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M\u00e1s de 65 millones de puestos laborales ser\u00e1n sustituidos en diez a\u00f1os por los efectos de la automatizaci\u00f3n de los modelos productivos. Palabra de la OCDE. <\/strong><\/p>\n La OCDE no tiene dudas. El proceso de digitalizaci\u00f3n (la Cuarta Revoluci\u00f3n Industrial, la 4.0) \u2014entre cuyos par\u00e1metros esenciales est\u00e1 la robotizaci\u00f3n y, por ende, la transformaci\u00f3n de los modelos productivos hacia la automatizaci\u00f3n\u2014, transformar\u00e1 de forma significativa las actuales plantillas de trabajadores. A lo largo y ancho de todo el mundo.<\/p>\n Su diagn\u00f3stico, publicado a comienzos de este mes, no deja mucho resquicio a las dudas: los robots har\u00e1n que se pierdan casi 66 millones de empleos. Al menos. Y en un margen temporal corto, de apenas un decenio<\/strong>. En t\u00e9rminos m\u00e1s elocuentes, esta sustituci\u00f3n de plantilla supone uno de cada siete trabajos actuales.<\/p>\n Focalizadas de forma mayoritaria, en las potencias industrializadas<\/strong>. En concreto, en sus 32 pa\u00edses asociados. Aunque este fen\u00f3meno no se circunscribe s\u00f3lo a este think-tank, considerado de las econom\u00edas de rentas altas. Tambi\u00e9n afecta a ciertos mercados emergentes \u2014en especial, en China o India\u2014, que han dado un salto hacia la Industria 4.0 sin precedentes.<\/p>\n En su reciente informe, los expertos de esta instituci\u00f3n multilateral asegura que el 14% de los puestos laborales de sus socios se pueden catalogar de \u201caltamente automatizables\u201d y que el 32% de sus mercados de trabajo se ver\u00e1n sometidos a cambios considerables. En concreto, a un giro en sus habilidades t\u00e9cnico-profesionales, lo que les exigir\u00e1 someterse y aprobar cursos de adaptaci\u00f3n y readecuaci\u00f3n de conocimientos, impartidos de manera interna por sus empresas o en cooperaci\u00f3n con el mundo acad\u00e9mico y el entramado institucional del pa\u00eds. Es decir, con una estrategia gubernamental que integre participaci\u00f3n acad\u00e9mica, subvenciones estatales y la aportaci\u00f3n del\u00a0road map<\/i>\u00a0profesional que demandar\u00e1n las empresas y que debe partir desde las patronales.<\/p>\n Sin embargo, obviamente, no todos los pa\u00edses deber\u00e1n abordar un mismo nivel de desaf\u00edo. Hay naciones, como Eslovaquia \u2014dice el informe\u2014 que tendr\u00e1n que adecuar al 33% de sus puestos de trabajo, mientras otros, como Noruega, econom\u00eda top en materia de digitalizaci\u00f3n, que apenas deber\u00e1n reciclar a un 6% de sus trabajadores. \u201cDe manera general, los mercados anglosajones, los escandinavos y Holanda tienen unos ratios de automatizaci\u00f3n pendientes menos exigentes que los del sur de Europa o Chile\u201d, contin\u00faa el documento, e incluso, que Alemania y Jap\u00f3n, pa\u00edses con un elevado umbral de robotizaci\u00f3n, pioneros en adentrarse en la Cuarta Revoluci\u00f3n Industrial y que, seg\u00fan admite la agencia de rating Moody\u2019s, han consolidado buena parte de la financiaci\u00f3n de las pensiones de la pr\u00f3xima generaci\u00f3n gracias al aumento productivo generado por los ej\u00e9rcitos de robots de sus conglomerados industriales en el \u00faltimo decenio. Estas dos tradicionales potencias digitales tendr\u00e1n que abordar nuevas sustituciones de trabajadores con tareas cl\u00e1sicas,\u00a0off line,<\/i>\u00a0por otros cometidos laborales, basados en la computarizaci\u00f3n, el uso de algoritmos y el\u00a0Big Data<\/i>.<\/p>\n