Bilderberg n°66: Inquietudes del globalismo plutocrático – por Diego Pappalardo

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Para ir uniformando a las élites occidentales con el claro objetivo de no perder espacio y poder, desde segmentos del Atlantismo se fraguó en la década de 1950 la creación del Grupo Bilderberg, uniendo las élites anglo-estadounidenses y sus pares  de Alemania, Italia y Francia, las cuales tenían una marcada influencia en el Vaticano. Desde aquellos años, Bilderberg efectúa anualmente sus reuniones en lugares de Europa y de América del Norte.

El Comité Directivo del Club tiene 33 miembros presidido por el empresario francés globalista Henri de Castries y acompañado en la dirección por la banquera española Ana Patricia Botín, Paul Achleitner -presidente del Deutsche Bank-, José M. Durão Barroso-chairman de Goldman Sachs International-, Kenneth M. Jacobs – de la banca Lazard-, Radosław Sikorski -exministro polaco-, Zanny Minton Beddoes -redactora jefe de la publicación The Economist-, John Elkann -sucesor del emporio Agnelli-, Peter Thiel -Thiel Capital-,  entre otros.

Entre los antiguos miembros del Comité Directivo y de la sección permanentes del Club, se registran los nombres del Príncipe Bernardo de los Países Bajos, David Rockefeller, el Barón Peter Carrington, Joseph H. Retinger, Umberto Agnelli, Henry Kissinger, Edmond de Rothschild, Sharon Percy Rockefeller, Romano Prodi, James A. Perkins, Robert Zoellick y los españoles Jaime Carvajal y Urquijo, Matías Rodríguez Inciarte, José Luis Cebrián y Ana Botín.

En 2018, el exclusivo y elitista Club Bilderberg lleva a cabo su conferencia número 66 en la ciudad italiana de Turín. El complejo que alberga la reunión de banqueros, estrategas geopolíticos, ejecutivos de empresas transnacionales, académicos, políticos, militares, agentes de inteligencia y periodistas es el hotel NH Torino Lingotto Congress. Desde el jueves 7 hasta el domingo 10 de junio, los integrantes de la Comisión Directiva, de la membresía fija y de invitados pertenecientes a 23 países, departirán el temario público preestablecido pero también concertarán veladamente una agenda que contenga relaciones de poder y procedimientos para poner en práctica; se establecerán fracturas y/o acordadas, ungimientos y deposiciones, persuasiones  y condenas fulminantes.

La asistencia al capítulo es restringida y sus discusiones se mantienen en reserva, pero el Club enumeró los  tópicos que generalmente tratarán los intervinientes, a saber: el Populismo en Europa, el desafío de la desigualdad, el futuro del trabajo, la Inteligencia artificial, la computación cuántica. También serán de debate la situación en los Estados Unidos, su liderazgo mundial, el libre comercio, Rusia, la relación de tensión y conflicto entre Arabia Saudita e Irán, el mundo de la posverdad y otros hechos vibrantes de la política internacional.

Entre los que acuden al hotel NH Torino Linotto Congress están, aparte del Cómité de gestión: Henry Kissinger, el Cardenal Pietro Parolin, Albert Rivera Díaz, Williams J. Burns, Mark J. Carney, Vittorio Colao, Ana Brnabic, John Hickenlooper, Ursula von der Leyen,  Bernard Émié, Charles Michel, Dambisa Moyo, François-Philippe Champagne, Jens Stoltenberg, Gerhard Zeiler, Matthew Turpin, Mehmet Simsek, Soraya Sáenz de Santamaría, Niall Ferguson, Paula Amorim, Eamonn Brennan, Jared Cohen, Paschal Luke Donohoe, Vidar Helgesen, Wolfgang Ischinger, Jüri Ratas, Greg Hajdarowicz, Günther Oettinger, entre muchos otros.

No nos resulta extraña la presencia del Cardenal Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, ya que componentes de determinadas esferas  vaticanistas han mantenido conexión con el foro transnacional desde su fundación. Entre los invitados de este año no hay rusos, aunque la situación de Rusia en el orden mundial sigue siendo un tema álgido para los bilderberianos. En otras ediciones sí estuvieron figuras rusas como Grigory Yavlinsky,  Anatoli  Chubáis y Sergei Guriev. En la asociación internacionalista Bilderberg hay mucho dinero pero a su alrededor  también hay muchos mitos. No tiene la naturaleza ni la función de un súper gobierno en la sombra, es una plataforma que aglutina y direcciona a las élites capitalistas conforme a una agenda de hegemonía. Prácticamente el aroma aristocrático de sus tiempos fundacionales se evaporó.

Es una estructura de poder real pero su gravitación en la administración de los procesos globales está menguando progresivamente. No todo lo que se acuerda en Bilderberg se hace realidad. Pese a que el Club supranacional pretende sustentar y ahondar la globalización centrada en las finanzas e instrumentar con máxima efectividad el esquema Soros, no podrá evitar la ampliación de la divergencia existente entre el Proyecto Trump y los componentes del sistema Bilderberg. El actual ocupante de la Casa Blanca está conectado a corporaciones capitalistas pero no está enlazado a la agenda Bilderberg.

El invitado Gobernador de Colorado, John Hickenlooper, está siendo verificado para ser contendiente presidencial en las elecciones de 2020 para desalojar a Trump del 1600 Pennsylvania Avenue de Washington. De igual forma, el conglomerado atlantista bilderberiano no podrá bloquear el ascenso de Rusia como hegemon global y  los populismos y la praxis de los antagonistas del mundialismo no serán desacelerados por la embestida combinada de la inteligencia artificial, la información cuántica, el control de las redes sociales y el realce de los medios de comunicación convencionales.

La edición 2018 de Bilderberg se desarrolla en  una situación mundial con sismos tectónicos en la geopolítica internacional y una manifiesta guerra entre clanes capitalistas en medio de cambios de fase de la Historia.

Diego Pappalardo, 8 junio 2018

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