{"id":10955,"date":"2023-03-06T20:28:45","date_gmt":"2023-03-06T20:28:45","guid":{"rendered":"https:\/\/redinternacional.net\/?p=10955"},"modified":"2023-03-21T21:24:47","modified_gmt":"2023-03-21T21:24:47","slug":"hacia-una-nueva-metodologia-para-el-estudio-de-la-historia-contemporanea-por-servando-gonzalez","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/redinternacional.net\/2023\/03\/06\/hacia-una-nueva-metodologia-para-el-estudio-de-la-historia-contemporanea-por-servando-gonzalez\/","title":{"rendered":"Hacia una nueva metodolog\u00eda para el estudio de la historia contempor\u00e1nea – por Servando Gonz\u00e1lez"},"content":{"rendered":"
<\/p>\n
\u00a0<\/strong><\/p>\n Historiadores vs analistas de inteligencia<\/strong><\/p>\n El objetivo del historiador y del analista de inteligencia es b\u00e1sicamente el mismo: estudiar hechos y establecer la verdad. Su enfoque, sin embargo, es totalmente diferente. D\u00e9le un documento a un historiador y har\u00e1 tres cosas: comprobar su exactitud, evaluar su lugar en el contexto de su propio conocimiento del tema, y tratar de explotarlo para producir un art\u00edculo o un libro.<\/p>\n Pero entregue el mismo documento a un oficial de inteligencia y \u00e9ste har\u00e1 cuatro cosas, pero muy diferentes. Primero, lo examinar\u00e1 para verificar que su fuente es la que pretende ser, en segundo lugar, tratar\u00e1 de saber si su fuente lo ha difundido a sabiendas o sin saberlo y, si lo hizo sin saberlo, si su fuente conoce el hecho de que el documento ha sido comprometido, tercero, intentar\u00e1 encontrar, adivinar o intuir los motivos reales de la fuente para difundirlo y, finalmente, intentar\u00e1 utilizarlo \u2014divulg\u00e1ndolo o no divulg\u00e1ndolo\u2014 para influir en alguien, ya sean sus jefes, sus subalternos o sus enemigos.<\/p>\n En este sentido, el historiador est\u00e1 entrenado para reaccionar ad causam<\/em>, el analista de inteligencia para reaccionar ad hominem<\/em>. El historiador se enfoca en el tema y su relevancia para comprender los sucesos estudiados, el analista de inteligencia se enfoca en las personas y sus motivos. Las herramientas del historiador son bastante diferentes de las herramientas de los analistas de inteligencia y, por lo tanto, los resultados de sus investigaciones mostrar\u00e1n diferencias considerables.<\/p>\n Como regla general, los analistas de inteligencia siempre tienen en cuenta que algunas de sus fuentes, particularmente las vivas, intentar\u00e1n enga\u00f1arlos intencionalmente. Por eso, contrariamente a los historiadores, los analistas de inteligencia toman en cuenta la vulnerabilidad al enga\u00f1o y lo hacen de manera expl\u00edcita. Por lo tanto, se puede concluir que los analistas de inteligencia cuentan con mejores herramientas metodol\u00f3gicas que los historiadores para analizar con \u00e9xito las operaciones de inteligencia, donde el enga\u00f1o y la desinformaci\u00f3n tienen un papel importante.<\/p>\n Si estudiamos organizaciones de inteligencia, tales como la OSS, el Mossad, el MI6, la KGB o la CIA, siempre debemos tener en cuenta que no estamos tratando con aspectos inocuos de la historia tales como los or\u00edgenes del Jazz en New Orleans Jazz o la aquitectura romana durante la Rep\u00fablica. Al contrario, se trata de historia reciente con un alto contenido de inteligencia y espionaje y, por tanto, de enga\u00f1o. Y, debido a que los principios b\u00e1sicos de tradecraft<\/em>[2] no cambian mucho con el tiempo entre sus diferentes practicantes, los servicios de inteligencia son reacios a dar a sus oponentes pasados, actuales o potenciales cualquier informaci\u00f3n sobre el \u00e9xito o el fracaso de sus operaciones pasadas. De hecho, su objetivo es desinformar a sus oponentes tanto como puedan manteni\u00e9ndolos en la oscuridad.<\/p>\n Por lo general, la mayor parte de lo que un servicio de inteligencia afirma que ha sido un \u00e9xito fue probablemente su fracaso, y viceversa. Como ya mencion\u00e9 anteriormente, en inteligencia y espionaje las cosas rara vez son lo que parecen ser. No es de extra\u00f1ar que el precepto principal de Sun Tzu sea \u201cToda la guerra se basa en el enga\u00f1o\u201d.[3] Bajo esta luz, sucesos como los disturbios del Bogotazo en 1948, la invasi\u00f3n de Bah\u00eda de Cochinos en 1961, la crisis de los cohetes nucleares en 1962 y los eventos del 11 de septiembre de 2001, por mencionar tan s\u00f3lo algunos de los supuestos mayores fracasos de la CIA, necesitan ser revaluados.<\/p>\n Debido a una simplificaci\u00f3n inevitable, la mayor\u00eda de las personas generalmente se refieren a las acciones tomadas por los servicios de inteligencia como “la CIA sab\u00eda”, “la OSS pens\u00f3”, “la KGB actu\u00f3”, “el Mossad crey\u00f3”, etc., olvidando que los servicios de inteligencia no son entidades homog\u00e9neas. Debido a la aplicaci\u00f3n de los principios de necesidad de saber y compartimentaci\u00f3n,[4] una caracter\u00edstica com\u00fan de los servicios de inteligencia es que la mano derecha no sabe lo que hace la mano izquierda, y viceversa. Por lo tanto, cuando alguien dice \u201cla CIA sab\u00eda\u201d o menciona \u201cun informe de la CIA\u201d, en realidad significa \u201calgunas personas en la CIA sab\u00edan\u201d o \u201calgunas personas en la CIA escribieron un informe\u201d. En el caso de operaciones cr\u00edticas, como los intentos de asesinato de l\u00edderes extranjeros o el uso de ciudadanos estadounidenses como conejillos de Indias para probar drogas psicod\u00e9licas, es probable que la mayor\u00eda de los oficiales de la CIA, incluidos algunos de los oficiales de alto rango, nunca se enteraron de que esas operaciones se llevaban a cabo.<\/p>\n <\/p>\n El arte y la ciencia del oficio del historiador desde una perspectiva de inteligencia y espionaje<\/strong><\/p>\n <\/p>\n En cierto momento estuvo de moda entre los historiadores invocar alg\u00fan et\u00e9reo \u201cesp\u00edritu de la historia\u201d. Hoy, incluso despu\u00e9s de la muerte natural del comunismo en parte del mundo y su renacimiento en los EE.UU. y algunos pa\u00edses del mundo occidental, todav\u00eda existe una escuela de historiadores marxistas que invocan el igualmente et\u00e9reo \u201cesp\u00edritu de las fuerzas econ\u00f3micas\u201d para explicar los acontecimientos hist\u00f3ricos. Pero en la actualidad, muchos historiadores serios se niegan a invocar ninguno de estos, y evitan resueltamente la tentaci\u00f3n de imponer a su trabajo una teor\u00eda de la historia que lo abarque todo. En cambio, eligen presentarnos los hechos desnudos, y de estos hechos sacan conclusiones l\u00f3gicas. Nadie, en consecuencia, puede criticar sus escritos por ser \u201canticient\u00edficos\u201d. Tampoco est\u00e1 presente en sus libros ning\u00fan elemento que una mente racional cuestionar\u00eda y rechazar\u00eda autom\u00e1ticamente.<\/p>\n <\/p>\n Sin embargo, como ha demostrado E. H. Carr en su excelente libro \u00bfQu\u00e9 es la historia?<\/em>[5], el arte del historiador no consiste simplemente en encontrar los hechos, ya que todo lo que sucede puede considerarse un hecho, sino en seleccionar los hechos que, consciente, o inconscientemente, cree que son significativos para su estudio. En otras palabras, los historiadores enfatizan los hechos que creen que son importantes, mientras que ignoran los que piensan que no lo son. Este \u00e9nfasis puede ejercerse conscientemente, como en el caso de los historiadores marxistas, que encajan la historia en el patr\u00f3n preconcebido de las relaciones econ\u00f3micas, o inconscientemente, como en el caso de los historiadores que est\u00e1n piensan que la historia es un proceso racional. Lo que les parece irracionalidad y rareza, es minimizado u olvidado. Por lo tanto, todo depende de los hechos que un historiador selecciona de entre los infinitos que est\u00e1n disponibles, y del \u00e9nfasis que le da a esos hechos, y el resultado es el patr\u00f3n \u201cvisto\u201d por el historiador, que puede ser expl\u00edcito o impl\u00edcito en su narrativa. Por tanto, no hay historia objetiva as\u00ed como no hay periodismo objetivo.<\/p>\n <\/p>\n Pero tengo una actitud esc\u00e9ptica hacia las conclusiones hist\u00f3ricas basadas en \u201chechos\u201d. Creo firmemente que no hay conclusiones objetivas en la historia. Todas las conclusiones hist\u00f3ricas basadas en \u201chechos\u201d est\u00e1n impregnadas de teor\u00edas, las cuales est\u00e1n contaminadas de creencias e ideolog\u00edas pol\u00edticas.<\/p>\n En primer lugar, los historiadores suelen diferir sobre lo que consideran un hecho. Por ejemplo, la mayor\u00eda de los estudiosos de la crisis de los cohetes en Cuba en 1962 han aceptado al pie de la letra las afirmaciones del presidente Kennedy de que las fotograf\u00edas proporcionadas por los aviones U-2 constitu\u00edan pruebas s\u00f3lidas e incontrovertibles de que los sovi\u00e9ticos estaban instalando cohetes estrat\u00e9gicos nucleares en Cuba. Pero, como bien saben los analistas de inteligencia, la evidencia fotogr\u00e1fica por s\u00ed sola es solo un signo ic\u00f3nico que apunta a una posibilidad. Para que se convierta en verdadera inteligencia, es decir, informaci\u00f3n que ha sido validada, \u00e9sta debe ser corroborada por informaci\u00f3n proporcionada por otras fuentes confiables, preferiblemente por agentes que operan en el terreno y otras fuentes independientes.[6] Todos los libros que se han escrito sobre el tema coinciden en que en ese momento la CIA no ten\u00eda agentes en Cuba que verificaran la presencia de los cohetes estrat\u00e9gicos sovi\u00e9ticos.<\/p>\n En segundo lugar, las conclusiones basadas en hechos pueden diferir no solo por la selecci\u00f3n de los hechos sino tambi\u00e9n por la forma en que se analizan. Tercero, muchos historiadores parecen ignorar que, particularmente en la historia reciente, algunos de los \u201chechos\u201d se han creado con el \u00fanico prop\u00f3sito de desinformar. Es por eso que, aunque mis estudios de sucesos hist\u00f3ricos tales como el Bogotazo,\u00a0 la crisis de los cohetes de 1962 y el asesinato del Presidente Kennedy, est\u00e1n llenos de hechos nuevos o menos conocidos sobre el tema, mi mayor \u00e9nfasis ha estado en la reinterpretaci\u00f3n de los hechos, incluidos los ya ampliamente conocidos.<\/p>\n La mayor\u00eda de los servicios de inteligencia est\u00e1n de acuerdo en que el aspecto m\u00e1s dif\u00edcil del trabajo de inteligencia no es la recopilaci\u00f3n de datos sin procesar, sino su interpretaci\u00f3n y transformaci\u00f3n en inteligencia utilizable. Muchos ne\u00f3fitos creen que la inteligencia consiste principalmente en robar los secretos del enemigo. En realidad, la mayor parte del trabajo de los especialistas de inteligencia consiste en utilizar su experiencia para evaluar la informaci\u00f3n que ya conoce. No toda la inteligencia involucra h\u00e9roes de capa y espada o espionaje de alta tecnolog\u00eda. Gran parte de la informaci\u00f3n que luego se convierte en inteligencia propiamente dicha proviene de fuentes abiertas \u2014 lectura atenta de la prensa, asistencia a congresos comerciales y cient\u00edficos, estudio de estad\u00edsticas oficiales y, sobre todo, libros\u2014 todo lo cual, sumado a la informaci\u00f3n obtenida de fuentes secretas, se convierte en materia prima para la producci\u00f3n de inteligencia.<\/p>\n Contrariamente a los analistas de inteligencia, la mayor\u00eda de los historiadores est\u00e1n comprometidos con la teor\u00eda de que \u201clos hechos explican los sucesos\u201d que, en \u00faltima instancia, depende de la forma en que se elijen los hechos. Peor a\u00fan, los historiadores intentan llegar a una conclusi\u00f3n bas\u00e1ndose \u00fanicamente en pruebas contundentes. Aparentemente ignoran que el mundo de la inteligencia y el espionaje se basa en mentiras e ilusiones, y la mayor\u00eda de las veces lo que parece evidencia basada en hechos es en realidad desinformaci\u00f3n ingeniosamente dise\u00f1ada para enga\u00f1ar a los enemigos actuales o potenciales. Pero en realidad los hechos son solo informaci\u00f3n, y la informaci\u00f3n no es verdadera inteligencia hasta que ha sido validada.<\/p>\n Desde el punto de vista estricto de la inteligencia y el espionaje, solo la informaci\u00f3n que ha sido tomada en secreto del enemigo debe considerarse inteligencia. Pero si se descubre que la oposici\u00f3n la ha entregado voluntariamente, autom\u00e1ticamente se convierte en sospechosa de ser desinformaci\u00f3n \u2014principio que autom\u00e1ticamente hace que todos los libros que se basen en la informaci\u00f3n proporcionada por los empleados o ex empleados de la CIA, as\u00ed como en los documentos desclasificados de la CIA, se conviertan en posibles fuentes de desinformaci\u00f3n.<\/p>\n Los oficiales de inteligencia creen que la mejor manera de distinguir la nueva inteligencia y no caer en el enga\u00f1o es juzgar qu\u00e9 tan bien encaja con el resto de los informes de inteligencia que ya est\u00e1n disponibles. Si \u00e9sta encaja perfectamente con otros informes de inteligencia ya validados, se supone que es inteligencia v\u00e1lida<\/p>\n \u00a0<\/strong><\/p>\n La evaluaci\u00f3n de la informaci\u00f3n: los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001 y la crisis de los cohetes en Cuba en 1962<\/strong><\/p>\n De acuerdo con el Diccionario de T\u00e9rminos Militares y Asociados del Estado Mayor Conjunto<\/em>, la inteligencia es el producto final que resulta de la recopilaci\u00f3n, el procesamiento, la integraci\u00f3n, el an\u00e1lisis y la interpretaci\u00f3n de la informaci\u00f3n disponible.[7] Por tanto, aunque el t\u00e9rmino inteligencia comprende algo mucho m\u00e1s complejo, podemos aceptar con seguridad la definici\u00f3n m\u00e1s corta de que la inteligencia es solo informaci\u00f3n que ha sido evaluada adecuadamente.<\/p>\n En su informe de asesoramiento al gobierno de los EE. UU., el grupo de trabajo de 1955 sobre actividades de inteligencia de la segunda Comisi\u00f3n Herbert Hoover declar\u00f3 que: \u201cLa inteligencia se ocupa de todas las cosas que deben saberse antes de iniciar un curso de acci\u00f3n\u201d.[7] Un verdadero experto dio una definici\u00f3n similar hace m\u00e1s de 2000 a\u00f1os. Seg\u00fan Sun Tzu, \u201cla raz\u00f3n por la cual el pr\u00edncipe ilustrado y el general sabio conquistan al enemigo cada vez que se mueven y sus logros superan los de los hombres comunes es el conocimiento previo [inteligencia]\u201d.[8]<\/p>\n Aunque la definici\u00f3n de inteligencia es muy simple y directa, la mayor\u00eda de los autores que tratan el tema la confunden. Algunos de ellos utilizan los t\u00e9rminos informaci\u00f3n e inteligencia como sin\u00f3nimos, cuando es obvio que no lo son. Otros incluso han utilizado el t\u00e9rmino \u201cinteligencia en bruto\u201d como sin\u00f3nimo de informaci\u00f3n, pero, como veremos m\u00e1s adelante, a diferencia de la informaci\u00f3n (que puede contener informaci\u00f3n err\u00f3nea y desinformaci\u00f3n), la inteligencia es un producto muy elaborado; no hay nada en bruto en ella.<\/p>\n La evaluaci\u00f3n de la informaci\u00f3n, tambi\u00e9n conocida como valoraci\u00f3n, tiene que ver con el an\u00e1lisis de una informaci\u00f3n en t\u00e9rminos de credibilidad, confiabilidad, pertinencia y exactitud, para convertirla en inteligencia. La evaluaci\u00f3n de la informaci\u00f3n se realiza en varias etapas dentro del ciclo de inteligencia[9] con contextos progresivamente diferentes. La evaluaci\u00f3n o valoraci\u00f3n de un elemento particular de informaci\u00f3n se indica mediante un sistema convencional de letras y n\u00fameros.<\/p>\n \u00a0<\/strong><\/p>\n Confiabilidad de la fuente <\/strong><\/p>\n <\/p>\n Precisi\u00f3n de la Informaci\u00f3n<\/strong><\/p>\n <\/p>\n La evaluaci\u00f3n toma en consideraci\u00f3n simult\u00e1neamente tanto la confiabilidad de la fuente basada en su desempe\u00f1o anterior como la credibilidad de la informaci\u00f3n misma. El proceso implica una verificaci\u00f3n contra la inteligencia que ya se tiene y una conjetura informada sobre la precisi\u00f3n de la nueva informaci\u00f3n en funci\u00f3n de qu\u00e9 tan bien encaja con la inteligencia anterior.[10] Aunque independientes, los dos aspectos no pueden separarse totalmente el uno del otro. La autoridad de la fuente, que puede no coincidir necesariamente con su confiabilidad, nunca puede ser ignorada, aunque a veces se sobrevalora a la luz de la credibilidad de la informaci\u00f3n, algo que tiene que ver con las expectativas de las personas involucradas en la evaluaci\u00f3n. proceso. Pero las personas, incluidos los analistas de inteligencia y los historiadores, tienden a creer lo que sospechan o esperan que sea cierto, o lo que se ajusta mejor a sus necesidades personales, por lo que siempre hay un elemento de sesgo en cualquier evaluaci\u00f3n de la informaci\u00f3n. Cabe recalcar que ambas valoraciones deben ser totalmente independientes entre s\u00ed, y se indican de acuerdo con el sistema mostrado anteriormente. Por lo tanto, una informaci\u00f3n que se considera \u201cprobablemente cierta\u201d recibida de una fuente considerada \u201cgeneralmente confiable\u201d se designa como \u201cB2\u201d.<\/p>\n Hay que tener en cuenta que la pregunta de qu\u00e9 fuente tiene autoridad y cual no no la tiene es muy relativa. Una fuente altamente autorizada puede producir informaci\u00f3n cre\u00edble, pero el oficial de inteligencia siempre debe hacerse la pregunta: \u201c\u00bfPor qu\u00e9?\u201d Cuanto mayor sea la autoridad de la fuente, mayor ser\u00e1 la posibilidad de que pueda estar viciada o haya sido comprometida y, por lo tanto, mayor ser\u00e1 el peligro de desinformaci\u00f3n. Es posible que las fuentes altamente autorizadas de los gobiernos totalitarios no siempre digan la verdad, pero las fuentes altamente autorizadas de los pa\u00edses democr\u00e1ticos tampoco pueden ser muy confiables. Hay evidencia de que la CIA ha estado involucrada en el reclutamiento de acad\u00e9micos en las universidades estadounidenses m\u00e1s prestigiosas y periodistas en los medios estadounidenses m\u00e1s influyentes. Adem\u00e1s, se sospecha que la KGB, el Mossad e incluso los servicios de inteligencia cubanos, entre otros, han hecho un buen trabajo penetrando en las universidades y los medios estadounidenses.<\/p>\n Desde el punto de vista de la inteligencia y el espionaje, un documento robado suele ser m\u00e1s valioso que uno secreto transmitido gratuitamente de cualquier fuente, ya que disminuye, aunque no elimina por completo, el riesgo de informaci\u00f3n deliberadamente enga\u00f1osa. El \u201cpor qu\u00e9? sin embargo, se aplica no solo al peligro de la desinformaci\u00f3n plantada a prop\u00f3sito.<\/p>\n Tambi\u00e9n debe cuestionarse la fuente, incluso aquella cuya buena fe est\u00e1 fuera de toda duda. El peligro est\u00e1 en que un servicio de inteligencia cree lo que quiere creer, un problema que ha afectado a todos los servicios de inteligencia del mundo en un momento u otro. El problema del prejuicio del evaluador es inevitable en inteligencia; se extiende incluso a la informaci\u00f3n de mayor credibilidad procedente de las fuentes m\u00e1s fiables. El prejuicio en la evaluaci\u00f3n nunca puede eliminarse por completo en un servicio de inteligencia y, lo que es m\u00e1s importante, en los altos c\u00edrculos gubernamentales. Adem\u00e1s, crear evaluadores para evaluar a los evaluadores solo puede agravar en proceso. Dentro del estamento de inteligencia, la \u00fanica salvaguardia efectiva radica en la competencia individual y la calidad de sus miembros. A\u00fan m\u00e1s importante es su honestidad intelectual y coraje personal para enfrentar las presiones desde arriba.<\/p>\n Siempre se debe tener en cuenta que ninguna fuente puede considerarse infalible y ning\u00fan dato de informaci\u00f3n puede considerarse totalmente exacto. Cualquiera que sea el caso, las posibilidades de error, mala interpretaci\u00f3n, malentendido y enga\u00f1o son demasiado altas para confiar ciegamente en cualquier informaci\u00f3n. Super patriotas, partisanos doctrinarios, historiadores de corte, trepadores burocr\u00e1ticos, gente de mentalidad provinciana, enemigos infiltrados, todos son peligros potenciales para la sana evaluaci\u00f3n de la informaci\u00f3n. Perspectiva, perspicacia, una perspectiva filos\u00f3fica, as\u00ed como el conocimiento y el sentido de la historia, y quiz\u00e1s un poco de escepticismo y sentido del humor: estas son las cualidades de un analista de inteligencia que minimizan el error en la interpretaci\u00f3n y evaluaci\u00f3n de la informaci\u00f3n.<\/p>\n \u00a0<\/strong><\/p>\n Sucesos del 11 de septiembre del 2001<\/strong><\/p>\n Seg\u00fan la informaci\u00f3n oficial, el 11 de septiembre del 2001 un grupo de terroristas secuestr\u00f3 varios aviones de pasajeros, estrell\u00f3 dos de ellos contra las torres gemelas del Centro de Comercio Mundial en Manhattan y otro contra el edificio del Pent\u00e1gono en Washington.<\/p>\n Pero toda la informaci\u00f3n que el pueblo estadounidense recibi\u00f3 sobre los sucesos del 11 de septiembre provino de una sola fuente: el gobierno estadounidense. Con la sola excepci\u00f3n de la congresista Cynthia MacKinney, quien desde el principio cuestion\u00f3 la versi\u00f3n de los hechos ofrecida por el gobierno estadounidense, nadie en las dos ramas del Partido Rep\u00facrata[11] la cuestion\u00f3. Los principales medios de comunicaci\u00f3n estadounidenses en su conjunto aceptaron esta versi\u00f3n de los hechos y se convirtieron en un vocero obediente que la repet\u00eda como un loro una y otra vez hasta la saciedad. En realidad, la \u00fanica fuente de informaci\u00f3n disidente sobre el 11 de septiembre ha sido la Internet y algunos libros publicados por editoriales menores independientes.<\/p>\n El gobierno de los EE. UU., como todos los gobiernos del mundo, est\u00e1 formado por pol\u00edticos, y los pol\u00edticos nunca han sido una fuente de informaci\u00f3n veraz.[12] Adem\u00e1s, el actual gobierno de los EE. UU. est\u00e1 totalmente bajo el control de los conspiradores del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), una organizaci\u00f3n controlada por los Rockefellers y otros banqueros internacionales, cuyo objetivo es destruir los Estados Unidos e implementar un Nuevo Orden Mundial totalitario, y que actualmente ha cedido su lugar al Foro Econ\u00f3mico Mundial, cuyo objetivo es implementar ese nuevo orden en el resto del mundo.<\/p>\n Por tanto, calificar\u00e9 la \u00fanica fuente de informaci\u00f3n del 11 de septiembre del 2001, es decir, los agentes secretos del CFR en el gobierno de los EE. UU., con una D: no suele ser confiable.<\/p>\n Ahora echar\u00e9 un vistazo a la precisi\u00f3n de la informaci\u00f3n en s\u00ed.<\/p>\n Probablemente, la principal caracter\u00edstica de la informaci\u00f3n veraz es que en el pasado se ha demostrado que una informaci\u00f3n similar es cierta. Por supuesto, hay una primera vez para todo, y el hecho de que nunca haya sucedido un evento similar antes del presente no es una indicaci\u00f3n segura de que no pueda suceder. Pero, en el an\u00e1lisis de hechos hist\u00f3ricos, tenemos la ventaja a\u00f1adida de que podemos sumar a la valoraci\u00f3n de la informaci\u00f3n la ocurrencia de hechos similares en los que la informaci\u00f3n ha resultado ser cierta o no, posteriormente al que se trata. En consecuencia, la evaluaci\u00f3n de la informaci\u00f3n en s\u00ed misma en el caso de eventos hist\u00f3ricos es un proceso que involucra una verificaci\u00f3n contra la inteligencia ya disponible sobre eventos similares antes y despu\u00e9s del evento en cuesti\u00f3n. Tambi\u00e9n implica una conjetura informada sobre la precisi\u00f3n de la informaci\u00f3n relacionada con el suceso en funci\u00f3n de qu\u00e9 tan bien encaja con esta inteligencia.<\/p>\n En el caso de los sucesos del 11 de septiembre del 2001, la evidencia muestra que, en primer lugar, nunca antes ni despu\u00e9s de esa fecha, se ha derrumbado un rascacielos con estructura de acero a causa de un incendio. En segundo lugar, nunca antes o despu\u00e9s del 11 de septiembre de 2001, un rascacielos se derrumb\u00f3 sobre su propia huella, excepto como resultado de una demolici\u00f3n controlada. Esta es la raz\u00f3n por la que a las empresas que realizan demoliciones controladas se les paga grandes sumas de dinero por hacer su trabajo. Si los edificios, en particular los edificios con estructura de acero, pudieran caer sobre su propia huella al ser demolidos, estas empresas ser\u00edan superfluas, pero no lo son.<\/p>\n Pero los agentes del CFR en el Gobierno de los Estados Unidos quieren hacernos creer que, excepcionalmente, el 11 de septiembre de 2001, no uno, ni dos, sino tres rascacielos con estructura de acero se derrumbaron sobre su propia huella como resultado de los incendios. Por lo tanto, extrapolando de otra informaci\u00f3n verificable, cualquier analista de inteligencia serio concluir\u00eda que la precisi\u00f3n de la informaci\u00f3n en s\u00ed provista por los agentes del CFR en el gobierno de los EE. UU. podr\u00eda calificarse justamente como un 5, es decir, improbable.<\/p>\n En consecuencia, una evaluaci\u00f3n de inteligencia de los eventos del 11 de septiembre producir\u00e1 un D5: es decir, la fuente no suele ser fiable, la exactitud de la informaci\u00f3n es improbable. Por las mismas razones, con base en la evaluaci\u00f3n de la informaci\u00f3n sobre los eventos del 11 de septiembre proporcionada por los agentes del CFR en el gobierno de los EE. UU., cualquier servicio de inteligencia en el mundo puede decodificarla f\u00e1cilmente como un intento descuidado y falso de transmitir desinformaci\u00f3n disfrazada de verdadera inteligencia. Adem\u00e1s, el hecho de que los eventos del 11 de septiembre sirvieran como un pretexto ca\u00eddo del cielo para llevar a cabo pol\u00edticas decididas con mucha anticipaci\u00f3n, tales como la invasi\u00f3n de Iraq, es un verdadero \u00edndice de que tal vez en realidad no fue ca\u00eddo del cielo sino del CFR.<\/p>\n Como luego declararon descaradamente algunos participantes en la conspiraci\u00f3n, nunca se debe desperdiciar una buena crisis, especialmente una crisis creada artificialmente.<\/p>\n <\/p>\n La crisis de los cohetes en suelo cubano en 1962 <\/strong><\/p>\n De manera similar a la supuesta falla de la CIA en anticipar los eventos del 11 de septiembre, mucho se ha escrito sobre la falla de la CIA en predecir el despliegue de cohetes estrat\u00e9gicos nucleares sovi\u00e9ticos en suelo cubano en 1962. Esta falla se ha atribuido directamente al llamado \u201cEstimado de septiembre\u201d.<\/p>\n En varias ocasiones, el presidente Kennedy hab\u00eda pedido a la comunidad de inteligencia una evaluaci\u00f3n de la concentraci\u00f3n militar sovi\u00e9tica en Cuba, pero aparentemente ning\u00fan funcionario del gobierno hab\u00eda anticipado ese paso tomado por los sovi\u00e9ticos. En cada una de las cuatro veces que la comunidad de inteligencia estadounidense emiti\u00f3 su Estimado de Inteligencia Nacional (EIN),[7] con informes oficiales sobre Cuba y el Caribe, hab\u00edan advertido al presidente que los sovi\u00e9ticos nunca pondr\u00edan armas ofensivas al alcance de Castro. El \u00faltimo EIN, fechado el 19 de septiembre, justo antes de que estallara la crisis, lleg\u00f3 a conclusiones similares.<\/p>\n Basada en la valoraci\u00f3n de la informaci\u00f3n realizada por Sherman Kent y sus analistas, la Junta de Inteligencia de los Estados Unidos (USIB) concluy\u00f3 sin reservas que el emplazamiento de cohetes ofensivos sovi\u00e9tico en Cuba era altamente improbable. Siguiendo la metodolog\u00eda para evaluar la informaci\u00f3n que he descrito anteriormente, el estimado se\u00f1al\u00f3 que la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica no hab\u00eda dado este tipo de paso con ninguno de sus sat\u00e9lites en el pasado. De hecho, los sovi\u00e9ticos nunca hab\u00edan colocado armas nucleares estrat\u00e9gicas fuera de sus propias fronteras territoriales, ni en las leales naciones comunistas de Europa del Este, ni en la China comunista.[8] Tanto los l\u00edderes militares como civiles hab\u00edan cre\u00eddo todo el tiempo que la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica nunca se arriesgar\u00eda a tal acci\u00f3n, especialmente despu\u00e9s de las reiteradas garant\u00edas, tanto p\u00fablicas como privadas, que les hab\u00edan dado los sovi\u00e9ticos.[9] Pero, apenas unos d\u00edas despu\u00e9s de emitido el estimado, aviones estadounidenses U-2 tomaron fotos en las que los fotoint\u00e9rpretes de la CIA encontraron lo que consideraron fuerte evidencia de la presencia de misiles nucleares estrat\u00e9gicos sovi\u00e9ticos de mediano alcance en suelo cubano. \u00bfA qu\u00e9 se debi\u00f3 ese error? Bueno, en realidad no hubo error alguno.<\/p>\n El hecho de que nunca antes, y nunca despu\u00e9s de la crisis de los misiles en Cuba, los sovi\u00e9ticos desplegaran cohetes nucleares m\u00e1s all\u00e1 de sus fronteras es un fuerte indicio de que las predicciones de Sherman Kent y sus analistas en su evaluaci\u00f3n de la situaci\u00f3n en Cuba fueron confirmadas por los hechos. Pronosticaron que los sovi\u00e9ticos nunca colocar\u00edan cohetes nucleares en Cuba, y no lo hicieron. Lo \u00fanico que habr\u00eda probado que el Estimado estuvo equivocada habr\u00eda sido la prueba real de la presencia de ojivas nucleares en Cuba en 1962. Esta habr\u00eda sido la prueba irrefutable. Pero, contrariamente a las reiteradas afirmaciones sin fundamento de lo contrario, hasta el d\u00eda de hoy, la presencia de ojivas nucleares en Cuba en 1962 nunca ha sido probada[10] por la sencilla raz\u00f3n de que nunca estuvieron all\u00ed.<\/p>\n Por tanto, el Estimado de septiembre no podr\u00eda haber sido m\u00e1s preciso. Sherman Kent y el resto de la gente de la USIB demostraron su val\u00eda a la comunidad de inteligencia estadounidense.[11] Desafortunadamente, no sab\u00edan que, al hacer lo correcto en nombre del pueblo estadounidense, estaban da\u00f1ando los intereses de sus verdaderos amos, los conspiradores del CFR. En un an\u00e1lisis post mortem<\/em> de las supuestas causas del fracaso del Estimado, el Subdirector de Estimados Nacionales Sherman Kent, Presidente de la Junta de Estimados Nacionales, admiti\u00f3 a rega\u00f1adientes que hab\u00edan estado equivocados. Pero no pudo evitar se\u00f1alar lo que consideraba la \u201cel incre\u00edble desatino de la decisi\u00f3n sovi\u00e9tica de colocar cohetes en Cuba\u201d.[12] Por supuesto, Kent ten\u00eda toda la raz\u00f3n al creer que, si Jrushchov realmente hubiese hecho lo que parec\u00eda haber hecho, habr\u00eda sido un desatino. M\u00e1s a\u00fan, algo que quiz\u00e1s Kent podr\u00eda haber pensado, pero no puso por escrito, al hacer lo que aparentemente hab\u00eda hecho, el primer ministro sovi\u00e9tico habr\u00eda demostrado ser un est\u00fapido, un tonto incompetente y un loco. Pero, como puede mostrar cualquier libro sobre el primer ministro sovi\u00e9tico, no fue as\u00ed. Nikita Jrushchov era muchas cosas, algunas no muy agradables, pero no era un chiflado.<\/p>\n Ahora bien, una regla elemental del tradecraft<\/em> establece que cuando ocurre un cambio inesperado e inexplicable en el comportamiento del enemigo, lo primero que hay que sospechar es el enga\u00f1o.<\/p>\n <\/p>\n Seg\u00fan las propias pr\u00e1cticas comerciales prescritas por la CIA, como se indica en el documento A Compendium of Analytic Tradecraft Notes<\/em>,[13] existen se\u00f1ales de advertencia para detectar el enga\u00f1o del enemigo que indican la probabilidad de que un pa\u00eds u organizaci\u00f3n est\u00e9 involucrado en un intento de desinformaci\u00f3n. Este primer grupo de advertencias tiene que ver con la probabilidad de que un pa\u00eds pueda estar involucrado en un intento de distorsionar las percepciones del analista: (He agregado entre par\u00e9ntesis los hechos conocidos que prueban que cada una de las seis se\u00f1ales de advertencia estuvo presente durante el crisis de los cohetes en 1962 y fueron ignoradas por los analistas de la CIA.)<\/p>\n <\/p>\n El pa\u00eds evaluado tiene la experiencia y los medios para emprender operaciones de enga\u00f1o sofisticadas. [La llamada maskirovka<\/em> era una pr\u00e1ctica sovi\u00e9tica com\u00fan. Durante la Segunda Guerra Mundial, los sovi\u00e9ticos hab\u00edan construido una enorme f\u00e1brica cerca de los Montes Urales dedicada por completo a la producci\u00f3n de artefactos de madera y cart\u00f3n que semejaban aviones, tanques, ca\u00f1ones y otros equipos militares.]<\/p>\n <\/p>\n Cuando se sabe que el pa\u00eds tiene conocimiento de la periodicidad y agudeza de los veh\u00edculos t\u00e9cnicos de recolecci\u00f3n de informaci\u00f3n que pasan sobre un \u00e1rea que desea proteger y lo permite, los analistas deben estar conscientes de que la informaci\u00f3n resultante puede ser incompleta y tambi\u00e9n distorsionada deliberadamente. [Despu\u00e9s de estudiar el derribado U-2 de Gary Power, los sovi\u00e9ticos conoc\u00edan las extraordinarias capacidades de detecci\u00f3n de ese avi\u00f3n.]<\/p>\n <\/p>\n Se cree que est\u00e1 presente un motivo para enga\u00f1ar. [En el caso de Jrushchov, su motivo puede haber sido su deseo de deshacerse del poco confiable Castro, cuyas actividades militares encubiertas le creaba problemas a la URSS, y trat\u00f3 de que los estadounidenses llevaran a cabo, sin darse cuenta, ese trabajo.]<\/p>\n <\/p>\n El segundo conjunto de advertencias se centra en anomal\u00edas en la informaci\u00f3n disponible para los analistas. Estas se\u00f1ales de advertencia incluyen:<\/p>\n <\/p>\n Los analistas no est\u00e1n recibiendo toda la variedad y el volumen de informaci\u00f3n que esperar\u00edan si no hubiera una manipulaci\u00f3n deliberada de las fuentes y las plataformas de recopilaci\u00f3n. [Las actividades de recopilaci\u00f3n de informaci\u00f3n de EE. UU. sobre la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica se detuvieron despu\u00e9s de que el avi\u00f3n U-2 de Powers fue derribado].<\/p>\n <\/p>\n La nueva informaci\u00f3n no coincide con las prioridades y pr\u00e1cticas observadas previamente del oponente. [Los sovi\u00e9ticos nunca hab\u00edan desplegado armas nucleares m\u00e1s all\u00e1 de sus fronteras].<\/p>\n <\/p>\n Un nuevo flujo de informaci\u00f3n procedente de fuentes clandestinas o de acopio t\u00e9cnico parece reforzar la justificaci\u00f3n de la acci\u00f3n. [Es decir, informaci\u00f3n provista por Oleg Penkovsky, quien todo indica que siempre trabaj\u00f3 para la inteligencia sovi\u00e9tica.][14]<\/p>\n <\/p>\n El autor de esta Notas<\/em> fue Jack Davis, un oficial retirado que pas\u00f3 40 a\u00f1os como practicante, maestro y cr\u00edtico del an\u00e1lisis de inteligencia. Aunque las Notas<\/em> se publicaron en 1997, \u00e9stas resum\u00edan pr\u00e1cticas que hab\u00edan sido procedimientos operativos comunes en la CIA durante muchos a\u00f1os, incluso durante la crisis de los misiles en Cuba. Por lo tanto, las graves fallas en el an\u00e1lisis por parte de los analistas de la CIA y la incapacidad de los oficiales de la CIA para detectar los esfuerzos de enga\u00f1o de los sovi\u00e9ticos tal vez no deben atribuirse a \u201cerrores\u201d, sino a un deseo deliberado de enga\u00f1ar a los que tomaban las decisiones estadounidenses. Esto explicar\u00eda por qu\u00e9, en relaci\u00f3n con la crisis de los cohetes, tantos altos funcionarios de la CIA cometieron una violaci\u00f3n tan evidente de sus pr\u00e1cticas establecidas.[15]<\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n Notas:<\/strong><\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n\n
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