos.<\/p>\n
Para comprender, aunque sea superficialmente, la situaci\u00f3n, hay que recurrir a categor\u00edas mucho m\u00e1s profundas y fundamentales, criticar los an\u00e1lisis cotidianos que casi nunca se ponen en tela de juicio.<\/p>\n
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Lo que en Rusia se sigue denominando “Operaci\u00f3n Militar Especial” (OME), y que en realidad es una aut\u00e9ntica guerra contra el Occidente colectivo, s\u00f3lo puede entenderse en el marco de planteamientos a gran escala como :<\/p>\n
– la geopol\u00edtica, basada en la consideraci\u00f3n del duelo mortal entre la civilizaci\u00f3n del mar y la civilizaci\u00f3n de la tierra, que identifica la agravaci\u00f3n final de la gran guerra continental;<\/p>\n
– an\u00e1lisis civilizatorio – el choque de civilizaciones (la civilizaci\u00f3n occidental moderna reclama la hegemon\u00eda frente a las civilizaciones alternativas no occidentales emergentes)<\/p>\n
– la definici\u00f3n de la futura arquitectura del orden mundial – la contradicci\u00f3n entre un mundo unipolar y un mundo multipolar;<\/p>\n
– la culminaci\u00f3n de la historia mundial – el advenimiento de la fase final de un modelo occidental de dominaci\u00f3n mundial que se enfrenta a una crisis fundamental;<\/p>\n
– un macroan\u00e1lisis de la econom\u00eda pol\u00edtica basado en el hecho constante del hundimiento del capitalismo mundial;<\/p>\n
– por \u00faltimo, una escatolog\u00eda religiosa que describe los “\u00faltimos tiempos” y sus conflictos, enfrentamientos y cat\u00e1strofes inherentes, as\u00ed como la fenomenolog\u00eda de la venida del Anticristo.<\/p>\n
– Todos los dem\u00e1s factores -pol\u00edticos, nacionales, energ\u00e9ticos, relacionados con los recursos, \u00e9tnicos, jur\u00eddicos, diplom\u00e1ticos, etc.-, aunque importantes, son de importancia secundaria. – aunque importantes, son secundarios y subordinados. Como m\u00ednimo, no explican ni aclaran nada sustancial.<\/p>\n
Situamos a la OMS dentro de seis marcos te\u00f3ricos, cada uno de los cuales representa disciplinas enteras. Estas disciplinas han recibido poca atenci\u00f3n en el pasado, cuando se prefer\u00edan \u00e1reas de estudio m\u00e1s “positivas” y “rigurosas”. Por ello, pueden parecer “ex\u00f3ticas” o “irrelevantes” para muchos, pero comprender los procesos verdaderamente globales exige distanciarse considerablemente de lo privado, lo local y lo detallado.<\/p>\n
\u00a0<\/strong><\/p>\n Toda geopol\u00edtica se basa en la eterna oposici\u00f3n entre la civilizaci\u00f3n del mar (talasocracia) y la civilizaci\u00f3n de la tierra (telurocracia). Los enfrentamientos entre Esparta, potencia basada en la tierra, y Atenas, potencia basada en el puerto (el mar), entre Roma, basada en la tierra, y Cartago, basada en el mar, son la expresi\u00f3n viva de esta dualidad desde la Antig\u00fcedad.<\/p>\n Ambas civilizaciones difieren no s\u00f3lo estrat\u00e9gica y geogr\u00e1ficamente, sino tambi\u00e9n en su orientaci\u00f3n principal: todo imperio terrestre se basa en la tradici\u00f3n sagrada, el deber y la verticalidad jer\u00e1rquica encabezada por un emperador sagrado. Es una civilizaci\u00f3n de la mente.<\/p>\n Las potencias mar\u00edtimas son oligarqu\u00edas, un sistema comercial dominado por el desarrollo material y t\u00e9cnico, son esencialmente Estados piratas, sus valores y tradiciones son contingentes y cambiantes, como el propio mar. De ah\u00ed su intr\u00ednseco progresismo, sobre todo en la esfera material, mientras que, por el contrario, la Roma eterna se caracteriza por la constancia de su modo de vida y la continuidad de su civilizaci\u00f3n continental.<\/p>\n Cuando la pol\u00edtica se globaliz\u00f3 y conquist\u00f3 todo el globo, las dos civilizaciones se encarnaron definitivamente en el espacio. Rusia y Eurasia se convirtieron en el n\u00facleo de la civilizaci\u00f3n terrestre, mientras que el polo de la civilizaci\u00f3n mar\u00edtima qued\u00f3 anclado en la zona de influencia anglosajona: desde el Imperio Brit\u00e1nico hasta Estados Unidos y el bloque de la OTAN.<\/p>\n As\u00ed es como la geopol\u00edtica ve la historia de los \u00faltimos siglos. El Imperio ruso, la URSS y la Rusia moderna han heredado la vara de la civilizaci\u00f3n terrestre. En el contexto de la geopol\u00edtica, Rusia es la Roma eterna, la Tercera Roma [despu\u00e9s del imperio bizantino]. Y el Occidente moderno es la Cartago cl\u00e1sica.<\/p>\n El hundimiento de la URSS fue la mayor victoria de la civilizaci\u00f3n del mar (la OTAN, los anglosajones) y un terrible desastre para la civilizaci\u00f3n de la tierra (Rusia, la Tercera Roma).<\/p>\n La talasocracia y la telurocracia son como dos vasos comunicantes, por lo que estos territorios, una vez abandonado el control de Mosc\u00fa, empezaron a quedar bajo el control de Washington y Bruselas. Primero cayeron Europa del Este y las rep\u00fablicas escindidas del B\u00e1ltico. Despu\u00e9s les toc\u00f3 a los Estados postsovi\u00e9ticos. La civilizaci\u00f3n del mar prosigue la gran guerra continental con su principal enemigo, la civilizaci\u00f3n de la tierra, que sufre un duro golpe pero no se derrumba del todo.<\/p>\n Al mismo tiempo, la derrota de Mosc\u00fa condujo a la creaci\u00f3n de un sistema colonial en la propia Rusia en la d\u00e9cada de 1990: los atlantistas inundaron el Estado con sus agentes colocados en los puestos m\u00e1s altos. As\u00ed se form\u00f3 la \u00e9lite rusa moderna: una extensi\u00f3n de la oligarqu\u00eda, un sistema de control externo a trav\u00e9s de la civilizaci\u00f3n del mar.<\/p>\n Algunas antiguas rep\u00fablicas sovi\u00e9ticas han empezado a prepararse para integrarse plenamente en la civilizaci\u00f3n del mar. Otras siguieron una estrategia m\u00e1s prudente y no tuvieron prisa por romper sus v\u00ednculos geopol\u00edticos hist\u00f3ricamente establecidos con Mosc\u00fa. Surgieron as\u00ed dos campos: el euroasi\u00e1tico (Rusia, Bielorrusia, Kazajist\u00e1n, Kirguizist\u00e1n, Tayikist\u00e1n, Uzbekist\u00e1n y Armenia) y el atlantista (Ucrania, Georgia, Moldavia y Azerbaiy\u00e1n).<\/p>\n Azerbaiy\u00e1n, sin embargo, se alej\u00f3 de esta posici\u00f3n extrema y se acerc\u00f3 a Mosc\u00fa. Esto condujo a los sucesos de 2008 en Georgia y luego, tras el golpe pro-OTAN en Ucrania en 2014, a la secesi\u00f3n de Crimea y el levantamiento en el Donbass. Parte de los territorios de las unidades reci\u00e9n formadas no quisieron unirse a la civilizaci\u00f3n del mar y se rebelaron contra estas pol\u00edticas, buscando el apoyo de Mosc\u00fa.<\/p>\n Esto condujo a la implantaci\u00f3n de la OMS en 2022. Mosc\u00fa, como civilizaci\u00f3n terrestre, se ha hecho lo suficientemente fuerte como para entrar en confrontaci\u00f3n directa con la Civilizaci\u00f3n del Mar en Ucrania e invertir la tendencia hacia el fortalecimiento de la Talasocracia y la OTAN a expensas de la Telurocracia y la Tercera Roma. Esto nos lleva a la geopol\u00edtica del conflicto actual. Rusia, como Roma, est\u00e1 luchando contra Cartago y sus sat\u00e9lites coloniales.<\/p>\n Lo nuevo en geopol\u00edtica es que Rusia-Eurasia no puede actuar como \u00fanico representante de la civilizaci\u00f3n en la Tierra actual. De ah\u00ed el concepto de “Heartland distribuido”. En estas nuevas condiciones, no s\u00f3lo Rusia, sino tambi\u00e9n China, India, el mundo isl\u00e1mico, \u00c1frica y Am\u00e9rica Latina se perfilan como los polos de la civilizaci\u00f3n en la Tierra.<\/p>\n Es m\u00e1s, si la civilizaci\u00f3n del mar se derrumba, los “grandes espacios” de Occidente -Europa y la propia Am\u00e9rica- podr\u00edan convertirse en heartlands por derecho propio. En Estados Unidos, esto es lo que Trump y los republicanos quieren casi abiertamente, con referencia espec\u00edfica a los estados rojos y del interior del continente. En Europa, los populistas y los partidarios del concepto de “Fortaleza Europa” gravitan intuitivamente hacia ese escenario.<\/p>\n <\/p>\n Al enfoque puramente geopol\u00edtico le corresponde el enfoque civilizacional. Pero, como hemos visto, una comprensi\u00f3n adecuada de la propia geopol\u00edtica ya incluye una dimensi\u00f3n civilizacional.<\/p>\n En el plano de la civilizaci\u00f3n, en la OMS chocan dos vectores principales: Por un lado, el individualismo liberal-democr\u00e1tico, el atomismo, la dominaci\u00f3n del enfoque tecno-material del hombre y de la sociedad, la abolici\u00f3n del Estado, la pol\u00edtica de g\u00e9nero, en esencia la abolici\u00f3n de la familia y del propio g\u00e9nero, y en el l\u00edmite una transici\u00f3n hacia la dominaci\u00f3n de la Inteligencia Artificial (todo ello llamado “progresismo” o “fin de la historia”) ; por otro, la fidelidad a los valores tradicionales, la integridad de la cultura, la superioridad de la mente sobre la materia, la preservaci\u00f3n de la familia, el poder, el patriotismo, la conservaci\u00f3n de la diversidad cultural y, por \u00faltimo, la salvaci\u00f3n del hombre mismo.<\/p>\n Tras la derrota de la URSS, la civilizaci\u00f3n occidental adopt\u00f3 una estrategia particularmente radical, insistiendo en la puesta a punto -\u00a1ya! – de su comportamiento. De ah\u00ed la imposici\u00f3n forzosa de los g\u00e9neros m\u00faltiples, la deshumanizaci\u00f3n (IA, ingenier\u00eda gen\u00e9tica, ecolog\u00eda profunda), las destructivas “revoluciones de colores” para los Estados, etc. Es m\u00e1s, la civilizaci\u00f3n occidental se ha identificado abiertamente con toda la humanidad, invitando a todas las culturas y a todos los pueblos a seguirla, inmediatamente, sin demora, sin reflexi\u00f3n, sin introspecci\u00f3n. No se trata de una sugerencia, sino de una orden, una especie de imperativo categ\u00f3rico de la globalizaci\u00f3n.<\/p>\n Hasta cierto punto, todas las sociedades se han visto influidas por la civilizaci\u00f3n occidental moderna. Incluida la nuestra, aqu\u00ed en Rusia, donde, desde la d\u00e9cada de 1990, siempre ha prevalecido un enfoque liberal occidentalizado. Adoptamos el liberalismo y el posmodernismo como una especie de sistema de explotaci\u00f3n y no hemos conseguido deshacernos de \u00e9l, a pesar de los 23 a\u00f1os de pol\u00edtica soberanista de Putin.<\/p>\n Pero hoy, el conflicto geopol\u00edtico directo con la OTAN y el Occidente colectivo ha agravado este enfrentamiento civil. De ah\u00ed la apelaci\u00f3n de Putin a los valores tradicionales, su rechazo del liberalismo, la pol\u00edtica de g\u00e9nero, etc.<\/p>\n Aunque nuestra sociedad y nuestra \u00e9lite dirigente a\u00fan no lo hayan comprendido del todo, la operaci\u00f3n es un enfrentamiento directo entre dos civilizaciones:<\/p>\n – el Occidente posmoderno, liberal y globalista, y la sociedad tradicional, representada por Rusia y sus predecesores.<\/p>\n – la sociedad tradicional, representada por Rusia y quienes mantienen al menos cierta distancia con Occidente.<\/p>\n La guerra se traslada as\u00ed al plano de la identidad cultural y adquiere un profundo car\u00e1cter ideol\u00f3gico. Se convierte en una guerra cultural, un feroz enfrentamiento de la Tradici\u00f3n contra la Modernidad y la Postmodernidad.<\/p>\n <\/p>\n Desde el punto de vista de la arquitectura de la pol\u00edtica mundial, la OMS es el punto en el que se determinar\u00e1 si el mundo seguir\u00e1 siendo unipolar o se convertir\u00e1 en multipolar. La victoria de Occidente sobre la URSS puso fin a la era de la organizaci\u00f3n bipolar de la pol\u00edtica mundial. Uno de los dos campos enfrentados se desintegr\u00f3 y abandon\u00f3 la escena, mientras que el otro permaneci\u00f3 y se declar\u00f3 el principal y \u00fanico polo. Fue entonces cuando Fukuyama proclam\u00f3 “el fin de la historia”. En t\u00e9rminos geopol\u00edticos, como hemos visto, esto represent\u00f3 una victoria decisiva de la civilizaci\u00f3n del mar sobre la civilizaci\u00f3n de la tierra. Expertos m\u00e1s prudentes en relaciones internacionales (C. Krauthammer) han descrito la situaci\u00f3n como un “momento unipolar”, subrayando que el sistema as\u00ed creado ten\u00eda potencial para estabilizarse, es decir, un verdadero “mundo unipolar”, pero que podr\u00eda no sobrevivir y dar paso a otra configuraci\u00f3n.<\/p>\n Esto es exactamente lo que est\u00e1 en juego hoy en Ucrania: una victoria rusa significar\u00eda que el “momento unipolar” ha terminado irrevocablemente y que la multipolaridad ha llegado como algo irreversible. En caso contrario, los partidarios de un mundo unipolar tendr\u00e1n la oportunidad de aplazar su fin, al menos a toda costa.<\/p>\n Una vez m\u00e1s, debemos referirnos aqu\u00ed al concepto geopol\u00edtico del “Heartland distribuido”, que aporta una importante correcci\u00f3n a la geopol\u00edtica cl\u00e1sica: si la civilizaci\u00f3n del mar est\u00e1 ahora consolidada y representa algo unitario, un sistema planetario de globalismo liberal bajo la direcci\u00f3n estrat\u00e9gica de Washington y el mando de la OTAN, entonces, aunque la civilizaci\u00f3n directamente opuesta de la tierra est\u00e9 representada \u00fanicamente por Rusia (lo que remite de nuevo a la geopol\u00edtica cl\u00e1sica), Rusia lucha no s\u00f3lo por s\u00ed misma, sino tambi\u00e9n por el principio del Heartland, reconociendo la legitimidad de la tierra.<\/p>\n Por ello, Rusia encarna un orden mundial multipolar, en el que Occidente desempe\u00f1a un papel reducido a una sola regi\u00f3n, a uno de los polos, sin raz\u00f3n alguna para imponer sus propios criterios y valores como algo universal.<\/p>\n <\/p>\n La civilizaci\u00f3n occidental moderna es el resultado del vector hist\u00f3rico que se ha desarrollado en Europa Occidental desde el comienzo de la era moderna. No es ni una desviaci\u00f3n ni un exceso. Es la conclusi\u00f3n l\u00f3gica de una sociedad que ha tomado el camino de la desacralizaci\u00f3n, de la descristianizaci\u00f3n, del rechazo de la verticalidad espiritual, el camino del hombre ateo y de la prosperidad material. Esto es lo que se llama “progreso”, y el “progreso” incluye el rechazo total y la destrucci\u00f3n de los valores, fundamentos y principios de toda sociedad tradicional.<\/p>\n Los \u00faltimos cinco siglos de la civilizaci\u00f3n occidental son la historia de la lucha de la modernidad contra la tradici\u00f3n, del hombre contra Dios, del atomismo contra la totalidad (Ganzheit). En cierto sentido, es la historia de una lucha entre Occidente y Oriente, en la que el Occidente moderno se ha convertido en la encarnaci\u00f3n del “progreso”, mientras que el resto del mundo, en particular Oriente, se ha considerado el territorio de la tradici\u00f3n, del modo de vida sagrado y, como tal, se ha preservado. La modernizaci\u00f3n al estilo occidental es inseparable de la colonizaci\u00f3n, porque quienes impusieron las reglas del juego se aseguraron de que s\u00f3lo funcionaran a su favor. As\u00ed, poco a poco, el mundo entero qued\u00f3 bajo la influencia de la modernidad occidental y, a partir de cierto momento, nadie pudo permitirse cuestionar la validez de una imagen del mundo tan “progresista” y profundamente occidental.<\/p>\n El globalismo liberal occidental moderno, la propia civilizaci\u00f3n atlantista, su plataforma geopol\u00edtica y geoestrat\u00e9gica en forma de OTAN y, en \u00faltima instancia, el propio orden mundial unipolar son la culminaci\u00f3n del “progreso” hist\u00f3rico descifrado por la propia civilizaci\u00f3n occidental. Es precisamente este tipo de “progreso” el que se pone en tela de juicio con el lanzamiento y la puesta en marcha de la OMS.<\/p>\n Si estamos ante la culminaci\u00f3n del movimiento hist\u00f3rico de Occidente hacia este objetivo, esbozado hace 500 a\u00f1os y ahora casi logrado, entonces nuestra victoria tras la OMS significar\u00e1 -ni m\u00e1s ni menos- un cambio dram\u00e1tico en todo el curso de la historia mundial. Occidente estaba a punto de lograr su objetivo y, en la etapa final, Rusia se interpuso en el camino de esta misi\u00f3n hist\u00f3rica, transform\u00f3 el universalismo del “progreso” tal como lo entend\u00eda Occidente en un fen\u00f3meno regional privado y local, y priv\u00f3 a Occidente de su \u201cderecho\u201d a representar a toda la humanidad y su destino.<\/p>\n Esto es lo que est\u00e1 en juego y lo que se decide hoy en las trincheras de la OMS.<\/p>\n <\/p>\n La civilizaci\u00f3n occidental moderna es capitalista. Se basa en la omnipotencia del capital, en el dominio de las finanzas y de los intereses bancarios. El capitalismo se convirti\u00f3 en el destino de la sociedad occidental moderna desde el momento en que rompi\u00f3 con la Tradici\u00f3n, que rechazaba toda forma de obsesi\u00f3n por los aspectos materiales del ser y limitaba a veces severamente ciertas pr\u00e1cticas econ\u00f3micas (como el crecimiento del inter\u00e9s) por considerarlas algo profundamente imp\u00edo, injusto e inmoral. S\u00f3lo liber\u00e1ndose de los tab\u00faes religiosos pudo Occidente abrazar plenamente el capitalismo. El capitalismo no es ni hist\u00f3rica ni doctrinalmente inseparable del ate\u00edsmo, el materialismo y el individualismo, que, en una tradici\u00f3n plenamente espiritual y religiosa, no se toleran en absoluto.<\/p>\n Es precisamente el desarrollo desenfrenado del capitalismo lo que ha llevado a la civilizaci\u00f3n occidental a la atomizaci\u00f3n, a la transformaci\u00f3n de todos los valores en mercanc\u00edas y, en \u00faltima instancia, a la asimilaci\u00f3n del hombre a una cosa.<\/p>\n Los fil\u00f3sofos cr\u00edticos con el Occidente moderno han identificado un\u00e1nimemente el nihilismo en esta explosi\u00f3n capitalista de la civilizaci\u00f3n. Primero fue la “muerte de Dios”, luego, l\u00f3gicamente, la “muerte del hombre”, que perdi\u00f3 todo contenido fijo al negar a Dios; de ah\u00ed el posthumanismo, la IA y los experimentos de fusi\u00f3n hombre-m\u00e1quina. Esta es la culminaci\u00f3n del “progreso” en su interpretaci\u00f3n liberal-capitalista.<\/p>\n El Occidente moderno es el triunfo del capitalismo en su apogeo hist\u00f3rico. Una vez m\u00e1s, la referencia a la geopol\u00edtica aclara todo el panorama: la civilizaci\u00f3n del mar, Cartago, el sistema olig\u00e1rquico, se basan en la omnipotencia del dinero. Si Roma no hubiera ganado las guerras p\u00fanicas, el capitalismo habr\u00eda llegado unos milenios antes: s\u00f3lo el valor, el honor, la jerarqu\u00eda, el servicio, el esp\u00edritu y la santidad de Roma habr\u00edan podido detener el intento de la oligarqu\u00eda cartaginesa de imponer su propio orden mundial.<\/p>\n Los sucesores de Cartago (los anglosajones) fueron m\u00e1s afortunados y finalmente han logrado, en los \u00faltimos cinco siglos, lo que sus antepasados espirituales no hab\u00edan conseguido: imponer el capitalismo a la humanidad.<\/p>\n Por supuesto, la Rusia actual ni siquiera puede imaginar que la OMS es una revuelta contra el capital global y su omnipotencia.<\/p>\n Pero eso es exactamente lo que es.<\/p>\n <\/p>\n Generalmente se considera que la Historia es progreso. Sin embargo, esta visi\u00f3n de la esencia del tiempo hist\u00f3rico s\u00f3lo ha arraigado recientemente, desde la Ilustraci\u00f3n. La primera teor\u00eda integral del progreso fue formulada a mediados del siglo XVIII por el liberal franc\u00e9s Anne Robert Jacques Turgot (1727-1781). Desde entonces se ha convertido en un dogma, aunque originalmente s\u00f3lo formaba parte de la ideolog\u00eda liberal, que no todos compart\u00edan.<\/p>\n En lo que respecta a la teor\u00eda del progreso, la civilizaci\u00f3n occidental moderna representa su culminaci\u00f3n. Es una sociedad en la que el individuo es pr\u00e1cticamente libre y queda desprovisto de cualquier forma de identidad colectiva, es decir, lo m\u00e1s libre posible. Libre de religi\u00f3n, etnia, Estado, raza, propiedad, incluso sexo, y ma\u00f1ana de la especie humana. Esta es la \u00faltima frontera que pretende alcanzar el progreso.<\/p>\n Entonces, seg\u00fan los futuristas liberales, llegar\u00e1 el momento de la singularidad, en el que los seres humanos ceder\u00e1n la iniciativa del desarrollo a la inteligencia artificial. Hubo un tiempo (seg\u00fan la misma teor\u00eda del progreso) en que los simios le abrieron paso a la especie humana. Hoy, la humanidad, habiendo alcanzado la siguiente etapa de la evoluci\u00f3n, est\u00e1 preparada para ceder la iniciativa a las redes neuronales. Hacia all\u00ed se dirige el Occidente globalista moderno.<\/p>\n Sin embargo, si prescindimos de la ideolog\u00eda liberal del progreso y recurrimos a la cosmovisi\u00f3n religiosa, obtenemos un panorama completamente distinto. El cristianismo, junto con otras religiones, ve la historia del mundo como una regresi\u00f3n, un alejamiento del para\u00edso. Incluso despu\u00e9s de la venida de Cristo y el triunfo de la Iglesia universal, debe haber un periodo de apostas\u00eda, un periodo de gran sufrimiento y la venida del Anticristo, el hijo de la perdici\u00f3n. Esto debe suceder, pero los fieles est\u00e1n llamados a defender su verdad, a permanecer fieles a la Iglesia y a Dios, y a resistir al Anticristo incluso en estas condiciones extremadamente dif\u00edciles. Lo que es “progreso” para un liberal no es s\u00f3lo “regresi\u00f3n” para un cristiano, sino una parodia imp\u00eda.<\/p>\n La \u00faltima fase del progreso -la digitalizaci\u00f3n total, la migraci\u00f3n al meta universo, la abolici\u00f3n del g\u00e9nero y la superaci\u00f3n del hombre con la transferencia de la iniciativa a la inteligencia artificial- es, a los ojos del creyente de toda fe tradicional, la confirmaci\u00f3n directa de que el Anticristo ha llegado al mundo y de que es su civilizaci\u00f3n la que est\u00e1 en marcha y la que prevalece.<\/p>\n Entramos as\u00ed en otra dimensi\u00f3n de la operaci\u00f3n, sobre la que hablan cada vez m\u00e1s directamente el presidente de Rusia, el ministro de Asuntos Exteriores, el secretario del Consejo de Seguridad, el jefe del SVR y otros altos funcionarios rusos, aparentemente alejados de cualquier misticismo o blasfemia. Pero eso es exactamente lo que est\u00e1n haciendo: est\u00e1n afirmando la pura verdad, que coincide con la visi\u00f3n tradicional de la sociedad del mundo occidental moderno.<\/p>\n Esta vez no se trata de una met\u00e1fora, por la que las partes enfrentadas en el conflicto a veces se han recompensado mutuamente. Se trata de algo m\u00e1s. La civilizaci\u00f3n occidental, incluso en los tiempos modernos, nunca ha estado tan cerca de una encarnaci\u00f3n directa y manifiesta del reinado del Anticristo. Hace tiempo que Occidente abandon\u00f3 la religi\u00f3n y sus verdades en favor de un laicismo agresivo y una cosmovisi\u00f3n atea y materialista considerada la verdad absoluta.<\/p>\n Sin embargo, a\u00fan no hab\u00eda invadido la naturaleza misma del hombre, despoj\u00e1ndole de su sexo, de su familia y, muy pronto, de su naturaleza humana. Europa occidental se propuso hace 500 a\u00f1os construir una sociedad sin Dios y contra Dios, pero este proceso s\u00f3lo ha alcanzado su apogeo en la actualidad. Esta es la esencia religiosa y escatol\u00f3gica de la tesis del “fin de la historia”.<\/p>\n Es esencialmente una declaraci\u00f3n, en el lenguaje de la filosof\u00eda liberal, de que la venida del Anticristo se ha producido efectivamente. Al menos, as\u00ed les parece a las personas de credos religiosos en las sociedades donde la religi\u00f3n sigue siendo dominante. La OMS es el comienzo de la batalla escatol\u00f3gica entre la Tradici\u00f3n sagrada y el mundo moderno, que, precisamente en forma de ideolog\u00eda liberal y pol\u00edtica globalista, ha alcanzado su expresi\u00f3n m\u00e1s siniestra, t\u00f3xica y radical. Por eso se habla cada vez m\u00e1s de Armaged\u00f3n, la \u00faltima batalla decisiva entre los ej\u00e9rcitos de Dios y Satan\u00e1s.<\/p>\n <\/p>\n En todos los niveles de nuestro an\u00e1lisis, queda claro que el papel de la propia Ucrania en esta confrontaci\u00f3n crucial, se interprete como se interprete, es por un lado esencial (es el campo de Armaged\u00f3n); por otro, el r\u00e9gimen de Kiev no es ni remotamente una entidad independiente. En este caso, Ucrania es simplemente un espacio, un territorio donde convergen dos fuerzas c\u00f3smicas globales absolutas. Lo que puede parecer un conflicto local basado en reivindicaciones territoriales es, en realidad, cualquier cosa menos eso.<\/p>\n A ninguna de las partes le importa Ucrania como tal. Lo que est\u00e1 en juego es mucho m\u00e1s importante. Resulta que Rusia tiene una misi\u00f3n especial en la historia mundial: frustrar una civilizaci\u00f3n del mal puro en un momento cr\u00edtico de la historia mundial. Al lanzar la operaci\u00f3n militar, los dirigentes rusos han emprendido esta misi\u00f3n, y la frontera entre dos ej\u00e9rcitos ontol\u00f3gicos, entre dos vectores fundamentales de la historia de la humanidad, se encuentra precisamente en territorio ucraniano.<\/p>\n Sus autoridades se han puesto del lado del diablo: de ah\u00ed todo el horror, el terror, la violencia, el odio, la represi\u00f3n despiadada de la Iglesia, la degeneraci\u00f3n y el sadismo en Kiev. Pero el mal es m\u00e1s profundo que los excesos del nazismo ucraniano: su centro est\u00e1 fuera de Ucrania, y las fuerzas del Anticristo no hacen m\u00e1s que utilizar a los ucranianos para conseguir sus objetivos.<\/p>\n El pueblo ucraniano est\u00e1 dividido no s\u00f3lo pol\u00edticamente, sino tambi\u00e9n espiritualmente. Algunos est\u00e1n del lado de la civilizaci\u00f3n de la tierra, de la Santa Rusia, del lado de Cristo. Otros est\u00e1n en el lado opuesto. De este modo, la sociedad est\u00e1 dividida a lo largo de la frontera m\u00e1s fundamental: la escatol\u00f3gica, la de la civilizaci\u00f3n y, al mismo tiempo, la geopol\u00edtica. As\u00ed, la misma tierra que fue la cuna de la antigua Rusia, de nuestra naci\u00f3n, se ha convertido en la zona de la gran batalla, incluso m\u00e1s importante y extensa que la m\u00edtica Kurukshetra, tema de la tradici\u00f3n hind\u00fa (nota del editor, cf. Wikipedia: El campo de batalla de Kurukshetra, donde tuvo lugar una batalla \u00e9pica, tal como se describe en la narraci\u00f3n sagrada hind\u00fa, el Mahabharata y, m\u00e1s concretamente, el Bhagavad-Gita. Describe la batalla entre los Kauravas y los Pandavas, con el h\u00e9roe Arjuna y su cochero, Krishna, como principales protagonistas. Desde un punto de vista filos\u00f3fico, en la narraci\u00f3n del Bhagavad-Gita, representa el campo de batalla (tanto interior como exterior) del h\u00e9roe Arjuna, desgarrado entre sus sombras temporales (representadas por la familia de los Kauravas) y su parte luminosa atemporal (representada por los Pandavas, de los que \u00e9l es el Pr\u00edncipe). El kurukshetra se convierte as\u00ed en una imagen de los obst\u00e1culos y elecciones que todo hombre debe afrontar para cumplir con su deber (svadharma, en la filosof\u00eda hind\u00fa). Pero las fuerzas que han confluido en este campo del destino son tan fundamentales que a menudo trascienden las contradicciones inter\u00e9tnicas. No se trata s\u00f3lo de una divisi\u00f3n de los ucranianos entre rus\u00f3filos y rus\u00f3fobos, sino de una divisi\u00f3n de la humanidad sobre una base mucho m\u00e1s fundamental.<\/p>\n Alexander Dugin, junio 2023<\/p>\n *<\/p>\n Traducido desde el frances<\/a> por MP para Red Internacional<\/a><\/p>\nLa OMS en el contexto de la geopol\u00edtica<\/strong><\/h4>\n
La operaci\u00f3n en el contexto de un choque de civilizaciones<\/strong><\/h4>\n
La OMS en el contexto de la confrontaci\u00f3n entre unipolaridad y multipolaridad<\/strong><\/h4>\n
La operaci\u00f3n militar especial en el contexto de la historia mundial<\/strong><\/h4>\n
La OMS en el contexto de la crisis mundial del capitalismo<\/strong><\/h4>\n
La OMS en el contexto del fin de los tiempos<\/strong><\/h4>\n
El papel de Ucrania<\/strong><\/h4>\n