Las numerosas huellas del millonario George Soros en la ofensiva de la UE contra Hungría

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El Parlamento Europeo actua contra un estado miembro, Hungría, con unos argumentos que sorprenden por su fuerte carga ideológica.

>>>>>>>El Parlamento Europeo aprueba iniciar sanciones contra Hungría por violar las leyes de la UE

Los sucesores de los comunistas holandeses que apoyaron la invasión soviética de Hungría

Después de la investigación que he hecho para esta entrada, me pregunto: ¿quién manda en el Parlamento Europeo? Hay algunos datos llamativos que no he visto reflejados en ningún medio de comunicación. Esta ofensiva de la UE contra viene motivada por un informe (se puede leer aquí) de la eurodiputada holandesa Judith Sargentini. Esta eurodiputada pertenece al partido izquierdista y ecologista holandés GroenLinks, surgido en 1989 de la unión del Partido Comunista de los Países Bajos (CPN) con otros partidos izquierdistas. Se da la circunstancia de que en noviembre de 1956 el CPN apoyó la invasión soviética de Hungría, lo que motivó fuertes protestas ante la sede del partido en el edificio Felix Meritis en el Keizersgracht de Amsterdam, con manifestantes llamando “asesinos” a los comunistas. Seis décadas después, los GroenLinks, sucesores del CPN, siguen empeñados en imponer su ideología en Hungría.

El curioso concepto de democracia de los aliados de Sargentini

En el Parlamento Europeo, los GroenLinks forman parte de la Greens–European Free Alliance (EFA). En la Eurocámara uno de sus socios españoles es el Bloque Nacionalista Galego (BNG), formación separatista de ultraizquierda que apoya a la dictadura comunista de Cuba. Entre los socios parlamentarios españoles de los GroenLinks en esa alianza también están Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), partidos de ultraizquierda que en 2015 votaron en contra de una condena del Parlamento Europeo a la persecución de la oposición en Venezuela. En 2014, la propia Sargentini calificó de “peligroso” que USAID trabajase para “cambiar el régimen en Cuba”, obviando que ese régimen es una dictadura comunista que viola los derechos humanos. ¿Éstos son los que dan lecciones de democracia a Hungría?

Sargentini es una de las “aliadas confiables” de la fundación de Soros

En esta nueva ofensiva contra Hungría, los herederos del comunismo holandés han tenido un poderoso aliado: el multimillonario George Soros, conocido promotor de campañas izquierdistas en todo el mundo, especialmente las relacionadas con la promoción de la inmigración masiva y de las fronteras abiertas, y también con el debilitamiento de la soberanía nacional frente al creciente poder de organizaciones supranacionales como la UE y la ONU (según algunas fuentes, contribuyó al reciente proceso separatista en Cataluña). Hay un documento titulado Reliable allies in the European Parliament (2014 – 2019) (Aliados confiables en el Parlamento Europeo), publicado por la Open Society European Policy Institute, una organización fundada por George Soros. Da la casualidad de que Judith Sargentini, la autora de ese informe contra Hungría, aparece en la página 77. Es más: según señaló el medio húngaro About Hungary el año pasado, tres de los cinco miembros encargados de preparar el informe Sargentini son mencionados como “aliados confiables” por la fundación de Soros.

Sargentini elaboró su informe con diversas entidades vinculadas a Soros

No se acaban ahí las huellas de Soros en esta ofensiva de la UE contra Hungría. En la lista de organizaciones que han contribuido a ese informe Sargentini figuran las siguientes:

Repito mi pregunta: ¿quién manda en el Parlamento Europeo?

Garantías constitucionales: ¿hay un baremo para Hungría y otro para los demás?

En cuanto al contenido del informe Sargentini, hay cosas que son muy llamativas. Por ejemplo, la queja sobre que el procedimiento de inconstitucionalidad en Hungría “no prevea un plazo para llevar a cabo un examen de constitucionalidad y no tenga efectos suspensivos sobre los actos legislativos impugnados”. Esto mismo ocurre en España, donde un recurso de ese tipo no suspende la ley recurrida; en cuanto a los plazos, llevamos ocho años esperando que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre una ley, sin que hasta el momento haya el más mínimo indicio de respuesta. Tal vez a la UE no le ha importado porque la ley recurrida es la que convierte el aborto en un derecho. Por otra parte, algunos países miembros ni siquiera tienen un Tribunal Constitucional: es el caso de Francia y Países Bajos. En Francia esa función la ejerce un Consejo Constitucional compuesto por políticos, a su vez designados por el Presidente de la República, el Presidente de la Asamblea Nacional y el Presidente del Senado. En Holanda es el propio Parlamento el que revisa la constitucionalidad de las leyes que ese mismo Parlamento ha votado. ¿Críticas de la UE? Ni una.

¿Las TV privadas húngaras son las únicas partidistas de Europa?

El informe también se queja de la parcialidad de la televisión pública húngara, y lamenta incluso que los canales privados hagan una cobertura “partidista” de las elecciones y de que la última campaña electoral fuese “muy polarizada y desprovista de análisis críticos”. Leyendo estas críticas pensé que se trataba de una broma: ¿han visto las televisiones públicas de otros países de Europa? ¿Han visto otros canales privados? En España tenemos casos de manipulaciones obscenas en un ámbito y en el otro, pero la UE guarda silencio. ¿Tal vez porque los gobiernos españoles, a diferencia del gobierno húngaro, han sido obedientes a los mandatos del progresismo?

Independencia judicial: la descarada doble vara de medir de la UE

Las críticas que el informe Sargentini hace a la independencia judicial en Hungría son aplicables a muchos otros países. En Luxemburgo a los jueces los nombra el Gran Duque, que es el Jefe del Estado. Es el país de Juncker, el presidente de la UE, pero no he visto a nadie pidiéndole cuentas por ello. En Alemania y en España los miembros de sus Tribunales Constitucionales son designados por el Poder Legislativo. De igual forma, en España todos los vocales del Consejo General del Poder Judicial son elegidos por el Congreso y el Senado, es decir, por el poder político. ¿Alguna crítica de la UE al respecto? Ni una.

La UE pide más libertad de expresión en Hungría y el mismo día ataca la libertad en Internet

Muy llamativa es la crítica de la UE a la libertad de expresión en Hungría. Aunque soy español, tengo la sana costumbre de informarme sobre lo que ocurre en ese país a través de sus medios nacionales, y los hay de distintas tendencias. Nunca he visto un medio censurado por sus opiniones. De hecho, es la UE en ese informe la que critica que los medios privados húngaros sean “partidistas”: son privados y están en su derecho de ser todo lo partidistas que quieran (y la gente está en su derecho de no seguirlos ni eso no es de su agrado). La paradoja es que el mismo día que aprobaba ese informe contra Hungría, el Parlamento Europeo aprobó una nueva directiva para cargarse aún más la libertad en Internet, poniendo trabas a la difusión de noticias en las redes sociales. ¿Con qué autoridad moral critica a Hungría la misma UE que está adoptando medidas propias de una dictadura? Recordemos, además, que en otros países de la Unión, como por ejemplo España, se están aprobando leyes que limitan la libertad de expresión e incluso imponen la censura contra quienes no están de acuerdo con la ideología de género.

¿Que Hungría defienda la familia la hace menos democrática?

De hecho, esa misma censura se observa en el informa de la eurodiputada holandesa, cuando critica que en Hungría haya libros de texto que “siguen recogiendo estereotipos sexistas, que presentan a las mujeres como madres y esposas”. ¿Qué hay que hacer para complacer a la UE, ocultar a las madres y censurar toda referencia a la maternidad? Otro de los puntos del informe, nuevamente cargado con los prejuicios ideológicos de la eurodiputada holandesa, afirma que la definición de familia que hace la Constitución húngara de 2011 se basa en “creencias conservadoras”.

¿Y qué dice esa Constitución? Esto es lo que afirma su Artículo L: “Hungría protegerá la institución del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer establecida por decisión voluntaria, y la familia como la base de la supervivencia de la nación”. Debe haber muchísimos conservadores en el mundo, incluso entre la izquierda, ya que ésta es la familia como la entiende la amplia mayoría de la humanidad. ¿Por qué Hungría ha de censurarla, para dar satisfacción a los que defienden una ideología de género que ya en sus orígenes abominaba de la familia? Lean a Shulamith Firestone, una de las fundadoras de esa ideología, hablando de “la tiranía de la familia biológica” y proponiendo: “A menos que la revolución arranque de cuajo la organización social básica -la familia biológica, el vínculo a través del cual la psicología del poder puede siempre subsistir clandestinamente-, el germen parasitario de la explotación jamás será aniquilado”. ¿Son estas majaderías marxistas las que según la UE deben aparecer en la Constitución húngara?

La UE parece empeñada en convertirse en una nueva URSS para Hungría

Podría extenderme más, pero éstos y otros puntos han sido tratados por Francisco José Contreras, catedrático de Filosofía del Derecho en la Universidad de Sevilla, en un brillante artículo publicado en Actuall, en el que desmonta debidamente las críticas hechas por la UE a Hungría. Os recomiendo su lectura. En él Contreras señala lo siguiente: “la agenda de Orban entra en rotunda colisión con el proyecto neomarxista de ideología de género, reivindicaciones LGTB, feminismo radical… Las chispas de ese choque brillan por todo el Informe Sargentini”. Tanto ésa como la cuestión migratoria son las claves de esta ofensiva de la UE contra Hungría. Con esta ofensiva la UE no está intentando mejorar la calidad democrática de Hungría. Esa es una débil excusa que queda en evidencia leyendo el informe Sargentini. Más bien, parece que la UE quiere ejercer sobre Hungría el mismo dominio ideológico que ejerció la URSS en ese país hasta 1989. Hay que recordar que el pasado mes de abril los húngaros ya manifestaron en las urnas, por abrumadora mayoría, su rechazo a esa Europa cada vez más soviética y menos democrática. Todo mi apoyo a Hungría desde España ante esta ofensiva contra su soberanía nacional.

‘Elentir Vigo’ (pseudónimo), 13 junio 2018

Fuente

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