{"id":10784,"date":"2022-12-23T21:55:20","date_gmt":"2022-12-23T21:55:20","guid":{"rendered":"https:\/\/redinternacional.net\/?p=10784"},"modified":"2022-12-25T19:19:04","modified_gmt":"2022-12-25T19:19:04","slug":"una-historia-no-resuelta-el-abuso-util-del-holocausto-por-alan-sabrosky","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/redinternacional.net\/2022\/12\/23\/una-historia-no-resuelta-el-abuso-util-del-holocausto-por-alan-sabrosky\/","title":{"rendered":"Una historia \u201cno resuelta\u201d: El abuso \u00fatil del “Holocausto” – por Alan Sabrosky"},"content":{"rendered":"
<\/p>\n
Quienes no aprenden de la historia est\u00e1n condenados a repetirla. (George Santayana)<\/em><\/p>\n <\/p>\n La m\u00e1xima de Santayana es probablemente una de las cr\u00edticas m\u00e1s citadas tanto por los acad\u00e9micos como por los profesionales de la pol\u00edtica p\u00fablica -especialmente la pol\u00edtica exterior- cuando algo sale mal. Esto es especialmente cierto cuando el resultado es un desastre en casa o una derrota en el exterior, la que con demasiada frecuencia produce lo primero. A veces los l\u00edderes y sus pa\u00edses sobreviven, otras veces uno o ambos quedan arruinados.<\/p>\n Pocos son los que, incluso hoy en d\u00eda, carecen por completo de sentido de la historia o est\u00e1n abocados al desastre, aunque reconozco que cada vez son m\u00e1s los que se acercan a \u00e9l. Todas las formas de gobierno tienen sus puntos d\u00e9biles, y las autocracias del pasado tienen un historial de logros muy desigual. Pero parece claro, al menos en el caso de Estados Unidos, que cuanto m\u00e1s amplia es la franquicia, menos competentes son los l\u00edderes, independientemente de su ideolog\u00eda o identificaci\u00f3n partidista. No hay mucho para elegir en cuanto al ganador de unas elecciones que se pueda recomendar a ning\u00fan pa\u00eds. Las rep\u00fablicas intentan alcanzar un equilibrio con poderes gubernamentales limitados y un sufragio limitado, y por esos atributos son odiadas por demagogos y estafadores por igual, y con demasiada frecuencia caen en manos de uno de ellos o ambos.<\/p>\n Una enmienda a la m\u00e1xima de Santayana fue realizada en una obra seminal hace medio siglo por Ernest R. May. En su convincente “Lecciones” del pasado: The Use and Misuse of History in American Foreign Policy<\/em> (1973), May argumentaba que no era que los responsables pol\u00edticos y sus asesores (hoy dir\u00edamos “manipuladores”) no recordaran la historia o no aprendieran de ella.<\/p>\n El verdadero problema era que, con demasiada frecuencia, hab\u00edan aprendido las lecciones equivocadas o malinterpretado las correctas, y se adentraron en la cat\u00e1strofe deliberadamente, esperando que todo saliera bien, y se quedaron at\u00f3nitos y horrorizados por lo que ocurri\u00f3. E incluso esas consecuencias se magnifican f\u00e1cilmente cuando las lecciones aprendidas se basan en un enga\u00f1o deliberadamente disfrazado de historia.<\/p>\n <\/p>\n La idea de qu\u00e9 constituye una “historia no resuelta” significativa me vino a la cabeza hace aproximadamente un a\u00f1o, cuando Mark Zuckerberg -que no es un dechado de libertad de expresi\u00f3n, por decirlo suavemente- anunci\u00f3 en Facebook que ya no permitir\u00eda que se difundiera “informaci\u00f3n err\u00f3nea” sobre “acontecimientos hist\u00f3ricos resueltos” en dicha plataforma. Nos guste o no, es su plataforma, nadie est\u00e1 obligado a usarla y \u00e9l puede establecer las normas que quiera. Y lo digo como alguien que en los \u00faltimos tres a\u00f1os ha pasado m\u00e1s tiempo en la “c\u00e1rcel de Facebook” que en la red, y que ha sido expulsado en la sombra (\u00ab\u00a0shadow banned\u00a0\u00bb) cuando no estaba en la ciberc\u00e1rcel.<\/p>\n Pero la idea misma de que hubiera una “historia resuelta” significativa me pareci\u00f3 extra\u00f1a. Ciertamente, algunos resultados s\u00ee son casos resueltos: Cartago perdi\u00f3 al final contra Roma y fue borrada tan completamente que todo lo que sabemos de ella, lo sabemos por los escritos de los romanos que hicieron el arrasamiento. Abraham Lincoln muri\u00f3 en 1865. Las bombas at\u00f3micas fueron lanzadas sobre Jap\u00f3n en 1945. Y as\u00ed sucesivamente.<\/p>\n Pero si el “qu\u00e9” se conoce a veces con claridad, el “por qu\u00e9” se debate invariablemente hasta el presente, como cuando se discute el: “\u00bfQu\u00e9 signific\u00f3?”. \u00bfEra inevitable que Cartago perdiera contra Roma? \u00bfCambi\u00f3 la muerte de Lincoln la Reconstrucci\u00f3n? \u00bfEra necesario que Estados Unidos utilizara bombas at\u00f3micas para obligar a Jap\u00f3n a rendirse? Las historias oficiales las escriben, al menos inicialmente, los vencedores, por lo que esas respuestas iniciales son invariablemente afirmativas.<\/p>\n Ahora bien, estos y muchos otros acontecimientos hist\u00f3ricos importantes suelen ser objeto de amplios debates y, en muchos casos, no concluyentes. Estos debates suelen ser saludables, a menudo informativos, y a menudo revelan nuevos detalles u ofrecen nuevas formas de pensar sobre un tema, o ambas cosas. As\u00ed que, en un sentido muy real, toda la historia pesa como un conjunto de casos “sin resolver”, en todo o en parte, aparte del resultado real (ganar\/perder, vivir\/morir, etc.) -y a veces ni siquiera eso-, mientras perduren los debates en torno a ellas.<\/p>\n A veces, estos debates confunden las explicaciones establecidas y la sabidur\u00eda convencional y, por tanto, son controvertidos. Por ejemplo, los esfuerzos de historiadores revisionistas como Luigi Albertini, H. E. Barnes y Sydney B. Fay echaron por tierra la noci\u00f3n de culpabilidad singular de Alemania por la Primera Guerra Mundial y el indebidamente punitivo Tratado de Versalles (que sent\u00f3 las bases de la Segunda Guerra Mundial). Y hay muchos ejemplos similares, no todos relacionados con guerras, que se han examinado, rebatido y reinterpretado a medida que se dispon\u00eda de m\u00e1s informaci\u00f3n. Al parecer, todo estaba permitido.<\/p>\n Hay dos excepciones principales en Occidente en general, y en Estados Unidos en particular. Ambas narrativas oficiales aceptadas se han convertido en virtuales “terceros ra\u00edles” en el discurso acad\u00e9mico y p\u00fablico, y son las dos que Zuckerberg identific\u00f3 (si no le he le\u00eddo mal) como “historia consolidada” m\u00e1s all\u00e1 de los l\u00edmites del debate. Uno es el 11-S; el otro, el llamado “Holocausto”. Juntos, el relato y la forma en que se han presentado han dado forma a nuestro mundo actual, para bien o para mal, y merecen un examen m\u00e1s detenido.<\/p>\n Ya he hablado y escrito extensamente sobre el 11-S y por qu\u00e9 creo que el “Movimiento por la Verdad del 11-S” fracas\u00f3, as\u00ed que no repetir\u00e9 aqu\u00ed mis argumentos. Baste decir que no fue m\u00e1s que una operaci\u00f3n de la serie bajo “falsas banderas” utilizadas en Estados Unidos para precipitar una guerra. (No es un rasgo exclusivamente estadounidense; muchos otros pa\u00edses hacen lo mismo.) Con la excepci\u00f3n parcial de la Guerra de Corea, todas las guerras extranjeras de Estados Unidos han comenzado por un enga\u00f1o o una escenificaci\u00f3n mentirosa por nuestra parte, y quiz\u00e1s tambi\u00e9n las dos Guerras Civiles (1775-1783 y 1861-1865). \u00bfPor qu\u00e9? Simplemente para suscitar el apoyo popular a algo que, de otro modo, hubiera sido muy impopular y, por tanto, pol\u00edticamente peligroso para los dirigentes de la \u00e9poca. En la mayor\u00eda de los casos murieron algunos estadounidenses a manos de alguien en el propio incidente. Todos costaron vidas y tesoros en los conflictos que siguieron. Aquellos que planearon y orquestaron estos incidentes generalmente comprendieron y anticiparon la carnicer\u00eda (si no el resultado), y por todo lo que puedo decir, a ninguno le import\u00f3 – y eso incluye el 11-S y las guerras que engendr\u00f3.<\/p>\n <\/p>\n Lo que diferencia el 11-S del holocausto es que al menos sigue siendo posible debatir abiertamente lo que ocurri\u00f3 entonces y qui\u00e9n estuvo implicado sin ser autom\u00e1ticamente vilipendiado o encarcelado. Es cierto que la audiencia a la que se llega sobre el 11-S es seguramente limitada. La censura y la prohibici\u00f3n o alejamiento del tema en la sombra, en la mayor\u00eda de las plataformas de medios sociales es un hecho. Siempre han escaseado los medios de comunicaci\u00f3n con opiniones discrepantes, y ahora son pocos y distantes entre s\u00ed. La hostilidad de ciertos grupos -especialmente la ADL (Anti-Defamation League) y el SPLC (Southern Poverty Law Center)- puede llegar a un crescendo si se insin\u00faa siquiera que Israel o sus partidarios en este pa\u00eds pudieran estar implicados. Pero no es ilegal en ning\u00fan lugar de EE.UU. plantear tal caso, al menos no todav\u00eda.<\/p>\n El tema del holocausto es diferente. Tanto para los historiadores como para las figuras p\u00fablicas y los ciudadanos particulares de Occidente, la narrativa del holocausto se ha vuelto pr\u00e1cticamente intocable. La tesis -propagada inicialmente por jud\u00edos sionistas- es que unos seis millones de jud\u00edos (y un n\u00famero variable de otros, normalmente ignorados) fueron exterminados sistem\u00e1ticamente por los alemanes y algunos de sus aliados durante la Segunda Guerra Mundial, principalmente en el periodo 1942-1945. Abundaban los relatos de sadismo, tortura e inanici\u00f3n al por mayor. El argumento central era que la matanza se hab\u00eda llevado a cabo en c\u00e1maras de gas que utilizaban un agente qu\u00edmico llamado Zyklon-B, tras lo cual los cuerpos eran incinerados y desaparec\u00edan de la historia.<\/p>\n Con el paso de las d\u00e9cadas, cuestionar esta tesis -en todo o en parte- se ha convertido con frecuencia en una receta para el ostracismo y la ruina. No s\u00f3lo eso, en Occidente se ha criminalizado cada vez m\u00e1s, de modo que incluso sugerir que, por ejemplo, el n\u00famero de muertos es exagerado -y mucho menos que la tesis en s\u00ed es insostenible- puede llevar al cr\u00edtico al banquillo de los acusados en muchos lugares, enfrent\u00e1ndose a cuantiosas multas o a\u00f1os de c\u00e1rcel. En este sentido, la tesis del holocausto es \u00fanica en el mundo moderno. Es el equivalente secular de desafiar la doctrina de la Iglesia en la Italia del Renacimiento o de ridiculizar el Islam en los primeros Califatos (y quiz\u00e1s en algunos lugares hoy en d\u00eda), sin m\u00e1s variantes en el castigo que la inmolaci\u00f3n f\u00edsica o el descuartizamiento.<\/p>\n Esto no tiene nada que ver con la validez de la propia narrativa del holocausto. Los jud\u00edos controlan en Occidente en general y en Estados Unidos en particular, la mayor parte (y m\u00e1s) de los medios de comunicaci\u00f3n y los medios de entretenimiento. Ocupan un lugar destacado en las finanzas y en las donaciones a causas pol\u00edticas. En 2020, por ejemplo, los diez mayores donantes a los dem\u00f3cratas y los ocho mayores donantes a los republicanos eran multimillonarios jud\u00edos. Son prominentes en la pol\u00edtica, el mundo acad\u00e9mico y los tribunales de este pa\u00eds, y significativos en todo Occidente. Los medios de comunicaci\u00f3n, el dinero y la fuerza de la ley son una combinaci\u00f3n formidable, y los grupos jud\u00edos (adem\u00e1s de quienes los apoyan) la han utilizado para promulgar leyes y “persuadir” a los pol\u00edticos para que favorezcan su causa… o de lo contrario…<\/p>\n <\/p>\n La tesis del “Holocausto” reconsiderada<\/strong><\/p>\n Lo cual es una gran l\u00e1stima porque la tesis del holocausto s\u00ed se destaca hist\u00f3ricamente. Sus elementos son individualmente problem\u00e1ticos y colectivamente absurdos, y los aullidos de “\u00a1antisemitismo!” e invectivas no cambiar\u00e1n eso. Pero s\u00ed explica por qu\u00e9 los jud\u00edos que se alinean con esta narrativa y sus partidarios tratan tan desesperadamente de prohibir que nadie examine sus argumentos demasiado de cerca, porque sencillamente no resisten bien el escrutinio. Como se\u00f1ala la valiente jud\u00eda Amy Hewitt, el hecho de que se trate de un enga\u00f1o es un escupitajo que recibimos enla cara. Ejemplos similares, a menudo confesiones en el lecho de muerte, son legi\u00f3n. Hay mucho de cierto en el viejo dicho de que cada vez que alguien quiere encarcelarte por cuestionar su narrativa, es 100% seguro que su narrativa es parcial o totalmente falsa.<\/p>\n Por ejemplo, los pocos que han examinado los alrededores de los campos de concentraci\u00f4n en busca de restos no han encontrado nada. Sin embargo, incluso con las t\u00e9cnicas modernas que duran varias horas para la cremaci\u00f3n de un solo cuerpo, el proceso no produce humo ni cenizas que el viento se lleve. En cambio, deja varios kilos de gr\u00e1nulos y fragmentos \u00f3seos por cuerpo, que no son biodegradables. (No me di cuenta de esto hasta que los restos incinerados de mi padre regresaron del extranjero en 1997). Las t\u00e9cnicas m\u00e1s burdas disponibles en la d\u00e9cada de 1940 -incluida la autoinmolaci\u00f3n de las v\u00edctimas confiando en su propia grasa corporal para alimentar las llamas, como alegaban algunos relatos de “supervivientes”- habr\u00edan llevado mucho m\u00e1s tiempo y dejado muchos m\u00e1s restos, todos los cuales parecen haber desaparecido en todas partes.<\/p>\n Y eso es s\u00f3lo el principio, sin tocar siquiera la cuesti\u00f3n de por qu\u00e9 los “campos de exterminio” ten\u00edan instalaciones tan elaboradas, incluidos hospitales y salas de maternidad para los internados. O por qu\u00e9 los alemanes habr\u00edan utilizado un agente despiojante (el Zyklon-B es una variante del DDT) cuando todas las grandes potencias (y algunas menores) ten\u00edan grandes reservas de agentes qu\u00edmicos verdaderamente letales almacenados desde la Primera Guerra Mundial. O por qu\u00e9 Alemania habr\u00eda dedicado recursos a ese esfuerzo cuando se encontraba en una guerra de tres frentes por su propia vida, una guerra que perdi\u00f3 catastr\u00f3ficamente.<\/p>\n Despu\u00e9s de todo, antes incluso de que Hitler llegara al poder, Stalin hab\u00eda demostrado que se pod\u00eda eliminar a un gran n\u00famero de personas en cuesti\u00f3n de meses con un gasto m\u00ednimo de personal y recursos propios. Fue el Holodomor durante la colectivizaci\u00f3n en Ucrania. All\u00ed, m\u00e1s de 3,5 millones de ucranianos (seg\u00fan algunas estimaciones, entre 7 y 10 millones) fueron asesinados entre 1932 y 1933 por el simple expediente de exponerlos a la intemperie, dejar que la exposici\u00f3n y el hambre hicieran la mayor parte del trabajo por ellos y fusilar a los que quedaban. Dudo que los alemanes hubieran despreciado la lecci\u00f3n si hubieran tenido la intenci\u00f3n de hacerlo. Pero el registro hist\u00f3rico real, sin editar, indica que no lo hicieron, y que no hay “…ninguna prueba en los campos de concentraci\u00f3n de la Europa ocupada por el Eje de una pol\u00edtica deliberada para exterminar a los jud\u00edos<\/em><\/strong>” (cursiva y negrita a\u00f1adidas aqu\u00ed para enfatizar). (Lo que podr\u00edan haber hecho si hubieran ganado la guerra ya es otra cosa).<\/p>\n Pero dejando a un lado la pol\u00edtica, la tecnolog\u00eda y las pruebas, tengo una raz\u00f3n diferente para dudar de la validez de la narrativa del holocausto. Soy un hombre mayor, nacido en 1941. La Segunda Guerra Mundial era un recuerdo muy n\u00edtido para nosotros entonces. Muchos ten\u00edan padres veteranos, algunos de los cuales hab\u00edan muerto en esa guerra. Asist\u00ed a una muy buena escuela preparatoria en Michigan a finales de la d\u00e9cada de 1950, y luego a una universidad estatal muy decente en Ohio a principios de la d\u00e9cada de 1960. Sin embargo, ni en las clases ni en los textos hab\u00eda una sola palabra sobre millones de jud\u00edos muertos, c\u00e1maras de gas, crematorios y cosas por el estilo. La Segunda Guerra Mundial se presentaba simplemente como una versi\u00f3n m\u00e1s extensa, m\u00e1s destructiva y m\u00e1s sangrienta de la Primera Guerra Mundial, y punto. La ausencia total de holocaustismo abarcaba en la universidad a dos profesores jud\u00edos que hab\u00edan emigrado de Europa despu\u00e9s de la Segunda Guerra Mundial (uno de Renania, otro de Polonia). Cualquiera dir\u00eda que se hab\u00edan dado cuenta.<\/p>\n <\/p>\n Pero esto es anecd\u00f3tico. Es cierto, pero es s\u00f3lo mi experiencia. \u00bfQu\u00e9 hay de las pruebas corroborantes del periodo inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial, cuando soldados y otras personas caminaban por las ruinas del Tercer Reich sin impedimentos por parte del bando derrotado? Tres ejemplos me vienen inmediatamente a la mente sin necesidad de profundizar en sofisticados estudios qu\u00edmicos o de ingenier\u00eda, ex\u00e1menes de archivos alemanes (merece la pena leer la magistral Guerra de Hitler<\/em> por David Irving) y similares.<\/p>\n En primer lugar, est\u00e1 la simple cuesti\u00f3n de los n\u00fameros. La Cruz Roja Internacional (CICR), adem\u00e1s de sus actividades durante las hostilidades, visit\u00f3 todos los campos alemanes tras la rendici\u00f3n de Alemania en mayo de 1945. Su estimaci\u00f3n publicada (he le\u00eddo los tres vol\u00famenes, 1\u00aa edici\u00f3n) fue que el total de muertes de todos los pueblos por todas las causas en todos los campos combinados fue inferior a 300.000 (he redondeado las cifras). Las muertes se produjeron principalmente en los dos \u00faltimos a\u00f1os a causa del tifus. (Hubo una epidemia en Europa Central en el invierno de 1944-45 – el tifus es una enfermedad debilitante). Las causas se agravaron por la malnutrici\u00f3n, ya que el sistema de abastecimiento alem\u00e1n colaps\u00f3 bajo los bombardeos a\u00e9reos aliados. Una actualizaci\u00f3n en alem\u00e1n de la d\u00e9cada de 1980 reproduce los datos de aquella primera edici\u00f3n. Sin embargo, el tiempo, los mitos y los hechos est\u00e1n tan entremezclados que dudo que lleguemos a conocer las cifras reales.<\/p>\n No he visto las cifras declaradas en apoyo de la tesis del holocausto para todos los campos de concentraci\u00f3n, pero la de Dachau era originalmente de aproximadamente un cuarto de mill\u00f3n de muertos. Ahora, la mejor estimaci\u00f3n es una d\u00e9cima parte de esa cifra, que se aproxima a la que figura en la lista fotocopiada aqu\u00ed. Una reducci\u00f3n similar se ha producido con todos los dem\u00e1s campos mencionados (incluido Auschwitz), todo ello sin afectar a la cifra originalmente establecida (y aparentemente sacrosanta) de 6 millones, ni permitir que nadie la cuestione. Obviamente, las matem\u00e1ticas est\u00e1n por encima de una buena historia.<\/p>\n Esto encaja con las estimaciones de este meme basadas en el Almanaque Mundial, que muestra un ligero aumento de la poblaci\u00f3n jud\u00eda mundial total de 1933 a 1948, mucho menos de lo que se habr\u00eda esperado si no hubiera habido guerra, pero mucho m\u00e1s de lo que se habr\u00eda esperado si se hubieran tenido en cuenta los seis millones de muertes supuestas en los campos alemanes, como muestran estos gr\u00e1ficos detallados del Almanaque Mundial. Algunos grupos jud\u00edos afirman que los investigadores del Almanaque Mundial no reconocieron el n\u00famero real de v\u00edctimas mortales jud\u00edas, en gran parte debido al caos de la inmediata posguerra. Pero ese caos afect\u00f3 a toda Eurasia, as\u00ed como a Oriente Pr\u00f3ximo, y ni un solo pa\u00eds o pueblo ha hecho tal afirmaci\u00f3n.<\/p>\n Si Alemania hubiera ganado, cabr\u00eda esperar que la gente de 1948 se aferrara a ella. Pero Alemania estaba derrotada, en ruinas y dividida en zonas de ocupaci\u00f3n en 1948, totalmente incapaz de exigir represalias para los pueblos que le desagradaban. Adem\u00e1s, el n\u00famero de jud\u00edos en el mundo y por regiones fue proporcionado convencionalmente al Almanaque Mundial por el Comit\u00e9 Jud\u00edo Americano (y citado en consecuencia), que a su vez debe haber pasado por alto cualquier holocausto al proporcionar las cifras de 1948. Yo dir\u00eda que World Almanac acert\u00f3 entonces, a pesar de la “edici\u00f3n” posterior.<\/p>\n En segundo lugar, est\u00e1n las memorias publicadas del general (m\u00e1s tarde presidente) Dwight D. Eisenhower, que dirigi\u00f3 las fuerzas occidentales contra Alemania; del primer ministro Winston Churchill, l\u00edder brit\u00e1nico en tiempos de guerra; y del general (m\u00e1s tarde presidente) Charles de Gaulle, l\u00edder en tiempos de guerra de las fuerzas de la Francia Libre. En todas sus obras publicadas no hay ni una sola palabra sobre millones de jud\u00edos muertos, c\u00e1maras de gas o crematorios. Estos hombres no ten\u00edan ninguna necesidad de ocultar esa informaci\u00f3n, y es imposible que ignoraran esos hechos si realmente ocurrieron. (Eisenhower menciona en dos breves p\u00e1rrafos de una p\u00e1gina su visita a un campo de concentraci\u00f3n alem\u00e1n, pero eso es todo). Se trata de una de las mejores fuentes primarias sobre la guerra y merece atenci\u00f3n.<\/p>\n Tambi\u00e9n hay dos v\u00eddeos sobre la liberaci\u00f3n del infame campo de Dachau por las tropas estadounidenses en abril de 1945 que presentan un interesante retrato de lo que ocurri\u00f3 y lo que no ocurri\u00f3 en ese campo (y probablemente tambi\u00e9n en los dem\u00e1s). El primer v\u00eddeo muestra la liberaci\u00f3n de Dachau el 27 de abril de 1945, por elementos de las divisiones estadounidenses 20\u00aa Blindada y 42\u00aa de Infanter\u00eda. No hay combates, ni resistencia, y los prisioneros son liberados felices. El segundo v\u00eddeo muestra la segunda (\u00a1!) liberaci\u00f3n de Dachau el 29 de abril de 1945, por soldados estadounidenses. Los combates son encarnizados. (Al parecer, la resistencia alemana se recuper\u00f3 en dos d\u00edas.) De alg\u00fan modo, la c\u00e1mara se situ\u00f3 detr\u00e1s de una MG-34 alemana que disparaba a las tropas estadounidenses y abundan los esqueletos de los reclusos. Esto supuestamente llev\u00f3 a que la mayor\u00eda (\u00bftodos?) de los guardias y el personal del campo alem\u00e1n fueran asesinados por las tropas estadounidenses. Los dos v\u00eddeos son cortos (de 3 a 5 minutos cada uno), pero instructivos. Mi impresi\u00f3n es que el primer v\u00eddeo<\/a> es una aut\u00e9ntica pel\u00edcula hist\u00f3rica del ej\u00e9rcito estadounidense, mientras que el segundo<\/a> es una producci\u00f3n de Hollywood con v\u00edctimas mortales reales, en el momento, o despu\u00e9s.<\/p>\n En tercer lugar, est\u00e1 la delicada cuesti\u00f3n de las enciclopedias. Las tres principales enciclopedias (Encyclopedia Britannica, Encyclopedia Americana, World Book Encyclopedia<\/em>) parecen haber pasado por alto el holocausto de la Segunda Guerra Mundial hasta la d\u00e9cada de 1960. Tengo la edici\u00f3n completa de 1960 de la Britannica<\/em> junto a mi escritorio, y la entrada correspondiente a “Holocausto” (s\u00ed tiene una) lo describe brevemente s\u00f3lo como un antiguo sacrificio por fuego. Las dem\u00e1s son similares. En su tratamiento de la Segunda Guerra Mundial, encontramos numerosas referencias a campos de concentraci\u00f3n, campos de prisioneros y atrocidades (como la Marcha de la Muerte de Bataan), pero no hay nada que apoye la narrativa del holocausto en los a\u00f1os posteriores a la Segunda Guerra Mundial y tras los infames Tribunales de Nuremberg. No es exactamente lo que los defensores de este enga\u00f1o preferir\u00edan que se creyera.<\/p>\n La ausencia de una narrativa del holocausto se reflej\u00f3 en la vida cotidiana en la d\u00e9cada de 1950 y principios de 1960. La televisi\u00f3n estaba entonces en pa\u00f1ales, pero la radio no, ni tampoco las publicaciones. Sin embargo, uno no tropezaba con referencias al holocausto en los programas de radio y televisi\u00f3n, o en libros y revistas a cada paso. Tampoco hab\u00eda gente que calificara de nazi a cualquiera que dijera o hiciera algo que molestara a alguien. Nada de eso. Sin embargo, entonces est\u00e1bamos mucho m\u00e1s cerca de los acontecimientos reales de la guerra que la gente de hoy. Se podr\u00eda pensar que nos habr\u00edamos dado cuenta.<\/p>\n A finales de los 60, todo hab\u00eda cambiado. Las referencias nazis se colaban en el di\u00e1logo cinematogr\u00e1fico y period\u00edstico. Empezaban a surgir monumentos conmemorativos del “Holocausto”. Las historias y los almanaques se reeditaban para ajustarse a la narrativa holocaustiana. S\u00f3lo hay dos formas posibles de explicar este cambio: Una es que, de alguna manera, ocurriera en la d\u00e9cada de 1960 y estuvi\u00e9ramos tan distra\u00eddos con la guerra de Vietnam en el extranjero y las ciudades en llamas en casa que no nos di\u00e9ramos cuenta. La otra es que la narrativa no se finaliz\u00f3 o aderez\u00f3 para el consumo popular hasta la d\u00e9cada de 1960. La segunda explicaci\u00f3n tiene m\u00e1s sentido.<\/p>\n <\/p>\n \u00bfCu\u00e1l es la importancia de todo esto para nosotros, “nosotros” en Estados Unidos principalmente, pero m\u00e1s generalmente en Occidente?<\/p>\n En primer lugar, y lo menos importante desde el punto de vista pol\u00edtico, los grupos jud\u00edos, y m\u00e1s tarde los jud\u00edos a t\u00edtulo individual, presionaron para que Alemania les indemnizara por haber sobrevivido al holocausto, y lo consiguieron. De hecho, la definici\u00f3n de lo que hoy constituye un “superviviente” es en realidad tan amplia que incluso los jud\u00edos que viv\u00edan en lugares que no estaban bajo control alem\u00e1n (por ejemplo, el norte de \u00c1frica) podr\u00edan optar a ello bas\u00e1ndose en el argumento de que estaban sometidos a un aliado o Estado cliente alem\u00e1n. Desde entonces, esto se ha ampliado para incluir a los hijos e incluso a los nietos de los “supervivientes”, a pesar de no haber vivido nunca ellos mismos en Europa. M\u00e1s tarde empezaron a dirigirse a otros pa\u00edses, Polonia a la cabeza de la lista, para pedir reparaciones, pero esos “otros” no han sido (\u00bftodav\u00eda?) tan comunicativos. El concienzudo tratado de Norman Finkelstein La industria del Holocausto<\/em>, es muy ilustrativo. En t\u00e9rminos financieros, parece que el holocausto es un regalo que nunca se puede desperdiciar.<\/p>\n \u00bfHubo discriminaci\u00f3n en Alemania contra los jud\u00edos durante el Tercer Reich? Por supuesto que s\u00ed. \u00bfSupuso eso grandes p\u00e9rdidas personales, penurias y, a menudo, confinamiento en los campos de concentraci\u00f3n los jud\u00edos? Por supuesto. En ambos casos, puede entenderse f\u00e1cilmente por el protagonismo de los jud\u00edos en los partidos comunistas y otros movimientos que se consideraban una amenaza para Alemania al final de la Primera Guerra Mundial y para los alemanes de a pie en el periodo de entreguerras, y por la “Declaraci\u00f3n de Guerra” literal de los jud\u00edos a Alemania en 1933. [No es sensato declarar la guerra a nadie sin esperar dolorosas consecuencias, como la expulsi\u00f3n o el confinamiento. (Estados Unidos hizo lo mismo con los ciudadanos estadounidenses de ascendencia japonesa despu\u00e9s de Pearl Harbor).<\/p>\n Pero \u00bfhay pruebas de intenci\u00f3n y actividad genocida que justifiquen reparaciones de por vida por parte de alguien? No. Sin embargo, el incentivo financiero para mantener viva la narrativa del holocausto es poderoso y tiene enormes ramificaciones pol\u00edticas internas, especialmente en Estados Unidos.<\/p>\n En segundo lugar, las consecuencias en pol\u00edtica exterior han sido inmensas, pero no empezaron as\u00ed. Estados Unidos reconoci\u00f3 a Israel en 1948 y luego se olvid\u00f3 de ese pa\u00eds m\u00e1s o menos oficialmente. Gran Breta\u00f1a y Francia proporcionaron la mayor parte de su ayuda exterior y material militar durante los primeros veinte a\u00f1os tras la independencia. No hubo ninguna generosidad del gobierno de Estados Unidos ni ninguna declaraci\u00f3n de lealtad eterna y amistad eterna entre Israel y Estados Unidos.<\/p>\n Tampoco hubo un espantoso “juramento de lealtad” impuesto a los miembros del Congreso (ambas C\u00e1maras, ambos partidos). La ex congresista Cynthia McKinney denunci\u00f3 al AIPAC en 2013 cuando revel\u00f3 que los miembros del Congreso deb\u00edan firmar un juramento de lealtad a Israel que conten\u00eda varias promesas. Si no firmaban, un oponente bien financiado se presentaba contra ellos, impidiendo en la mayor\u00eda de los casos la reelecci\u00f3n. Cynthia McKinney se neg\u00f3 a firmar el juramento de lealtad y perdi\u00f3 su reelecci\u00f3n. Otros me han contado historias similares, personalmente.<\/p>\n Despu\u00e9s, cuando Israel se uni\u00f3 a Gran Breta\u00f1a y Francia para atacar Egipto en 1956, el presidente Eisenhower les oblig\u00f3 a todos ellos a retirarse. M\u00e1s tarde, cuando Israel hizo ruido a principios de los a\u00f1os sesenta por querer tener su propia capacidad nuclear, el presidente Kennedy rechaz\u00f3 rotundamente la idea, y puede que muriera por ello.<\/p>\n Con la muerte del presidente Kennedy en 1963, se elimin\u00f3 el \u00faltimo obst\u00e1culo presidencial a las ambiciones nucleares y regionales de Israel. Desde entonces, ninguno se ha interpuesto seriamente en su camino. Sean cuales sean sus fallos en otros \u00e1mbitos, s\u00f3lo Carter (con los Acuerdos de Camp David) y Obama (en su discurso en la Universidad Americana de El Cairo y su reticencia a atacar Siria) hicieron algo significativo que Israel no apoyara plenamente. Todos, en mayor o menor medida, han protegido a Israel de sanciones o incluso de una condena directa por sus continuas violaciones del derecho internacional. Para Israel y sus partidarios, la desaparici\u00f3n del presidente Kennedy fue un acierto. Su sucesor, Lyndon Johnson, incluso permiti\u00f3 que Israel atacara impunemente y sin ninguna represalia un barco estadounidense -el USS Liberty- en el Mediterr\u00e1neo oriental el 8 de junio de 1967, matando o hiriendo a m\u00e1s de 200 militares estadounidenses.<\/p>\n En tercer lugar, a medida que la narrativa del holocausto empezaba a echar ra\u00edces a finales de los a\u00f1os sesenta y setenta, se hizo cada vez m\u00e1s dif\u00edcil para cualquiera condenar las acciones de cualquier grupo dirigido o dominado por jud\u00edos, o incluso reconocer que tal dominio exist\u00eda. La simple menci\u00f3n, por ejemplo, de que la industria cinematogr\u00e1fica de Hollywood est\u00e1 dominada por jud\u00edos (lo est\u00e1, f\u00edjense en las suites ejecutivas y los consejos de administraci\u00f3n de los principales estudios) evoca cr\u00edticas, ostracismo y\/o (en t\u00e9rminos actuales) la cancelaci\u00f3n de contratos y oportunidades para el llamado “antisemita”.<\/p>\n Esto ha ocurrido a personas notables como Marlon Brando, que se disculp\u00f3 p\u00fablicamente entre l\u00e1grimas ante una reuni\u00f3n de importantes jud\u00edos de Hollywood por afirmar (no es broma) que “Hollywood est\u00e1 dirigido por jud\u00edos”. Mel Gibson se enfrent\u00f3 al mismo grupo por una raz\u00f3n similar. Y \u00faltimamente, varios negros de diversa relevancia se han enfrentado a la misma polic\u00eda del pensamiento por darse cuenta de que todas las figuras destacadas de la industria musical o del fracasado criptobanco FTX son jud\u00edas. Y estos ejemplos son s\u00f3lo la punta del iceberg.<\/p>\n Varias cosas resultan profundamente inquietantes aqu\u00ed. Una persona puede provocar la ira de los principales instrumentos de censura, cancelaci\u00f3n y vilipendio dirigidos por jud\u00edos -la ADL y el SPLC- simplemente se\u00f1alando que alguien o varios de los que se dedican a alguna actividad son jud\u00edos. La cr\u00edtica no es necesaria, simplemente observando algo como que los jefes de las principales compa\u00f1\u00edas farmac\u00e9uticas que participan en la producci\u00f3n de vacunas COVID son jud\u00edos es suficiente. Como dijo el comediante Dave Chappelle hablando de la reciente confrontaci\u00f3n de Kanye West con esta gente encantadora, “Es un gran problema. \u00c9l [Kanye West] hab\u00eda roto las reglas del mundo del espect\u00e1culo. Ya sabes, las reglas de la percepci\u00f3n. Si son negros, es una banda. Si son italianos, es una mafia. Si son jud\u00edos, es una coincidencia y nunca debes hablar de ello”. Y eso se extiende en la pr\u00e1ctica hoy en d\u00eda a todas y cada una de las profesiones y actividades.<\/strong><\/p>\n Lo que plantea un punto interesante mencionado por alguien que dejar\u00e9 en el anonimato para protegerla: \u00bfPor qu\u00e9 los jud\u00edos y los grupos jud\u00edos son tan sensibles a que se note su protagonismo en determinados \u00e1mbitos? Si las personas que se relacionan con el p\u00fablico de alguna manera hacen realmente el bien -no s\u00f3lo para s\u00ed mismas, sino para los dem\u00e1s-, \u00bfpor qu\u00e9 reaccionan como un pitbull picado por un avisp\u00f3n cuando se les presta atenci\u00f3n? \u00bfPor qu\u00e9 lanzar invectivas contra quien se ha dado cuenta o intentar destruir a esa persona? La respuesta es un redoblado ataque. Y eso plantea inevitablemente dudas sobre lo que hacen o pretenden hacer con el resto de nosotros.<\/p>\n No se me ocurre ning\u00fan otro grupo definible, ni aqu\u00ed ni en ning\u00fan otro lugar, que reaccione de esta manera. \u00bfPor qu\u00e9 es esto tan importante aqu\u00ed y ahora? \u00bfSer\u00e1 porque cada grupo radical que apunta a nuestra cultura y a nuestro orden constitucional tiene algunos jud\u00edos a la cabeza como sus financiadores o posicionados como “poderes detr\u00e1s del trono”? Y eso incluye a Black Lives Matter, si nos fijamos en los miembros destacados de su junta directiva. Esto tampoco es nuevo. Casi todos los partidos comunistas de Occidente, incluida la Sud\u00e1frica de la \u00e9poca del apartheid, estaban dirigidos por jud\u00edos y hac\u00edan revoluciones donde y cuando pod\u00edan. Esa fue una de las principales razones por las que Alemania pas\u00f3 en el siglo XX de ser un pa\u00eds en el que los jud\u00edos pod\u00edan ser generales a otro en el que eran considerados enemigos.<\/p>\n <\/p>\n A medida que avanzaba el siglo XXI, los partidarios de Israel pod\u00edan mirar atr\u00e1s y contemplar un impresionante historial de logros en Estados Unidos. Su control sobre los medios de comunicaci\u00f3n era cada vez mayor, y el estribillo constante de “antisemitismo” -un subproducto del predominio jud\u00edo en los medios de comunicaci\u00f3n- significa que uno no se atreve a mencionar este predominio p\u00fablicamente sin esperar represalias. El lobby jud\u00edo conocido como “Conferencia de Presidentes de las Principales Organizaciones Jud\u00edas Americanas” est\u00e1 prosperando. El AIPAC (American Israel Public Affairs Committee) es esencialmente el due\u00f1o del Capitolio.<\/p>\n Adem\u00e1s, una escisi\u00f3n llamada CUFI (Cristianos Unidos por Israel) cubre su apoyo con evang\u00e9licos (y algunos otros). CUFI es la culminaci\u00f3n de un esfuerzo concertado que comenz\u00f3 en la d\u00e9cada de 1960 para atraer a los pastores evang\u00e9licos con la premisa de que donde los pastores guiaran, la mayor\u00eda de sus reba\u00f1os los seguir\u00edan. Esto ha demostrado ser cierto y ha dado a Israel un importante punto de apoyo en el partido republicano.<\/p>\n Pero a CUFI no se le permite ser demasiado independiente. Dirigido nominalmente por un pastor y su esposa en la actualidad, CUFI cuenta con una codirectora ejecutiva (Shari Dollinger) y un coordinador principal de pol\u00edtica y comunicaciones (Ari Morgenstern) -ambos jud\u00edos y antiguos funcionarios de la embajada israel\u00ed (Dollinger tambi\u00e9n estuvo en el AIPAC)- para asegurarse de que CUFI se mantiene firme en su mensaje.<\/p>\n Gracias a este esfuerzo y a d\u00e9cadas de creciente exposici\u00f3n a la narrativa del holocausto y a los medios de comunicaci\u00f3n proisrael\u00edes, el apoyo p\u00fablico estadounidense parec\u00eda constante y la influencia jud\u00eda en el poder ejecutivo era fuerte. El apoyo pol\u00edtico nacional -que antes se limitaba a los dem\u00f3cratas- hab\u00eda ido creciendo tambi\u00e9n dentro del partido republicano desde finales de los a\u00f1os sesenta. Las cr\u00edticas a todo esto son escasas e invariablemente se reciben con acusaciones de antisemitismo y recordatorios del holocausto. Es un momento embriagador para los partidarios de Israel, pero mucho depende de que mantengan la inviolabilidad de la narrativa del holocausto hasta que finalicen lo que est\u00e9n encaminando. Me referir\u00e9 a ello en un art\u00edculo posterior.<\/p>\n ALAN SABROSKY, 20 DICIEMBRE 2022<\/p>\n *<\/p>\n Sobre el autor:<\/strong> El Dr. Sabrosky expresa su gran agradecimiento a Cat McGuire por su excelente ayuda editorial. Alan Ned Sabrosky (Doctor por la Universidad de Michigan) es veterano del Cuerpo de Marines de Estados Unidos desde hace diez a\u00f1os. Sirvi\u00f3 en Vietnam con la 1\u00aa Divisi\u00f3n de Marines y es licenciado por la Escuela de Guerra del Ej\u00e9rcito de Estados Unidos. Puede ponerse en contacto con \u00e9l en docbrosk@comcast.net<\/a><\/p>\n Original<\/a><\/p>\n Traducido por MP para Red Internacional<\/a><\/p>\n *<\/p>\n Art\u00edculos relacionados:<\/p>\n https:\/\/redinternacional.net\/2022\/12\/16\/el-destino-presidencial-roto-de-jfk-jr-la-maldicion-kennedy-de-israel-por-laurent-guyenot\/<\/a><\/p>\n https:\/\/redinternacional.net\/2022\/12\/10\/hacia-una-guerra-mundial-judia-por-marco-de-wit\/<\/a><\/p>\nUna historia sin resolver<\/strong><\/h4>\n
El \u00abHolocausto\u00bb<\/h4>\n
El registro hist\u00f3rico<\/strong><\/h4>\n
Importancia de la narrativa del \u00abHolocausto\u00bb<\/strong><\/h4>\n
Presagios y perspectivas<\/strong><\/h4>\n