Colombia: un país estratégico donde fallan los acuerdos de paz

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Contextualización de la situación actual del histórico conflicto social armado colombiano visto desde un punto de vista geoestratégico, el que ha sido poco desarrollado en los análisis generales realizados hasta ahora sobre Colombia, los que han privilegiado un abundantísimo análisis Local (microscopio) que han menospreciado el determinante análisis Global (telescopio).

Lo primero que hay que decir es que el actual conflicto colombiano enmascarado desde sus inicios como un conflicto ideológico de la guerra fría contra el comunismo, se enraíza profundamente en la excepcional situación geoestratégica que ocupa Colombia en el continente americano, y en la medida que sus clases dominantes (oligarquía) se han trasnacionalizado, se puede decir sin lugar a equívocos que en la actualidad es un conflicto persistente, parte ya de la conflictividad Global.

1- Colombia es una esquina privilegiada en Suramérica, con acceso a dos mares, el Caribe y el océano Pacifico, y a través de estas vías de agua con los innumerables países que tienen costas en ellos. Tiene 3 cordilleras con dos muy fértiles valles interandinos donde se concentran las principales ciudades colombianas y por ende es parte de la importante Región llamada “Andina”. Tiene además una importante porción en la “llanura del Orinoco” es decir en el exuberante reservorio geológico llamado “escudo de la Guayana”. Además, posee una importante porción de la selva amazónica con acceso a los ríos que confluyen en el mar interior amazónico. Y algo más excepcional, a través del rio Putumayo y de la “garganta geológica” (angostamiento y disminución de la altitud que tiene la cordillera de los Andes en la frontera de Colombia con Ecuador) en el trayecto carreteable en ambos países entre Puerto Asís (Nueva Loja) a Tumaco (San Lorenzo), existe ya una fluida y activa comunicación de la Región Amazónica con los puertos del océano Pacífico. No fue por azar que el archiconocido Plan Colombia en sus primeras versiones de 1997, convirtiera esta zona geográfica en un objetivo militar prioritario.

2- Esta posición “esquinera” de Colombia ha actuado como un determinante en los planes geoestratégicos de quienes si tienen una mirada Global y continental de sus intereses. Y es la razón por la cual el gobierno y el US Army hayan establecido 7 grandes bases militares en la geografía colombiana (las que están activas a pesar de los procesos de paz en curso) y que el gobierno estadounidense tenga actualmente cerca de mil (1.000) militares además de 800 “contratistas privados” que asesoran a la cúpula de ejército de Colombia, el que como se sabe, tiene medio millón de hombres/arma, consume el 6% del PIB de todos los colombianos y para el 2018 tenga asignado un presupuesto de 12,5 billones de pesos. Explica también por qué Colombia sigue siendo el tercer receptor de ayuda militar del gobierno de los EEUU, después de Israel y Egipto.

3-Así mismo ilustra el por qué el Estado colombiano sea el UNICO país de América que tenga un “acuerdo de seguridad e información” con la OTAN, firmado el 25 de junio de 2013 y ratificado el 12 de agosto de 1014 por el corrupto parlamento colombiano con 81 votos a favor. Es decir que “constitucionalmente” está vigente y en su fase de implementación secreta.

4- También nos sirve para aclarar por qué a partir de 1964/65, cuando se da la agresión militar “anticomunista” contra las regiones de Marquetalia-Pato (que da origen a las Farc-EP) Carare-Opón (al ELN) y alto Sinú-San Jorge (al EPL), se selló la alianza frente nacionalista de clases dominantes para conformar en la supra estructura de la sociedad colombiana un envoltorio jurídico político militar e ideológico en la forma de un Bloque de Poder dominante, cuya característica, persistente hasta hoy día, es la Contrainsurgencia (BPCi)

¿Pero, qué intereses protege toda esta panoplia?

4- Veamos algunos datos: Colombia es el MAYOR productor de Carbón de Suramérica. Es el tercer productor de petróleo suramericano después de venezuela y brasil. es el cuarto productor mundial de oro. Es un importante productor mundial de Platino, Tungsteno, Uranio y del nuevo “oro pardo” para la electrónica o Coltán (la explotación minera actualmente dispone “formalmente” en Colombia de un millón de hectáreas de tierra). Así mismo, debido a su ilimitada “bio diversidad” vegetal, animal y humana, es una fuente inagotable de recursos para la floreciente y próspera “industria genética”.

5- Igualmente, en Colombia, debido al histórico e insoluble problema de la desigual distribución y al despojo narcoparamilitar de la tierra: Primero, se convirtió (a partir de la década de los 70 del siglo pasado) no solo en cultivador de coca sino en exportador de cocaína, a tal punto que hoy después del Acuerdo de paz de la Habana y según datos de la DEA, la superficie de sembrados de coca pasa de las 200 mil hectáreas, razón que ha llevado al actual gobierno estadounidense de Trump a reactivar agresivamente su “guerra contra las drogas”, y ha hecho decir al General José A Mejía comandante de las FFMM de Colombia (20. 04. 2018) que “mientras exista el cultivo de coca no habrá paz en Colombia” (1). Y segundo, la feraz tierra colombiana también se ha convertido en un apetecido recurso natural para los llamados agronegocios masivos, tales como la palma aceitera, la caña de azúcar, banano, cacao, maderas, etc.

Asistimos a la transformación del llamado “conflicto interno” de Colombia:

El anterior conflicto que tuvo como origen la lucha de masas contra el latifundio atrasado y premoderno articulado con el capitalismo en proceso de desarrollo y transnacionalización; hoy ha sido rebasado por una combinación explosiva de “intereses Globales” contradictorios, generados por el desarrollo socio económico y político de la sociedad colombiana:1) Tierra. 2) Coca-cocaína. 3) Extractivismo minero energético. 4) Bio diversidad. 5) Contrainsurgencia.

6- Pero no es todo; a lo anterior podemos agregar los inmensos intereses económicos Globales que a partir del Acuerdo de paz de la Habana han entrado a potenciar la contradicción Global/Local en Colombia, generando una verdadera danza de los millones y fortaleciendo aún más al dios Atlas de la corrupción, quien hoy lleva sobre sus hombros a la sociedad colombiana:

El presidente Santos, quien no es como se ha querido mostrar un traidor a su clase, ni a nadie, sino un pérfido ludópata servidor de su clase social transnacional (2), sabiendo lo exhaustas que se hallaban las arcas públicas supo ilusionar la codicia de la llamada comunidad financiera mundial, vendiéndole la oportunidad de negocios, prestamos, donaciones, e inversiones que se irían a generar en el país con la firma del Acuerdo de paz con la guerrilla de las Farc-EP.

Fue así como para tal efecto creó en 2014 el frondoso ministerio del post conflicto, poniendo en su dirección un año después, al conocido Liberal Contrainsurgente Rafael Pardo, ministro de defensa de Cesar Gaviria, quien, en vísperas de la Constituyente de diciembre/1990 ordenó el bombardeo al secretariado de las Farc-EP en Casa Verde; reforzándolo con su alter ego Eduardo Díaz, gerente de la caja menor del presidente Samper durante el proceso 8.000. Su eficiencia burocrática les ha permitido obtener “fondos para el post conflicto de Colombia” por un monto de algo más de tres mil (3.000) millones de US dólares, en el cual, además de los fondos de EEUU para el Plan Colombia participan con diferentes prestamos, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Europeo, Banco interamericano de Desarrollo (Colombia sostenible) el fondo de la ONU para el postconflicto de Colombia y, la llamada Cooperación Internacional. Un desglose preciso de todos estos montos sería de gran utilidad.

Pero la burbuja duró poco. El 4 de abril pasado como una aclaración de porqué los recursos para implementar el Acuerdo de la Habana no llegaban a su destino, estalló otro escándalo sobre la corrupción en los “fondos para la paz” por una cifra cercana a los 11 mil millones de pesos (lo escribo en letras porque resulta imposible escribir todos esos ceros) al extremo de que se habla de “un cartel para los dineros de la paz ”(3) Complementado con otro desfalco paralelo por 20 mil millones de pesos en los fondos de las FFMM. (4)

7- Si a lo anterior se agregan los preocupantes datos sobre las disidencias y la guachificación de las Farc. El fusilamiento “sistemático” de 400 líderes sociales y de 56 desmovilizados de las Farc-EP junto con algunos de sus familiares. La situación “de orden público” que el Estado colombiano no ha podido controlar como lo sucedido en las zonas fronterizas de Venezuela o en el Ecuador (que motivaron la expulsión de este país de la mesa de diálogos Estado colombiano-ELN). La sujeción total de la Fiscalía de NH Martínez a la justicia estadounidense para usar políticamente el garrote neocolonial de la extradición contra el proceso de paz con el montaje contra Santrich, uno de los arquitectos del Acuerdo de la Habana. Así como los inciertos pronósticos electorales para las elecciones presidenciales del 27 de mayo próximo, donde muy posiblemente gane el candidato del programa para hacer trizas el Acuerdo de la Habana, resulta realista ver cómo el proceso de paz de Colombia va convirtiéndose (una vez más) en un proceso fallido y cómo, el haber cambiado armas por curules privilegiadas y no armas por cambios estructurales en la sociedad, amenazan un nuevo ciclo de violencia difusa, caótica y talvez más deletérea que las sufridas hasta ahora, frente a lo cual ya no es posible pasar desapercibido.

Alberto Pinzón Sánchez, 24 mayo 2018

Fuente

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