Los misiles ‘bonitos’, ‘inteligentes’ de Trump no han superado el examen de Siria

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Aparte de la comedia bufa, no cabe duda que el dato más sorprendente del bombardeo del sábado contra Siria es el porcentaje de misiles “inteligentes” derribados por una defensa antiaérea siria absolutamente obsoleta.

Algo no está claro, y lo primero que hay que sospechar es que se trata de una afirmación propagandística por parte del gobierno de Damasco, ya que Trump dio la misión por cumplida con el cien por ciento de aciertos.

¿Miente Trump o miente Bashar Al-Assad? Todo conduce a pensar que quien miente es el sirio… Pero resulta que la cadena de televisión Euronews se hizo eco de la tesis siria, dándole un sorprendente relieve y lo que es peor: sin las acostumbradas manipulaciones. Todo muy raro.

Después, empezamos a encontrar confirmaciones procedentes de Estados Unidos que corroboran la veracidad de las afirmaciones sirias, añadiendo que ni siquiera uno de los misiles británicos alcanzó su objetivo.

Una de esas fuentes, que escribe de manera anónima precisamente porque expresa el punto de vista de colaboradores muy próximos al Pentágono, es una analista del sitio del coronel Lang. Lo mejor es reproducir sus propias palabras, porque no tienen desperdicio:

No crean una palabra del Pentágono y de la Casa Blanca sobre el ‘éxito’ de los ataques con misiles de crucero del viernes pasado. Se ha perpetrado y se sigue perpetrando una burla contra el pueblo estadounidense y el mundo. Francamente, el general Mattis [Secretario de Defensa] y el General Dunford [Presidente del Consejo de Jefes de Estado Mayor] se deshonraron mutuamente al aceptar prestarse mutuamente esta farsa.

“Si pudieran ir al Centro de Operaciones Aéreas Combinadas (CAOC) de la Base de la Fuerza Aérea de Al-Udeid en Qatar y hablar con los oficiales que trabajan para el Centcom, escucharían una mezcla de disgusto, asombro e ira de muchos de ellos con la exclamación del Presidente de ‘Misión Cumplida’. Y estoy hablando de gente que apoyó al Presidente Trump. Trump, con la ayuda de los aduladores del Pentágono y el Estado Mayor Conjunto, ha cruzado la línea del delirio”(*).

Los sirios y los rusos tenían, pues, razón, por lo que hay que preguntarse por los motivos de ese gran fracaso. ¿Se trata de un mérito de la defensa antiaérea siria?

No puede ser porque el ejército sirio sólo dispone de los viejos sistemas de los tiempos soviéticos S-125, S-200, Buk, Kvadrat y Osa. Con ellos nunca podría haber derribado más de un 10 ó un 20 por ciento de los misiles lanzados por los imperialistas.

Inmediatamente después del ataque, Rusia ha prometido entregarles los SS-300. Ni siquiera les entregaran los SS-400, a diferencia de Turquía.

¿Son los viejos misiles soviéticos más inteligentes que los los modernos de Trump? No es posible. Tiene que haber otras explicaciones.

Una de ellas es la intervención rusa. Sin embargo, nos han venido diciendo hasta la fecha que, aunque los rusos advirtieron a los sirios previamente del ataque, sus defensas antiaéreas sólo protegían las bases que ocupan. El resto del cielo de Siria quedaría desprotegido.

La explicación tampoco es convincente: toda Siria está bajo el paraguas de las defensas rusas porque su ejército está disperso por todo el territorio.

Los misiles crucero Tomahawk, que Trump calificó de “bonitos e inteligentes”, están guiados por GPS hasta su fase final, en que se orientan por sus propios medios, momento en el que se convierten en vulnerables a la defensa antiaérea, que les pueden desviar de su ruta con cierta facilidad, ya que pierden velocidad.

En una entrevista a la cadena de televisión rusa Tsargrad, el coronel Anatoly Sitnov, antiguo jefe del departamento de armamento del ejército ruso, ha asegurado que Siria está protegida por el sistema ECM de vigilancia electrónica antiaérea, a lo cual nosotros añadimos nuestra sospecha de que Rusia ha aprovechado el bombardeo para probar la eficacia del ECM… y adiestrar a iraníes y sirios en su empleo.

Pero eso no es suficiente. Además, Rusia tuvo que suministrar a Siria datos obtenidos vía satélite de los emplazamientos de las rampas de lanzamiento desde los que iban a salir los misiles, la mayor parte de los cuales partieron del Mar Rojo y cuyo recorrido fue seguido al milímetro por rusos, iraníes y sirios.

A los viejos y tontos misiles soviéticos en poder del ejército sirio, le bastó con saber las coordenadas para derribar a los de última generación, los listos.

En el Pentágono tienen buenos motivos para sentirse preocupados, por lo que van a abrir una investigación interna sobre las causas del fracaso de los bombardeos del 14 de abril.

Es posible que los misiles Tomahawk sean muy inteligentes, como decía Trump, pero los que están enfrente tampoco son gilipollas.

Si eso es cierto, entonces hay que buscar la explicación inversa a la de este artículo: los agujeros por los que se han podido colar los 30 misiles que han logrado atravesar las defensas antiaéreas rusas e impactar en algunos de los objetivos. Sería un fallo de Rusia, tanto mayor en cuanto que estaban advertidos del ataque de antemano y, por lo tanto, totalmente alerta.

Pero imaginen lo contrario; supongan por un momento que todos los misiles inteligentes de Trump hubieran explotado en el aire… ¡Qué ridículo!

El sábado Rusia dejó una clara advertencia a Estados Unidos y sus socios.

 

Articulo original, 15 abril 2018

Fuente traduccion

 

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