La ONU en crisis

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La ONU llama a Georgia y Osetia del Sur (no dicea nada de Cataluña) a abstenerse de políticas separatistas.

El secretario general de la ONU, António Guterres, llamó a todas la partes del conflicto entre Georgia y Osetia del Sur a terminar la política divisoria y resolver las discrepancias a través del diálogo, declaró a la prensa el portavoz adjunto del alto cargo, Farhan Haq.

“Todas las partes interesadas deben prestar la atención prioritaria al avance a través de un diálogo debido y abstenerse de la política de división y de acciones unilaterales que puedan afectar negativamente la paz y la seguridad en la región”, dice un comunicado de Guterres citado por Haq.

El secretario general de la ONU destacó que el 10º aniversario de los acontecimientos en Osetia del Sur es “un recuerdo sobre la importancia de resolver este y otros conflictos duraderos en Europa”, lo que requiere “aumentar el compromiso de los sujetos correspondientes basándose en una voluntad política fuerte y la activación de los procesos de intermediación”.

Según Haq, Guterres llamó a todos los participantes de las discusiones internacionales de Ginebra a “ejercer un enfoque constructivo y prometedor que permita a este mecanismo insustituible cumplir con su mandato”.

Advirtió que, aunque las discusiones en Ginebra y el mecanismo de la prevención de incidentes contribuyeron considerablemente al reforzamiento de la estabilidad en los últimos años, todavía se queda mucho que hacer para resolver los problemas clave de seguridad y las cuestiones humanitarias, incluida la situación grave en la cual se encuentran actualmente muchos desplazados y refugiados.

Haq confirmó que la ONU seguirá apoyando a este mecanismo y trabajará con la UE y la OSCE para avanzar en todos los ámbitos.

Hace 10 años, el 8 de agosto de 2008, Georgia invadió Osetia del Sur y atacó con artillería pesada la capital Tsjinvali —entonces bajo la protección de las fuerzas de paz rusas y otros poblados.

Rusia envió sus tropas y tras cinco días de hostilidades expulsó a los militares georgianos de la república, y a finales de agosto del mismo año reconoció la independencia de dos antiguas autonomías georgianas, Osetia del Sur y Abjasia.

Los dos nuevos países también fueron reconocidos oficialmente por Nicaragua, Venezuela, Nauru y Siria.

 

Por qué el mundo puede quedarse sin la ONU

La ONU enfrenta una grave crisis financiera: no tiene fondos. Más de la mitad de los países miembros no pagan sus contribuciones, por lo que las Naciones Unidos tienen un déficit multimillonario y están en riesgo de caer en bancarrota. ¿Qué está detrás de esta crisis de la organización internacional más grande del mundo?

Para el 30 de junio, de los 193 países que forman parte de la ONU, solo 112 Estados transfirieron el monto correspondiente a su contribución —la cuota que cada miembro debe pagar para sufragar los gastos de la organización-. El déficit presupuestario alcanzó los 138 millones de dólares.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirmó, en una carta dirigida a varios Estados, que la organización ha luchado con los problemas financieros durante mucho tiempo, pero que la actual situación no tiene precedentes. Según el alto funcionario, la ONU “nunca se ha enfrentado a una escasez de fondos similar a comienzos del año calendario”.

“Ahora se estudian todas las medidas posibles para reducir costos no relacionados con el mantenimiento del personal”, apuntó. Al mismo tiempo, advirtió que si la crisis continúa, la ONU no podrá cumplir con sus funciones clave.

“Esos medios modestos que tenemos a nuestra disposición simplemente no nos permiten responder a las solicitudes de asistencia de aquellos que lo necesitan”, señaló el secretario general.

Entre los países no contribuyentes se encuentran EEUU, Argentina, Siria, Venezuela y Bielorrusia. Por su parte, Estados Unidos aporta el 22% del presupuesto de la organización y aunque Washington tradicionalmente paga más tarde debido al comienzo de su año fiscal, esta vez el monto no será el mismo.

 

Sin el patrocinador principal

En 2017, la contribución de Washington fue de 610 millones de dólares, la más alta de las Naciones Unidas. En segundo lugar fue de Japón, con 268 millones. El patrocinador principal dio un golpe al presupuesto en diciembre y tomó la decisión de reducir su cuota a 285 millones.

La representante permanente de EEUU ante la ONU, NikkiHaley, explicó que la medida se debe a la “ineficiencia y el exceso de gasto de los fondos de la ONU”, así como por el deseo de fortalecer la disciplina y la responsabilidad de la organización.

Según los analistas, en las organizaciones internacionales estables y viables existe una regla: quién paga, establece las reglas. Sin embargo, en la ONU esto no es así: un país, un voto.

“El sistema de toma de decisiones en la ONU es tal que los países que son de poca importancia en el ámbito internacional son desproporcionadamente pesados y sus acciones a menudo provocan el enfado de aquellos que básicamente sostienen estas estructuras”, opina Serguéi Jestanov, asesor de la compañía OtkritieBroker.

 

Burocracia excesiva

Los expertos señalan otro factor: la excesiva burocratización de la ONU. Sin los pagos, los Estados de hecho impulsan una reforma de una organización que ha perdido gradualmente su rol.

“Hay mucho personal y mucha gente con grandes sueldos que se dedican al papeleo. La toma de decisiones se extiende por meses”, destaca Jestanov.

“Los problemas de la ONU comenzaron hace mucho y está claro que ahora esta organización no le interesa a EEUU. Por eso no quieren financiarla. Lo más probable es que, en este contexto de problemas financieros, los Estados logren reformular la ONU”, apunta Mijaíl Beliáev, economista jefe del Instituto del Mercado de Valores y Gestión. Según el analista, es posible que de la ONU nazca otra organización basada en los BRICS, y no se sabe si Estados Unidos se unirá a ella.

 

El mundo se queda sin su coordinador

Los observadores consideran que lo que está ocurriendo en la ONU es una manifestación en el sector financiero de la crisis política. La organización ha perdido su papel de coordinador, en parte debido a que el mundo se encuentra en otra etapa de las relaciones internacionales. Lo mismo sucedió con el predecesor de la ONU, la Liga de Naciones, que dejó de existir poco después de la Segunda Guerra Mundial.

“Entramos en una era donde el consenso y el neoliberalismo de Washington son reemplazados por un nuevo mercantilismo: la lucha por los mercados extranjeros, la expulsión de productos extranjeros del mercado interno. Aquí la ONU no ayuda”, explica Vasili Koltashov, jefe del Centro de Estudios de Economía Política.

El analista cree que probablemente surgirá la necesidad de una nueva estructura de coordinación debido al agravamiento de las relaciones entre algunos países influyentes, como es el caso de EEUU y China o de EEUU y la UE.

“La importancia de la ONU seguirá disminuyendo hasta que en la arena política no aparezcan nuevos centros de poder interesados en llegar a un acuerdo”, concluye el experto.

Compilado por EED, 8 agosto 2018

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