{"id":10672,"date":"2022-11-21T12:25:43","date_gmt":"2022-11-21T12:25:43","guid":{"rendered":"https:\/\/redinternacional.net\/?p=10672"},"modified":"2022-11-20T20:34:25","modified_gmt":"2022-11-20T20:34:25","slug":"la-era-de-las-distopias-por-andrea-zhok","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/redinternacional.net\/2022\/11\/21\/la-era-de-las-distopias-por-andrea-zhok\/","title":{"rendered":"La era de las distop\u00edas – por Andrea Zhok"},"content":{"rendered":"
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\n“Una era en la que una casta superior ejerce su poder a trav\u00e9s del miedo, habiendo sustituido, como fuente \u00faltima de autoridad, lo que en el feudalismo era Dios, por la Tecnolog\u00eda. Ser\u00eda una sociedad de mando directo, no mediada por ninguna adhesi\u00f3n ideol\u00f3gica, una sociedad que rinde culto a la eficiencia t\u00e9cnica y que concibe la infrahumanidad fuera de la casta superior como materia prima de la que se puede disponer a voluntad”<\/em><\/p>\n<\/blockquote>\n
\n<\/p>\n
1) Cursos de colisi\u00f3n<\/strong><\/p>\n
La \u00e9poca contempor\u00e1nea presenta una recreaci\u00f3n reforzada del sistema de contradicciones que ha caracterizado al sistema capitalista desde su creaci\u00f3n. El problema estructural asociado al modo de producci\u00f3n capitalista es su car\u00e1cter “exponencial mon\u00f3tono creciente”, es decir, su tendencia intr\u00ednseca a alimentar procesos de “retroalimentaci\u00f3n positiva”, “inter\u00e9s compuesto” y crecimiento ilimitado. Dicho de otro modo: el mecanismo del capital, que vive de su propio aumento, tiende a empujar todos los factores de producci\u00f3n constantemente en la misma direcci\u00f3n, creando as\u00ed un desequilibrio sistem\u00e1tico. Por lo tanto, el sistema impulsa el crecimiento indefinido de la producci\u00f3n, el crecimiento indefinido de la acumulaci\u00f3n de capital en la cima, el crecimiento indefinido de la explotaci\u00f3n de las personas, el crecimiento indefinido de la explotaci\u00f3n de la naturaleza.<\/p>\n
Esto es lo que el viejo lenguaje marxiano llamaba las “contradicciones del capitalismo”. Cada una de estas tendencias entra en conflicto sistem\u00e1tico con los \u00f3rdenes de equilibrio social, humano y medioambiental: crece la brecha entre la cima y la base de la pir\u00e1mide social, crece el consumo y el despilfarro de recursos, crece la licuaci\u00f3n de los organismos colectivos (familias, comunidades, estados, etc.) y de las identidades personales. Mientras que el mundo y la vida pueden concebirse seg\u00fan el modelo org\u00e1nico de los sistemas de “retroalimentaci\u00f3n negativa”, que restauran y corrigen las rupturas del equilibrio, el capitalismo funciona como una proliferaci\u00f3n ilimitada e incontrolada, literalmente como un c\u00e1ncer ontol\u00f3gico.<\/p>\n
Hist\u00f3ricamente, dado que el primero en comprender la naturaleza del problema fue Marx, se asocia esta toma de conciencia con la b\u00fasqueda de soluciones “anticapitalistas”, socialistas, comunistas o similares. Por lo tanto, la idea es a menudo que el “pueblo” debe ser el primer sujeto de relevancia en estos an\u00e1lisis. Este punto de vista pasa por alto un hecho de la realidad: los que se toman m\u00e1s en serio los an\u00e1lisis marxianos y postmarxianos han sido durante mucho tiempo los poseedores del poder dentro del sistema, que son los m\u00e1s preocupados por lo que puede socavar su posici\u00f3n: son los capitalistas, los “amos del vapor”, los que se preocupan principalmente por los problemas del capitalismo actual.<\/p>\n
2) Los “maestros del vapor<\/strong><\/p>\n
Cuando se habla gen\u00e9ricamente de “capitalistas”, “oligarqu\u00edas”, “\u00e9lites”, etc., es inevitable despertar la sospecha de una excesiva vaguedad de los referentes. \u00bfA qui\u00e9n se refiere? A uno le gustar\u00eda poder nombrar al sujeto del poder, como se pod\u00eda hacer en el mundo premoderno nombrando al rey, al papa, al emperador, a este se\u00f1or feudal, a aquel cortesano, etc. Sin embargo, hoy en d\u00eda, dar nombres es una falsificaci\u00f3n de la realidad. Por mucho que importen las personas, el sistema tiene una gran capacidad para sustituir a sus miembros en todos los niveles, incluida la c\u00fapula. Saber qui\u00e9n es el director general de BlackRock o de Vanguard no nos acerca a la comprensi\u00f3n de qui\u00e9n ejerce el poder, porque no se trata de c\u00f3mo los individuos espec\u00edficos desempe\u00f1an sus funciones.<\/p>\n
Otro error en el que no debemos caer es el de suponer -alimentado por la propia ideolog\u00eda del poder- que la existencia de una pluralidad de “amos del vapor” y no de un \u00fanico “emperador” garantiza de alg\u00fan modo una diversificaci\u00f3n de intereses y proyectos, y con ello cierta “democratizaci\u00f3n” del sistema (por ejemplo: “la existencia de diferentes capitalistas implica diferentes amos de los peri\u00f3dicos y, por tanto, pluralidad de informaci\u00f3n”). Esto es una grave ingenuidad. El d\u00eda que el director general de BlackRock redescubra el esp\u00edritu zapatista y el anhelo de apoyar la liberaci\u00f3n de Chiapas, dejar\u00e1 de ser director general y ser\u00e1 reemplazado (con indemnizaci\u00f3n por despido, por supuesto). Las l\u00edneas de fondo no pueden cambiar y s\u00f3lo tienen un objetivo infalible: la perpetuaci\u00f3n del poder de quienes lo ostentan. Tampoco hay que fijarse en una ortodoxia “capitalista” concreta. Las oligarqu\u00edas financieras no son “capitalistas” por el amor ideal al capitalismo: no es una religi\u00f3n alternativa. Esa es simplemente la forma en la que ostentan el poder. Si el abandono de tal o cual aspecto ideol\u00f3gico favorece la conservaci\u00f3n y la consolidaci\u00f3n del poder, nada se interpone en el camino.<\/p>\n
Pero al final, \u00bfqui\u00e9nes son estos “maestros del vapor”? La concentraci\u00f3n de poder contempor\u00e1nea es algo sin precedentes en la historia: unos pocos cientos de personas llevan las riendas de los mayores grupos financieros (angloamericanos) del mundo y de lo que Eisenhower llam\u00f3 el “complejo militar-industrial” estadounidense. Estos grupos disponen de todos los resortes fundamentales del poder, son capaces de dirigir las decisiones pol\u00edticas en sus Estados anfitriones (EE.UU. en primer lugar) y se extienden en cascada a todos los Estados que les est\u00e1n subordinados o son deudores de ellos. Fuera del mundo occidental no existen exactamente tales contrapoderes, en la medida en que logran escapar a la influencia de los primeros, ya que en cualquier lugar el poder, incluso el m\u00e1s inflexible, est\u00e1 dominado en todo caso por instancias de motivaci\u00f3n pol\u00edtica (nacionalismo in primis).<\/p>\n
Estas \u00e9lites occidentales de la c\u00faspide est\u00e1n compactadas por la motivaci\u00f3n de mantener un poder de base econ\u00f3mica y tienen una capacidad de coordinaci\u00f3n inmensamente superior a la de cualquier otro grupo de inter\u00e9s: disponen de lugares y modos de reuni\u00f3n institucionales y no institucionales, tienen recursos que permiten una pluralidad de acuerdos y comunicaciones por medios m\u00faltiples, no oficiales o clandestinos.<\/p>\n
Quienes esperan encontrar una lista de los gobernantes y herederos al trono para planificar un asalto al “Palacio de Invierno”, y en ausencia de esta lista prefieren desechar el problema a las conjeturas o teor\u00edas conspirativas, son desgraciadamente c\u00f3mplices involuntarios del poder.<\/p>\n
Raros son los s\u00fabditos de las \u00e9lites de la c\u00faspide que buscan protagonismo p\u00fablico, y los que lo hacen son esos pocos, v\u00edctimas de sus propias ideolog\u00edas, que se han convencido de que est\u00e1n realizando operaciones “paternalmente redentoras” (los nombres habituales que circulan de Schwab, Soros, Gates, etc.). Los m\u00e1s inteligentes de entre ellos saben muy bien que su poder no llega a trav\u00e9s del consenso p\u00fablico y que, por lo tanto, manifestarse no los fortalece, sino que los expone y debilita.<\/p>\n
Por lo tanto, nos encontramos con el siguiente cuadro: un peque\u00f1o grupo de sujetos, habiendo obtenido una posici\u00f3n eminente dentro del capitalismo contempor\u00e1neo, detenta el poder con niveles de concentraci\u00f3n que nunca antes hab\u00edan existido, y se mueve y coordina (neto de particularidades personales) con el objetivo de mantener y consolidar este poder. Al mismo tiempo, este estrecho grupo de la c\u00faspide tiene perfecta conciencia de las tendencias cr\u00edticas impl\u00edcitas en el sistema del que est\u00e1 en la cima. Debemos dejar de imaginar al capitalista como un vividor que se entrega a los juguetes sexuales, los yates y los vinos de prestigio. En este horizonte hedonista se mueven t\u00edpicamente individuos de clase media y nuevos ricos. El capital consolidado (“dinero viejo”) forja diferentes tipos humanos, que o bien tienen una educaci\u00f3n adecuada para entender los problemas del sistema, o bien est\u00e1n acostumbrados a pagar a los grupos de reflexi\u00f3n para que hagan este trabajo por ellos.<\/p>\n
3) Las perspectivas de las \u00e9lites superiores<\/strong><\/p>\n
Por lo tanto, lo que debemos poner en evidencia es la suposici\u00f3n de que las l\u00edneas de contradicci\u00f3n dentro del sistema del capital son perfectamente conocidas por los “maestros del vapor”. S\u00f3lo sus dependientes liberalistas siguen creando cortinas de humo con su “mercado perfecto”, su “equilibrio general a largo plazo” y otras seducciones.<\/p>\n
Esta mano de obra intelectual, profusamente financiada, suele ocupar puestos acad\u00e9micos de prestigio, y su funci\u00f3n es proporcionar una espesa niebla ideol\u00f3gica, centenaria, sobre la que dispersar las energ\u00edas de los cr\u00edticos. Se trata de una defensa de infanter\u00eda de primera l\u00ednea que se esfuerza por mantener la vista de sus adversarios fuera del frente real. La mayor\u00eda son demasiado est\u00fapidos para saber que s\u00f3lo act\u00faan como objetivos ficticios.<\/p>\n
Que la sustituci\u00f3n acelerada de trabajadores por m\u00e1quinas crea un desequilibrio estructural en el sistema de producci\u00f3n, con un excedente de producto potencial sobre el consumo, y un exceso de demanda impotente (consumidores sin poder adquisitivo) sobre una oferta desbordante, es completamente evidente y pac\u00edfico.<\/p>\n
Que esto configura la existencia de una vasta poblaci\u00f3n superflua, exagerada para ser \u00fatil como “ej\u00e9rcito de reserva del capital”, una multitud de bocas que alimentar y que hierve descontenta es igualmente evidente.<\/p>\n
Que un sistema de crecimiento infinito acaba socavando todo el sistema, medioambiental y social, en el que vivimos es igualmente claro.<\/p>\n
Las principales l\u00edneas de fractura que est\u00e1n bajo la atenci\u00f3n de las \u00e9lites son, por tanto, las siguientes: 1) fractura social (riesgo de revueltas); 2) fractura ecol\u00f3gica (riesgo de desestabilizaci\u00f3n de los equilibrios medioambientales); 3) fractura financiera (colapso terminal de las expectativas de crecimiento y con ello de los supuestos del sistema).<\/p>\n
El error de los herederos de la primera l\u00ednea de an\u00e1lisis cr\u00edtico, la marxista, es pensar que el reconocimiento de estas tendencias implica en s\u00ed mismo la adhesi\u00f3n a una perspectiva de “superaci\u00f3n del capitalismo”, con la b\u00fasqueda de formas sociales que eviten la deshumanizaci\u00f3n, la alienaci\u00f3n, que restablezcan un sistema en equilibrio (“de cada uno seg\u00fan sus capacidades, a cada uno seg\u00fan sus necesidades”).<\/p>\n
\u00c9sta es otra grave ingenuidad. Las \u00e9lites de la c\u00faspide del sistema contempor\u00e1neo conocen las contradicciones del sistema, pero esto no significa en absoluto que tengan la intenci\u00f3n de abandonarlo. No hay nada extra\u00f1o en esto, ning\u00fan bloque de poder en la historia ha dejado el poder espont\u00e1neamente. De lo que se trata aqu\u00ed es de comprender bien qu\u00e9 perspectivas abre este poder, ya que esto puede mostrarnos el espectro de los riesgos subterr\u00e1neos en la era contempor\u00e1nea (esos riesgos que a menudo acaban expres\u00e1ndose confusamente, y por tanto desacredit\u00e1ndose, en forma de “teor\u00edas de la conspiraci\u00f3n”).<\/p>\n
3.1) Tomarse tiempo con las soluciones de mercado<\/strong><\/p>\n
La primera perspectiva es la menos radical y la m\u00e1s d\u00e9bil, pero tambi\u00e9n es la que puede afirmarse apertis verbis sin reparos. Se trata de transmitir la idea de que para cada problema existe potencialmente una respuesta que las soluciones tecnol\u00f3gicas del mercado podr\u00e1n proporcionar. Esta idea se propone a los medios de comunicaci\u00f3n quaquaraqu\u00e9s como si fuera una opci\u00f3n realista, cuando en realidad s\u00f3lo sirve para retrasar ciertos procesos, al tiempo que permite una mayor acumulaci\u00f3n de capital. As\u00ed, la perspectiva salvadora de los coches el\u00e9ctricos, o de la energ\u00eda nuclear, o de la Euro 7, etc., para responder a un problema medioambiental \u00fanico y cuidadosamente seleccionado (\u00bfel calentamiento global?), aparece de vez en cuando en los medios de comunicaci\u00f3n simb\u00f3licos. Este enfoque selectivo da la impresi\u00f3n de que siempre se trata de resolver un problema preeminente, lo que hace plausible la b\u00fasqueda de soluciones t\u00e9cnicas; esto permite ganar algo de tiempo en un sector, distraer la atenci\u00f3n de la opini\u00f3n p\u00fablica proporcionando esperanzas y dirigir la pol\u00edtica p\u00fablica de forma provechosa.<\/p>\n
Por supuesto, estas operaciones sectoriales, que comparten el impulso estructural de la innovaci\u00f3n perenne y el aumento de la producci\u00f3n, siguen alimentando el proceso de desestabilizaci\u00f3n sist\u00e9mica. En el mejor de los casos, las soluciones tecnol\u00f3gicas ad hoc pueden tapar temporalmente una laguna, mientras que al mismo tiempo se abren otras diez en forma de externalidades sist\u00e9micas.<\/p>\n
3.2) La guerra como higiene mundial<\/strong><\/p>\n
La segunda perspectiva es una l\u00ednea de soluci\u00f3n cl\u00e1sica, m\u00e1s radical, que permite contener temporalmente los da\u00f1os a lo largo de varias l\u00edneas de falla. Cuando se puede fomentar una guerra, \u00e9sta es, al menos en lo que respecta a los pa\u00edses implicados, una soluci\u00f3n eficaz, ya que simult\u00e1neamente: frena a las poblaciones, bloqueando la protesta social; crea un espacio de consumo fren\u00e9tico (y por tanto de renta de capital) sin necesidad de conferir poder adquisitivo a la poblaci\u00f3n; frena otros procesos sociales, reduciendo la “huella ecol\u00f3gica” humana, y en el mejor de los casos tambi\u00e9n reduce la poblaci\u00f3n. Esta soluci\u00f3n funciona idealmente mejor cuantos m\u00e1s pa\u00edses est\u00e9n implicados. Si un conflicto se circunscribe militarmente, no habr\u00e1 impacto en las cifras de poblaci\u00f3n, pero seguir\u00e1 siendo eficaz en otros aspectos (regimentaci\u00f3n y la disciplina social + drenaje econ\u00f3mico en un “potlatch” posmoderno, donde se queman grandes recursos para mover la m\u00e1quina de consumo).<\/p>\n
Una guerra mundial duradera y de bajo voltaje ser\u00eda de hecho una soluci\u00f3n perfecta: permitir\u00eda idealmente: 1) romper toda resistencia o revuelta social en nombre de la santa oposici\u00f3n al enemigo exterior; 2) concentrar las energ\u00edas en una producci\u00f3n infinita destinada a un consumo infinito, que ignora toda saturaci\u00f3n del mercado; 3) reducir progresivamente la poblaci\u00f3n.<\/p>\n
Sin embargo, esta perspectiva es muy inestable y no es f\u00e1cil de manipular ni siquiera para las \u00e9lites del v\u00e9rtice, por muy poderosas que sean. Provocar una serie de conflictos en zonas ya sufridas y pol\u00edticamente d\u00e9biles es relativamente f\u00e1cil, pero una condici\u00f3n de guerra mundial duradera y de bajo voltaje no est\u00e1 directamente orquestada, y corre continuamente el riesgo de desvanecerse o de crear una escalada nuclear, en la que incluso las \u00e9lites de la c\u00faspide acabar\u00edan implic\u00e1ndose en cierta medida.<\/p>\n
3.3) Sociedad de control<\/strong><\/p>\n
La tercera perspectiva se manifiesta desde hace tiempo y consiste en una transformaci\u00f3n del modelo ideol\u00f3gico liberal en un modelo autoritario, sin cambiar un \u00e1pice su apariencia. La sociedad occidental contempor\u00e1nea (pero no s\u00f3lo la occidental) est\u00e1 m\u00e1s regulada, legislada y vigilada que cualquier otra sociedad de la historia. No s\u00f3lo hay m\u00e1s leyes que en el pasado, y m\u00e1s detalladas, sobre \u00e1reas de comportamiento que en el mundo premoderno no eran objeto de atenci\u00f3n legislativa, sino que la mayor capacidad tecnol\u00f3gica permite niveles de aplicaci\u00f3n y control de estas normas sin precedentes.<\/p>\n
Dado que todo poder tiene un incentivo intr\u00ednseco para aumentar su capacidad de control, en el mundo liberal esto ocurre de forma parad\u00f3jica, sobre la base de la pretensi\u00f3n de trabajar por una “promoci\u00f3n de la libertad”. Para transformar una ideolog\u00eda de la libertad en una ideolog\u00eda del control, el neoliberalismo aprovecha sistem\u00e1ticamente la idea de la “victimizaci\u00f3n” o “vulnerabilidad” de un grupo. Una vez que se ha se\u00f1alado a un determinado grupo como potencialmente ofendido, violado en sus derechos naturales o humanos, se pueden llevar a cabo actos coercitivos en favor de las “v\u00edctimas”, quiz\u00e1s para evitar su potencial victimizaci\u00f3n. Este mecanismo puede funcionar tanto dentro como fuera de un pa\u00eds. Se puede intervenir coactivamente sobre la libertad de expresi\u00f3n con el pretexto de “proteger las sensibilidades” de tal o cual grupo, se puede intervenir con la medicalizaci\u00f3n forzosa (o los certificados verdes) para “proteger a los fr\u00e1giles”, al igual que se puede intervenir como “polic\u00eda internacional” para “defender los derechos humanos” en tal o cual zona del mundo. La misma l\u00f3gica permite la difusi\u00f3n de c\u00e1maras de vigilancia en cualquier lugar de acceso p\u00fablico o la violaci\u00f3n de cualquier comunicaci\u00f3n privada en nombre de la “protecci\u00f3n de la seguridad”, etc.<\/p>\n
Es importante estar alerta ante el hecho de que las tecnolog\u00edas de control disponibles hoy en d\u00eda son extraordinariamente sofisticadas y que una vez que se rompe la barrera de la justificaci\u00f3n legal, la capacidad de vigilancia (y de sanci\u00f3n) es casi ilimitada.<\/p>\n
El inter\u00e9s de las \u00e9lites superiores en un sistema total de vigilancia, control y sanci\u00f3n es evidente. Se presenta y se presentar\u00e1 siempre como una operaci\u00f3n de “defensa de los vulnerables”, cuando en realidad es una forma de bloquear de ra\u00edz la posibilidad de que los que no tienen poder se conviertan en una amenaza para los que lo tienen.<\/p>\n
3.4) Despoblaci\u00f3n<\/strong><\/p>\n
Mientras que la vigilancia y el control pueden desactivar el peligro que supone el descontento de las masas (descontento que mientras est\u00e9 en un nivel bajo puede ser contenido por simples sistemas de distracci\u00f3n y entretenimiento), el problema que supone el excedente de poblaci\u00f3n econ\u00f3micamente “in\u00fatil y perjudicial” invoca otra tentaci\u00f3n, que no debe ser subestimada simplemente porque suena “escandalosa”. Los pa\u00edses que no tienen un marco ideol\u00f3gico liberal, como China, pueden permitirse tratar los temas de control demogr\u00e1fico de forma expl\u00edcita, como ocurri\u00f3 con la “pol\u00edtica del hijo \u00fanico”. En el Occidente liberal, esta posibilidad de debate abierto queda excluida, ya que exigir\u00eda sacar a la luz cuestiones embarazosas (empezando por el “consumo conspicuo”) para las \u00e9lites. Pero esto no significa que la tentaci\u00f3n de intervenir desde arriba no est\u00e9 presente.<\/p>\n
Sobre esta cuesti\u00f3n es imposible ir m\u00e1s all\u00e1 de las conjeturas e inferencias, pero subestimar la tentaci\u00f3n del uso clandestino de soluciones tecnol\u00f3gicas para limitar la fecundidad o aumentar la mortalidad (preferentemente para los que ya no est\u00e1n en edad de trabajar) ser\u00eda un error.<\/p>\n
3.5) \u00bfNeofeudalismo o distop\u00eda totalitaria?<\/strong><\/p>\n
Todas las “soluciones” anteriores se mantienen dentro del marco capitalista, con sus mecanismos y contradicciones internas. Esto significa que, en esencia, siempre est\u00e1n presionando para ganar tiempo ralentizando ciertos procesos, o haciendo retroceder las manecillas del reloj hist\u00f3rico. Una salida radical del modelo capitalista por parte del poder capitalista s\u00f3lo es concebible con la promesa de cristalizar las relaciones de poder actuales (una salida en direcci\u00f3n a una democracia socialista no es por tanto especialmente popular).<\/p>\n
En un marco de capitalismo financiero como el contempor\u00e1neo, las concreciones del poder pueden ser tenues, porque una determinada capitalizaci\u00f3n depende ante todo de las expectativas de consumo. Quienes poseen grandes cantidades de liquidez poseen un poder adquisitivo potencial que depende totalmente de las perspectivas de disponibilidad de activos y de la confianza del p\u00fablico en los t\u00edtulos de cr\u00e9dito. Este poder es el mismo que ejerce un billete de banco, un objeto virtual que puede convertirse en papel de desecho en el momento en que ya no se considere capaz de mediar en el suministro de bienes. Por eso, por la necesidad de cuidar las apariencias, las expectativas, el capitalismo financiero debe prestar especial atenci\u00f3n a la gobernanza del aparato medi\u00e1tico. Pero, en cualquier caso, la gobernanza de las expectativas tiene l\u00edmites, ya que los propios mecanismos de la competencia econ\u00f3mica generan constantemente trastornos desestabilizadores.<\/p>\n
En el mundo capitalista, el poder “l\u00edquido” es mucho m\u00e1s poderoso (debido a su m\u00e1xima movilidad y transformabilidad) que cualquier poder “s\u00f3lido” (la propiedad de bienes reales). Sin embargo, los activos reales confieren una estabilidad a largo plazo que el capital l\u00edquido no permite. Por lo tanto, la perspectiva de una posible salida “postapocal\u00edptica” del modelo capitalista con sus contradicciones s\u00f3lo es concebible, para las \u00e9lites de la c\u00faspide, en t\u00e9rminos de una transici\u00f3n hacia una especie de “neofeudalismo”, en el que el poder l\u00edquido se transforme de nuevo en propiedad material (tierra, bienes inmuebles, armamento, tecnolog\u00eda, etc.).<\/p>\n
Sin embargo, aqu\u00ed surge un problema que cambia completamente el panorama. El feudalismo hist\u00f3rico funcionaba sobre la base de un sistema de legitimaci\u00f3n (incluida la legitimaci\u00f3n a la propiedad) dependiente de la tradici\u00f3n y la religi\u00f3n. El mundo actual ha barrido ambos factores como conferidores de legitimidad. As\u00ed que la pregunta aqu\u00ed es: \u00bfc\u00f3mo podr\u00eda funcionar un sistema de legitimaci\u00f3n del poder y la propiedad en un “neofeudalismo” desprovisto de tradici\u00f3n y religi\u00f3n?<\/p>\n
El poder en la historia de la humanidad siempre ha estado, incluso en las culturas m\u00e1s autoritarias, determinado por el reconocimiento medio de la legitimidad del poder. Mientras la mayor\u00eda reconoc\u00eda o al menos no impugnaba la legitimidad de un poder, \u00e9ste segu\u00eda siendo funcional. Este poder funcionaba transmiti\u00e9ndose con continuidad, por pasos intermedios, desde la cima hasta la base (del rey a los vasallos, de los se\u00f1ores feudales a los caballeros, a los campesinos y a los siervos). Por lo tanto, esta forma de poder siempre tiene una conexi\u00f3n humana, en la esfera del reconocimiento. Pero si se pierde la propia matriz de legitimaci\u00f3n, \u00bfc\u00f3mo puede ejercerse el poder de forma capilar, desde arriba hacia abajo? En un sistema capitalista, la riqueza es poder sin necesidad de reconocimiento porque el poder se reconoce como poder adquisitivo, garantizado por el sistema econ\u00f3mico. Si el sistema se rompe, esa forma de reconocimiento del poder impersonal se rompe. \u00bfC\u00f3mo podr\u00eda funcionar un nuevo poder sin el reconocimiento de la legitimidad?<\/p>\n
T\u00e9cnicamente, la respuesta es sencilla: tendr\u00eda que suplantar el poder de los “medios” representados por el dinero con otro medio externo adecuado. Concretamente, la perspectiva m\u00e1s plausible es que esto se haga a trav\u00e9s de la manipulaci\u00f3n de los medios para infundir miedo, un miedo que unos pocos deben ser capaces de infundir directamente en los muchos.<\/p>\n
Tal perspectiva era inaccesible en el pasado, pero el progreso tecnol\u00f3gico ha alimentado durante mucho tiempo esta posibilidad, es decir, la posibilidad, mediante la potenciaci\u00f3n de los efectos, de que un centro circunscrito se imponga a la multitud. Una espada pod\u00eda imponerse a tal vez cinco personas desarmadas, una pistola a diez, una bomba a mil; y con el aumento t\u00e9cnico de su poder, la dificultad de su uso tambi\u00e9n ha disminuido: hoy es m\u00e1s f\u00e1cil detonar una bomba que antes blandir una espada. Pero no debemos imaginar el poder tecnol\u00f3gico simplemente como el ejercicio de la fuerza bruta. Pensemos m\u00e1s bien en una situaci\u00f3n actual como la existencia de semillas modificadas gen\u00e9ticamente que no permiten que sus semillas sean replantadas para la siguiente cosecha, obligando a comprarlas a un proveedor central. El fondo de este mecanismo de poder es sencillo: se trata de hacer que un grupo dependa estructuralmente, para su propia existencia, del acceso a una tecnolog\u00eda que no es reproducible de forma aut\u00f3noma, sino administrada de forma centralizada. Se pueden inventar numerosos mecanismos de este tipo, basta con hacer depender a las personas de un bien tecnol\u00f3gicamente escaso y no reproducible de forma aut\u00f3noma (\u00bfuna terapia?). En principio, este mecanismo puede permitir que el poder se ejerza de forma directa, “neofeudal”, sin necesidad de mecanismos de intermediaci\u00f3n y legitimaci\u00f3n.<\/p>\n
Una \u00faltima observaci\u00f3n: hablar aqu\u00ed de “neofeudalismo” es una expresi\u00f3n enga\u00f1osa. Estamos ante un sistema en el que, s\u00ed, se tratar\u00eda de una sociedad jer\u00e1rquica cerrada, como el feudalismo, basada en poderes y propiedades reales, y no l\u00edquidas, pero todos los dem\u00e1s aspectos son profundamente diferentes y no en un sentido mejor. Ser\u00eda un mundo en el que una casta superior ejerce su poder a trav\u00e9s del miedo, habiendo sustituido, como fuente \u00faltima de autoridad, lo que en el feudalismo era Dios, por la Tecnolog\u00eda. Ser\u00eda una sociedad de mando directo, no mediada por ninguna adhesi\u00f3n ideol\u00f3gica, una sociedad que rinde culto a la eficiencia t\u00e9cnica y que concibe la infrahumanidad fuera de la casta superior como materia prima de la que se puede disponer a voluntad.<\/p>\n
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\n\nAndrea Zhok, 18 de noviembre de 2022<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\nFuente<\/a><\/p>\n
Fuente al Espanol<\/a>, republicado por Red Internacional<\/a><\/p>\n
Traduccion de Enric Ravello Barber<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
“Una era en la que una casta superior ejerce su poder a trav\u00e9s del miedo, habiendo sustituido, como fuente \u00faltima de autoridad, lo que en el feudalismo era Dios, por la Tecnolog\u00eda. Ser\u00eda una sociedad de mando directo, no mediada por ninguna adhesi\u00f3n ideol\u00f3gica, una sociedad que rinde culto a...<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":10673,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[1376,1381,1366],"tags":[],"class_list":["post-10672","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-analisis","category-ingenieria_social-propaganda-minorias-genero-cambio_climatico","category-all"],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/10672","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=10672"}],"version-history":[{"count":4,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/10672\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":10677,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/10672\/revisions\/10677"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/media\/10673"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=10672"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=10672"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/redinternacional.net\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=10672"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}