Cómo la “Caravana” de migrantes está ayudando a Trump

thweytewytWashington – Una caravana de más de 1.200 inmigrantes, en su mayoría de Honduras, partió el 25 de marzo 2018 caminando hacia el Norte desde Tapachula, al sur de México, justo al otro lado de la frontera con Guatemala.

El destino final programado por la caravana es la frontera entre Estados Unidos y México, pero los organizadores de Pueblo Sin Fronteras dicen que la Ciudad de México será su última parada. Aún así, muchos migrantes tienen la intención de continuar el viaje y buscar asilo en Estados Unidos.

Pueblo Sin Fronteras, con sede en Estados Unidos, exigió en un comunicado de prensa del 23 de marzo a México y Estados Unidos “abrannos las fronteras porque somos ciudadanos tanto como la gente de los países en los que nos encontramos o viajamos”.

“Nuestro sueño” escrito en el sitio Internet del grupo es “construir puentes de solidaridad entre los pueblos y derribar las barreras fronterizas impuestas por la avaricia”.

La caravana anual atrajo a muchos más participantes este año y más atención, en parte porque el presidente Donald Trump la utilizó para resaltar las brechas en la seguridad fronteriza de Estados Unidos.

La caravana está ayudando a la postura de Trump para una frontera más segura, dijo Jessica Vaughan, directora de políticas del Centro de Estudios de Inmigración.

“Como el tamaño de la Caravana es tan sorprendente, la primera cosa que hizo, es que todas las personas pensaran sobre qué sucedería si un grupo como este aparece en la frontera”, dijo Vaughan el 6 de abril.

Fue una ilustración perfecta del problema que Trump ha estado tratando de lograr focalizar en el Congreso – donde un sistema de asilo defectuoso es el eslabón más débil para nuestra seguridad (en el tema) de inmigración en este momento”

Sistema de Asilo

Decenas de miles de inmigrantes ilegales cruzan la frontera sudoeste cada mes y solicitan asilo, según las estadísticas de la Aduana y Protección Fronteriza. En marzo, más de 37.000 menores no acompañados y unidades familiares fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza luego de cruzar ilegalmente.

La mayoría de los menores no acompañados y las unidades familiares buscan a los agentes de la Patrulla Fronteriza después de cruzar, porque saben que serán procesados rápidamente. Por lo general, en tres semanas serán liberados en Estados Unidos con una fecha de audiencia fijada para el futuro. Esto se conoce como “Atrapar y Liberar”.

La mitad de los que reclaman asilo, o “miedo creíble” en la frontera, no presentan una solicitud oficial de asilo dentro del año requerido. De acuerdo a los funcionarios del gobierno, la mayoría ni siquiera se presenta a su audiencia.

Si los solicitantes presentan un reclamo de asilo (que es gratuito) y este queda pendiente durante seis meses, se les proporciona rutinariamente autorización para trabajar, independientemente del mérito de la solicitud.

“Tenemos un país donde si pisan un pie -no dos pies- si un pie golpea a nuestro país, tenemos que tomar gentilmente a esas personas, registrarlas y luego liberarlas”, dijo Trump en una mesa redonda en Virginia Occidental, el 5 de abril.

“Ahora, ellos están en el territorio. Nosotros los liberamos. Ellos van a ir a algún lugar de nuestro país. Se supone que vuelven dentro de dos o tres años para su causa judicial, pero nadie regresa”.

El número de casos que comenzaron con un reclamo de temor creíble subió de aproximadamente 3.000 en 2009 a más de 69.000 en 2016, según el Departamento de Justicia.

Si los problemas son solucionados, “entonces el incentivo para venir ilegalmente a este país o presentar una solicitud frívola de asilo, no se sostendrá”, dijo un alto funcionario de la administración en una conferencia de prensa el 2 de abril.

“El asilo no está diseñado para personas que huyen por una vida mejor solo porque las condiciones son difíciles en su país de origen”, dijo Vaughan.

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Charlotte Cuthbertson, 11 abril 2018

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