democracia participativa

Los chalecos amarillos: El fin de la distopía – por Israel Shamir

Los franceses son los mejores. Sus hombres no engordan[1]. Sus mujeres no pasan la noche solas[2]. Sus niños son bien portados[3]. Tienen la mejor arquitectura, el mejor estilo de vida, el mejor pan, el mejor vino, el mejor aceite de oliva, la mejor cocina, algunos de los mejores escritores, películas,...