“Los judíos no se preocupan mucho del Brexit” – por Gilad Atzmon

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El “Brexit” y la oligarquía judía.

Gran Bretaña votó para abandonar la UE. Las causas de este resultado se conocen desde hace un tiempo. Más de la mitad de los británicos están consternados por el nivel de inmigración, el multiculturalismo, la falta de oportunidades laborales, el capitalismo global, la evaporación de la industria y una burbuja inmobiliaria que deja a la mayoría de los jóvenes británicos sin perspectivas de un futuro digno.

El Brexit era una salida para estas legítimas frustraciones. Sin embargo, los síntomas problemáticos mencionados anteriormente tienen poco que ver con la UE o con Bruselas. Su causa está en otra parte.

La inmigración y el multiculturalismo (es decir, la ideología diseñada para suprimir la expresión del chovinismo) son parte integral de la ideología marxista cultural. Gran Bretaña, al igual que el resto de Occidente, ha sido objeto de un paradigma invasivo y brutal diseñado para viciar a la clase obrera. Inundar Gran Bretaña con la inmigración fue un acto político consciente empujado por la izquierda judía y el lobby judío.

Esto es explicable. Los judíos tienen buenas razones para tener miedo de las clases trabajadoras. Históricamente, ha sido la clase trabajadora la que se ha vuelto contra los judíos. Romper la sociedad en segmentos fragmentados y diversos es de forma transparente un interés de la izquierda judía. Cuando una sociedad se divide en una multiplicidad de tribus e identidades, los judíos se convierten simplemente en una tribu entre muchas.

Yo mismo soy un inmigrante y no un activista contra la inmigración. Sin embargo, en una cierta etapa en la década de 2000, mi Orient House Ensemble (banda de jazz de Atzmon) se componía de siete inmigrantes y un británico nativo. Estábamos israelíes, un palestino, un rumano y un moldavo. En su momento nuestro conjunto ganó todos los premios musicales británicos. Fuimos uno de los favoritos de la BBC y álbum del año de The Guardian. Éramos héroes de la multiculturalidad y el símbolo de una nueva sociedad británica ‘tolerante’. El British Council nos envió por todo el mundo para promover esos ideales. Esto no duró mucho tiempo. Capté rápidamente el programa subyacente. Como los que me conocen pueden esperar, no mantuve la boca cerrada.

Con el Brexit, los británicos votaron en contra de la inmigración. Pero salir de la UE puede no ser la respuesta para su situación. Examinar los elementos y las ideologías que plantaron las políticas a favor de la inmigración y el multiculturalismo puede ser la mejor manera de avanzar.

La demografía de la consulta sugiere que es principalmente la gente trabajadora británica la que quiere salir de la UE. En las últimas cuatro décadas han visto extinguirse la industria. Vieron una burbuja económica que dejó a muchos de ellos empobrecidos y fuera de su propia casa. Pero no fue  realmente la UE la que causó todo esto, y salir de la UE puede no mejorar las cosas.

Milton Friedman, que enseñó la filosofía del “libre mercado” a Margaret Thatcher, nunca vivió en Bruselas. Friedman creía en la economía de servicios. También creía que el capitalismo no era sólo una gran idea, sino que también era muy buena para los judíos. Goldman Sachs, George Soros y otros que irresponsablemente destruyen un país tras otro tampoco forman parte del Gobierno de Bruselas. El voto británico era en realidad un voto en contra de Goldman Sachs, Soros, Friedman y el marxismo cultural, pero la mayoría de ellos no lo saben todavía.

Ayer los británicos demostraron, una vez más, que son un pueblo valiente. Ellos tomaron una decisión que entendían podría causar serias dificultades a su sociedad. Sabiendo esto, marcharon al Brexit con orgullo y admiro su coraje. Los británicos votaron en contra de la inmigración, los banksters, la economía global, la City y los dos partidos que han facilitado este desastre durante décadas. Sin embargo, los británicos no lograron atacar la causa raíz del problema. Salir de la UE no va a emanciparlos. Para la oligarquía judía, el Brexit es una alerta roja. “Las manos fuera” sería la estrategia más inteligente. ¿Pueden seguir este humilde consejo? Lo dudo.

La mayoría de los judíos británicos tienen poco que ver con ello. Liam Fox y Michael Gove, que estaban entre los líderes a favor del Brexit, son conocidos por ser servidores dedicados de los grupos de presión judíos. La prensa judía estaba bastante tranquila sobre el Brexit. Y algo muy importante, si los judíos británicos hubieran identificado que la llamada a salir de la UE de alguna manera estaba relacionada con el poder judío, la Banca judía o la izquierda judía pro-inmigración, habríamos visto la rápida formación de un movimiento “Judíos en favor del Brexit“. Esto es lo que los judíos hacen cuando detectan disidencia a su poder político, de inmediato forman los órganos que controlan la oposición.

Gilad Atzmon, 24 junio 2016

Fuente original

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