No digas ‘E.P.S.T.E.I.N.’ – por Gilad Atzmon

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En Gran Bretaña se nos aconseja no pronunciar el sonido fonético construido por las siguientes letras: R.O.T.H.S.C.H.I.L.D. ya que esta palabra -y el poder mundial asociado con ella- podría dar una mala, y equivocada, imagen de los judíos y podría, también, producir muchas susceptibilidades. Supongo que este es un pedido razonable dado que a todos nos gustaría vivir en un mundo tolerante donde la gente se ame y se respete entre sí.

Pero las reglas se volvieron un poco más complicadas esta semana con el arresto, el día de ayer, del delincuente sexual registrado Jeffrey Epstein. Huelga decir que Epstein es un nombre judío y que la extensa y repugnante actividad del tráfico sexual de menores y el poder asociado con las actividades de Epstein, podrían, potencialmente, dar una mala –y errónea- imagen de los judíos. Sugiero que las personas “bien intencionadas” del mundo nunca más vuelvan a pronunciar el sonido producido por las siguientes letras: E.P.S.T.E.I.N para evitar la posibilidad de ofender a los judíos o presentarlos bajo la luz equivocada. La lista continúa con: W.E.I.N.S.T.E.I.N., una palabra que también debería ser erradicada de su léxico. Sin embargo, no se necesita eliminar cada “stein”. Es más que bienvenido referirse a Albert Einstein y alabarlo como judío. Del mismo modo, siéntase libre de alabar el genio cinematográfico de Sergei Eisenstein y, por favor, consulte su origen étnico mientras lo hace.

Lord Janner, quien ha sido acusado de ser un “abusador de menores en serie”, también puede ser una figura problemática para los judíos británicos como ex presidente de la Junta de Diputados de los Judíos Británicos (BOD por sus siglas en inglés), un organismo que afirma “representar a la judería británica”. Janner también fundó el “Holocaust Memorial Trust”, al tiempo en que, supuestamente, infligió el más grave de los traumas a inocentes niños británicos. Los no-judíos  nunca deberían producir el sonido fonético creado por las siguientes letras: J.A.N.N.E.R.

Simplemente como medida de precaución, sugiero que eliminemos la palabra ‘green’ (NdT: verde) del idioma inglés y, como medida de seguridad adicional, probablemente también deberíamos eliminar este color del espectro de luz, ya que su sonido puede evocar algunos pensamientos incómodos sobre Sir Philip Green, quien, realmente, no se preocupa mucho por los pensionistas y quien, además, ha sido asociado con reclamos de acoso sexual y racismo.

Mientras tanto, los no-judíos en general y los británicos en particular, no deberían estar molestos por estas profilácticas medidas preventivas, pues estas reglas no les prohíben especular sobre el Príncipe Andrew y su supuesta relación con E.P.S.T.E.I.N ya que, una medida de tal naturaleza, solo generaría dudas que terminarían afectando la imagen de la Familia Real. Afortunadamente, a los británicos todavía se les permite chismear sobre las supuestas desviaciones y aventuras sexuales de su aristocracia.

Gilad Atzmon, 8 julio 2019

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Fuente original

Traducido originalmente al espanol por Red Internacional

Republicado en ingles aqui

Traduccion al frances

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