{"id":11012,"date":"2023-04-02T19:49:13","date_gmt":"2023-04-02T19:49:13","guid":{"rendered":"https:\/\/redinternacional.net\/?p=11012"},"modified":"2023-04-05T19:55:07","modified_gmt":"2023-04-05T19:55:07","slug":"freud-abusos-sexuales-y-bnai-brith-por-laurent-guyenot","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/redinternacional.net\/2023\/04\/02\/freud-abusos-sexuales-y-bnai-brith-por-laurent-guyenot\/","title":{"rendered":"Freud, abusos sexuales y B’nai B’rith – por Laurent Guyenot"},"content":{"rendered":"

\"\"<\/p>\n

En los \u00faltimos a\u00f1os, ha habido muchos informes de noticias (por ejemplo, aqu\u00ed<\/a>), pel\u00edculas documentales (por ejemplo, \u00abM<\/a>\u00bb de Yoland Zauberman) y art\u00edculos (por ejemplo, aqu\u00ed<\/a> y aqu\u00ed<\/a>) sobre el abuso sexual de ni\u00f1os en las comunidades jud\u00edas ortodoxas. En marzo de 2017, por ejemplo, Haaretz<\/em> inform\u00f3 de que la polic\u00eda israel\u00ed detuvo a 22 jud\u00edos ultraortodoxos por delitos sexuales contra menores y mujeres, y en julio de 2019 The Times of Israel<\/em> inform\u00f3<\/a> de que \u00abel viceministro de Sanidad Yaakov Litzman habr\u00eda intervenido indebidamente para ayudar a al menos 10 delincuentes sexuales de la comunidad ultraortodoxa de Israel\u00bb. En 2015, el abogado jud\u00edo Michael Lesher escribi\u00f3 Abuso sexual, shonda y encubrimiento en las comunidades jud\u00edas ortodoxas<\/em>, para documentar:<\/p>\n

\u00abla triste historia de c\u00f3mo demasiados de esos casos han sido asiduamente ocultados tanto al p\u00fablico como a la polic\u00eda: c\u00f3mo influyentes rabinos y l\u00edderes comunitarios se han puesto del lado de los presuntos abusadores en contra de sus v\u00edctimas; c\u00f3mo se ha presionado, e incluso amenazado, a v\u00edctimas y testigos de abusos sexuales para que no pidieran ayuda a las fuerzas del orden laicas; c\u00f3mo las ‘patrullas’ jud\u00edas aut\u00f3nomas, que han desplazado el papel de la polic\u00eda oficial en algunos barrios jud\u00edos grandes y muy religiosos, han desempe\u00f1ado un papel poco glorioso en la historia de los encubrimientos; … c\u00f3mo algunas comunidades jud\u00edas han conseguido incluso manipular a las fuerzas del orden para que protegieran a los presuntos abusadores<\/em>\u00bb.<\/p>\n

Esto me recuerda la historia de c\u00f3mo Freud, tras tropezar con la realidad generalizada del abuso infantil entre su clientela mayoritariamente jud\u00eda, lo encubri\u00f3 con la teor\u00eda de que todas las ni\u00f1as desean el pene de sus padres y todos los ni\u00f1os sue\u00f1an con follarse a sus madres, y bautiz\u00f3 su teor\u00eda con el nombre de un mito gentil.<\/p>\n

2. El asalto de Freud a la verdad<\/u><\/strong><\/p>\n

La historia ha sido relatada por Jeffrey Masson en The Assault on Truth: Freud’s Suppression of the Seduction Theory (1984)[1]<\/a>. En 1895 y 1896, Freud, escuchando a sus pacientes neur\u00f3ticos e hist\u00e9ricos, se convenci\u00f3 de que la mayor\u00eda de ellos hab\u00edan sufrido abusos sexuales traum\u00e1ticos en su infancia. El origen traum\u00e1tico de la \u00abhisteria\u00bb (un diagn\u00f3stico demasiado usado en aquella \u00e9poca) ya hab\u00eda sido discutido por neur\u00f3logos, entre ellos Jean-Martin Charcot, a cuyas conferencias hab\u00eda asistido Freud en Par\u00eds, y Hermann Oppenheim, que public\u00f3 en Berl\u00edn en 1889 un tratado sobre las neurosis traum\u00e1ticas. Sin embargo, rara vez se hablaba abiertamente de los traumas psicol\u00f3gicos de naturaleza sexual. Por otra parte, exist\u00edan publicaciones m\u00e9dicas, conocidas por Freud, que documentaban la frecuencia de la violencia sobre los ni\u00f1os, incluidas las agresiones sexuales, pero se centraban en las consecuencias f\u00edsicas. En abril de 1896, confiado en haber realizado un gran avance en psiquiatr\u00eda, Freud present\u00f3 sus hallazgos a la Sociedad de Psiquiatr\u00eda y Neurolog\u00eda de Viena, su primer gran discurso p\u00fablico ante sus colegas. Su conferencia fue recibida con un silencio total. Seg\u00fan Masson, se inst\u00f3 a Freud a que nunca la publicara, para no da\u00f1ar su reputaci\u00f3n de forma irreparable. Se encontr\u00f3 aislado, pero a pesar de ello public\u00f3 su ponencia, \u00abLa etiolog\u00eda de la histeria\u00bb.<\/p>\n

Las conclusiones de Freud se extraen de 18 estudios de casos (6 hombres y 12 mujeres), todos los cuales, seg\u00fan \u00e9l, corroboran su tesis general:<\/p>\n

\u00abPlanteo, pues, la tesis de que en el fondo de todo caso de histeria hay uno o varios sucesos de experiencia sexual prematura, sucesos que pertenecen a los primeros a\u00f1os de la infancia pero que pueden reproducirse mediante el trabajo del psicoan\u00e1lisis a pesar de las d\u00e9cadas transcurridas. Creo que \u00e9ste es un hallazgo importante, el descubrimiento de un caput Nili en neuropatolog\u00eda<\/em>\u00bb.<\/p>\n

\u00abLas experiencias sexuales en la infancia consistentes en la estimulaci\u00f3n de los genitales, actos similares al coito, etc., deben por tanto reconocerse, en \u00faltimo an\u00e1lisis, como los traumas que conducen a una reacci\u00f3n hist\u00e9rica a los acontecimientos en la pubertad y al desarrollo de s\u00edntomas hist\u00e9ricos<\/em>\u00bb.<\/p>\n

Freud sugiere que esta conclusi\u00f3n se aplica no s\u00f3lo a la histeria sino a la mayor\u00eda de las neurosis. Entre otras observaciones, sugiere que los ni\u00f1os que agreden sexualmente a otros ni\u00f1os lo hacen como resultado de haber sufrido ellos mismos abusos sexuales: \u00ablos ni\u00f1os no pueden llegar a actos de agresi\u00f3n sexual si no han sido seducidos previamente\u00bb.
\nSin embargo, un a\u00f1o despu\u00e9s de este art\u00edculo, Freud decidi\u00f3 que se hab\u00eda equivocado al creer a sus pacientes. Determin\u00f3 que lo que hab\u00eda tomado como recuerdos reprimidos de abusos sexuales, eran en realidad \u00abfantas\u00edas\u00bb. Durante el resto de su vida, seguir\u00eda contando c\u00f3mo super\u00f3 su error y descubri\u00f3 que \u00abestas fantas\u00edas ten\u00edan por objeto encubrir la actividad autoer\u00f3tica de los primeros a\u00f1os de la infancia, embellecerla y elevarla a un plano superior. Y ahora, por detr\u00e1s de las fantas\u00edas, sal\u00eda a la luz toda la gama de la vida sexual del ni\u00f1o\u00bb (Historia del movimiento psicoanal\u00edtico,<\/em> 1919).<\/p>\n

Desde el punto de vista de la teor\u00eda anterior de Freud \u2014que \u00e9l llamaba eufem\u00edsticamente \u00abteor\u00eda de la seducci\u00f3n\u00bb\u2014, su nueva teor\u00eda de las fantas\u00edas sexuales infantiles espont\u00e1neas puede verse como una proyecci\u00f3n, no muy diferente de la tendencia de los delincuentes sexuales a culpar a sus v\u00edctimas: los propios pacientes son acusados ahora tanto de pasi\u00f3n sexual como de fantas\u00edas asesinas hacia sus padres. Al reprimir estos impulsos autogenerados, dice la ortodoxia freudiana, han creado sus propias neurosis que, en los hist\u00e9ricos, pueden adoptar la forma de falsos recuerdos de abusos.<\/p>\n

Treinta y cinco a\u00f1os m\u00e1s tarde, el disc\u00edpulo m\u00e1s aventajado de Freud, en su d\u00eda presidente de la Asociaci\u00f3n Psicoanal\u00edtica Internacional, tropez\u00f3 con la misma constataci\u00f3n que Freud hab\u00eda compartido en \u00abLa etiolog\u00eda de la histeria\u00bb. Sandor Ferenczi escribi\u00f3 en su diario en julio de 1932 que el complejo de Edipo bien pod\u00eda ser \u00abel resultado de actos reales por parte de los adultos, a saber, pasiones violentas dirigidas hacia el ni\u00f1o, que desarrolla entonces una fijaci\u00f3n, no por deseo [como sosten\u00eda Freud], sino por miedo. ‘Mi madre y mi padre me matar\u00e1n si no los amo y me identifico con sus deseos’\u00bb. Superando su aprensi\u00f3n a la reacci\u00f3n de Freud, Ferenczi se atrevi\u00f3 a presentar sus conclusiones ante el XII Congreso Psicoanal\u00edtico Internacional en una conferencia titulada \u00abConfusi\u00f3n de lenguas entre los adultos y el ni\u00f1o\u00bb. Su ponencia contiene una serie de ideas importantes confirmadas por investigaciones posteriores, como la \u00abidentificaci\u00f3n\u00bb psicol\u00f3gica de las v\u00edctimas con el agresor, o \u00abintroyecci\u00f3n\u00bb: \u00abel agresor desaparece como realidad externa y se convierte en intraps\u00edquico en lugar de extraps\u00edquico\u00bb, de modo que incluso los sentimientos de culpa del agresor son introyectados. Ferenczi plante\u00f3 la hip\u00f3tesis de que la indefensi\u00f3n hace que la v\u00edctima empatice con el agresor, un proceso que hoy se conoce como \u00abs\u00edndrome de Estocolmo\u00bb.<\/p>\n

\u00abLa adversidad extrema, especialmente el miedo a la muerte\u00bb, tambi\u00e9n puede desencadenar un desarrollo prematuro, para lo cual Ferenczi utiliza la met\u00e1fora de \u00abuna fruta que madura o se vuelve dulce prematuramente al ser herida por el pico de un p\u00e1jaro, o de la maduraci\u00f3n prematura de la fruta agusanada. El shock puede hacer que una parte de la persona madure de repente, no s\u00f3lo emocionalmente sino tambi\u00e9n intelectualmente\u00bb. Esa maduraci\u00f3n traum\u00e1tica se produce a expensas de la integraci\u00f3n psicol\u00f3gica, y Ferenczi aporta la noci\u00f3n de desdoblamiento de la personalidad: \u00abno puede haber conmoci\u00f3n, ni susto, sin huellas de una escisi\u00f3n de la personalidad\u00bb. En su diario personal, reflexionando sobre una paciente que no recuerda haber sido violada, pero sue\u00f1a con ello incesantemente, Ferenczi escribe:<\/p>\n

\u00abS\u00e9 por otros an\u00e1lisis que una parte de nuestro ser puede ‘morir’ y, aunque la parte restante de nuestro yo puede sobrevivir al trauma, despierta con una laguna en su memoria. En realidad, es una laguna en la personalidad, porque no s\u00f3lo se borra el recuerdo de la lucha hasta la muerte, sino que desaparecen todos los dem\u00e1s recuerdos vinculados asociativamente… quiz\u00e1 para siempre<\/em>\u00bb.<\/p>\n

Esta observaci\u00f3n concuerda con los hallazgos del m\u00e9dico y psic\u00f3logo franc\u00e9s Pierre Janet (1859-1947), cuyo trabajo ha sido eclipsado durante mucho tiempo por la psicolog\u00eda freudiana, pero ha generado un inter\u00e9s creciente desde la d\u00e9cada de 1980. Janet teoriz\u00f3 el primer modelo de \u00abtrastornos de identidad disociativos\u00bb, ahora incluido en el Manual Diagn\u00f3stico y Estad\u00edstico de los Trastornos Mentales<\/em>. En Les N\u00e9vroses<\/em> (1909), Janet escribi\u00f3: \u00abAs\u00ed como la s\u00edntesis y la asociaci\u00f3n son las grandes caracter\u00edsticas de todas las operaciones psicol\u00f3gicas normales, la disociaci\u00f3n es la caracter\u00edstica esencial de todas las enfermedades de la mente\u00bb. La disociaci\u00f3n explica la evoluci\u00f3n de los recuerdos traum\u00e1ticos, compuestos de experiencias fisiol\u00f3gicas, sensoriales, afectivas y cognitivas, que Janet denomina \u00abid\u00e9es fixes<\/em>\u00bb. Estos aspectos fragmentados de la experiencia no permiten que un verdadero recuerdo integre la biograf\u00eda del sujeto, y en su lugar se desarrollan entidades ps\u00edquicas separadas, que sin embargo interfieren con la personalidad principal. En los casos m\u00e1s graves, puede evolucionar hacia la esquizofrenia o las personalidades m\u00faltiples.<\/p>\n

La conferencia de Ferenczi \u00abConfusi\u00f3n de lenguas\u00bb suscit\u00f3 la misma desaprobaci\u00f3n entre los miembros de la Asociaci\u00f3n Psicoanal\u00edtica que la \u00abEtiolog\u00eda de la histeria\u00bb de Freud hab\u00eda suscitado entre los psiquiatras vieneses. Ferenczi fue condenado al ostracismo por Freud y sus disc\u00edpulos sectarios, y su art\u00edculo nunca fue traducido al ingl\u00e9s para la Revista Internacional de Psicoan\u00e1lisis<\/em>, como era habitual. Muri\u00f3 unos a\u00f1os m\u00e1s tarde, destrozado.<\/p>\n

3. La culpa oculta del padre<\/u> <\/strong><\/p>\n

Esta historia plantea dos preguntas: En primer lugar, \u00bfqu\u00e9 es lo que hizo que Freud cambiara de opini\u00f3n en primer lugar, y le hizo rechazar el trabajo de Ferenczi treinta a\u00f1os despu\u00e9s? En segundo lugar, y lo que es m\u00e1s importante, \u00bfpor qu\u00e9 tuvo tanto \u00e9xito la teor\u00eda de Freud, a pesar de que hace tiempo que se demostr\u00f3 que era cient\u00edficamente err\u00f3nea y que su valor terap\u00e9utico carec\u00eda de fundamento?<\/p>\n

Sobre la primera cuesti\u00f3n, Masson comparte su \u00abconvicci\u00f3n de que lo que Freud hab\u00eda descubierto en 1896 \u2014que, en muchos casos, los ni\u00f1os son v\u00edctimas de violencia y abusos sexuales dentro de sus propias familias\u2014 se convirti\u00f3 en un lastre tan grande que literalmente tuvo que desterrarlo de su conciencia\u00bb. Esta teor\u00eda ha sido cuestionada, y Masson ha sido criticado por exagerar la reacci\u00f3n negativa a la teor\u00eda de la seducci\u00f3n de Freud. Lo \u00fanico que puede decirse con seguridad es que su art\u00edculo no le report\u00f3 la fama instant\u00e1nea que esperaba.<\/p>\n

Masson tiene en cuenta otros factores. Cree que Freud estuvo influido por el chiflado otorrinolaring\u00f3logo Wilhelm Fliess, infeliz inventor de las \u00abneurosis por reflejo nasal\u00bb, con quien Freud hab\u00eda desarrollado un v\u00ednculo emocional muy peculiar (por cierto, el hijo de Fliess, Robert, escribir\u00eda m\u00e1s tarde sobre los abusos sexuales e insinuar\u00eda sus propios abusos por parte de su padre). Masson es el editor de la versi\u00f3n no expurgada de las cartas de Freud a Fliess (Freud destruy\u00f3 las cartas de Fliess, pero no hizo destruir las suyas), que proporcionan una informaci\u00f3n \u00fanica sobre la forma en que Freud elaboraba sus teor\u00edas. Sin embargo, al final de su fascinante investigaci\u00f3n, Masson admite que la explicaci\u00f3n completa de la repentina conversi\u00f3n de Freud se le escapa.<\/p>\n

Dos libros publicados casi simult\u00e1neamente (1979), uno en franc\u00e9s y otro en alem\u00e1n, ambos traducidos al ingl\u00e9s en 1982, han aportado informaci\u00f3n adicional: Marie Balmary, Freud y la culpa oculta del padre<\/em>, y Marianne Kr\u00fcll, Freud y su padre<\/em>. Ambos se basan en gran medida en las cartas de Freud a Fliess, que documentan c\u00f3mo su autoan\u00e1lisis introspectivo llev\u00f3 a Freud a dar un giro te\u00f3rico. Balmary y Kr\u00fcll se\u00f1alan que Freud emprendi\u00f3 este autoan\u00e1lisis justo despu\u00e9s de la muerte de su padre Jacob. El 2 de noviembre de 1896, diez d\u00edas despu\u00e9s de la muerte de su padre, Freud escribi\u00f3 a Fliess sobre un sue\u00f1o que hab\u00eda tenido la noche anterior al funeral, en el que aparec\u00eda un letrero que dec\u00eda: \u00abSe le pide que cierre los ojos\u00bb, lo que interpret\u00f3 como una referencia al \u00abdeber de uno hacia los muertos\u00bb. Sin embargo, el 11 de febrero de 1897, tras mencionar que el sexo oral forzado en ni\u00f1os puede provocar s\u00edntomas neur\u00f3ticos, a\u00f1ade: \u00abDesgraciadamente, mi propio padre era uno de esos pervertidos y es responsable de la histeria de mi hermano (todos cuyos s\u00edntomas son identificaciones) y de las de varias hermanas menores. La frecuencia de esta circunstancia a menudo me hace dudar\u00bb. El verano siguiente, atraves\u00f3 un episodio depresivo, y escribi\u00f3 el 7 de julio: \u00abSigo sin saber qu\u00e9 me ha estado ocurriendo. Algo desde lo m\u00e1s profundo de mi propia neurosis se opuso a cualquier avance en la comprensi\u00f3n de las neurosis, y usted ha estado de alg\u00fan modo implicado en ello\u00bb. Poco despu\u00e9s, el 21 de septiembre, anunci\u00f3 a su amigo: \u00abQuiero confiarte inmediatamente el gran secreto que me ha ido asaltando lentamente en los \u00faltimos meses. Ya no creo en mi neur\u00f3tica [su teor\u00eda de la seducci\u00f3n]\u00bb. Dio como explicaci\u00f3n \u00abla sorpresa de que, en todos los casos, el padre, sin excluir el m\u00edo, ten\u00eda que ser acusado de perverso\u00bb. En la carta siguiente, del 3 de octubre, escribi\u00f3 con seguridad que, en el caso de su propia neurosis, \u00abel viejo no desempe\u00f1a ning\u00fan papel activo\u00bb. Por \u00faltimo, el 15 de octubre, se refiri\u00f3 a la historia de Edipo:<\/p>\n

\u00abSe me ocurri\u00f3 una idea \u00fanica de valor general. He encontrado, tambi\u00e9n en mi propio caso, [el fen\u00f3meno de] estar enamorado de mi madre y celoso de mi padre, y ahora lo considero un acontecimiento universal en la primera infancia<\/em>\u00bb.<\/p>\n

Balmary y Kr\u00fcll construyen independientemente un caso s\u00f3lido de que Freud se apart\u00f3 de una teor\u00eda que empa\u00f1aba la imagen ideal del padre por el que estaba de duelo. Tras la muerte de su padre, Freud se sinti\u00f3 constre\u00f1ido por un mandato al que fue incapaz de resistirse, y por ello, \u00abhijo obediente que era, asumi\u00f3 la culpa sobre sus propios hombros con la ayuda de su teor\u00eda del Edipo\u00bb (Kr\u00fcll, p. 179). Balmary y Kr\u00fcll introducen en la ecuaci\u00f3n un reciente descubrimiento biogr\u00e1fico del comportamiento menos que perfecto de Jacob Freud; una segunda esposa olvidada llamada Rebeca, que desaparece misteriosamente, posiblemente por suicidio, en el momento del matrimonio de Jacob con su tercera esposa, la bella Amelia Nathansohn, de la mitad de su edad y ya embarazada de Sigmund (un hecho que Jacob intent\u00f3 ocultar falsificando la fecha de nacimiento de Sigmund). A la luz de los desarrollos postfreudianos de la psicolog\u00eda profunda transgeneracional[2]<\/a>, es posible que Freud tuviera desde temprana edad un sentido intuitivo de una \u00abfalta oculta del padre\u00bb vinculada a su propia identidad, que puede haberse combinado con los recuerdos de los abusos sexuales de su padre sobre s\u00ed mismo y sobre sus hermanos y hermanas. Durante su autoan\u00e1lisis a los 40 a\u00f1os, todo el asunto llam\u00f3 a la puerta de su conciencia, pero finalmente se rindi\u00f3 al imperativo subconsciente de \u00abcerrar los ojos\u00bb. Para encubrir la amenazadora verdad de las faltas de su padre, Freud invent\u00f3 el complejo de Edipo, acusando a los propios ni\u00f1os de \u00abperversi\u00f3n polimorfa\u00bb.<\/p>\n

Balmary se\u00f1ala que, en su identificaci\u00f3n personal con el h\u00e9roe Edipo (que resolvi\u00f3 el enigma de la Esfinge), Freud trunc\u00f3 el mito. Seg\u00fan los tr\u00e1gicos griegos, el padre de Edipo, Layo, fue maldecido por los dioses por seducir a un joven adolescente y provocar su suicidio. Entonces, asustado por la profec\u00eda del or\u00e1culo de que ser\u00eda asesinado por su propio hijo si conceb\u00eda uno, Layo hizo que abandonaran a su hijo reci\u00e9n nacido en el bosque, \u00abcon los tobillos atravesados por la mitad por pinchos de hierro\u00bb (Eur\u00edpides, Las doncellas fenicias). As\u00ed, en el mito completo, la predestinaci\u00f3n de Edipo a matar a su padre y casarse con su madre no est\u00e1 determinada por sus propios impulsos, sino por la culpa de su padre. Para Balmary, la ignorancia de Freud de esta parte del mito revela y simboliza su propio punto ciego, su incapacidad para descubrir la culpa secreta del padre, tanto de su propio padre como, en consecuencia, de los padres de sus pacientes neur\u00f3ticos e hist\u00e9ricos.<\/p>\n

4. Los \u00aboscuros poderes emocionales\u00bb del juda\u00edsmo<\/u><\/strong><\/p>\n

Ni Masson ni Balmary abordan el aspecto jud\u00edo de la cuesti\u00f3n. Marianne Kr\u00fcll insin\u00faa que el mandato del padre de \u00abcerrar los ojos\u00bb era una cuesti\u00f3n de \u00abpiedad filial en la que, en \u00faltima instancia, se basa toda la tradici\u00f3n jud\u00eda\u00bb (Kr\u00fcll, p. 178), pero, aunque ella misma es jud\u00eda, no insiste en ese aspecto.<\/p>\n

Para una interesante reflexi\u00f3n sobre el trasfondo jud\u00edo oculto del complejo de Edipo, podemos recurrir al muy estimulante libro de John Murray Cuddihy, The Ordeal of Civility<\/em>[3]<\/a>. El autor se\u00f1ala que Freud hab\u00eda estado fascinado por la obra de S\u00f3focles Edipo Rey desde su adolescencia. Cuando la vio representada en 1885, volvi\u00f3 a causarle una profunda y misteriosa impresi\u00f3n. Doce a\u00f1os m\u00e1s tarde, escribi\u00f3 a Fliess (15 de octubre de 1897) que hab\u00eda encontrado, con su nueva teor\u00eda de los deseos universales reprimidos de incesto y parricidio, la explicaci\u00f3n de \u00abla fuerza apasionante de Edipo Rey\u00bb. En otras palabras, comenta Cuddihy, Freud \u00abpropone una teor\u00eda para explicar el poder de la obra sobre \u00e9l y para hacer ‘inteligible’ por qu\u00e9 deber\u00eda identificarse tan profundamente con su h\u00e9roe, Edipo. En el curso de ese esfuerzo nace el n\u00facleo de la teor\u00eda del psicoan\u00e1lisis\u00bb.<\/p>\n

Pero entonces, Cuddihy sugiere que Freud no supo ver el verdadero origen de su fascinaci\u00f3n por Edipo Rey.<\/em> Lo que hab\u00eda resonado profundamente en \u00e9l desde el momento en que ley\u00f3 por primera vez Edipo Rey no era tanto el argumento general de la obra (el h\u00e9roe mata a su padre y se casa con su madre), sino las circunstancias en las que Edipo mat\u00f3 a su padre: al bajar por un camino estrecho, el heraldo del rey le orden\u00f3 bruscamente que se apartara, y luego el propio rey le golpe\u00f3 en la cabeza. Enfurecido, Edipo mat\u00f3 al rey, a su heraldo y al resto de su s\u00e9quito, excepto a uno. Esta historia \u2014no representada, sino narrada en la obra\u2014 guarda un extra\u00f1o parecido con otra que hab\u00eda impresionado a Freud unos a\u00f1os antes, como explic\u00f3 en La interpretaci\u00f3n de los sue\u00f1os<\/em>. Se trata de una historia que su padre, un jud\u00edo del shtetl<\/em> de Moravia \u2014donde naci\u00f3 Sigmund\u2014, le hab\u00eda contado cuando \u00e9l ten\u00eda diez o doce a\u00f1os:<\/p>\n

\u00abpara demostrar que las cosas estaban mucho mejor ahora que en sus d\u00edas. Cuando era joven<\/em>\u00bb, dijo, \u201csal\u00ed a pasear un s\u00e1bado por las calles de tu ciudad natal; iba bien vestido y llevaba una gorra nueva en la cabeza. Un cristiano se me acerc\u00f3 y, de un solo golpe, me tir\u00f3 la gorra al barro y me grit\u00f3: “\u00a1jud\u00edo, sal de la acera!” “\u00bfY qu\u00e9 hiciste?”, le pregunt\u00e9. Fui a la calzada y recog\u00ed mi gorra”, fue su tranquila respuesta. Esto me pareci\u00f3 una conducta poco heroica por parte del hombre grande y fuerte que llevaba al ni\u00f1o de la mano. Hab\u00eda contrastado esta situaci\u00f3n con otra que se ajustaba mejor a mis sentimientos: la escena en la que el padre de An\u00edbal, Am\u00edlcar Barca, hizo jurar a su hijo ante el altar de la casa que se vengar\u00eda de los romanos. Desde entonces An\u00edbal hab\u00eda tenido un lugar en mis fantas\u00edas<\/em>\u00bb.
\nFreud, argumenta Cuddihy, hab\u00eda experimentado la verg\u00fcenza de su padre, y \u00abavergonzarse de un padre es una especie de ‘parricidio moral’\u00bb.<\/p>\n

\u00abFreud presumiblemente experiment\u00f3 no s\u00f3lo esta rabia y verg\u00fcenza, sino la culpa por la rabia y la verg\u00fcenza. R\u00e1pidamente ‘censur\u00f3’ estos sentimientos inaceptables, inaceptables para un hijo obediente ostensiblemente orgulloso de su padre; los ‘reprimi\u00f3’. A\u00f1os m\u00e1s tarde se encuentra con la tragedia de S\u00f3focles y \u00e9sta le hechiza<\/em>\u00bb.<\/p>\n

A\u00fan m\u00e1s tarde, tras la muerte de su padre, racionaliz\u00f3 este hechizo con una teor\u00eda universal que le descarg\u00f3 de seguir indagando en su propia historia familiar. \u00abPero la idee fixe<\/em> en que Edipo se convertir\u00eda para Freud\u00bb, sostiene Cuddihy, \u00abdepende de un peque\u00f1o detalle (peque\u00f1o, pero estructuralmente indispensable para la acci\u00f3n de la historia) que Freud nunca menciona en todas las innumerables veces que vuelve a contar la ‘leyenda’: …un insulto social, una descortes\u00eda en el camino, proveniente de alguien en posici\u00f3n de superioridad social (el rey Layo al caminante desconocido, Edipo, igual que el cristiano de Freiberg que oblig\u00f3 a Jacob Freud a ir a la cuneta)\u00bb. Seg\u00fan Cuddihy, el \u00abcomplejo de Edipo\u00bb supuestamente universal que Freud crey\u00f3 descubrir era en realidad el velo de un complejo caracter\u00edsticamente jud\u00edo de su \u00e9poca.<\/p>\n

Incluso si juzgamos esa tesis exagerada (es cuestionable c\u00f3mo podr\u00edan fusionarse las fantas\u00edas de vengar y matar al padre), podemos apreciar c\u00f3mo Cuddihy llama la atenci\u00f3n sobre el hecho de que el padre de Freud \u2014el padre al que se sinti\u00f3 obligado a exculpar, pero hacia el que sin embargo experiment\u00f3 un deseo de asesinato\u2014 era un padre jud\u00edo reci\u00e9n emigrado de Yidishlandia al coraz\u00f3n de la civilizaci\u00f3n europea.<\/p>\n

El disc\u00edpulo y primer bi\u00f3grafo de Freud, Ernest Jones, se\u00f1ala que Freud \u00abse sent\u00eda jud\u00edo hasta la m\u00e9dula, y evidentemente significaba mucho para \u00e9l\u00bb[4]<\/a>. Los libros que tratan espec\u00edficamente del juda\u00edsmo de Freud (como Moshe Gresser, Dual Allegiance: Freud as a Modern Jew<\/em>, Sunny Press, 1994) pueden basarse en varias declaraciones del propio Freud, ya sea en correspondencia privada o en el entorno jud\u00edo. En el prefacio de la traducci\u00f3n hebrea de T\u00f3tem y tab\u00fa<\/em>, por ejemplo, pregunt\u00e1ndose ret\u00f3ricamente qu\u00e9 hay de jud\u00edo en su obra, Freud respondi\u00f3 \u00abmuch\u00edsimo, y probablemente su esencia misma\u00bb[5]<\/a>.
\nEn un discurso preparado para ser pronunciado en la Logia B’nai B’rith de Viena en 1926, Freud explic\u00f3 su motivaci\u00f3n para afiliarse treinta a\u00f1os antes (1897):<\/p>\n

\u00abSiempre que he experimentado sentimientos de exaltaci\u00f3n nacional, he tratado de suprimirlos como desastrosos e injustos, asustado por el ejemplo de advertencia de aquellas naciones entre las que vivimos los jud\u00edos. Pero quedaba lo suficiente para hacer irresistible la atracci\u00f3n del juda\u00edsmo y de los jud\u00edos, muchos oscuros poderes emocionales tanto m\u00e1s fuertes cuanto menos pod\u00edan expresarse con palabras, as\u00ed como la clara conciencia de una identidad interior, la familiaridad de la misma estructura psicol\u00f3gica. … As\u00ed que me convert\u00ed en uno de vosotros<\/em>\u00bb[6]<\/a>.<\/p>\n

Esta afirmaci\u00f3n es una excelente ilustraci\u00f3n de lo que Cuddihy llama \u00abla prueba del civismo\u00bb, la lucha de todo jud\u00edo que desea asimilarse, pero se siente incapaz de superar los \u00aboscuros poderes emocionales\u00bb de su juda\u00edsmo ancestral, con su imperativo impl\u00edcito de no asimilarse. El juda\u00edsmo tiene mucho que ver con lo que Ivan Boszormenyi-Nagy llama esas \u00ablealtades invisibles\u00bb que pueden atar a una persona a sus antepasados, mediante un sistema irresistible de valores, obligaciones y deudas[7]<\/a>. La cuesti\u00f3n es hasta qu\u00e9 punto la teor\u00eda psicoanal\u00edtica de Freud es el resultado de la rendici\u00f3n de Freud a esos \u00aboscuros poderes emocionales\u00bb.<\/p>\n

Debemos tomar en serio a Freud cuando nos dice, en La interpretaci\u00f3n de los sue\u00f1os<\/em>, que su propia judeidad tom\u00f3 la forma de una identificaci\u00f3n con An\u00edbal, y la fantas\u00eda de \u00abvengarse de los romanos\u00bb. Contin\u00faa diciendo:<\/p>\n

\u00abYo mismo hab\u00eda seguido los pasos de An\u00edbal… An\u00edbal, con quien hab\u00eda alcanzado este punto de similitud, hab\u00eda sido mi h\u00e9roe favorito durante mis a\u00f1os en el Gymnasium; … Adem\u00e1s, cuando finalmente llegu\u00e9 a darme cuenta de las consecuencias de pertenecer a una raza extranjera, y me vi obligado por el sentimiento antisemita entre mis compa\u00f1eros de clase a tomar una postura definida, la figura del comandante semita adquiri\u00f3 proporciones a\u00fan mayores en mi imaginaci\u00f3n. An\u00edbal y Roma simbolizaban, a mis ojos juveniles, la lucha entre la tenacidad de los jud\u00edos y la organizaci\u00f3n de la Iglesia cat\u00f3lica. La importancia que el movimiento antisemita ha adquirido desde entonces para nuestra vida emocional contribuy\u00f3 a fijar los pensamientos y las impresiones de aquellos primeros d\u00edas. As\u00ed, el deseo de ir a Roma se ha convertido en mi vida on\u00edrica en la m\u00e1scara y el s\u00edmbolo de una serie de deseos c\u00e1lidamente acariciados, para cuya realizaci\u00f3n uno ten\u00eda que trabajar con la tenacidad y la determinaci\u00f3n del general p\u00fanico, aunque su cumplimiento a veces parec\u00eda tan remoto como el deseo de toda la vida de An\u00edbal de entrar en Roma<\/em>\u00bb.<\/p>\n

No se puede sobrestimar la importancia de esta confesi\u00f3n p\u00fablica, impresa en 1899 para que todo el mundo la leyera. Aqu\u00ed Freud nombra como fuerza motriz de su vida la fantas\u00eda de entrar en Roma (el mundo cristiano) y destruirla para vengarse de los fenicios (los jud\u00edos).<\/p>\n

Si Freud estuvo profundamente influido por su origen jud\u00edo, tambi\u00e9n lo estuvieron los dem\u00e1s miembros fundadores del movimiento psicoanal\u00edtico. Dennis Klein escribe en Jewish Origins of the Psychoanalytic Movement<\/em>:<\/p>\n

\u00abDesde sus comienzos en 1902 hasta 1906, los 17 miembros eran jud\u00edos. La plena significaci\u00f3n de este n\u00famero radica de nuevo en la forma en que se ve\u00edan a s\u00ed mismos, ya que los analistas eran conscientes de su juda\u00edsmo y con frecuencia manten\u00edan un sentimiento de prop\u00f3sito y solidaridad jud\u00edos. … este sentimiento de orgullo jud\u00edo positivo form\u00f3 la matriz del movimiento en el c\u00edrculo psicoanal\u00edtico: Como acicate para una independencia renovada, estrechaba el v\u00ednculo entre los miembros y potenciaba su autoimagen de \u00e9lite redentora<\/em>\u00bb[8]<\/a>.<\/p>\n

La excepci\u00f3n es Carl Jung, a quien Freud nombr\u00f3 presidente de la Asociaci\u00f3n Psicoanal\u00edtica Internacional en 1910 precisamente para desviar el reproche de que el psicoan\u00e1lisis era una \u00abciencia jud\u00eda\u00bb[9]<\/a>.<\/p>\n

Curiosamente, Jung es el \u00fanico miembro que nunca suscribi\u00f3 la teor\u00eda de Freud sobre la sexualidad infantil. En respuesta a una carta de Karl Abraham, quien se quejaba de que \u00abJung parece estar volviendo a sus antiguas inclinaciones espiritualistas\u00bb, Freud explic\u00f3: \u00abes realmente m\u00e1s f\u00e1cil para usted que para Jung seguir mis ideas, ya que … usted est\u00e1 m\u00e1s cerca de mi constituci\u00f3n intelectual debido al parentesco racial (Rassenverwandtschaft)\u00bb. Freud le pidi\u00f3 a Abraham que no se enemistara con Jung porque \u00abs\u00f3lo gracias a su aparici\u00f3n en escena el psicoan\u00e1lisis escap\u00f3 al peligro de convertirse en un asunto nacional jud\u00edo\u00bb[10]<\/a>.<\/p>\n

A diferencia de Jung, Abraham fue el m\u00e1s ferviente partidario de la teor\u00eda de Freud sobre la sexualidad infantil. En La historia del movimiento psicoanal\u00edtico<\/em>, 1919, Freud escribi\u00f3 que \u00abla \u00faltima palabra en la cuesti\u00f3n de la etiolog\u00eda traum\u00e1tica la dijo m\u00e1s tarde Abraham, cuando llam\u00f3 la atenci\u00f3n sobre el hecho de que justamente la naturaleza peculiar de la constituci\u00f3n sexual del ni\u00f1o le permite provocar experiencias sexuales de un tipo peculiar, es decir, traumas\u00bb (traumas autoinfligidos, por as\u00ed decirlo). Freud se refer\u00eda a un trabajo de Abraham de 1907, \u00abLa vivencia del trauma sexual como forma de actividad sexual\u00bb. Quiz\u00e1 sea significativo que Abraham, hijo de un rabino ortodoxo, fuera tambi\u00e9n el m\u00e1s etnoc\u00e9ntrico de los disc\u00edpulos de Freud. Escribi\u00f3 en 1913 un ensayo \u00abSobre la exogamia neur\u00f3tica\u00bb, en el que diagnosticaba a los hombres jud\u00edos que dec\u00edan que \u00abnunca podr\u00edan casarse con una jud\u00eda\u00bb una neurosis resultante de un \u00abamor incestuoso decepcionado\u00bb[11]<\/a>.<\/p>\n

5. Negaci\u00f3n, proyecci\u00f3n, inversi\u00f3n<\/u><\/strong><\/p>\n

Sugiero que el abandono por parte de Freud de la teor\u00eda de la seducci\u00f3n y su encubrimiento por el complejo de Edipo estuvieron motivados, al menos medio inconscientemente, por la lealtad de Freud, no s\u00f3lo hacia su padre, sino hacia su comunidad jud\u00eda. En la d\u00e9cada de 1890, la clientela de Freud proced\u00eda exclusivamente de la clase media jud\u00eda. Imaginemos que la teor\u00eda de la seducci\u00f3n de Freud le hubiera valido el reconocimiento que ansiaba: aunque disimulaba la identidad de sus pacientes en sus estudios de casos, su trabajo no habr\u00eda tardado en ser atacado, no s\u00f3lo como \u00abciencia jud\u00eda\u00bb, sino como prueba de la depravaci\u00f3n de las costumbres jud\u00edas.<\/p>\n

Sin embargo, no creo que Freud razonara conscientemente de esta manera. Al hacer la vista gorda ante la sexualidad incestuosa de las familias de sus pacientes, su ceguera no era fingida, sino psicol\u00f3gicamente constre\u00f1ida; es la ceguera que caracteriza al juda\u00edsmo. En el fondo, el juda\u00edsmo es la convicci\u00f3n, profundamente interiorizada desde la m\u00e1s tierna infancia, de la superioridad de los jud\u00edos sobre los no jud\u00edos: la \u00abelegibilidad\u00bb. Cualquier cosa que contradiga esta superioridad crea una disonancia cognitiva que se supera mediante la negaci\u00f3n.<\/p>\n

Negaci\u00f3n significa proyecci\u00f3n: para proteger el sucio secreto del abuso infantil en las familias jud\u00edas \u2014incluida la suya\u2014, Freud proyect\u00f3 una perversi\u00f3n infantil imaginaria reprimida sobre toda la humanidad. Proyecci\u00f3n, a su vez, significa inversi\u00f3n: Otto Rank, disc\u00edpulo cercano de Freud, afirmaba que los jud\u00edos ten\u00edan una sexualidad m\u00e1s primitiva, y por tanto m\u00e1s sana, que los gentiles (Rank, \u00abLa esencia del juda\u00edsmo<\/em>\u00bb, 1905). Los freudianos y los freudomarxistas han denunciado sistem\u00e1ticamente que la civilizaci\u00f3n cristiana sufre de represi\u00f3n sexual. Seg\u00fan Wilhelm Reich, el antisemitismo es en s\u00ed mismo un s\u00edntoma de frustraci\u00f3n sexual, y podr\u00eda curarse mediante la liberaci\u00f3n sexual (La psicolog\u00eda de masas del fascismo<\/em>, 1934), una mejora de la teor\u00eda de Leo Pinsker de que la judeofobia era una \u00abenfermedad hereditaria\u00bb e \u00abincurable\u00bb transmitida durante dos mil a\u00f1os[12]<\/a>. Para comprender el trasfondo psicol\u00f3gico de esta misi\u00f3n mesi\u00e1nica reichiana de curar al Occidente cristiano, y para ver m\u00e1s claramente la naturaleza proyectiva de la teor\u00eda psicoanal\u00edtica de la represi\u00f3n, es \u00fatil conocer la historia personal de Wilhelm Reich, que parece una caricatura de la de Freud: A los diez a\u00f1os, cuando se dio cuenta de que su madre ten\u00eda una aventura con su tutor, el joven Wilhelm pens\u00f3 en chantajear a su madre para que mantuviera relaciones sexuales con \u00e9l. Con el tiempo, le confi\u00f3 a su padre el adulterio de su madre. En 1910, tras un periodo de palizas de su padre, su madre se suicid\u00f3, de lo que Reich se culp\u00f3[13]<\/a>. Uno de los aspectos m\u00e1s desconcertantes de la relaci\u00f3n de los jud\u00edos con sus naciones de acogida es su ambivalencia, calcada de la \u00abhistoria\u00bb b\u00edblica: dentro del pensamiento jud\u00edo, salvar a las naciones y destruirlas no son dos caras de la misma moneda, sino una y la misma, porque de lo que se supone que hay que curar a las naciones es de su propia identidad (de sus dioses, en t\u00e9rminos b\u00edblicos). Seg\u00fan Andrew Heinze, autor de Jews and the American Soul<\/em>, los jud\u00edos han moldeado \u00ablas ideas estadounidenses sobre la mente y el alma\u00bb con la preocupaci\u00f3n de \u00abpurgar los males que asociaban a la civilizaci\u00f3n cristiana\u00bb[14]<\/a>. Todo empez\u00f3 con Freud. En septiembre de 1909, invitado a dar una serie de conferencias en Nueva Inglaterra, Freud pregunt\u00f3 bromeando a sus acompa\u00f1antes, Sandor Ferenczi y Carl Jung: \u00ab\u00bfNo saben que les estamos trayendo la peste\u00bb[15]<\/a>. Una afirmaci\u00f3n extraordinaria para un m\u00e9dico que pretend\u00eda haber encontrado una \u00abcura\u00bb para la neurosis. Y prof\u00e9tica: El freudismo se convirti\u00f3 en la justificaci\u00f3n de una \u00abliberaci\u00f3n\u00bb sexual que, retrospectivamente, puede verse como un abuso sexual masivo de la juventud.<\/p>\n

6. B’nai B’rith y el camino a la fama<\/u><\/strong><\/p>\n

Por una asombrosa coincidencia, Freud fue iniciado en la reci\u00e9n fundada B’nai B’rith en septiembre de 1897, precisamente el momento de su conversi\u00f3n al dogma de la sexualidad infantil. Dennis Klein escribe en el cap\u00edtulo 3 de su libro (\u00abThe Prefiguring of the Psychoanalytic Movement: Freud and the B’nai B’rith<\/em>\u00bb) que tras la amarga decepci\u00f3n de que se le negara la c\u00e1tedra, \u00abFreud llen\u00f3, a trav\u00e9s de la B’nai B’rith, el vac\u00edo tanto profesional como social de su vida\u00bb. Fue un miembro muy activo que asisti\u00f3 a casi todas las reuniones durante la primera d\u00e9cada, sus a\u00f1os m\u00e1s productivos. Reclut\u00f3 al menos a tres miembros y en 1901 fue uno de los fundadores de una segunda logia en Viena, la Logia Harmony. Ese mismo a\u00f1o dio una charla sobre \u00abObjetivos y prop\u00f3sitos de las Sociedades B’nai B’rith\u00bb. Freud sol\u00eda presentar sus trabajos a la B’nai B’rith antes de publicarlos. En este sentido, escribe Klein, la logia vienesa B’nai B’rith \u00abfue precursora del movimiento del psicoan\u00e1lisis\u00bb. \u00abTras su muerte en 1939, la B’nai B’rith de Viena continu\u00f3, sin descanso, el apoyo concedido en vida al famoso ‘hermano’\u00bb[16]<\/a>.<\/p>\n

\u00bfHasta qu\u00e9 punto influyeron las reuniones mas\u00f3nicas de la B’nai B’rith en el paso de Freud de la teor\u00eda de la seducci\u00f3n a la teor\u00eda del Edipo? Nadie puede decirlo. Sin embargo, podemos sostener con bastante certeza que la pertenencia de Freud a la B’nai B’rith influy\u00f3 en que se convirtiera en una de las principales estrellas intelectuales y gur\u00fas de la modernidad.<\/p>\n

Como cient\u00edfico, Freud fue un fracaso, enga\u00f1ado por su propio inconsciente y por su confianza irreal en que podr\u00eda resolver el enigma humano s\u00f3lo con el autoan\u00e1lisis. Tambi\u00e9n fue un impostor que, en sus estudios de casos publicados, inventaba curas cuando no las hab\u00eda (como han demostrado las investigaciones sobre las biograf\u00edas reales de sus pacientes)[17]<\/a>. Es cierto que a veces era perspicaz. Pero la imagen hagiogr\u00e1fica de Freud como \u00abdescubridor del inconsciente\u00bb es totalmente injustificada, como ha demostrado Henri Ellenberger en su cl\u00e1sico estudio El descubrimiento del inconsciente<\/em>:<\/p>\n

\u00abA lo largo del siglo XIX existi\u00f3 un sistema completo de psiquiatr\u00eda din\u00e1mica. … Las caracter\u00edsticas b\u00e1sicas de la primera psiquiatr\u00eda din\u00e1mica eran el uso de la hipnosis como aproximaci\u00f3n a la mente inconsciente, el inter\u00e9s por ciertas afecciones espec\u00edficas denominadas ‘enfermedades magn\u00e9ticas’, el concepto de un modelo dual de la mente con un yo consciente y otro inconsciente, la creencia en la psicog\u00e9nesis de muchas afecciones emocionales y f\u00edsicas, y el uso de procedimientos psicoterap\u00e9uticos espec\u00edficos; se consideraba que el canal terap\u00e9utico era la ‘compenetraci\u00f3n’ entre hipnotizador y paciente. … el impacto cultural de la primera psiquiatr\u00eda din\u00e1mica fue mucho mayor de lo que generalmente se cree<\/em>\u00bb.[18]<\/a><\/p>\n

Se podr\u00eda argumentar f\u00e1cilmente que, en materia de psicolog\u00eda, todo lo sensato que dijo Freud ya se hab\u00eda dicho antes que \u00e9l, y que casi todo lo que dijo que no se hab\u00eda dicho antes se ha demostrado err\u00f3neo.<\/p>\n

Entonces, \u00bfpor qu\u00e9 Freud se hizo tan famoso? La respuesta larga es que Freud se benefici\u00f3 del mismo tipo de red de comunicaci\u00f3n que produjo muchos otros \u00abgenios\u00bb intelectuales jud\u00edos, e hizo que el novelista franc\u00e9s Andr\u00e9 Gide comentara en 1914 (en su diario) sobre \u00abesta tendencia a destacar constantemente al jud\u00edo, … esta predisposici\u00f3n a reconocer en \u00e9l talento, incluso genialidad\u00bb[19]<\/a>. La respuesta m\u00e1s corta a la pregunta anterior es: B’nai B’rith. No sugerir\u00e9 que la B’nai B’rith apoy\u00f3 la teor\u00eda del Edipo de Freud porque vieron su potencial para la corrupci\u00f3n moral de Occidente. Tampoco sugiero que la B’nai B’rith y Freud conspiraran para arruinar la civilizaci\u00f3n occidental con la pestilente idea de la sexualidad infantil. Pero s\u00ed sugiero que, si Freud hubiera mantenido su anterior convicci\u00f3n en la realidad de los abusos sufridos por sus pacientes jud\u00edos, no habr\u00eda recibido tanto apoyo.<\/p>\n

Para aclarar este punto, conviene recordar una memorable demostraci\u00f3n de poder de la B’nai B’rith, que tiene una relevancia obvia para la biograf\u00eda intelectual de Freud. En 1913, la B’nai B’rith cre\u00f3 la Liga Antidifamaci\u00f3n para salvar la vida y la reputaci\u00f3n de Leo Frank, el joven y adinerado presidente de la secci\u00f3n de Atlanta de la B’nai B’rith, condenado por la violaci\u00f3n y asesinato de Mary Phagan, una ni\u00f1a de trece a\u00f1os que trabajaba en su f\u00e1brica de l\u00e1pices. Las pruebas de la culpabilidad de Frank eran abrumadoras, pero se desplegaron enormes recursos financieros para su defensa legal \u2014incluidos falsos testimonios\u2014 y se orquest\u00f3 una intensa publicidad en los medios de comunicaci\u00f3n, con el New York Times<\/em> dedicando una enorme cobertura al caso. Cito del art\u00edculo de Ron Unz<\/a>:<\/p>\n

\u00abDurante casi dos a\u00f1os, los fondos casi ilimitados desplegados por los partidarios de Frank cubrieron los costes de trece apelaciones distintas a nivel estatal y federal, incluso ante el Tribunal Supremo de EE.UU., mientras que los medios de comunicaci\u00f3n nacionales se utilizaron para vilipendiar sin cesar el sistema de justicia de Georgia en los t\u00e9rminos m\u00e1s duros posibles. Naturalmente, esto pronto gener\u00f3 una reacci\u00f3n local, y durante este periodo los indignados georgianos empezaron a denunciar a los jud\u00edos ricos que estaban gastando sumas tan enormes para subvertir el sistema de justicia penal local. … Todas las apelaciones fueron finalmente rechazadas y la fecha de ejecuci\u00f3n de Frank por la violaci\u00f3n y asesinato de la joven se acercaba. Pero pocos d\u00edas antes de abandonar el cargo, el gobernador saliente de Georgia conmut\u00f3 la pena de Frank, provocando una enorme tormenta de protestas populares, sobre todo porque era el socio legal del principal abogado defensor de Frank, un evidente conflicto de intereses. … Unas semanas m\u00e1s tarde, un grupo de ciudadanos de Georgia asalt\u00f3 la granja prisi\u00f3n de Frank, lo secuestr\u00f3 y lo ahorc\u00f3, convirti\u00e9ndose Frank en el primer y \u00fanico jud\u00edo linchado en la historia de Estados Unidos<\/em>\u00bb.<\/p>\n

Gracias a la movilizaci\u00f3n de la \u00e9lite de poder jud\u00eda \u2014\u00abcomo un solo hombre<\/a>\u00bb\u2014, Leo Frank ha pasado de ser un condenado por pedofilia y asesinato de ni\u00f1os a un m\u00e1rtir del antisemitismo. No sabemos qu\u00e9 pensaba Freud del caso, pero hay una resonancia evidente entre su \u00abasalto a la verdad\u00bb y el de la B’nai B’rith. Si la joven Mary Phagan hubiera visitado a un psicoanalista freudiano antes de su atroz muerte, y se hubiera quejado de las insinuaciones sexuales de su jefe, probablemente le habr\u00edan hablado de su propia \u00abenvidia del pene\u00bb; si hubiera protestado, le habr\u00edan dicho que su protesta demostraba su represi\u00f3n sexual, exactamente como le ocurri\u00f3 a la paciente de Freud, Dora, Ida Bauer por su nombre real, una chica de dieciocho a\u00f1os que sufr\u00eda s\u00edntomas hist\u00e9ricos[20]<\/a>.<\/p>\n

7. El complejo de Isaac<\/u><\/strong><\/p>\n

El deseo reprimido del hijo de asesinar a su padre es quiz\u00e1 la intuici\u00f3n m\u00e1s f\u00e9rtil de Freud. El problema est\u00e1 en la generalizaci\u00f3n abusiva de Freud. S\u00f3lo el hijo neur\u00f3tico de un padre destructivo y manipulador tiene el deseo reprimido de \u00abmatar al padre\u00bb. Freud descubri\u00f3 este impulso en s\u00ed mismo y, confundiendo su autoan\u00e1lisis con una b\u00fasqueda cient\u00edfica de leyes universales, lo proyect\u00f3 sobre toda la humanidad. Pero el hecho de que todos los disc\u00edpulos jud\u00edos de Freud descubrieran el mismo impulso, y que el freudismo llegara a ser tan ampliamente aceptado por los jud\u00edos, sugiere que la generalizaci\u00f3n de Freud no carec\u00eda de m\u00e9rito. S\u00f3lo se resinti\u00f3 de la tendencia de los intelectuales jud\u00edos a proyectar las cuestiones jud\u00edas sobre toda la humanidad. El deseo reprimido del ni\u00f1o de matar a su padre no es universalmente humano, sino que puede ser caracter\u00edsticamente jud\u00edo. Pues el padre jud\u00edo es el guardi\u00e1n de la judeidad y el representante del dios jud\u00edo. Y todo jud\u00edo aspira en lo m\u00e1s profundo de su alma a liberarse de Yahv\u00e9, el arquet\u00edpico Padre maltratador y castrador. Como dice el personaje de Philip Roth, Smilesburger, en Operaci\u00f3n Shylock<\/em>: \u00abApelar a un padre loco y violento, y durante tres mil a\u00f1os, \u00a1eso es ser un jud\u00edo loco!\u00bb[21]<\/a>. Y as\u00ed, el deseo secreto de asesinar al padre jud\u00edo es tambi\u00e9n un deseo secreto de la muerte del dios jud\u00edo. Por lo tanto, es id\u00e9ntico al llamado \u00abodio jud\u00edo a s\u00ed mismo\u00bb que Theodor Lessing consideraba que afectaba a todos los jud\u00edos sin excepci\u00f3n: \u00abNo hay un solo hombre de sangre jud\u00eda en el que no pueda detectarse al menos el principio del odio jud\u00edo a s\u00ed mismo\u00bb[22]<\/a>.<\/p>\n

Al elegir un mito griego como met\u00e1fora para su teor\u00eda, Freud estaba proyectando sobre los gentiles un problema jud\u00edo. Si hubiera reconocido el matiz jud\u00edo del complejo, podr\u00eda haberlo llamado \u00abcomplejo de Isaac\u00bb, ya que Isaac es el hijo que Abraham estaba dispuesto a sacrificar.
\nEn realidad, la expresi\u00f3n \u00abcomplejo de Isaac\u00bb ha sido utilizada por el psicoanalista heterodoxo franc\u00e9s Jean-Pierre Fresco, que lo define como \u00ablas consecuencias globales en el psiquismo del hijo de un padre percibido como psicol\u00f3gicamente amenazador, destructor o asesino\u00bb
[23]<\/a>. Fresco llama a un padre as\u00ed \u00ababrah\u00e1mico\u00bb. Se basa en la lectura de la autobiogr\u00e1fica Carta al padre<\/em> de Franz Kafka, publicada p\u00f3stumamente, en la que Kafka describe el efecto devastador que tuvo en su personalidad un padre cuyos medios de educaci\u00f3n fueron \u00abel abuso, las amenazas, la iron\u00eda, la risa mal\u00e9vola y, curiosamente, la autocompasi\u00f3n\u00bb. Kafka tambi\u00e9n escribi\u00f3 a su padre: \u00abTodo lo que escrib\u00ed fue sobre ti, todo lo que hice all\u00ed, despu\u00e9s de todo, fue lamentar lo que no pod\u00eda lamentar sobre tu pecho\u00bb.<\/p>\n

Las principales novelas de Kafka aluden autobiogr\u00e1ficamente a la relaci\u00f3n con su padre y a sus perniciosas consecuencias ps\u00edquicas. La Metamorfosis<\/em> narra la transformaci\u00f3n de Gregor Samsa en un repulsivo insecto perseguido y asesinado por su padre, cuya violencia incestuosa queda sugerida en la escena en que el padre ataca a su hijo por la espalda con un bast\u00f3n, golpeando con los pies y \u00ablanzando silbidos, como un salvaje\u00bb. Tras la muerte de Gregor aparece su hermana Grete, su doble en el otro sexo, el hijo homosexualizado. En El veredicto<\/em>, Georg (anagrama de Gregor) acaba de comprometerse con Frieda Brandenfeld (las mismas iniciales de Felice Bauer, la mujer con la que Kafka acababa de empezar a salir), y se lo anuncia a su padre. El padre opone a este proyecto de matrimonio una terrible prohibici\u00f3n, acompa\u00f1ada de una extrema violencia narcisista. La prohibici\u00f3n paterna de emanciparse mediante el matrimonio est\u00e1 vinculada a una dominaci\u00f3n incestuosa que se hace patente cuando Georg propone sumisamente al padre intercambiar las camas. Fresco tambi\u00e9n encuentra la huella ps\u00edquica del padre en la novela de Kafka El proceso<\/em>, cuyo narrador Joseph K. fue detenido sin saber qui\u00e9n le calumniaba ni qui\u00e9n le juzgar\u00e1. Seg\u00fan Fresco, este calumniador-acusador-juez incomprensible y omnipotente es \u00abel palimpsesto de un padre abrah\u00e1mico arcaico introyectado inconscientemente como un supery\u00f3 arcaico y s\u00e1dico, y convertido en un perseguidor interior\u00bb.<\/p>\n

Me parece muy significativo que Kafka \u2014seg\u00fan \u00e9l mismo admiti\u00f3\u2014 se inspirara en su experiencia como hijo de un padre psic\u00f3pata, mientras que sus cr\u00edticos literarios jud\u00edos lo consideran la quintaesencia de lo jud\u00edo. Seg\u00fan Harold Bloom, \u00abKafka no es s\u00f3lo el escritor jud\u00edo moderno m\u00e1s fuerte, sino el escritor jud\u00edo\u00bb[24]<\/a>. (De ah\u00ed la batalla legal que Israel libra<\/a> desde hace una d\u00e9cada para asegurar sus manuscritos aut\u00f3grafos como tesoro nacional). \u00bfQui\u00e9n tiene raz\u00f3n, Kafka o sus cr\u00edticos? \u00bfSu genialidad proviene de ser jud\u00edo o de tener un padre psic\u00f3pata? Obviamente, es imposible distinguir ambos factores, porque el padre psic\u00f3pata resulta ser jud\u00edo; es, en t\u00e9rminos de Fresco, el t\u00edpico \u00abpadre abrah\u00e1mico\u00bb. Pero, \u00bfno son todos los padres jud\u00edos abrah\u00e1micos en la medida de su juda\u00edsmo? \u00bfNo es el dios jud\u00edo un padre psic\u00f3pata y el padre psic\u00f3pata un dios jud\u00edo?<\/p>\n

Kafka percib\u00eda a su s\u00e1dico padre como una divinidad cruel, cuyas leyes eran totalmente arbitrarias y, sin embargo, incuestionables, igual que el dios jud\u00edo: \u00abpara m\u00ed, de ni\u00f1o, todo lo que me dec\u00edas era positivamente un mandamiento celestial\u00bb, escribi\u00f3 en su Carta al padre<\/em>. \u00abDesde tu sill\u00f3n gobernabas el mundo. Tu opini\u00f3n era correcta, todas las dem\u00e1s eran locas, salvajes, mezquinas, no normales. Tu confianza en ti mismo era tan grande que no necesitabas ser coherente en absoluto y, sin embargo, nunca dejabas de tener raz\u00f3n\u00bb.<\/p>\n

\u00abDe ah\u00ed que el mundo estuviera para m\u00ed dividido en tres partes: una en la que yo, el esclavo, viv\u00eda bajo leyes que hab\u00edan sido inventadas s\u00f3lo para m\u00ed y que, no sab\u00eda por qu\u00e9, nunca pod\u00eda cumplir del todo; luego un segundo mundo, infinitamente alejado del m\u00edo, en el que viv\u00edais vosotros, preocupados por el gobierno, por la emisi\u00f3n de \u00f3rdenes y por el fastidio de que no fueran obedecidas; y finalmente un tercer mundo en el que todos los dem\u00e1s viv\u00edan felices y libres de \u00f3rdenes y de tener que obedecer. Yo estaba continuamente en desgracia; o bien obedec\u00eda tus \u00f3rdenes, y eso era una desgracia, porque, despu\u00e9s de todo, s\u00f3lo se aplicaban a m\u00ed; o bien era desafiante, y eso tambi\u00e9n era una desgracia, porque \u00bfc\u00f3mo pod\u00eda presumir de desafiarte?; o bien no pod\u00eda obedecer porque, por ejemplo, no ten\u00eda tu fuerza, tu apetito, tu habilidad, aunque t\u00fa lo esperabas de m\u00ed como algo natural; \u00e9sta era la mayor desgracia de todas<\/em>\u00bb.<\/p>\n

8. El trauma de la circuncisi\u00f3n a los ocho d\u00edas<\/u><\/strong><\/p>\n

Por encima de todo, el padre abrah\u00e1mico es el ejecutor del mandamiento dado a Abraham: \u00abTan pronto como cumpla ocho d\u00edas, cada uno de tus varones, generaci\u00f3n tras generaci\u00f3n, debe ser circuncidado\u00bb (G\u00e9nesis 17:12). Si Freud hubiera conservado su visi\u00f3n original de los da\u00f1os psicol\u00f3gicos del abuso sexual en los ni\u00f1os, podr\u00eda haber reflexionado eventualmente sobre el impacto de la circuncisi\u00f3n neonatal. Pero ha sido bastante discreto sobre el tema, aunque no circuncid\u00f3 a sus propios hijos. Lo aborda en sus \u00faltimos libros, pero s\u00f3lo en el contexto de especulaciones antropol\u00f3gicas. En Nuevas conferencias introductorias al psicoan\u00e1lisis<\/em>, especul\u00f3 que \u00abdurante el per\u00edodo primitivo de la familia humana, la castraci\u00f3n sol\u00eda ser llevada a cabo por un padre celoso y cruel sobre los ni\u00f1os en edad de crecimiento\u00bb, y que \u00abla circuncisi\u00f3n, que con tanta frecuencia desempe\u00f1a un papel en los ritos de la pubertad entre los pueblos primitivos, es una reliquia claramente reconocible de ello\u00bb.[25]<\/a> Freud fue m\u00e1s all\u00e1 en Mois\u00e9s y el monote\u00edsmo<\/em>:<\/p>\n

\u00abLa circuncisi\u00f3n es un sustituto simb\u00f3lico de la castraci\u00f3n, un castigo que el padre primigenio infligi\u00f3 a sus hijos hace mucho tiempo por lo terrible de su poder, y quien aceptaba este s\u00edmbolo demostraba con ello que estaba dispuesto a someterse a la voluntad de su padre, aunque fuera a costa de un doloroso sacrificio<\/em>\u00bb[26]<\/a>.<\/p>\n

Curiosamente, Freud obtuvo originalmente esa idea de Sandor Ferenczi, quien hab\u00eda escrito en un art\u00edculo que impresion\u00f3 mucho a Freud, que la circuncisi\u00f3n es \u00abun medio de inspirar terror, un s\u00edmbolo de castraci\u00f3n por parte del padre\u00bb[27]<\/a>.
\nPero observamos que en las citas anteriores Freud no se refiere a la circuncisi\u00f3n jud\u00eda de ni\u00f1os de ocho d\u00edas, sino s\u00f3lo a la circuncisi\u00f3n de varones adolescentes. Dado el trasfondo jud\u00edo de la biograf\u00eda intelectual de Freud, es razonable suponer que su incapacidad para abordar la cuesti\u00f3n de la circuncisi\u00f3n neonatal jud\u00eda est\u00e1 relacionada con su negativa a enfrentarse a la devastadora realidad del abuso infantil. \u00bfAcaso el primer abuso que sufre todo var\u00f3n jud\u00edo por parte de sus padres y parientes no es la circuncisi\u00f3n al octavo d\u00eda? Imprime f\u00edsicamente en cada jud\u00edo, y en todos los jud\u00edos colectivamente, la traum\u00e1tica dominaci\u00f3n de Yahv\u00e9 y su Alianza.<\/p>\n

El impacto psicol\u00f3gico de la circuncisi\u00f3n neonatal, realizada sin anestesia y que causa un dolor insoportable, ha sido estudiado por el profesor Ronald Goldman, autor de Circumcision, the Hidden Trauma<\/em> (Circuncisi\u00f3n, el trauma oculto). Su investigaci\u00f3n muestra una alteraci\u00f3n en el proceso de vinculaci\u00f3n madre-hijo tras el ritual[28]<\/a>. Los testimonios de \u00abMadres que observaron la circuncisi\u00f3n<\/a>\u00bb muestran que el sentimiento de culpa de las madres tambi\u00e9n forma parte de la ecuaci\u00f3n. He aqu\u00ed uno, de Elizabeth Pickard-Ginsburg:<\/p>\n

\u00abNo creo que pueda recuperarme de ello. […] Ten\u00edamos este hermoso beb\u00e9 y siete hermosos d\u00edas y este hermoso ritmo que empezaba, \u00a1y fue como si algo se hubiera hecho a\u00f1icos! … Cuando naci\u00f3, hab\u00eda un v\u00ednculo con mi peque\u00f1o, mi reci\u00e9n nacido. Y cuando se produjo la circuncisi\u00f3n, para permitirla tuve que cortar el v\u00ednculo. Tuve que cortar mis instintos naturales, y al hacerlo cort\u00e9 muchos sentimientos hacia Jesse. Lo cort\u00e9 para reprimir el dolor y para reprimir el instinto natural de detener la circuncisi\u00f3n<\/em>\u00bb.<\/p>\n

El deseo incestuoso antinatural que Freud y sus disc\u00edpulos varones jud\u00edos descubrieron en su inconsciente reprimido podr\u00eda quiz\u00e1 explicarse como resultado de la inhibici\u00f3n en el v\u00ednculo madre-hijo causada por el trauma de la circuncisi\u00f3n neonatal. Un trauma causado a esta edad tiene pocas posibilidades de volver a la conciencia y ser curado. Quiz\u00e1 se necesite m\u00e1s investigaci\u00f3n sobre la posible relaci\u00f3n entre la circuncisi\u00f3n jud\u00eda y el hecho, seg\u00fan la Enciclopedia Jud\u00eda de 1906, de que \u00ablos jud\u00edos est\u00e1n m\u00e1s sujetos a enfermedades del sistema nervioso que las dem\u00e1s razas y pueblos entre los que habitan\u00bb[29]<\/a>. Una investigaci\u00f3n realizada por el soci\u00f3logo Leo Srole en 1962 demostr\u00f3 que la tasa de neurosis y trastornos del car\u00e1cter entre los jud\u00edos era aproximadamente tres veces mayor que entre cat\u00f3licos y protestantes[30]<\/a>.<\/p>\n

En El porvenir de una ilusi\u00f3n<\/em>, Sigmund Freud describe la \u00abreligi\u00f3n\u00bb \u2014esencialmente el cristianismo\u2014 como una \u00abneurosis obsesiva universal\u00bb que tiene para los creyentes el m\u00e9rito de que \u00absu aceptaci\u00f3n de la neurosis universal les ahorra la tarea de construirse una personal\u00bb[31]<\/a>. Con un enfoque similar, el juda\u00edsmo puede describirse como una \u00absociopat\u00eda colectiva\u00bb. Esto no significa que \u00ablos jud\u00edos\u00bb sean soci\u00f3patas, sino que, en proporci\u00f3n al grado de su identificaci\u00f3n como jud\u00edos, son v\u00edctimas de una mentalidad sociop\u00e1tica modelada a partir del Tanaj, \u00abmarcada en su carne\u00bb (impresa traum\u00e1ticamente en su subconsciente) por la circuncisi\u00f3n, y alimentada por sus \u00e9lites con la paranoia del antisemitismo. La diferencia entre la sociopat\u00eda colectiva y la sociopat\u00eda individual es la misma que entre la neurosis colectiva y la neurosis individual seg\u00fan Freud: la participaci\u00f3n en una mentalidad sociop\u00e1tica colectiva permite a los miembros de la comunidad canalizar las tendencias sociop\u00e1ticas hacia el exterior de la comunidad, y mantener en el interior un alto grado de sociabilidad.<\/p>\n

Laurent Guyenot, 30 de septiembre de 2019<\/p>\n

Fuente: https:\/\/www.unz.com\/article\/freud-sexual-abuse-and-cover-up\/#footnoteref_31<\/a><\/p>\n

Traducido por ASH para Red Internacional<\/a><\/p>\n

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NOTAS<\/strong><\/h4>\n

[1]<\/a> Jeffrey Masson, The Assault on Truth: Freud\u2019s Suppression of the Seduction Theory,<\/em> Farrar Strauss & Giroud, 1984.<\/p>\n

[2]<\/a> Por ejemplo, Nicolas Abraham y Maria T\u00f6r\u00f6k, L’\u00c9corce et le Noyau<\/em>, Aubier-Flammarion, 1978.<\/p>\n

[3]<\/a> John Murray Cuddihy, The Ordeal of Civility: Freud, Marx, L\u00e9vi-Strauss, and the Jewish Struggle with Modernity<\/em>, Delta Book, 1974 (on archive.org), chapter 4, pp. 48-57.<\/p>\n

[4]<\/a> Ernest Jones, The Life and Work of Sigmund Freud<\/em>, vol. 1, The FormativeYears and the Great Discoveries, 1856-1900<\/em>, Basic Books, 1953, p. 22, citado por John Murray Cuddihy, The Ordeal of Civility: Freud, Marx, L\u00e9vi-Strauss, and the Jewish Struggle with Modernity<\/em>, Delta Book, 1974 (en archive.org), p. 24.<\/p>\n

[5]<\/a> Richard J. Bernstein, Freud and the Legacy of Moses, <\/em>Cambridge UP, 1998, p. 1, en http:\/\/assets.cambridge.org\/97805216\/30962\/sample\/9780521630962web.pdf<\/a><\/p>\n

[6]<\/a> Sigmund Freud, \u00abOn Being of the B\u2019nai B\u2019rith\u00bb, reprinted in Commentary<\/em>, March 1946, pp. 23-24, citado en Peter Homans, The Ability to Mourn: Disillusionment and the Social Origins of Psychoanalysis, <\/em>University of Chicago Press, 1989, p. 71.<\/p>\n

[7]<\/a> Ivan Boszormenyi-Nagy, Invisible Loyalties: Reciprocity in Intergenerational Family Therapy, <\/em>Harper & Row, 1973.<\/p>\n

[8]<\/a> Dennis B Klein, Jewish origins of the psychoanalytic movement<\/em>, The University of Chicago press, 1985, p. xi.<\/p>\n

[9]<\/a> Andrew Heinze, Jews and the American Soul: Human Nature in the Twentieth Century<\/em>, Princeton University Press, 2004.<\/p>\n

[10]<\/a> Moshe Gresser, Dual Allegiance: Freud as a Modern Jew, <\/em>State University of New York Press, 1994, p. 138; Cuddihy, The Ordeal of Civility, op. cit., <\/em>p. 77.<\/p>\n

[11]<\/a> Karl Abraham, \u00abOn Neurotic Exogamy\u00bb, en Clinical Papers and Essays on Psycho-analysis: The Selected Papers of Karl Abraham<\/em>, ed. Hilda Abraham, trans. Hilda Abraham and D. R. Elison, Basic Books, 1955, p. 48-50.<\/p>\n

[12]<\/a> Leon Pinsker, Auto-Emancipation: An Appeal to His People by a Russian Jew<\/em>, 1882, en www.jewishvirtuallibrary.org\/jsource\/Zionism\/pinsker.html<\/a><\/p>\n

[13]<\/a> Myron Sharaf, Fury on Earth: A Biography of Wilhelm Reich, <\/em>St. Martin\u2019s Press, 1983, retomado por Gilad Atzmon en Ser en el Tiempo: Un Manifiesto Post-Pol\u00edtico, <\/em>Disenso, 2017, pp. 93-94.<\/p>\n

[14]<\/a> Andrew Heinze, Jews and the American Soul: Human Nature in the Twentieth Century<\/em>, Princeton University Press, 2006, pp. 3, 352.<\/p>\n

[15]<\/a> George Prochnik, Putnam Camp: Sigmund Freud, James Jackson Putnam, and the Purpose of American Psychology, <\/em>Other Press, 2006, p. 422.<\/p>\n

[16]<\/a> Dennis B. Klein, Jewish origins of the psychoanalytic movement<\/em>, The University of Chicago press, 1985, p. 74; Alain Lelouch, \u00abFreud (1856-1939) au B\u2019nai B\u2019rith\u00bb, en https:\/\/www.bbfrance.org\/Freud-1856-1939-au-B-nai-B-rith_a24.html<\/a><\/p>\n

[17]<\/a> Richard Webster, Why Freud was Wrong, <\/em>Orwell Edition, 2005.<\/p>\n

[18]<\/a> Henri F. Ellenberger, The Discovery of the Unconscious: The History and Evolution of Dynamic Psychiatry, <\/em>Basic Books, 1981, p. vii.<\/p>\n

[19]<\/a> Andr\u00e9 Gide, \u0152uvres compl\u00e8tes, <\/em>Gallimard, 1933, tome VIII, p. 571.<\/p>\n

[20]<\/a> Kevin MacDonald, The Culture of Critique: Toward an Evolutionary Theory of Jewish Involvement in Twentieth-Century Intellectual and Political Movements, <\/em>Praeger, 1998, p. 124.<\/p>\n

[21]<\/a> Philip Roth, Operation Shylock: A Confession, <\/em>Simon & Schuster, 1993, p. 110.<\/p>\n

[22]<\/a> Theodor Lessing, La Haine de soi: ou le refus d\u2019\u00eatre juif <\/em>(1930), Pocket, 2011, pp. 68.<\/p>\n

[23]<\/a> Jean-Pierre Fresco, \u00abKafka et le complexe d\u2019Isaac\u00bb, Le Coq-H\u00e9ron<\/em>, 2003\/2 (n\u00b0 173), pp. 108-120, en www.cairn.info\/revue-le-coq-heron-2003-2-page-108.htm<\/a><\/p>\n

[24]<\/a> \u00abPr\u00f3logo\u00bb en Yosef Hayim Yerushalmi, Zakhor: Jewish History and Jewish Memory <\/em>(1982), <\/em>University of Washington Press, 2011.<\/p>\n

[25]<\/a> Sigmund Freud, New Introductory Lectures on Psychoanalysis<\/em> (1933), Hogarth Press, 1964, p. 86.<\/p>\n

[26]<\/a> Sigmund Freud, Moses and Monotheism<\/em>, Hogarth Press, 1939, p. 192.<\/p>\n

[27]<\/a> Sandor Ferenczi, Further Contributions to the Theory and Technique of Psycho-Analysis <\/em>(1926), Hogart Press, 1999, p. 228.<\/p>\n

[28]<\/a> Ronald Goldman, Circumcision, the Hidden Trauma: How an American Cultural Practice Affects Infants and Ultimately Us All, <\/em>Vanguard, 1997.<\/p>\n

[29]<\/a> \u00abNervous diseases\u00bb, por Joseph Jacobs y Maurice Fishberg, en www.jewishency<\/a>
\nclopedia.com\/articles\/11446-nervous-diseases.<\/p>\n

[30]<\/a> Leo Srole, Mental Health in the Metropolis: The Midtown Manhattan Study, <\/em>McGraw-Hill, 1962, New York UP, 1978; Nathan Agi, \u00abThe Neurotic Jew\u00bb, The Beacon, <\/em>December 5, 2011.<\/p>\n

[31]<\/a> Sigmund Freud, The Future of an Illusion, <\/em>Hogarth Press, 1928, <\/em>p. 76.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

En los \u00faltimos a\u00f1os, ha habido muchos informes de noticias (por ejemplo, aqu\u00ed), pel\u00edculas documentales (por ejemplo, \u00abM\u00bb de Yoland Zauberman) y art\u00edculos (por ejemplo, aqu\u00ed y aqu\u00ed) sobre el abuso sexual de ni\u00f1os en las comunidades jud\u00edas ortodoxas. En marzo de 2017, por ejemplo, Haaretz inform\u00f3 de que la...<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":11013,"comment_status":"closed","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[1376,2689,1381,1366],"tags":[],"class_list":["post-11012","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-analisis","category-guyenot-laurent","category-ingenieria_social-propaganda-minorias-genero-cambio_climatico","category-all"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11012","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=11012"}],"version-history":[{"count":4,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11012\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":11017,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11012\/revisions\/11017"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/media\/11013"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=11012"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=11012"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=11012"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}