{"id":11074,"date":"2023-04-29T20:33:45","date_gmt":"2023-04-29T20:33:45","guid":{"rendered":"https:\/\/redinternacional.net\/?p=11074"},"modified":"2023-04-29T20:36:56","modified_gmt":"2023-04-29T20:36:56","slug":"karl-marx-y-el-poder-judio-por-laurent-guyenot","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/redinternacional.net\/2023\/04\/29\/karl-marx-y-el-poder-judio-por-laurent-guyenot\/","title":{"rendered":"Karl Marx y el poder jud\u00edo – por Laurent Guy\u00e9not"},"content":{"rendered":"

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En un art\u00edculo<\/a> reciente, explor\u00e9 la influencia del juda\u00edsmo de Freud en la formaci\u00f3n, recepci\u00f3n y propagaci\u00f3n de su teor\u00eda psicoanal\u00edtica. Ahora quiero hacer lo mismo con Karl Marx (1818-1883). A diferencia de Freud, el juda\u00edsmo de Marx rara vez se considera un factor importante. Si se teclea \u00abFreud jud\u00edo\u00bb como palabra clave en Amazon.com, se le sugerir\u00e1n una docena de libros que tratan espec\u00edficamente del juda\u00edsmo de Freud, mientras que \u00abMarx jud\u00edo\u00bb no arrojar\u00e1 ning\u00fan resultado excepto los ensayos del propio Marx \u00abSobre la cuesti\u00f3n jud\u00eda\u00bb, y una discusi\u00f3n de los mismos, con muy poco sobre los propios antecedentes y conexiones jud\u00edas de Marx.<\/p>\n

Incluso en la literatura que expone el papel de los jud\u00edos en la revoluci\u00f3n bolchevique en Rusia y otros movimientos revolucionarios del siglo XX, como los dos vol\u00famenes de Alexander Solzhenitsyn 200 a\u00f1os juntos<\/a>, falta un an\u00e1lisis contextualizado del juda\u00edsmo de Marx.<\/p>\n

Una raz\u00f3n obvia es que Marx no era jud\u00edo: hab\u00eda sido bautizado como luterano a la edad de seis a\u00f1os. Sin embargo, afirmar que el bautismo hab\u00eda borrado todo rastro de juda\u00edsmo ser\u00eda absurdo, y particularmente ir\u00f3nico en el caso de una persona que insist\u00eda en que la religi\u00f3n era una parte inesencial del juda\u00edsmo (como veremos).<\/p>\n

Mi prop\u00f3sito aqu\u00ed es examinar la contribuci\u00f3n de Marx al empoderamiento jud\u00edo y, en \u00faltima instancia, al movimiento hist\u00f3rico hacia la dominaci\u00f3n global jud\u00eda que dio un gran paso adelante exactamente un siglo despu\u00e9s del Manifiesto Comunista<\/em> (1848).<\/p>\n

Debo decir como pre\u00e1mbulo que la pregunta no es: \u00bfConspir\u00f3 Marx deliberadamente con otros jud\u00edos para hacer avanzar la agenda global jud\u00eda, mientras pretend\u00eda emancipar a los proletarios gentiles? El juda\u00edsmo no funciona necesariamente as\u00ed. Podr\u00eda definirse como la incapacidad de distinguir entre el inter\u00e9s de los pueblos y el inter\u00e9s del pueblo elegido, entre lo que es bueno para la humanidad y lo que es bueno para los jud\u00edos. Por regla general, los jud\u00edos que creen estar trabajando por la salvaci\u00f3n del mundo mientras piensan como jud\u00edos est\u00e1n haciendo avanzar el poder jud\u00edo de una manera u otra. Esto se aplica, por supuesto, a los pensadores jud\u00edos que creen que los jud\u00edos tienen la misi\u00f3n de guiar a la humanidad hacia la paz perpetua, como Theodore Kaufman, que en 1941 cre\u00eda que el primer paso hacia ese objetivo era \u00abesterilizar a todos los alemanes\u00bb (su entrevista con las Cr\u00f3nicas Jud\u00edas Canadienses), o como David Ben-Gurion, que en 1962 cre\u00eda que el siguiente paso era hacer de Jerusal\u00e9n la \u00absede del Tribunal Supremo de la Humanidad, para dirimir todas las controversias entre los continentes federados, como profetiz\u00f3 Isa\u00edas\u00bb. [1]<\/a> Pero tambi\u00e9n se aplica a los pensadores jud\u00edos que no se identifican p\u00fablicamente como jud\u00edos e incluso critican a los jud\u00edos, pero cuya visi\u00f3n del mundo es profundamente b\u00edblica, es decir, materialista y prof\u00e9tica a la vez. Es una cuesti\u00f3n de patr\u00f3n cognitivo heredado, m\u00e1s que de intenci\u00f3n deliberada. Dicho esto, en el caso de Marx, hay pruebas de deshonestidad intelectual, ocultaci\u00f3n y enga\u00f1o, como veremos.<\/p>\n

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La profec\u00eda de Marx y la previsi\u00f3n de Bakunin<\/strong><\/h4>\n

Seg\u00fan Karl Popper, \u00abel coraz\u00f3n del argumento marxiano… consiste en una profec\u00eda hist\u00f3rica, combinada con una apelaci\u00f3n impl\u00edcita a la siguiente ley moral: \u00a1Ayuda a que ocurra lo inevitable!\u00bb[2]<\/a>. No hay duda de que la profec\u00eda de Marx de una transformaci\u00f3n mesi\u00e1nica del mundo era profundamente jud\u00eda en su inspiraci\u00f3n. Lo que distingue la visi\u00f3n prof\u00e9tica de Marx del proyecto b\u00edblico es que su objetivo expl\u00edcito (como veremos) es la dictadura internacional de un proletariado cosmopolita, no de la juder\u00eda. Sin embargo, como advirti\u00f3 Mija\u00edl Bakunin en Estatismo y anarqu\u00eda<\/em> (1873), el Estado proletario de Marx es una mentira tras la que se oculta el despotismo de una minor\u00eda gobernante\u00bb. Detr\u00e1s de la expresi\u00f3n \u00absocialismo cient\u00edfico\u00bb, Marx s\u00f3lo pod\u00eda significar \u00abel gobierno altamente desp\u00f3tico de las masas por una nueva y muy peque\u00f1a aristocracia de cient\u00edficos reales o pretendidos\u00bb[3]<\/a>. Ese Estado centralizado, seg\u00fan la doxa<\/em> marxista, ser\u00e1 una etapa de transici\u00f3n antes del verdadero socialismo; se \u00abmarchitar\u00e1\u00bb, seg\u00fan la expresi\u00f3n de Engels. A esto, Bakunin responde \u00abque ninguna dictadura puede tener otro objetivo que perpetuarse a s\u00ed misma, y que s\u00f3lo puede engendrar y alimentar la esclavitud en el pueblo que la soporta\u00bb. Bakunin sospechaba que, si Marx se sal\u00eda con la suya, los jud\u00edos alemanes como \u00e9l acabar\u00edan gobernando el Estado comunista.<\/p>\n

De hecho, la profec\u00eda revolucionaria de Marx atrajo especialmente a los jud\u00edos alemanes no proletarios. Fritz Kahn lo aclam\u00f3 como algo m\u00e1s que un profeta en Die Juden als Rasse und Kulturvolk<\/em> (1920): \u00aben 1848, por segunda vez, la estrella de Bel\u00e9n se elev\u00f3 en el firmamento… y volvi\u00f3 a elevarse sobre los tejados de Judea: Marx\u00bb[4]<\/a>.<\/p>\n

Si Marx fue el Mes\u00edas en 1848, entonces Benjamin Disraeli podr\u00eda ser llamado su profeta. En su novela Coningsby, publicada en 1844, el personaje jud\u00edo Sidonia \u2014\u00abun cruce entre Lionel de Rothschild y el propio Disraeli\u00bb, seg\u00fan el bi\u00f3grafo de Disraeli\u2014[5]<\/a> declaraba:<\/p>\n

\u00abEsa poderosa revoluci\u00f3n que en este momento se est\u00e1 preparando en Alemania, y que ser\u00e1, de hecho, una segunda y mayor Reforma, y de la que tan poco se sabe todav\u00eda en Inglaterra, se est\u00e1 desarrollando enteramente bajo los auspicios de los jud\u00edos, que casi monopolizan las c\u00e1tedras de Alemania<\/em>\u00bb.<\/p>\n

Cuatro a\u00f1os despu\u00e9s de que se escribieran estas palabras, se public\u00f3 el Manifiesto Comunista<\/em> y, casi simult\u00e1neamente, estall\u00f3 la revoluci\u00f3n en Alemania, como hab\u00eda predicho Disraeli. Los jud\u00edos desempe\u00f1aron un papel importante en la revoluci\u00f3n de 1848, como ha demostrado Amos Elon en su libro The Pity of It All: A History of Jews in Germany 1743-1933<\/em>. \u00abEl 80 por ciento de todos los periodistas, m\u00e9dicos y otros profesionales jud\u00edos\u00bb apoyaron la revoluci\u00f3n. Los m\u00e1s destacados fueron Ludwig Bamberger en Maguncia, Ferdinand Lassalle en D\u00fcsseldorf, Gabriel Riesser en Hamburgo, Johan Jacoby en Koeningsberg, Aron Bernstein en Berl\u00edn, Herman Jellinek en Viena, Moritz Harmann en Praga y Sigismund Asch en Breslau. \u00abEn todo el pa\u00eds\u00bb, escribe Elon, \u00ablos rabinos saludaron en sus sermones la revoluci\u00f3n como un acontecimiento verdaderamente mesi\u00e1nico\u00bb. La revista jud\u00eda Der Orient<\/em> alab\u00f3 \u00abla heroica batalla macabea de nuestros hermanos en las barricadas de Berl\u00edn\u00bb y delir\u00f3: \u00abHa aparecido el salvador por el que hemos rezado. La patria nos lo ha dado. El mes\u00edas es la libertad\u00bb. El erudito jud\u00edo Leopold Zunz, fundador de los estudios acad\u00e9micos judaicos (Wissenschaft des Judentums<\/em>):<\/p>\n

\u00abdescribi\u00f3 lo que estaba ocurriendo en t\u00e9rminos espec\u00edficamente b\u00edblicos, impregnados de la visi\u00f3n pol\u00edtica mesi\u00e1nica que ve\u00eda la pol\u00edtica revolucionaria como el cumplimiento de la promesa b\u00edblica. Arengando a los estudiantes berlineses desde las barricadas, Zunz describi\u00f3 a Metternich [canciller del Imperio austriaco] como Am\u00e1n y expres\u00f3 su esperanza de que tal vez para Purim, Amalec [se refer\u00eda al rey prusiano Federico Guillermo IV] sea derrotado<\/em>\u00bb[6]<\/a>.<\/p>\n

Tras el fracaso de la revoluci\u00f3n, muchos revolucionarios se exiliaron a Londres, donde eran conocidos como los Cuarenta y Ocho. Marx se instal\u00f3 all\u00ed el resto de su vida, \u00abviviendo encerrado en su propio mundo, en gran parte alem\u00e1n, formado por su familia y un peque\u00f1o grupo de amigos \u00edntimos y asociados pol\u00edticos\u00bb, seg\u00fan Isaac Berlin[7]<\/a>. Aparte de Engels, los amigos y socios de Marx eran, de hecho, casi todos jud\u00edos. La influencia de Marx, que hab\u00eda sido peque\u00f1a en la revoluci\u00f3n de 1848, se desarrollar\u00eda entonces, gracias a lo que Bakunin llamar\u00eda en 1872, en una \u00abLettre au Journal La Libert\u00e9 de Bruxelles<\/a>\u00bb in\u00e9dita, su \u00abnotable genio de la intriga\u00bb, a\u00f1adiendo:<\/p>\n

\u00abtiene tambi\u00e9n a su servicio un numeroso cuerpo de agentes, jer\u00e1rquicamente organizados y que act\u00faan secretamente bajo sus \u00f3rdenes directas; una especie de masoner\u00eda socialista y literaria en la que sus compatriotas, los jud\u00edos alemanes y otros, ocupan un lugar considerable y despliegan un celo digno de mejor causa<\/em>\u00bb.<\/p>\n

A Bakunin le intrigaba especialmente la insistencia de Marx en la centralizaci\u00f3n de toda la actividad bancaria. El Manifiesto Comunista<\/em> no s\u00f3lo proclama la abolici\u00f3n de los bancos privados, sino: \u00abLa centralizaci\u00f3n del cr\u00e9dito en manos del Estado, mediante un banco nacional con capital estatal y monopolio exclusivo\u00bb. En otro editorial in\u00e9dito de 1872, Bakunin escribi\u00f3:<\/p>\n

\u00abeste mundo jud\u00edo est\u00e1 hoy, en su mayor parte, a disposici\u00f3n de Marx, por un lado, y de Rothschild, por otro. Estoy convencido de que los Rothschild, por su parte, aprecian los m\u00e9ritos de Marx y que Marx, por la suya, siente una atracci\u00f3n instintiva y un gran respeto por los Rothschild. Esto puede parecer extra\u00f1o. \u00bfQu\u00e9 puede haber en com\u00fan entre el socialismo y un gran banco? La cuesti\u00f3n es que el comunismo de Marx quiere una fuerte centralizaci\u00f3n del Estado, y donde hay centralizaci\u00f3n del Estado, tiene que haber necesariamente un banco central, y donde existe tal banco, la naci\u00f3n parasitaria de los jud\u00edos, especulando con el Trabajo del pueblo, siempre prosperar\u00e1<\/em>\u00bb[8]<\/a>.<\/p>\n

Tras conseguir que Bakunin y sus seguidores \u00abantiautoritarios\u00bb fueran expulsados de la Asociaci\u00f3n Internacional de Trabajadores (la Primera Internacional), Marx traslad\u00f3 su Consejo General de Londres a Nueva York, ciudad que pronto se convertir\u00eda en la capital occidental de la juder\u00eda, donde otro jud\u00edo alem\u00e1n, Le\u00f3n Braunstein alias Trotsky, estar\u00eda preparando la revoluci\u00f3n bolchevique, con el apoyo financiero de banqueros jud\u00edos de Wall Street como Jacob Schiff[9]<\/a>.<\/p>\n

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La cuesti\u00f3n jud\u00eda en la Alemania decimon\u00f3nica<\/strong><\/h4>\n

Para entender la agenda oculta de Marx, lo mejor es empezar por sus dos primeros art\u00edculos significativos, publicados en 1844 en el Deutsch-Franz\u00f6sische Jahrb\u00fccher<\/em>, cuatro a\u00f1os antes del Manifiesto Comunista<\/em>. Su tema era la \u00abcuesti\u00f3n jud\u00eda\u00bb. Antes de presentar lo que Marx ten\u00eda que decir al respecto, debemos recordar el contexto.<\/p>\n

La \u00abcuesti\u00f3n jud\u00eda\u00bb es la cuesti\u00f3n de la posibilidad y los medios de asimilaci\u00f3n de los jud\u00edos. El problema, tal y como se formul\u00f3 com\u00fanmente desde finales del siglo XVIII, era que los jud\u00edos se consideraban, y eran considerados, como extranjeros en las naciones europeas entre las que viv\u00edan. Una soluci\u00f3n era transformar el juda\u00edsmo de una nacionalidad en una religi\u00f3n compatible con los valores seculares de las naciones modernas. Moses Mendelssohn (1729-1786) allan\u00f3 el camino en Alemania a un \u00abjuda\u00edsmo reformista\u00bb que se defin\u00eda como puramente religioso y renunciaba a las aspiraciones nacionalistas. Sobre la base de este nuevo pacto, Napole\u00f3n concedi\u00f3 la emancipaci\u00f3n pol\u00edtica a los jud\u00edos de Francia, y fue aclamado como libertador por los jud\u00edos alemanes cuando invadi\u00f3 los principados alemanes. Aunque la emancipaci\u00f3n jud\u00eda sufri\u00f3 un rev\u00e9s en Prusia cuando se retir\u00f3 derrotado, en 1848 estaba completada.<\/p>\n

Sin embargo, la suposici\u00f3n de que la judeidad era una cuesti\u00f3n de religi\u00f3n privada cre\u00f3 un nuevo problema para la comunidad jud\u00eda, agravado por las formas residuales de segregaci\u00f3n: para muchos jud\u00edos seculares y educados, el juda\u00edsmo ten\u00eda poco atractivo como religi\u00f3n, y convertirse al cristianismo parec\u00eda la continuaci\u00f3n l\u00f3gica de su conversi\u00f3n a la Ilustraci\u00f3n. La mitad de los jud\u00edos de Berl\u00edn se convirtieron al protestantismo o al catolicismo a finales del siglo XVIII y principios del XIX.<\/p>\n

La familia de Karl Marx entra en esa categor\u00eda. Su padre, Herschel Levi, aunque hijo y hermano de rabinos, se hizo luterano para poder ejercer la abogac\u00eda en los tribunales prusianos, e hizo bautizar a sus seis hijos y a su esposa en 1824, cuando Karl ten\u00eda seis a\u00f1os. Otro caso famoso es el de Heinrich Heine (1797-1856), que concibi\u00f3 su bautismo en 1825 (un a\u00f1o despu\u00e9s que Marx) como el \u00abbillete de entrada a la civilizaci\u00f3n europea\u00bb[10]<\/a>. Marx conoci\u00f3 a Heine, una generaci\u00f3n mayor que \u00e9l, poco despu\u00e9s de su llegada a Par\u00eds en 1843, y los dos hombres se vieron con frecuencia hasta que Marx se traslad\u00f3 a Londres en 1849. Se cree que sus conversaciones tuvieron una influencia formativa en ambos hombres. De hecho, Heine pudo haber introducido el comunismo a Marx, ya que escribi\u00f3 en 1842, un a\u00f1o antes de conocer a Marx:<\/p>\n

\u00abAunque en la actualidad se habla poco del comunismo, que vegeta en desvanes olvidados sobre miserables jergones de paja, es, sin embargo, el h\u00e9roe funesto destinado a desempe\u00f1ar un gran papel, aunque transitorio, en la tragedia moderna… No habr\u00e1 entonces m\u00e1s que un pastor con cayado de hierro y un reba\u00f1o humano id\u00e9nticamente esquilado, id\u00e9nticamente balador<\/em>\u00bb.[11]<\/a><\/p>\n

La disoluci\u00f3n de la identidad jud\u00eda en una fe religiosa provoc\u00f3 una reacci\u00f3n en forma de movimiento nacionalista jud\u00edo que acabar\u00eda transform\u00e1ndose en sionismo. Fue el historiador jud\u00edo alem\u00e1n Heinrich Graetz (1817-1891), casi de la misma edad que Marx, quien dio el primer impulso a una nueva conciencia nacional jud\u00eda con su Historia del pueblo jud\u00edo en varios vol\u00famenes, publicada en 1853. Marx conoci\u00f3 a Heinrich Graetz en el verano de 1874, mientras \u00abtomaba las aguas\u00bb en Carlsbad, Bohemia. Los dos veranos siguientes coordinaron all\u00ed sus vacaciones. No sabemos de qu\u00e9 hablaron, pero, como comenta Shlomo Avineri, \u00abno podr\u00eda imaginarse una prefiguraci\u00f3n m\u00e1s dram\u00e1tica del encuentro entre Si\u00f3n y el Kremlin\u00bb[12]<\/a>.<\/p>\n

Graetz despert\u00f3 la conciencia nacional de jud\u00edos europeos como Moses Hess (1812-1875), autor en 1862 de Roma y Jerusal\u00e9n: La \u00faltima cuesti\u00f3n nacional<\/em>, que a su vez impresion\u00f3 a Theodor Herzl. Seg\u00fan Hess, los esfuerzos de los jud\u00edos por fusionarse con una nacionalidad distinta de la suya est\u00e1n condenados al fracaso. \u00abSiempre seguiremos siendo extranjeros entre las naciones\u00bb, pues \u00ablos jud\u00edos son algo m\u00e1s que meros ‘seguidores de una religi\u00f3n’, es decir, son una hermandad racial, una naci\u00f3n\u00bb[13]<\/a>.<\/p>\n

Curiosamente, antes de su conversi\u00f3n al nacionalismo jud\u00edo, Moses Hess (originalmente Moritz) era un comunista premarxista. Fue el fundador del Rheinische Zeitung<\/em>, para el que Marx fue corresponsal en Par\u00eds en 1842-43. Hess ejerci\u00f3 una fuerte influencia tanto en Engels como en Marx[14]<\/a>. Marx tom\u00f3 prestado del ensayo de Hess de 1845 sobre \u00abLa esencia del dinero<\/a>\u00bb su concepto de alienaci\u00f3n econ\u00f3mica[15]<\/a>. Hess siempre se mantuvo cercano a Marx; en 1869, a petici\u00f3n de Marx, incluso escribi\u00f3 un art\u00edculo difamando a Bakunin, acus\u00e1ndole de ser un \u00abagente provocador\u00bb del gobierno ruso[16]<\/a>.<\/p>\n

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La respuesta de Marx a Bruno Bauer\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 <\/strong><\/h4>\n

Los ensayos de Marx sobre la cuesti\u00f3n jud\u00eda eran rese\u00f1as cr\u00edticas de dos obras de Bruno Bauer (1809-1882), una figura destacada de los J\u00f3venes Hegelianos: un libro titulado Die Judenfrage<\/em> (1842), y un art\u00edculo de continuaci\u00f3n sobre \u00abLa capacidad de liberarse de los jud\u00edos y cristianos actuales\u00bb[17]<\/a>.<\/p>\n

El planteamiento de Bauer sobre la cuesti\u00f3n de la asimilaci\u00f3n jud\u00eda era innovador. Para \u00e9l, la naturaleza religiosa del juda\u00edsmo es el problema, no la soluci\u00f3n. Sosten\u00eda que los jud\u00edos no pueden emanciparse pol\u00edticamente sin emanciparse antes religiosamente, porque la resistencia de los jud\u00edos a la asimilaci\u00f3n se basa en el mandamiento de la Tor\u00e1 de vivir permanentemente separados de los dem\u00e1s pueblos. La esencia de su religi\u00f3n es su pretensi\u00f3n de ser el pueblo elegido, y eso les impide incluso respetar a otros pueblos.<\/p>\n

\u00abLos jud\u00edos como tales no pueden amalgamarse con los pueblos y asociar su destino al de ellos. Como jud\u00edos, deben esperar un futuro particular, asignado s\u00f3lo a ellos, el pueblo elegido, y que les asegure el dominio del mundo<\/em>\u00bb.<\/p>\n

Por lo tanto, no puede haber emancipaci\u00f3n de los jud\u00edos. Un jud\u00edo s\u00f3lo puede emanciparse dejando de ser jud\u00edo, porque su verdadera alienaci\u00f3n es su juda\u00edsmo.<\/p>\n

Bauer fue el primero desde Voltaire en se\u00f1alar la influencia t\u00f3xica del Tanaj como la clave de la cuesti\u00f3n jud\u00eda. Obviamente, los cristianos nunca podr\u00edan llegar a esa conclusi\u00f3n, pero incluso los pensadores seculares que se suscrib\u00edan a la nueva ciencia de la \u00abAlta Cr\u00edtica\u00bb (iniciada por la Vida de Jes\u00fas de David Strauss, 1835) en general miraban hacia otro lado ante la xenofobia del Tanaj. \u00abIncluso se grita traici\u00f3n a la especie humana cuando los cr\u00edticos intentan examinar la esencia del jud\u00edo como jud\u00edo\u00bb, se\u00f1al\u00f3 Bauer.<\/p>\n

En sus cr\u00edticas, Marx no rebate el argumento de Bauer de que la religi\u00f3n jud\u00eda se opone a la asimilaci\u00f3n. M\u00e1s bien, niega por completo que la judeidad sea una cuesti\u00f3n de religi\u00f3n.
\n\u00abConsideremos al jud\u00edo real, mundano; no al jud\u00edo del Sabbat, como hace Bauer, sino al jud\u00edo cotidiano. No busquemos el secreto del jud\u00edo en su religi\u00f3n, sino busquemos el secreto de su religi\u00f3n en el jud\u00edo real<\/em>\u00bb.<\/p>\n

Puesto que Marx resta importancia a la definici\u00f3n religiosa del juda\u00edsmo, cabr\u00eda esperar que optara por el segundo t\u00e9rmino de la alternativa y definiera el juda\u00edsmo como una nacionalidad, como har\u00e1 su amigo Hess veinte a\u00f1os m\u00e1s tarde. Pero no lo hace. En su lugar, Marx postula, por primera vez, su dogma de que la religi\u00f3n pertenece a la \u00absuperestructura\u00bb cultural de la sociedad, mientras que la verdadera \u00abinfraestructura\u00bb es econ\u00f3mica. La esencia del jud\u00edo, escribe, no es su religi\u00f3n, sino su amor al dinero:<\/p>\n

\u00ab\u00bfCu\u00e1l es la base secular del juda\u00edsmo? La necesidad pr\u00e1ctica, el inter\u00e9s propio. \u00bfCu\u00e1l es la religi\u00f3n mundana del jud\u00edo? La venta ambulante. \u00bfCu\u00e1l es su Dios mundano? El dinero<\/em>\u00bb.<\/p>\n

Marx redefine la religi\u00f3n jud\u00eda como el culto al dinero: \u00abEl dinero es el dios celoso de Israel, frente al cual no puede existir ning\u00fan otro dios\u00bb. Hace lo mismo con la nacionalidad jud\u00eda, en una breve frase: \u00abLa nacionalidad quim\u00e9rica del jud\u00edo es la nacionalidad del comerciante, del hombre de dinero en general\u00bb. Se deduce naturalmente, seg\u00fan Marx, que si se suprime el dinero se resolver\u00e1 la cuesti\u00f3n jud\u00eda:<\/p>\n

\u00ab\u00a1Muy bien, entonces! La emancipaci\u00f3n de la venta ambulante y del dinero, por consiguiente, del juda\u00edsmo pr\u00e1ctico y real, ser\u00eda la autoemancipaci\u00f3n de nuestro tiempo. Una organizaci\u00f3n de la sociedad que aboliera las condiciones previas para la venta ambulante, y por lo tanto la posibilidad de la venta ambulante, har\u00eda imposible al jud\u00edo. Su conciencia religiosa se disipar\u00eda como una fina bruma en el aire real y vital de la sociedad<\/em>\u00bb.<\/p>\n

Los jud\u00edos se emancipar\u00e1n cuando todos los hombres se emancipen, porque no hay otra emancipaci\u00f3n que la emancipaci\u00f3n del dinero.<\/p>\n

Marx afirma radicalmente que el amor al dinero y la alienaci\u00f3n econ\u00f3mica llegaron al mundo de la mano de los jud\u00edos. Equipara la alienaci\u00f3n econ\u00f3mica a la influencia jud\u00eda:<\/p>\n

\u00abel esp\u00edritu pr\u00e1ctico jud\u00edo se ha convertido en el esp\u00edritu pr\u00e1ctico de las naciones cristianas. Los jud\u00edos se han emancipado en la medida en que los cristianos se han convertido en jud\u00edos. … El jud\u00edo es creado perpetuamente por la sociedad civil a partir de sus propias entra\u00f1as. … El dios de los jud\u00edos se ha secularizado y se ha convertido en el dios del mundo<\/em>\u00bb.<\/p>\n

Y as\u00ed, \u00abEn \u00faltima instancia, la emancipaci\u00f3n de los jud\u00edos es la emancipaci\u00f3n de la humanidad del juda\u00edsmo\u00bb. Eso suena terriblemente antisemita, desde los est\u00e1ndares de hoy. Debido a estos ensayos sobre la cuesti\u00f3n jud\u00eda, los bi\u00f3grafos de Marx se han preocupado m\u00e1s por la pregunta: \u00ab\u00bfEra Marx antisemita?\u00bb (v\u00e9ase el libro de Edmund Silberner de 1949 con ese t\u00edtulo) que por la cuesti\u00f3n de su origen, entorno y mentalidad jud\u00edos. Esto se ilustra mejor en este art\u00edculo de Michael Ezra, \u00abKarl Marx’s Radical Antisemitism<\/a>\u00bb.<\/p>\n

Pero en el contexto de la \u00e9poca, la opini\u00f3n de Marx de que los jud\u00edos eran adoradores del dinero era bastante banal. Era compartida casi un\u00e1nimemente entre los socialistas, como nos recuerda Hal Draper en \u00abMarx y el estereotipo econ\u00f3mico-jud\u00edo\u00bb[18]<\/a>. Era especialmente com\u00fan entre los jud\u00edos revolucionarios, as\u00ed como entre los sionistas que, en general, eran socialistas. El propio Moses Hess, por ejemplo, escribi\u00f3 en \u00abLa esencia del dinero\u00bb: \u00abLos jud\u00edos, que en la historia natural del mundo-animal-social ten\u00edan la misi\u00f3n hist\u00f3rico-mundial de desarrollar la bestia de rapi\u00f1a a partir de la humanidad, han completado finalmente el trabajo de su misi\u00f3n\u00bb.<\/p>\n

Lo que hizo Marx fue llevar el estereotipo hasta su l\u00edmite: hizo del amor al dinero no s\u00f3lo un atributo de algunos jud\u00edos, sino la esencia misma de los jud\u00edos. Pero al hacerlo, disolv\u00eda de hecho la cuesti\u00f3n jud\u00eda en una cuesti\u00f3n socioecon\u00f3mica: el jud\u00edo se convierte en el arquetipo del burgu\u00e9s. Con este juego de manos, Marx elimin\u00f3 la cuesti\u00f3n jud\u00eda de una vez por todas. Nunca volver\u00eda sobre ella[19]<\/a>.<\/p>\n

De hecho, Marx nunca volver\u00eda a dirigirse espec\u00edficamente contra los financieros jud\u00edos. Nesta Webster llama la atenci\u00f3n sobre esa anomal\u00eda en su World Revolution: The Plot Against Civilization<\/em> (1921):<\/p>\n

\u00abEl per\u00edodo de 1820 en adelante se convirti\u00f3, como lo llama Sombart [Werner Sombart, Los jud\u00edos y el capitalismo moderno, 1911)], en ‘la era de los Rothschild’, de modo que a mediados de siglo era una sentencia com\u00fan: ‘S\u00f3lo hay un poder en Europa, y es Rothschild’. Ahora bien, \u00bfc\u00f3mo es concebible que un hombre que se propuso honestamente denunciar el capitalismo haya evitado toda referencia a sus principales autores? Sin embargo, incluso en la secci\u00f3n de su libro que trata de los or\u00edgenes del capitalismo industrial, donde Marx se refiere a los grandes financieros, a la especulaci\u00f3n burs\u00e1til y en acciones, y a lo que describe como <\/em>\u00abla moderna soberan\u00eda de las finanzas<\/em>\u00bb, ni una sola vez se\u00f1ala a los jud\u00edos como los principales financieros, o a los Rothschild como los supercapitalistas del mundo<\/em>\u00bb[20]<\/a>.<\/p>\n

Al reducir el juda\u00edsmo al capitalismo, Marx tambi\u00e9n pasaba por alto otra faceta de la influencia jud\u00eda en el mundo: la revoluci\u00f3n. La fuerte implicaci\u00f3n de los jud\u00edos en los movimientos revolucionarios no se har\u00eda plenamente evidente para el mundo antes de 1848, pero Marx, siendo \u00e9l mismo un revolucionario jud\u00edo alem\u00e1n, no pod\u00eda desconocerlo. No pod\u00eda ignorar que los jud\u00edos no s\u00f3lo amaban el dinero, sino tambi\u00e9n la revoluci\u00f3n. La actividad revolucionaria jud\u00eda es una forma de resistencia a la asimilaci\u00f3n, especialmente cuando exige la destrucci\u00f3n de las naciones en nombre del internacionalismo. Al simplemente ignorarlo, Marx estaba, como m\u00ednimo, ocultando el papel de su propia judeidad en su empresa revolucionaria, al tiempo que eliminaba de antemano toda sospecha de sus simpat\u00edas jud\u00edas.<\/p>\n

Creo que el tratamiento que Marx dio a la cuesti\u00f3n jud\u00eda marc\u00f3 la pauta de su m\u00e9todo posterior. En primer lugar, Marx tergiversa los argumentos de sus adversarios, a menudo d\u00e1ndoles la vuelta antes de proceder a criticarlos. Por ejemplo, Marx pretende que Bauer ve el juda\u00edsmo como una fe religiosa, pero ese no era el punto de Bauer. M\u00e1s bien, Bauer demostr\u00f3 que definir el juda\u00edsmo como religi\u00f3n o etnia no hace gran diferencia, porque, de cualquier manera, la esencia del juda\u00edsmo es la separaci\u00f3n. Ser religioso s\u00f3lo empeora la naturaleza xen\u00f3foba del juda\u00edsmo, porque convierte la separaci\u00f3n en un mandamiento divino y no simplemente en un h\u00e1bito ancestral. En segundo lugar, Marx descarta la complejidad de las cosas para centrarse exclusivamente en un aspecto \u00fanico y a menudo secundario de la realidad, haci\u00e9ndola parecer bidimensional. Definir el juda\u00edsmo como el amor al dinero es obviamente inadecuado para cualquiera que haya reflexionado siquiera superficialmente sobre la cuesti\u00f3n. O Marx cree lo que dice, y eso dice mucho de su capacidad intelectual, o no lo cree \u2014lo que es m\u00e1s probable\u2014, y eso dice mucho de su honestidad intelectual. Con el mismo reduccionismo Marx afirmar\u00e1 en 1848, en el Manifiesto Comunista<\/em> (Engels atribuy\u00f3 esta intuici\u00f3n s\u00f3lo a Marx), que \u00abLa historia de toda sociedad hasta ahora existente es la historia de las luchas de clases\u00bb. Es obvio para cualquier historiador (no marxista) que las luchas de clases est\u00e1n muy por detr\u00e1s de las luchas \u00e9tnicas en las fuerzas que dan forma a la historia, incluso en los tiempos modernos. Incluso un socialista internacionalista como Bakunin s\u00f3lo pod\u00eda sentirse perplejo por la total ignorancia de Marx de este hecho:<\/p>\n

\u00abMarx ignora por completo un elemento important\u00edsimo en el desarrollo hist\u00f3rico de la humanidad, a saber, el temperamento y el car\u00e1cter particular de cada raza y de cada pueblo, temperamento y car\u00e1cter que son a su vez el producto natural de una multitud de causas etnol\u00f3gicas, climatol\u00f3gicas, econ\u00f3micas e hist\u00f3ricas, pero que ejercen, incluso al margen e independientemente de las condiciones econ\u00f3micas de cada pa\u00eds, una influencia considerable sobre sus destinos e incluso sobre el desarrollo de sus fuerzas econ\u00f3micas<\/em>\u00bb.[21]<\/a><\/p>\n

Viniendo de alguien que creci\u00f3 en un hogar jud\u00edo y, a pesar de su bautismo, evolucion\u00f3 en un c\u00edrculo mayoritariamente jud\u00edo, contando entre sus amigos a fan\u00e1ticos nacionalistas jud\u00edos, me parece incre\u00edble que la ignorancia de Marx del factor nacional fuera sincera. O tal vez, haya que considerarlo muy t\u00edpico del discurso jud\u00edo dirigido a los gentiles. En ese sentido, el internacionalismo de Marx confirma la observaci\u00f3n de Bauer de que los jud\u00edos s\u00f3lo consideran real su propia nacionalidad:<\/p>\n

\u00abSeg\u00fan su representaci\u00f3n fundamental, quer\u00edan ser absolutamente el pueblo, el pueblo \u00fanico, es decir, el pueblo al lado del cual los dem\u00e1s pueblos no ten\u00edan derecho a ser pueblo. Cualquier otro pueblo no era, en comparaci\u00f3n con ellos, realmente un pueblo; como pueblo elegido, ellos eran el \u00fanico pueblo verdadero, el pueblo que deb\u00eda ser Todo y tomar el mundo<\/em>\u00bb.<\/p>\n


\nProudhon y el movimiento socialista antes de Marx<\/strong><\/h4>\n

Tras haber examinado c\u00f3mo se posicion\u00f3 Marx en el trasfondo de la cuesti\u00f3n jud\u00eda, podemos hacer ahora lo mismo con la cuesti\u00f3n social que ocup\u00f3 a los pensadores socialistas.<\/p>\n

En la \u00e9poca en que Marx y Engels se unieron al movimiento, el te\u00f3rico socialista m\u00e1s influyente era Pierre-Joseph Proudhon (1809-1865), nueve a\u00f1os mayor que Marx. No hay mejor manera de comprender la originalidad de las ideas econ\u00f3micas de Marx que compar\u00e1ndolas con las de Proudhon.<\/p>\n

El libro de Proudhon \u00bfQu’est-ce que la propri\u00e9t\u00e9?<\/em> (\u00bfQu\u00e9 es la propiedad? Una investigaci\u00f3n sobre el principio del derecho y del gobierno), publicado en 1840, tuvo un enorme eco y se convirti\u00f3 en piedra angular del movimiento socialista europeo. Proudhon fue el primero en utilizar la expresi\u00f3n \u00absocialismo cient\u00edfic\u00bb, refiri\u00e9ndose a una sociedad regida por un gobierno cient\u00edfico, cuya soberan\u00eda descansa en la justicia y la raz\u00f3n, y no en la pura voluntad. Su libro era una cr\u00edtica de las anteriores teor\u00edas de la econom\u00eda (entonces llamada \u00abeconom\u00eda pol\u00edtica) desarrolladas en Gran Breta\u00f1a por Adam Smith (1723-1790) y David Ricardo (1772-1823). Como explica McKay, \u00abfue Proudhon quien situ\u00f3 por primera vez la producci\u00f3n de plusval\u00eda en el lugar de trabajo, reconociendo que el trabajador era contratado por un capitalista que luego se apropia de su producto a cambio de una cantidad de salario menos que equivalente\u00bb (McKay 66).<\/p>\n

El pensamiento de Proudhon estaba en constante evoluci\u00f3n, por lo que no era totalmente coherente de principio a fin, ni siquiera en la terminolog\u00eda. No obstante, si queremos resumirlo, diremos que Proudhon abogaba por un socialismo descentralizado, autogestionado, federal y ascendente, que \u00e9l llamaba \u00abanarquismo\u00bb. Su visi\u00f3n se basaba en un modelo org\u00e1nico de sociedad, cuya c\u00e9lula b\u00e1sica era la familia patriarcal, mientras que la \u00abcomuna\u00bb era la unidad fundamental de la soberan\u00eda democr\u00e1tica. Por el contrario, \u00abel poder gubernamental es mec\u00e1nico\u00bb y fundamentalmente inhumano (Confesi\u00f3n de un revolucionario,<\/em> McKay 404).<\/p>\n

Proudhon se pronunci\u00f3 sistem\u00e1ticamente contra los proyectos de socialismo de Estado. Para \u00e9l, la propiedad estatal de los medios de producci\u00f3n era la continuaci\u00f3n del capitalismo con el Estado como nuevo patr\u00f3n. La nacionalizaci\u00f3n no har\u00eda sino crear una naci\u00f3n de asalariados, y Proudhon consideraba la condici\u00f3n del asalariado poco mejor que la esclavitud. El control estatal tambi\u00e9n mata la competencia, y Proudhon consideraba que \u00abla competencia es tan esencial al trabajo como la divisi\u00f3n\u00bb; es \u00abla fuerza vital que anima al ser colectivo\u00bb (Sistema de contradicciones econ\u00f3micas<\/em>, McKay 197 y 207).<\/p>\n

Aunque se autodenominaba revolucionario, Proudhon era reformista y dem\u00f3crata. Recomendaba a los trabajadores emanciparse pol\u00edtica y econ\u00f3micamente organiz\u00e1ndose en \u00abclubes\u00bb, cooperativas y asociaciones de cr\u00e9dito mutuo, eligiendo representantes y ejerciendo presi\u00f3n e influencia sobre el Estado.<\/p>\n

La f\u00f3rmula central de Proudhon, \u00abLa propiedad es un robo\u00bb, suele malinterpretarse. Proudhon atacaba la propiedad capitalista de los medios de producci\u00f3n. Mientras que la Constituci\u00f3n francesa de 1793 defin\u00eda la propiedad como \u00abel derecho a disfrutar del fruto del propio trabajo\u00bb, la propiedad capitalista es, seg\u00fan Proudhon, \u00abel derecho a disfrutar y disponer a voluntad de los bienes ajenos, el fruto de la industria y el trabajo ajenos\u00bb (\u00bfQu\u00e9 es la propiedad?<\/em> McKay 124). De hecho, Proudhon formula una tesis y una ant\u00edtesis. Al tiempo que afirma que \u00abla propiedad es un robo\u00bb, dedica largas p\u00e1ginas a la apolog\u00eda del peque\u00f1o propietario, ya sea artesano o campesino, cuya propiedad se basa en el uso, lo que \u00e9l llama \u00abposesi\u00f3n\u00bb. \u00abLa posesi\u00f3n individual es la condici\u00f3n de la vida social. … Suprimid la propiedad manteniendo la posesi\u00f3n, y, por esta simple modificaci\u00f3n del principio, revolucionar\u00e9is la ley, el gobierno, la econom\u00eda y las instituciones\u00bb (\u00bfQu\u00e9 es la propiedad?<\/em> McKay 137). Proudhon fomentaba las formas mutualistas de posesi\u00f3n, pero condenaba el comunismo, que exig\u00eda la abolici\u00f3n total de la propiedad privada: \u00abEl comunismo es opresi\u00f3n y esclavitud\u00bb (\u00bfQu\u00e9 es la propiedad? McKay 132). El ideal de Proudhon no era tanto la abolici\u00f3n de la propiedad privada como su justa distribuci\u00f3n.<\/p>\n

 <\/p>\n

El secuestro de Marx del legado proudhoniano<\/strong><\/h4>\n

En La Sagrada Familia<\/em>, publicado en 1845, Marx y Engels elogiaron el libro de Proudhon \u00bfQu\u00e9 es la propiedad?<\/em>:<\/p>\n

\u00abProudhon hace una investigaci\u00f3n cr\u00edtica <\/em>\u2014la primera investigaci\u00f3n resuelta, despiadada y al mismo tiempo cient\u00edfica<\/em>\u2014 de la base de la econom\u00eda pol\u00edtica, la propiedad privada. Este es el gran avance cient\u00edfico que hizo, un avance que revoluciona la econom\u00eda pol\u00edtica y que por primera vez hace posible una verdadera ciencia de la econom\u00eda pol\u00edtica<\/em>\u00bb.<\/p>\n

\u00abProudhon fue el primero en llamar la atenci\u00f3n sobre el hecho de que la suma de los salarios de los trabajadores individuales, incluso si cada trabajo individual se paga por completo, no paga el poder colectivo objetivado en su producto, que por lo tanto el trabajador no es pagado como una parte del poder colectivo de trabajo<\/em>\u00bb.<\/p>\n

Pero las alabanzas de Marx y Engels a Proudhon cesaron de repente en 1846. Se pueden conjeturar dos razones. En primer lugar, en 1846, Proudhon rechaz\u00f3 la invitaci\u00f3n de Marx para convertirse en su corresponsal en Par\u00eds. En su respuesta<\/a>, Proudhon critica la voluntad de Marx de forjar un dogma unificador:<\/p>\n

\u00abBusquemos juntos, si quer\u00e9is, las leyes de la sociedad, la manera en que estas leyes se manifiestan, el progreso de nuestros esfuerzos por descubrirlas. Pero, por Dios, despu\u00e9s de haber demolido todos los dogmatismos a priori, no so\u00f1emos a nuestra vez con hacer los nuestros, con adoctrinar al pueblo; … mostremos al mundo un ejemplo de tolerancia culta y perspicaz, pero ya que estamos a la cabeza, no nos erijamos en l\u00edderes de una nueva intolerancia; no seamos los ap\u00f3stoles de una nueva religi\u00f3n, que se hace a s\u00ed misma religi\u00f3n o raz\u00f3n, religi\u00f3n de la l\u00f3gica. Debemos acoger y alentar todas las protestas. Deshag\u00e1monos de todo divisionismo, de todo misticismo. No demos nunca por agotada una cuesti\u00f3n, y cuando lleguemos al \u00faltimo argumento, empecemos de nuevo, si es necesario, \u00a1con ingenio e iron\u00eda! Me unir\u00e9 a su organizaci\u00f3n con esa condici\u00f3n… \u00a1o si no, no!<\/em>\u00bb.<\/p>\n

Proudhon tambi\u00e9n expres\u00f3 sus reservas sobre la idea de una revoluci\u00f3n violenta: \u00abNuestro proletariado tiene una gran sed de ciencia, que se ver\u00eda muy mal servida si s\u00f3lo le llevarais sangre para beber\u00bb (\u00abCarta a Karl Marx<\/em>\u00bb, McKay 163-165).<\/p>\n

La segunda raz\u00f3n del giro de Marx respecto a Proudhon fue la publicaci\u00f3n por el franc\u00e9s de Philosophie de la Mis\u00e8re<\/em> (o Sistema de contradicciones econ\u00f3micas<\/em>), en el que desarrollaba nuevas herramientas conceptuales para entender la estructura del mundo capitalista. Marx, que hab\u00eda anunciado en 1846 un libro de econom\u00eda, fue tomado por sorpresa. Respondi\u00f3 con un panfleto en franc\u00e9s, Mis\u00e8re de la philosophie<\/em>, que Proudhon describir\u00eda como \u00abun tejido de vulgaridad, de calumnia, de falsificaci\u00f3n y de plagio\u00bb, escrito por \u00abla tenia del socialismo\u00bb (McKay 70). McKay est\u00e1 de acuerdo:<\/p>\n

\u00abAunque, sin duda, Marx hace algunas cr\u00edticas v\u00e1lidas a Proudhon, el libro est\u00e1 lleno de distorsiones. Su objetivo era descartar a Proudhon por ser el ide\u00f3logo de los peque\u00f1oburgueses y, obviamente, pens\u00f3 que todos los medios eran aplicables para lograr ese objetivo. As\u00ed que encontramos a Marx arreglando arbitrariamente citas del libro de Proudhon, a menudo fuera de contexto e incluso manipuladas, para confirmar sus propios puntos de vista. Esto le permite imputar a Proudhon ideas que el franc\u00e9s no sosten\u00eda (\u00a1a menudo las rechaza expl\u00edcitamente!) para atacarle. Marx llega incluso a sugerir que su propia opini\u00f3n es la contraria a la de Proudhon cuando, en realidad, no hace m\u00e1s que repetir el pensamiento del franc\u00e9s. Toma al pie de la letra los comentarios sarc\u00e1sticos del franc\u00e9s, sus met\u00e1foras y abstracciones. Y, por encima de todo, Marx busca ridiculizarlo<\/em>\u00bb. (McKay 70-71)<\/p>\n

Veinte a\u00f1os m\u00e1s tarde, y dos a\u00f1os despu\u00e9s de la muerte de Proudhon, los conceptos m\u00e1s esenciales de El Capital: Cr\u00edtica de la Econom\u00eda Pol\u00edtica<\/em>, de Marx, ser\u00edan tomados prestados de Proudhon, sin que se le reconociera ning\u00fan m\u00e9rito . Cuando Marx escribe que \u00abla propiedad resulta ser el derecho, por parte del capitalista, de apropiarse del trabajo no remunerado de otros o de su producto, y la imposibilidad, por parte del trabajador, de apropiarse de su propio producto\u00bb (El Capital, vol. 1, citado en McKay 66), est\u00e1 repitiendo lo que Proudhon escribi\u00f3 27 a\u00f1os antes en \u00bfQu\u00e9 es la propiedad?<\/em><\/p>\n

En 1867, cuando Marx public\u00f3 el primer volumen de Das Kapital<\/em>, la notoriedad y la influencia de Proudhon a\u00fan superaban con creces a las de Marx en Europa. La Asociaci\u00f3n Internacional de Trabajadores (la Primera Internacional) hab\u00eda sido fundada en 1864 por los seguidores de Proudhon, que se autodenominaban mutualistas y antiautoritarios. Mija\u00edl Bakunin (1814-1876), que se convirti\u00f3 en el oponente m\u00e1s fuerte de Marx dentro de la Internacional tras la muerte de Proudhon, consideraba sus propias ideas como \u00abel proudhonismo ampliamente desarrollado y llevado hasta sus \u00faltimas consecuencias\u00bb (como se cita en McKay 46), aunque criticaba el apego de los proudhonianos a la propiedad hereditaria. En el Congreso de Ginebra de 1866, los proudhonianos se impusieron y convencieron al Congreso para que votara un\u00e1nimemente a favor de trabajar por la supresi\u00f3n de la condici\u00f3n de asalariado mediante el desarrollo de cooperativas. El marxismo no tuvo casi ninguna influencia en la Comuna francesa de 1871, que se inspir\u00f3 predominantemente en las ideas de Proudhon sobre las federaciones descentralizadas de comunas y asociaciones obreras.<\/p>\n

La intensidad de la voluntad de Marx de suplantar a Proudhon puede verse en una carta a Engels fechada el 20 de julio de 1870, en los albores de la guerra franco-prusiana, una guerra en la que Marx vio la oportunidad de sacar ventaja sobre su rival:<\/p>\n

\u00abLos franceses necesitan una paliza. Si ganan los prusianos, la centralizaci\u00f3n del poder estatal ser\u00e1 \u00fatil para la centralizaci\u00f3n de la clase obrera alemana. El predominio alem\u00e1n desplazar\u00eda tambi\u00e9n el centro de gravedad del movimiento obrero en Europa Occidental de Francia a Alemania, y basta comparar el movimiento en los dos pa\u00edses desde 1866 hasta ahora para ver que la clase obrera alemana es superior a la francesa tanto te\u00f3rica como organizativamente. Su predominio sobre los franceses en la escena mundial significar\u00eda tambi\u00e9n el predominio de nuestra teor\u00eda sobre la de Proudhon, etc<\/em>\u00bb.<\/p>\n

El resultado de la guerra satisfizo plenamente a Marx.<\/p>\n

 <\/p>\n

El Manifiesto Comunista<\/em>, el sue\u00f1o de un monopolista<\/strong><\/h4>\n

Aunque la teor\u00eda econ\u00f3mica de Marx est\u00e1 plagiada en gran parte de Proudhon, sus soluciones son exactamente las opuestas. Esto se debe a que el proyecto de Marx no parte de sus teor\u00edas econ\u00f3micas. Seg\u00fan Karl Jaspers, el enfoque de Marx \u00abes de reivindicaci\u00f3n, no de investigaci\u00f3n, pero es una reivindicaci\u00f3n de algo proclamado como la verdad perfecta con la convicci\u00f3n no del cient\u00edfico sino del creyente\u00bb. El historiador brit\u00e1nico Paul Johnson coincide y, tras citar la poes\u00eda apocal\u00edptica y \u00abluciferina\u00bb de la juventud de Marx, concluye que:<\/p>\n

\u00abEl concepto de Marx de un Juicio Final… siempre estuvo en la mente de Marx, y como economista pol\u00edtico trabaj\u00f3 hacia atr\u00e1s a partir de \u00e9l, buscando las pruebas que lo hicieran inevitable, en lugar de hacia adelante, a partir de datos examinados objetivamente<\/em>\u00bb[22]<\/a>.<\/p>\n

Por lo tanto, la cumbre te\u00f3rica de Marx publicada en 1867, Das Kapital<\/em>, es casi irrelevante para entender su programa, expuesto en 1848 con Friedrich Engels en el Manifiesto del Partido Comunista. <\/em>\u00abLa teor\u00eda de los comunistas\u00bb, leemos all\u00ed, \u00abpuede resumirse en una sola frase: Abolici\u00f3n de la propiedad privada\u00bb. Como respondiendo a las protestas de los proudhonianos, a\u00f1aden:<\/p>\n

\u00abA nosotros, los comunistas, se nos ha reprochado el deseo de abolir el derecho de adquirir personalmente la propiedad como fruto del propio trabajo del hombre, propiedad que supuestamente es la base de toda libertad, actividad e independencia personales. Propiedad ganada con esfuerzo, adquirida y ganada por uno mismo. \u00bfTe refieres a la propiedad del peque\u00f1o artesano y del peque\u00f1o campesino, una forma de propiedad que precedi\u00f3 a la forma burguesa? No hay necesidad de abolirla; el desarrollo de la industria ya la ha destruido en gran medida, y sigue destruy\u00e9ndola a diario<\/em>\u00bb.<\/p>\n

La abolici\u00f3n de la propiedad privada incluye naturalmente \u00abla abolici\u00f3n de todos los derechos de herencia\u00bb, sobre todo porque el Manifiesto tambi\u00e9n proclama la \u00ababolici\u00f3n de la familia\u00bb, vista como una instituci\u00f3n burguesa \u00abbasada … en el capital, en la ganancia privada\u00bb. Las naciones tambi\u00e9n desaparecer\u00e1n, porque \u00abel trabajador no tiene patria\u00bb; el capitalismo \u00able ha despojado de todo rastro de car\u00e1cter nacional\u00bb.<\/p>\n

La \u00e9poca actual \u00abha simplificado los antagonismos de clase. La sociedad en su conjunto se divide cada vez m\u00e1s en dos grandes campos hostiles, en dos grandes clases directamente enfrentadas: la burgues\u00eda y el proletariado\u00bb. Engels a\u00f1ade en una nota a pie de p\u00e1gina de la edici\u00f3n inglesa de 1888 que: \u00abPor burgues\u00eda se entiende la clase de los capitalistas modernos, propietarios de los medios de producci\u00f3n social y empleadores del trabajo asalariado\u00bb. Marx y Engels esperan la desaparici\u00f3n completa de \u00ablos estratos inferiores de la clase media \u2014los peque\u00f1os comerciantes, los tenderos y los comerciantes jubilados en general, los artesanos y los campesinos\u2014, todos ellos se hunden gradualmente en el proletariado\u00bb. La burgues\u00eda, por su parte, \u00abha concentrado la propiedad en pocas manos\u00bb.<\/p>\n

Marx y Engels predicen que esta concentraci\u00f3n de la riqueza en cada vez menos manos, y el correspondiente aumento de la miseria entre la creciente clase obrera, intensificar\u00e1 la guerra de clases y conducir\u00e1 inevitablemente a la revoluci\u00f3n violenta del proletariado. Los comunistas \u00abproclaman abiertamente que sus objetivos s\u00f3lo pueden alcanzarse mediante el derrocamiento violento de todo el orden social del pasado\u00bb. Tras el fracaso de la revoluci\u00f3n de 1848 en Alemania, Marx escribi\u00f3<\/a> que \u00abs\u00f3lo hay una manera de acortar, simplificar y concentrar las agon\u00edas asesinas de la vieja sociedad y los sangrientos estertores de la nueva sociedad, y esa manera es el terror revolucionario\u00bb.<\/p>\n

El objetivo de la revoluci\u00f3n es establecer la \u00abdictadura del proletariado\u00bb, como transici\u00f3n hacia la abolici\u00f3n de todas las clases. Esta etapa es necesaria para que el proletariado pueda defenderse de una contrarrevoluci\u00f3n y para instaurar la sociedad sin clases. Aunque la expresi\u00f3n \u00abdictadura del proletariado\u00bb no aparece hasta 1852, la idea est\u00e1 claramente expuesta en el Manifiesto:<\/p>\n

\u00abEl proletariado utilizar\u00e1 su supremac\u00eda pol\u00edtica para arrebatar, por grados, todo el capital a la burgues\u00eda, para centralizar todos los instrumentos de producci\u00f3n en manos del Estado, es decir, del proletariado organizado como clase dominante; y para aumentar lo m\u00e1s r\u00e1pidamente posible el total de las fuerzas productivas<\/em>\u00bb.<\/p>\n

Lo primero que hay que se\u00f1alar es que Marx y Engels no tienen ninguna intenci\u00f3n de apaciguar el antagonismo entre proletarios y burgueses, mejorando la condici\u00f3n de los obreros. Por el contrario, esperan que el conflicto se intensifique hasta el punto de convertirse en una sangrienta guerra civil. Para ello, la miseria de la clase obrera debe aumentar. Debemos recordar aqu\u00ed que desgarrar el tejido social de las naciones exacerbando las tensiones sociales, raciales, generacionales o de g\u00e9nero es una estrategia que los intelectuales jud\u00edos han utilizado hasta el d\u00eda de hoy.<\/p>\n

En segundo lugar, Marx y Engels no tienen ninguna intenci\u00f3n de detener o incluso resistir el progreso del capitalismo. Al contrario, llaman a la desaparici\u00f3n total de las estructuras sociales y econ\u00f3micas que lo precedieron, y esperan su desarrollo m\u00e1s extremo, cuando todos los medios de producci\u00f3n hayan ca\u00eddo en unas pocas manos. Porque s\u00f3lo entonces, afirman, podr\u00e1 nacer el nuevo mundo. El capitalismo contiene las semillas de su propia destrucci\u00f3n, pero primero debe alcanzar su plena madurez, que es el monopolio de unos pocos multimillonarios.<\/p>\n

Obviamente, los monopolistas pueden apoyar sin reservas ese objetivo. \u00bfDeber\u00edan temer el siguiente paso, la revoluci\u00f3n y la apropiaci\u00f3n de todos los capitales y todos los medios de producci\u00f3n por parte del Estado? No necesariamente, como argument\u00f3 Bakunin en 1872, y como Antony Sutton explic\u00f3 con m\u00e1s detalle en \u00abWall Street y la revoluci\u00f3n bolchevique<\/em>\u00bb (2001):<\/p>\n

\u00abun obst\u00e1culo para la comprensi\u00f3n madura de la historia reciente es la noci\u00f3n de que todos los capitalistas son los enemigos ac\u00e9rrimos e inquebrantables de todos los marxistas y socialistas. Esta idea err\u00f3nea se origin\u00f3 con Karl Marx y fue sin duda \u00fatil para sus prop\u00f3sitos. De hecho, la idea no tiene sentido. Ha existido una alianza continua, aunque oculta, entre los capitalistas pol\u00edticos internacionales y los socialistas revolucionarios internacionales, en beneficio mutuo. Esta alianza ha pasado desapercibida en gran medida porque los historiadores <\/em>\u2014con algunas notables excepciones<\/em>\u2014 tienen un sesgo marxista inconsciente y, por tanto, est\u00e1n encerrados en la imposibilidad de que exista tal alianza. El lector de mente abierta debe tener en cuenta dos pistas: los capitalistas monopolistas son los enemigos ac\u00e9rrimos de los empresarios del laissez-faire; y, dadas las debilidades de la planificaci\u00f3n central socialista, el Estado socialista totalitario es un mercado cautivo perfecto para los capitalistas monopolistas, si se puede establecer una alianza con los agentes del poder socialista. Supongamos <\/em>\u2014y en este punto es s\u00f3lo una hip\u00f3tesis<\/em>\u2014 que los capitalistas monopolistas estadounidenses fueran capaces de reducir una Rusia [o Alemania] socialista planificada a la condici\u00f3n de colonia t\u00e9cnica cautiva. \u00bfNo ser\u00eda \u00e9sta la extensi\u00f3n internacionalista l\u00f3gica del siglo XX de los monopolios ferroviarios de Morgan y del trust petrolero de Rockefeller de finales del siglo XIX?<\/em>\u00bb.<\/p>\n

Sutton no ve ninguna conspiraci\u00f3n jud\u00eda en esta connivencia entre la Banca y la Revoluci\u00f3n. Pero los documentos relativos a la fracasada revoluci\u00f3n rusa de 1905 muestran que hay otra dimensi\u00f3n en esa alianza antinatural, como se explica en este art\u00edculo de Alexandros Papagoergiou. En 1904, el primer ministro ruso Sergei Witte recibi\u00f3 el encargo de conseguir un enorme pr\u00e9stamo extranjero para estabilizar las finanzas p\u00fablicas rusas. Cuenta en sus memorias que, tras rechazar la oferta de los bancos jud\u00edos encabezados por los Rothschild, porque estaba condicionada a \u00abmedidas legales tendentes a mejorar las condiciones de los jud\u00edos en Rusia\u00bb, consigui\u00f3 reunir la enorme cantidad de 2.250.000.000 de francos a trav\u00e9s de los \u00abbancos cristianos\u00bb[23]<\/a>. Poco despu\u00e9s comenzaron los disturbios revolucionarios. Un informe del ministro ruso de Asuntos Exteriores al zar Nicol\u00e1s II se\u00f1ala que ocurrieron \u00abjusto en el momento en que nuestro gobierno intentaba realizar un considerable pr\u00e9stamo extranjero sin la participaci\u00f3n de los Rothschild y justo a tiempo para impedir la realizaci\u00f3n de esta operaci\u00f3n financiera; el p\u00e1nico provocado entre los compradores y tenedores de pr\u00e9stamos rusos no pod\u00eda dejar de dar ventajas adicionales a los banqueros y capitalistas jud\u00edos que especulaban abierta y conscientemente con la ca\u00edda de los tipos rusos\u00bb. Seg\u00fan el informe, los revolucionarios \u00abest\u00e1n en posesi\u00f3n de grandes cantidades de armas que se importan del extranjero, y de medios financieros muy considerables\u00bb, que hab\u00edan sido reunidos por capitalistas anglo-jud\u00edos \u00abbajo la direcci\u00f3n de Lord Rothschild, … con el prop\u00f3sito oficialmente alegado de ayudar a los jud\u00edos rusos que sufr\u00edan pogromos\u00bb.[24]<\/a><\/p>\n

 <\/p>\n

Marxismo vs Sionismo: las tenazas dial\u00e9cticas<\/strong><\/h4>\n

Los movimientos jud\u00edos parecen trabajar la historia a trav\u00e9s de antagonismos dial\u00e9cticos que, en \u00faltima instancia, hacen avanzar el Gran Proyecto. La capacidad de la comunidad jud\u00eda para presentarse a s\u00ed misma como religi\u00f3n o como nacionalidad, seg\u00fan las circunstancias, es el mejor ejemplo. Tras conseguir la emancipaci\u00f3n pol\u00edtica en nombre de la libertad religiosa en la primera parte del siglo XIX, los jud\u00edos europeos pudieron reclamar su especial condici\u00f3n de naci\u00f3n. Durante unas d\u00e9cadas, los rabinos reformados se opusieron ostensiblemente al nacionalismo jud\u00edo, proclamando en la Conferencia de Pittsburgh de 1885: \u00abYa no nos consideramos una naci\u00f3n, sino una comunidad religiosa\u00bb[25]<\/a>. Sin embargo, la misma Conferencia de Pittsburgh no vio contradicci\u00f3n alguna en adoptar la teor\u00eda del rabino alem\u00e1n Kaufman Kohler, seg\u00fan la cual \u00abIsrael, el Mes\u00edas sufriente de los siglos, se convertir\u00e1 al final de los d\u00edas en el Mes\u00edas triunfante de las naciones\u00bb[26]<\/a>, lo que equivale a decir que Israel no es una naci\u00f3n ordinaria, sino la supernaci\u00f3n. En el siglo XX se elimin\u00f3 cualquier rastro de contradicci\u00f3n entre el juda\u00edsmo reformado y el sionismo.<\/p>\n

Tanto la temprana colaboraci\u00f3n entre Marx y Hess como el tard\u00edo encuentro entre Marx y Graetz prefiguran otra oposici\u00f3n dial\u00e9ctica entre el comunismo (la revoluci\u00f3n internacional destinada a destruir las naciones cristianas) y el sionismo (el proyecto nacional destinado a construir la naci\u00f3n jud\u00eda). Ambos movimientos se desarrollaron en el mismo entorno. Chaim Weizmann cuenta en su autobiograf\u00eda (Ensayo y error<\/em>, 1949) que, en la Rusia de principios del siglo XX, los comunistas revolucionarios y los sionistas revolucionarios pertenec\u00edan al mismo entorno. El hermano de Weizmann, Schmuel, era comunista, y eso no fue motivo de discordia familiar. Estas divisiones eran relativas y cambiantes; muchos sionistas eran marxistas, y viceversa. La frontera era tanto m\u00e1s difusa cuanto que el Bund comunista, nacido el mismo a\u00f1o que el sionismo (1897), inscrib\u00eda en su programa revolucionario el derecho de los jud\u00edos a fundar una naci\u00f3n laica de habla yiddish. Como escribi\u00f3<\/a> recientemente Gilad Atzmon, el Bund era \u00abtambi\u00e9n un intento de impedir que los jud\u00edos se unieran a la ruta ‘hel\u00e9nica’, ofreciendo a los jud\u00edos una v\u00eda tribal en el contexto de una futura revoluci\u00f3n sovi\u00e9tica\u00bb.<\/p>\n

Pero lo m\u00e1s importante es se\u00f1alar que, desde los primeros d\u00edas, la actividad revolucionaria jud\u00eda proporcion\u00f3 a los sionistas un argumento diplom\u00e1tico a favor de su programa alternativo para los jud\u00edos. Herzl menciona en su diario (4 de junio de 1900) que \u00abintensificar las actividades socialistas jud\u00edas\u00bb era una forma de \u00abdespertar el deseo entre los gobiernos europeos de presionar a Turqu\u00eda para que acogiera a los jud\u00edod\u00bb (Palestina estaba entonces bajo control otomano). Defendi\u00f3 el sionismo como soluci\u00f3n al problema de la subversi\u00f3n revolucionaria jud\u00eda cuando se reuni\u00f3 con el k\u00e1iser Guillermo II en 1898, y de nuevo cuando se reuni\u00f3 con ministros rusos en San Petersburgo en 1903[27]<\/a>. La siguiente generaci\u00f3n de sionistas continu\u00f3 la estratagema. Churchill, que hablaba con una sola voz con Chaim Weizmann[28]<\/a>, dramatiz\u00f3 la oposici\u00f3n entre los \u00abjud\u00edos buenos\u00bb (sionistas) y los \u00abjud\u00edos malos\u00bb (comunistas) en su art\u00edculo de 1920 \u00abSionismo versus bolchevismo: Una lucha por el alma del pueblo jud\u00edo\u00bb. Se refiri\u00f3 al bolchevismo como \u00abesta conspiraci\u00f3n mundial para el derrocamiento de la civilizaci\u00f3n\u00bb y al sionismo como la soluci\u00f3n \u00abespecialmente en armon\u00eda con los intereses m\u00e1s verdaderos del Imperio Brit\u00e1nico\u00bb. (La posterior alianza de Churchill con Stalin demuestra que su sionismo era m\u00e1s fuerte que su anticomunismo).<\/p>\n

Tras la Segunda Guerra Mundial, la rivalidad entre el mundo comunista y el capitalista sigui\u00f3 siendo el contexto indispensable para la creaci\u00f3n y expansi\u00f3n de Israel. Eso explica por qu\u00e9 la administraci\u00f3n de Roosevelt, controlada en gran parte por jud\u00edos, ayud\u00f3 a Stalin a conquistar media Europa y frustr\u00f3 todos los intentos de detenerlo. Curtis Dall, yerno de Roosevelt, ha revelado un canal diplom\u00e1tico secreto que demuestra que la Casa Blanca se desvivi\u00f3 por dar a la URSS todo el tiempo y el armamento necesarios para invadir Europa Central[29]<\/a>. As\u00ed, la Segunda Guerra Mundial se complet\u00f3 con el decidido objetivo de sentar las bases de la Guerra Fr\u00eda, es decir, una polarizaci\u00f3n altamente explosiva del mundo que resultar\u00eda crucial para el Proyecto Si\u00f3n. De hecho, durante todo este periodo, es casi imposible distinguir, entre los asesores jud\u00edos de Roosevelt y Truman en pol\u00edtica exterior, a los pro-comunistas de los pro-sionistas, como se\u00f1ala David Martin en The Assassination of James Forrestal<\/em>. Un ejemplo de ello es David Niles (Neyhus), culpable de espiar para los sovi\u00e9ticos mientras asesoraba a Roosevelt, pero que luego desempe\u00f1\u00f3 un papel clave en el apoyo de Truman al Plan de Partici\u00f3n de la ONU y al reconocimiento de Israel[30]<\/a>.<\/p>\n

La Guerra Fr\u00eda result\u00f3 decisiva cuando Nasser, el enemigo m\u00e1s formidable de Israel, fue empujado al campo comunista en 1955, lo que desencaden\u00f3 una intensa campa\u00f1a sionista para presentarlo como un peligro para la estabilidad de Oriente Pr\u00f3ximo y para presentar a Israel, por el contrario, como el \u00fanico aliado fiable en la regi\u00f3n. La Guerra Fr\u00eda fue tambi\u00e9n el contexto crucial de la derrota de Egipto por Israel en 1967 y de la anexi\u00f3n por Israel de territorios robados a Egipto, Siria y L\u00edbano.<\/p>\n

Laurent Guy\u00e9not, 17 febrero 2020<\/p>\n

Fuente: https:\/\/www.unz.com\/article\/karl-marx-and-jewish-power\/<\/a><\/p>\n

Traduccion por ASH para Red Internacional<\/a><\/p>\n

*<\/p>\n

NOTAS<\/h4>\n

[1]<\/a> David Ben-Gurion and Amram Duchovny, David Ben-Gurion, In His Own Words<\/em>, Fleet Press Corp., 1969, p. 116. La profec\u00eda de Ben-Gurion apareci\u00f3 en la revista Look<\/em> el 16 de enero de 1962, cuyas reproducciones pueden encontrarse en Internet.<\/p>\n

[2]<\/a> Karl Popper, Unended Quest: An Intellectual Autobiography <\/em>(1976), Routledge, 2002, books.google.com<\/p>\n

[3]<\/a> Bakunin, Statism and Anarchy, <\/em>trans. Marshall S. Shatz, Cambridge UP, 1990, pp. 538-545.<\/p>\n

[4]<\/a> Citado en Alexandre Solj\u00e9nitsyne, Deux si\u00e8cles ensemble (1795\u20131995), <\/em>tome I: Juifs et Russes avant la R\u00e9volution, <\/em>Fayard, 2003, tome 1, p. 269.<\/p>\n

[5]<\/a> Robert Blake, Disraeli<\/em> (1966), Faber Finds, 2010, p. 202.<\/p>\n

[6]<\/a> Amos Elon, The Pity of It All: A History of Jews in Germany 1743-1933, <\/em>Metropolitan Books, 2002, pp. 153, 157, 163-164.<\/p>\n

[7]<\/a> Isaac Berlin, Karl Marx: His Life and Environment<\/em><\/a>, <\/em>1939, 2nd<\/sup> ed, 1948, p. 17.<\/p>\n

[8]<\/a> Aux compagnons de la F\u00e9d\u00e9ration des sections internationales du Jura<\/em>, quoted in Henri Arvon, Les Juifs et l\u2019Id\u00e9ologie, <\/em>PUF, 1978, p. 50. Cita parcial en Francis Wheen , Karl Marx, <\/em>Fourth Estate, 1999, p. 340.<\/p>\n

[9]<\/a> Antony Sutton, Wall Street and the Bolshevik Revolution <\/em>(1976), Clairview Books, 2011.<\/p>\n

[10]<\/a> Citado en Kevin MacDonald, Separation and Its Discontents: Toward an Evolutionary Theory of Anti-Semitism, <\/em>Praeger, 1998, kindle 2013, k. 4732\u20134877.<\/p>\n

[11]<\/a> Amos Elon, The Pity of It All, op; cit., <\/em>p. 146.<\/p>\n

[12]<\/a> Shlomo Avineri, Karl Marx: Philosophy and Revolution, <\/em>Yale UP, 2019, pp. 171-172.<\/p>\n

[13]<\/a> Moses Hess, Rome and Jerusalem: A Study in Jewish Nationalism<\/em>, 1918 (archive.org).<\/p>\n

[14]<\/a> Sydney Hook, \u201cKarl Marx and Moses Hess,\u201d<\/a> 1934.<\/p>\n

[15]<\/a> Shlomo Avineri, Moses Hess: Prophet of Communism and Zionism<\/em>, 1985.<\/p>\n

[16]<\/a> Lea la respueta deBakunin al art\u00edculo de Hess\u2019s, \u201cAux citoyens r\u00e9dacteurs du R\u00e9veil<\/em>\u201d<\/a><\/p>\n

[17]<\/a> Traducci\u00f3n francesa, Bruno Bauer, La Question juive <\/em>(1843)<\/a>, Union g\u00e9n\u00e9rale d\u2019\u00c9ditions, 1968<\/p>\n

[18]<\/a> Hal Draper, \u00abMarx and the Economic-Jew Stereotype\u00bb, from Karl Marx\u2019s Theory of Revolution<\/em>, Vol.1: State and Bureaucracy<\/em>, Monthly Review, Nueva York 1977, pp. 591-608. Lea tambi\u00e9n Gary Ruchwarger, \u201cMarx and the Jewish Question: A Response to Julius Carlebach,\u201d<\/a> Marxist Perspectives, <\/em>Fall 1979, pp. 19-38.<\/p>\n

[19]<\/a> Estoy al tanto de otro art\u00edculo \u00abantisemita\u00bb sin firma y titulado \u00abThe Russian Loan\u00bb (New York Daily Tribune, <\/em>January 4, 1856), ha sido atribuido a Marx por su hija, pero considero la autor\u00eda muy dudosa. Vea la discusi\u00f3n sobre su autenticidad aqu\u00ed<\/a>.<\/p>\n

[20]<\/a> Nesta Webster, World Revolution: The Plot Against Civilization, <\/em>1921, e<\/em>n archive.org, pp. 95-96.<\/p>\n

[21]<\/a> \u201cLettre au Journal La Libert\u00e9 <\/em>de Bruxelles,\u201d <\/a>5 de octubre de 1872.<\/p>\n

[22]<\/a> Paul Johnson, Intellectuals: From Marx and Tolstoy to Sartre and Chomsky <\/em>(1990),<\/em> HarperCollins, 2007.<\/p>\n

[23]<\/a> The Memoirs of Count Witte<\/em>, Doubleday, Page & Co, 1921, en archive.org<\/a>, pp. 292-294.<\/p>\n

[24]<\/a> Citado en Boris Brasol, The World at the Cross Roads, <\/em>1923, en archive.org<\/a>, pp. 74-78.<\/p>\n

[25]<\/a> Citado en Alfred Lilienthal, What Price Israel? <\/em>(1953), Infinity Publishing, 2003, p. 14.<\/p>\n

[26]<\/a> Kaufmnann Kohler, Jewish Theology, Systematically and Historically Considered, <\/em>Macmillan, 1918 (www.gutenberg.org),<\/a> p. 290.<\/p>\n

[27]<\/a> The Complete Diaries of Theodor Herzl, <\/em>edited by Raphael Patai, Herzl Press & Thomas Yoseloff, 1960, vol. 1, <\/em>pp. 362\u2013363, 378\u2013379, and vol. 3, p. 960.<\/p>\n

[28]<\/a> Martin Gilbert, Churchill and the Jews: A Lifelong Friendship<\/em>, Henry Holt & Company, 2007.<\/p>\n

[29]<\/a> Curtis Dall, FDR: My Exploited Father-in-Law, <\/em>Christian Crusade Publications, 1968,<\/em> pp. 146\u2013157.<\/p>\n

[30]<\/a> David Martin, The Assassination of James Forrestal, <\/em>McCabe Publishing, 2017, pp. 57-65. Sobre la influencia de Nilo en la votaci\u00f3n de la ONU, v\u00e9ase Alfred Lilienthal, What Price Israel ? <\/em>(1953), 50th Anniversary Edition, Infinity Publishing, 2003, p. 50.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

  En un art\u00edculo reciente, explor\u00e9 la influencia del juda\u00edsmo de Freud en la formaci\u00f3n, recepci\u00f3n y propagaci\u00f3n de su teor\u00eda psicoanal\u00edtica. Ahora quiero hacer lo mismo con Karl Marx (1818-1883). A diferencia de Freud, el juda\u00edsmo de Marx rara vez se considera un factor importante. Si se teclea \u00abFreud...<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":11075,"comment_status":"closed","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[1376,2689,1383,1366],"tags":[],"class_list":["post-11074","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-analisis","category-guyenot-laurent","category-historia","category-all"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11074","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=11074"}],"version-history":[{"count":5,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11074\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":11080,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11074\/revisions\/11080"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/media\/11075"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=11074"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=11074"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=11074"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}